La promesa de dinero fácil y rápido ofrecida por la empresa financiera Saint Michael Investment hizo implosión en marzo de este año. Aunque la operación estaba en Miami, la zona cero de su colapso financiero-jurídico es el estado Monagas, con cerca de 600 personas defraudadas a fondos perdidos. También afectó a figuras de la farándula. A todas ellas debe Elías Eduardo Navarro Cesín, yerno del diputado opositor Luis Martínez, tanto explicaciones como cerca de seis millones de dólares, según algunos estimados.
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En 2018, Saint Michael Investment ofrecía a sus clientes algo tan jugoso como simple: riqueza. Constituida en Miami, Florida, la firma financiera presentaba como golosina la recuperación de inversiones en corto plazo, con el basamento de un riguroso conocimiento de la economía estadounidense.
La empresa dirigía esa promesa, demasiado buena para ser verdad pero irresistiblemente atractiva, a un nicho de venezolanos que, al mismo tiempo, contemplaban cómo la economía nacional, y con ella, sus activos, se venían a menos y depreciaban. Venezuela vivía un derrumbe de escala histórica. Bien lo tenía que saber el propietario de Saint Michael Investment, porque también es venezolano: Elías Eduardo Navarro Cesín, oriundo de Maturín, capital del estado Monagas, en el nororiente del país.
Desde 2017 hasta comienzos de 2020, Saint Michael Trading & Investments LLC (denominación oficial de la marca) desarrolló una agresiva campaña de promoción, con eventos que, animados por el presentador televisivo Luis Olavarrieta, imagen de la marca, fluctuaban entre ponencias de optimismo empresarial y la coctelería más chic.
Pero en marzo de 2022 el mismo Olavarrieta pasó de publicista a denunciante, cuando no dudó en adoptar el rol de portavoz de la molestia, ya efervescente, de los clientes de Saint Michael Investments. La empresa simplemente había dejado de cumplir con sus compromisos de pago. Reunidos en varios grupos, los afectados, alrededor de 600 -sumando a los clientes y a los familiares de estos-, según lo que señalan, calcularon un monto de lo que ellos mismos tildaron de estafa consumada mediante un esquema Ponzi: seis millones de dólares.
La cifra, la cantidad de víctimas y la historia, de modo sucinto, son hoy en día achacadas al fundador de la empresa, Navarro Cesín, quien el 8 de junio de 2021 salió de Venezuela con rumbo a Estados Unidos y, desde entonces, no ha vuelto. Pero la documentación fundacional de la compañía apunta a otros dos nombres, no señalados resueltamente por los afectados como parte de los impagos, que son el de la esposa de Navarro Cesín, la odontóloga Melina Martínez, y, más agazapado, el de un personaje cuya firma refrendó la constitución de la empresa, el diputado de la Asamblea Nacional electa en diciembre de 2020, Luis Eduardo Martínez Hidalgo, padre de Melina Martínez.
Mediante una revisión del registro comercial de Florida, Armando.info cotejó las historias de Saint Michael Investment y de Martínez Hidalgo. El diputado, gobernador de Monagas entre 1995 y 2000, ingeniero agrónomo egresado de la Universidad de Oriente (UDO), exvicerrector administrativo de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA), y, más recientemente, candidato a gobernador de Aragua en las elecciones de noviembre de 2021, aparece como registrador de Saint Michael Investment en 2017. Estos archivos comerciales de Florida también dejan por sentado que otra compañía, Taking Solutions LLC, tiene en común con Saint Michael Investment, además de la ubicación, a los mismos miembros. Encabezaba la lista Navarro Cesín, quien hoy, aunque esté lejos, es señalado de dirigir un esquema piramidal que dejó a muchos sin nada.
Según lo que relatan y convalidan los documentos de Saint Michael Trading & Investments LLC como sociedad de responsabilidad limitada del estado de Florida, su fundación se concretó el 6 de enero de 2017, un dato que contradice la información que suministraba el dueño en sus catálogos. En estos, se apuntaba 2014 como año de constitución.
Luis Martínez Hidalgo, Melina Martínez Rodríguez y Elías Eduardo Navarro figuran como miembros autorizados de la sociedad. Una mirada hacia atrás en la línea de tiempo detalla que esta no fue la única alianza empresarial entre padre, hija y yerno. En 2014, efectivamente, constituyeron la arriba mencionada Taking Solutions LLC.
Tanto en entrevista presencial concedida al reportero de Armando.info como por correo electrónico, el diputado Martínez Hidalgo explica que su paso por la empresa fue solo un asunto administrativo, jamás participativo.
“En 2014, Navarro me plantea abrir una compañía de comercio. Y en 2017, en enero, llegó Navarro y me pidió el mismo favor: el domicilio para registrar esta nueva compañía. Yo no tenía ni responsabilidad, ni capacidad de decidir ni capital. Y en 2018, cuando me vine a Venezuela, y ya no tendría el domicilio en Estados Unidos, me removieron. Fui una especie de hombre-buzón (...) hace cerca de cuatro años no tengo ninguna vinculación con la empresa”, asegura el diputado.
En Venezuela, los Navarro Martínez venían de fundar en 2013 la empresa Translog de Venezuela C.A., mediante la cual ofrecían servicios de transporte de cargas terrestres, aéreas o marítimas.
Con la constitución de una firma comercial en Estados Unidos, Saint Michael Investment comenzó la captación de clientes a partir de 2017, en el momento de máxima crisis económica en Venezuela, con una inflación de 862,6%, según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV). Las consignas incluidas en el lema comercial de la compañía resultaban atractivas para muchos: “Respaldo, seguridad y beneficios”.
“Nuestros planes de inversión son más rentables que los certificados de depósito a plazo fijo usualmente manejados por los bancos extranjeros y nacionales, que ofrecen un rendimiento máximo de 4% anual por su dinero”, prometía la compañía.
El modelo de negocios de Saint Michael Investment se resumía como “comercio de posiciones en los mercados financieros a nivel mundial”. Además de inversiones, había otros servicios en el catálogo: préstamos, fideicomisos, rentas variables y fondos de retiro.
Desde Estados Unidos, Navarro Cesín respondió por escrito, mediante correo electrónico, un cuestionario enviado por Armando.info al que catalogó de oportunidad para contar públicamente su versión. “Desde la incorporación de SMI LLC hasta el primer trimestre del 2020 recibía pagos mensuales de honorarios como mánager de la empresa. Poco después de empezar la pandemia, y sumando nuestro compromiso en honrar a nuestros clientes, empecé a utilizar ahorros personales y de mis empresas propias y familiares para cumplir con los pagos de nuestros clientes, a tal punto que perdí mi dinero, bienes, activos personales, de negocios y familiares y hasta el techo de mis hijos”, asegura.
En el despliegue publicitario durante la génesis de la empresa, Elías Navarro se presentaba repitiendo: “Quiero hablarles de economía, tratando de enfocarme en los macroproblemas. Pero quiero hablarles sobre todo del día después, de las macrosoluciones”. Y describía la compañía como “un equipo de jóvenes con una visión enorme de país, respaldados por grandes economistas y grandes empresarios de Venezuela”.
En 2018, ese equipo de jóvenes estaba ya definido y tenía cuatro caras visibles. Además de Elías Navarro estaban: su cuñado, Gustavo Martínez González (hijo del Martínez Hidalgo y de Larissa González, diputada opositora durante el periodo 2015-2020, y el único que no respondió a la solicitud de entrevista para este trabajo), como director de finanzas; su amigo de infancia Gustavo Rodríguez, como director de operaciones, y David Arostegui, sobrino político de Martínez Hidalgo, como asesor legal.
“Lo primero que supe sobre la compañía fue en enero o febrero de 2017. Él [Navarro] me comentó sobre esa posibilidad [de invertir], con una Venezuela que en ese momento estaba muy contraída, y con mi mamá hice una colocación. Fuimos como el décimo cliente. Inicialmente fueron 10.000 dólares y luego llegamos a 50.000”, dice Arostegui en entrevista telefónica para este reportaje.
Rodríguez recuerda su ingreso durante aquellas fechas. “En 2017 vi que Elías tenía ese proyecto de Saint Michael avanzado. Cuando me sumé estaban él, David [Arostegui], Gustavo [Martínez] y yo. Fuimos los cuatro al frente. Estuve en mercadeo y me dediqué a captar clientes”, declara. Con una oficina en Maturín, el equipo comenzó a captar clientes, especialmente ingenieros y tecnócratas que, ante la debacle de la industria petrolera en Venezuela y, más concretamente, en esa ciudad, temían ver sus ahorros y liquidaciones diluidas en los rigores de la hiperinflación. Uno de los principales nichos de mercado fueron los trabajadores de la compañía petrolera estadounidense Halliburton, cuya operación venezolana sucumbió ante la crisis nacional. Gustavo Rodríguez, como extrabajador de esta última, se dedicó a vender entre sus antiguos compañeros de trabajo la idea de invertir en Saint Michael. Muchos se apuntaron.
Las inversiones de Saint Michael Investment tenían dos modalidades de corto y largo plazo, una de 12 meses y otra de 24. Al final de cada lapso, el cliente debía recibir los intereses acumulados más toda la inversión inicial. Entre 2017 y 2019, en la mayoría de los casos, como señalan los consultados, hubo puntualidad en los pagos de intereses.
Uno de los inversores fue Miguel Verde, quien luego de 25 años de servicio en Halliburton colocó 20.000 dólares que necesitaría después para el tratamiento del cáncer pulmonar por el que murió en abril de 2021.
“Cuando le dieron la liquidación de Halliburton, Gustavo Rodríguez le mostró los resultados de Saint Michael y quedaron en que iban a ser consecuentes con los pagos. Mi papá tenía cierta confianza hacia Gustavo Rodríguez y por eso aceptó”, recuerdan sus familiares en conversación telefónica.
Por la confianza que le generaron los números que le mostraban y como “una forma de ser consecuente con lo que promocionaba”, Luis Olavarrieta convenció a su amiga y presentadora televisiva, Josemith Bermúdez, diagnosticada entonces con cáncer de ovarios, para invertir en la empresa. El mismo Olavarrieta también invirtió, dice, sin resquemores, aunque prefiere no revelar la cifra.
“Comencé a trabajar con ellos en 2018. Estaba empezando en la radio, y a través de una agencia de Maturín me contactaron. El primero con el que me reuní fue Gustavo Rodríguez. A partir de allí se fue entrelazando la confianza. Los honorarios se cumplían. Yo no era la única figura. Había economistas de todo tipo en los eventos, y si tú ves economistas invitados, te da un poco de seguridad”, asegura Olavarrieta a Armando.info a través de una llamada telefónica.
En su primer correo a Armando.info, Navarro contesta a la pregunta sobre la cantidad de afectados y el monto de la deuda así: “Es menos de lo que muchos hablan, creen y sacan cuentas mágicas. Mucho menos, en número de clientes y capital”. Al pedirle precisiones, zanja: “Me reservo montos y cantidad de personas”.
Entre los documentos a los que se tuvo acceso para este reportaje figuran algunos contratos de 2018, 2019 y 2020. Todos eran firmados por Elías Navarro. Los montos eran variables: desde 1.000 hasta 100.000 dólares. En todos se prometían retribuciones de intereses mensuales. Y hasta finales de 2019, todo parecía estar en orden.
“Cuando me botan de Halliburton, un cuñado mío estaba desempleado y me dijo que Gustavo Rodríguez, que también trabajó en Halliburton, montó su propia empresa, un fondo de inversiones. Invertimos y hasta aquel momento, todo bien”, dice por vía telefónica un excliente de Saint Michael Investment y uno de los denunciantes del caso, Fernando Carmona.
Pero a principios de 2020, poco antes de la declaración de la pandemia por la Covid-19, muchos de los clientes comenzaron a extrañarse por la ausencia de sus depósitos y por las excusas del equipo de Navarro.
“Durante 2019 me pagaron puntualmente, pero a finales del año me cambiaron el esquema de pago de manera arbitraria. Me dijeron que me pagarían cada tres meses”, recuerda una afectada. Al no haber pagos mensuales, hubo, por ende, incumplimientos de contratos.
En 2020, Josemith Bermúdez, en los momentos más agrios de su enfermedad, advirtió a Luis Olavarrieta que algo no iba bien con las inversiones. “Ella fue la que me prendió las alarmas porque invirtió un número muy alto y las cuotas de ellas eran más altas que las mías. Llegó el momento en que dijo que no tenía para sus medicinas”. La también actriz pasó los últimos siete meses de su vida, reclamando un dinero que nunca le fue devuelto. “Comencé a hablar con Melina y Gustavo, los que daban la cara, pero Elías Navarro nunca apareció. Josemith presionó para recibir sus cuotas unos meses antes de morir, pero no tuvo la respuesta del contrato establecido”, resume Olavarrieta.
Pero Navarro insiste en que, respecto de los baches financieros, “el primer comunicado fue un mes luego de declarada la pandemia mundial, en abril de 2020. Con esto [se comunicó sobre] las pérdidas y posteriores imposibilidades [de pagar] que, adicionalmente, se fueron presentando en temas bancarios”.
La primera dificultad para muchos estuvo en prestarse al llamado a la calma sobre el que se insistía en los comunicados, porque, como apunta Navarro en otra respuesta, se detalló ”una estrategia y expectativa de pronta solución”, algo que, finalmente, no ocurrió.
Los que vieron su dinero desaparecer no fueron únicamente los que hoy son denunciantes; también el círculo cercano de Navarro en Saint Michael.
“En 2020, Elías [Navarro] comenzó a ser poco comunicativo. Tomó una actitud retraída. Yo le decía: necesito que me des al menos 200 dólares para este mes. No te estoy pidiendo los 2.000 mensuales. Pero nunca tuve respuesta de él”, sostiene David Arostegui.
El suegro de Navarro, el diputado Martínez Hidalgo, también recibió mensajes de cercanos que pidieron su intermediación para recuperar dinero. Aunque ya en ese momento, según insiste, se había distanciado de él y señala que los mensajes se los enviaba a través de su hija.
Navarro, a modo de mea culpa, admite que los primeros decepcionados resultaron ser su esposa, su suegro y su familia. “Mi esposa también se quedó sin un techo, sin su consultorio, sin sus bienes y ni siquiera prendas de vestir que vender. A mi suegro también lo decepcioné, y hace más de un año que no tenemos contacto ni hablamos”.
Mientras se rodeaba con un anillo de silencio ante sus allegados, mediáticamente Navarro quería brillar en la política. Que cuál era su aspiración concreta, no lo sabe ninguno de los consultados, pero entre julio y septiembre de 2020 compartió en sus redes reseñas de actos públicos de Leocenis García, fundador del partido político ProCiudadanos y exdirector del periódico 6to Poder, con los que niega otro tipo de vínculo. Además, en ese momento se retrató con el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava.
También, mediante una plataforma denominada Monagas de Vanguardia, Navarro se dejó retratar entregando bolsas de comida a mendigos y niños de la calle, y ofrecía ruedas de prensa invitando a los jóvenes a inscribirse en el registro electoral permanente. “Fue una idea (porque en eso quedó) de hacer el bien a las comunidades de Monagas, pero la idea duraría como 30 días”, apunta.
Si tuvo aspiraciones políticas, quedaron en eso, pues ante la avalancha de denuncias reajustó los planes y salió de Venezuela hacia Estados Unidos, país en el que entró, junto con su esposa y sus dos hijos, el 8 de junio de 2021 y en el que, según datos proporcionados por fuentes judiciales, solicitó asilo político. Navarro niega la solicitud de asilo: “no poseo el estatus especulado por ningún particular o supuesto ente judicial”.
“El motivo fue buscar una o varias alternativas que permitieran restablecer nuestra dinámica operacional. Antes y después de esta fecha he mantenido la formalidad y comunicación de la manera más precisa posible con los clientes (...) lamentablemente, no siempre es lo que quieren leer, pero es la única realidad que puedo comunicar”.
Luego de marzo de 2022, a raíz de la acusación pública de Olavarrieta y la denuncia, hoy en fase de investigación, contra la empresa, que introdujo en la Fiscalía del Ministerio Público, algunos afectados se han atrevido a hablar.
Aseguran haber sido víctimas de un esquema Ponzi, una modalidad de estafa en la que nuevos inversores terminan por pagar deudas de inversores más antiguos, lo que crea un vacío monetario en las cuentas de la sociedad que dirige el esquema.
La modalidad aplicada en Saint Michael Investment puede corroborarse con una anécdota que se deriva de documentos y correos a los que tuvo acceso Armando. Info. En septiembre de 2021, Elías Navarro sostuvo una reunión por vía remota, desde Miami, con Gustavo Rodríguez y David Arostegui y un número no determinado de clientes, quienes estaban en Maturín y pidieron información sobre sus inversiones. Navarro, a petición de los afectados, mostró en la pantalla, por videollamada, la cuenta en el bróker IBKR a nombre de Saint Michael Investment, en donde estaban depositadas estas inversiones. No había dinero en ella.
La ausencia de fondos fue explicada, posteriormente, por el mismo Navarro en un correo a sus clientes el 12 de septiembre de 2021: “El capital lo decidí retirar para asumir colocaciones de mayor riesgo. Dicha decisión la asumí de manera unilateral en búsqueda de equilibrar las operaciones afectadas producto de la pandemia, sin dar razones de ellas a mis socios ni a los clientes”.
A raíz de ese incidente, “observando el número de dificultades de índole operativo que hemos tenido en la empresa, y para no seguir dilatando los pagos”, se tomó la decisión de cancelar todos los contratos. Navarro pidió “encarecidamente” un plazo de 60 días para la cancelación. Nueve meses después, muchos de ellos siguen esperando.
Laura Blank, abogada y representante de Luis Olavarrieta y de otros denunciantes, explica que este caso constituye más que una simple estafa.
“Lo primero es que, hasta donde sabemos, no tenían autorización de Sudeban (Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela) para funcionar. Se habla también en este caso de legitimación de capitales, fraude, asociación para delinquir y delitos informáticos”, precisa. La meta principal, como dice, es que Navarro y los que conformaron Saint Michael, devuelvan el dinero. “Pero también es que haya justicia”, apunta. El tribunal 27mo de Control de Caracas lleva el caso.
Navarro confirma que Saint Michael Investment no tenía autorización de Sudeban. Explica al respecto: “Todos los contratos privados e individuales de carácter vinculante fueron establecidos fuera de Venezuela, en banca y moneda extranjera. Nuestros entes reguladores no corresponden a Sudeban o instituciones venezolanas”.
Las reuniones con los clientes terminaban para Navarro cuando, desde Miami, apagaba la cámara de la plataforma Zoom. Aunque para Gustavo Rodríguez y David Arostegui, una de ellas terminó, como señalan, “en un secuestro”: los clientes no los dejaron salir de la oficina. Finalmente, Gustavo Rodríguez, como garantía, tuvo que entregar su pasaporte. El acuerdo era que le sería devuelto cuando Navarro pagara. Hasta ahora, Rodríguez no ha recuperado su documento.
En ese tipo de reuniones, replicadas también con clientes de Valencia, Navarro terminó por admitir su responsabilidad. “No compartí con David y Gustavo la cantidad de endeudamiento porque, simplemente, de manera egoísta y llamándome líder, decidí tomar las responsabilidad de pensar que yo solo podía con todo”, se escucha en una de las reuniones, grabada el 8 de septiembre de 2021, a la que tuvo acceso Armando.info.
El 18 de marzo de 2022, en un correo para todos los clientes de la firma, Navarro se disculpó nuevamente por la imposibilidad de cumplir “con los términos del contrato firmado debido a las fluctuaciones del mercado donde operamos y a otras circunstancias adversas de la economía mundial que afectaron negativamente nuestra actividad”.
Luego de asegurar que la empresa hacía todo lo “humanamente posible” por solventar las deudas, adujo las razones de estas: la fragilidad de las operaciones, basadas en transacciones en mercados de renta variable, y los entuertos económicos derivados de la pandemia de la Covid-19.
La empresa que alguna vez prometió riquezas para sus clientes ahora ofrecía excusas ante la insolvencia. “Por razones de fuerza mayor no se nos hizo posible continuar ejecutando los pagos de manera sistémica y puntual”.
Como inciso, la empresa también resaltó en los correos a los clientes la pérdida de capital propio, lo que se traduciría en más retrasos en los pagos. Aún en julio de 2022, las denuncias de varios clientes siguen circulando tímidamente en las redes sociales. También las de sus excompañeros de la empresa.
“Si él hubiese hablado claro, eso se entiende y es otra cosa. El tema es que se dedicó a esconder la información, a mentir y a correr la arruga. Eso fue lo que pasó. Y yo, aunque no soy accionista, me siento responsable porque vendí el proyecto a mucha gente”, dice Gustavo Rodríguez por vía telefónica a Armando.info.
Arostegui, por su parte, refiere que “se presentaron inconvenientes y problemas que en realidad fueron mentira de parte de Elías. Por el nivel de confianza que teníamos con él pensábamos que era verdad. En ese momento no teníamos razones para dudar de él. Pero nos engañó a todos”.
Tanto Rodríguez como Navarro, a raíz de las denuncias, han sido citados a declarar sobre el caso. Mientras tanto, el diputado Martínez Hidalgo asegura que “los impagos me apenan por la relación de afinidad existente, pero en cualquier país del mundo las responsabilidades son individuales, y en este lamentable caso está claro que no tengo ninguna relación con la LLC (se refiere a Saint Michael Investment) desde hace casi cuatro años”.
Saint Michael Trading & Investments LLC fue liquidada el 24 de septiembre de 2021. “La disuelve el Estado por imposibilidad de pagos de fees, anualidades y compromisos fiscales”, resume Navarro. En su lugar queda Saint Michael Trading Investment Corp, en cuyas actas el nombre de Gustavo Rodríguez está especificado como el de registrador. Pero, al respecto, Rodríguez, por vía telefónica, señala: “Nunca firmé los documentos de constitución de empresas. Solo el contador. La idea con esta empresa era diversificar la estructura y balancear la carga de pagos. Entre varias cuentas se podían manejar mejor los temas operativos”.
Sobre esta última denominación, Navarro concuerda con Rodríguez. “La incorporación de SMI Corp procuraba expansión y seguir trabajando en el crecimiento de nuestra empresa y registro de marca, asegurando el registro de nuestro nombre. Y el uso de cuentas bancarias alternativas que aseguraran la gestión bancaria para garantizar que los pagos llegarán de manera puntual a nuestros clientes. Inclusive, no existe ningún reclamo de un solo cliente por haber recibido los pagos mensuales y trimestrales desde SMI Corp”.
Tanto Elías Navarro como su esposa, Melina Martínez, fueron retratados en diciembre de 2021 en una reunión corporativa de la firma aseguradora Insurability, con sede en Miami. Al respecto, Navarro se limita a apuntar que no tiene “ningún rol o participación con la entidad mencionada”.
El diputado Martínez Hidalgo insiste que se comunica con su hija por correo electrónico, y que en el último de estos intercambios, el Día del padre (el domingo 19 de junio de 2022), esta le escribió, textualmente, que estaba distanciada de Elías Navarro.
Fue también por correo electrónico como le informó, días antes de salir de Venezuela, en junio de 2021, que viajaría a Estados Unidos. “Dos semanas después me informó que se quedaría un poco más porque estaba buscando opciones para cursar un posgrado”. Los clientes afectados, además de David Arostegui y Gustavo Rodríguez, no sabían que Navarro se quedaría en Estados Unidos: solo imaginaron un viaje de ida y vuelta para solventar los problemas con las cuentas.
¿Tienen los clientes afectados posibilidades de recuperar su dinero? Navarro se sincera: “Actualmente, no tengo ninguna propuesta tangible que pueda ofrecer a nuestros clientes. Sin embargo, estoy esforzándome mucho por generar una alternativa y oportunidad que permita acordar o culminar los vínculos contractuales que tenemos”.
Entre 2006 y 2010 el mercado de permuta en Venezuela fue una ventana de desahogo para el férreo régimen de control de cambio impuesto por Hugo Chávez tras la huelga petrolera de 2002-2003. Pero la medida paliativa terminó por ser una orgía de miles de millones de dólares para un puñado de funcionarios o corredores de bolsa que en la práctica quemaron los recursos extraordinarios de un boom petrolero que no se repetirá. Algunos de esos actores ocultaron sus ganancias con la venia del Credit Suisse.
Ricos pero no necesariamente famosos, tienen en común un gentilicio y una morada: Lagasca 99, en el barrio de Salamanca de la capital española. Este condominio de lujo lo comparten con otros magnates latinoamericanos, y se destacan por ser empresarios del sector de la moda, construcción, servicios financieros e inmobiliarios. Sus nombres y opulencia han dejado rastro dentro y fuera del país.
La magnitud del "banco local del mundo", como se llamaba en su publicidad, es colosal, tanto como su desdén por las medidas de cumplimiento antilavado de dinero. La investigación de los FinCEN Files lo deja muy mal parado, al revelar que la entidad facilitó la perpetración de un esquema Ponzi también global, mientras estaba en periodo de prueba por sus nexos con capos de la droga y pese a las multas a las que la sometieron los reguladores de Estados Unidos. Luego de divulgados los hallazgos, sus acciones cayeron esta semana en bolsas internacionales.
Decenas de grupos de WhatssApp son las nuevas microcasas de cambio a través de las cuales los venezolanos compran y venden las divisas que permiten a cada vez más venezolanos sortear el inclemente aumento de precios en el país. Mientras se hace cada vez más común el cobro directo en dólares para adquirir bienes o servicios, el mercado de menudeo de divisas ya tiene vida propia y representa 43 por ciento de la cantidad de divisas que se transan en el país donde el bolívar perdió todo fundamento
Casi 70 millones del seguro de la estatal petrolera quedaron en un limbo, que bien podría explicar por qué las autoridades no cobraron indemnización alguna por la explosión de la refinería de Amuay.
El ex vicepresidente de Finanzas y directivo de la estatal petrolera fue uno de los ejecutivos de la industria con más cargos y señalamientos. En 2006 la Contraloría le abrió un proceso por no efectuar la declaración jurada de bienes. En 2011 figuró por su presunta participación en el esquema Ponzi de Francisco Illaramendi. Cuatro años después de tenerlo como cliente, en 2009, Mossack Fonseca se enteró que era una Persona Políticamente Expuesta, pero mantuvo la relación comercial porque no se le encontró “vínculos con actividades ilícitas”
Pocas figuras ilustran mejor la reconfiguración del poder judicial chavista que la del juez Edward Miguel Briceño Cisneros. Hasta entonces un perfecto desconocido con una carrera gris como defensor público, y luego de que probara suerte en Chile, le bastó un chasquido de dedos desde el poder para convertirse, en abril reciente, en titular del Tribunal Primero Antiterrorismo. En su debut tuvo que retribuir los favores recibidos con la firma del auto de detención contra Edmundo González Urrutia.
Poco conocido, aunque se codee con artistas de fama global, Rafael Jiménez Dan, compañero de promoción de Diosdado Cabello y Jesse Chacón en la Academia Militar, vio su perfil reflotar este mes en medios de Puerto Rico y el hemisferio. Una política borinqueña pidió al FBI investigar los lazos con Bad Bunny de una empresa creada en Miami por el excapitán del Ejército venezolano. Días antes, el astro del reguetón había dado indicios de su apoyo al que puede ser el primer gobernador independentista -y cercano al chavismo- de la isla.
El informático venezolano Marcos Machado Requena es accionista de Ex-Cle, la compañía de origen argentino que goza de contratos multimillonarios del CNE. Su complicidad en esa operación le expuso a las sanciones de Washington. Así que se sigue esforzando en mantener su perfil bajo aún en el otro ramo al que se dedica, donde dejarse ver es clave: la gestión de lugares de rumba y café que son tendencia en Caracas.
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Desde sus tribunales antiterrorismo en Caracas, cuatro jueces improvisados se han dedicado a, precisamente, sembrar el terror. Actúan de manera expedita e implacable, en medio de arbitrariedades y sin detenerse en formalidades, no solo concertados con el gobierno de Nicolás Maduro, sino teledirigidos desde la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia y del Circuito Penal de Caracas. Su propósito: propinar castigos ejemplarizantes a quienes se manifiesten en desacuerdo con el fraude electoral.
Firma financiera fundada en enero de 2017 en Miami, Florida, Estados Unidos. Sus miembros iniciales fueron Elías Navarro, Melina Martínez y Luis Eduardo Martínez. Fue disuelta en septiembre de 2021.
Diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela. Exgobernador de Monagas. Ingeniero agrónomo de la Universidad de Oriente y exvicerrector administrativo de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho. Registrador de Saint Michael Investment.
Odontóloga venezolana. Hija del primer matrimonio del diputado Luis Eduardo Martínez Hidalgo. En los documentos de fundación de Saint Michael Investment, su nombre figura como miembro autorizado de la empresa.
Exdirector de finanzas de Saint Michael Investment. Es hijo del diputado Luis Eduardo Martínez y de la exdiputada Larissa González.
Abogado venezolano. Sobrino político del diputado Luis Eduardo Martínez Hidalgo y primo de Melina Martínez. Fue asesor legal de San Michael Investment.
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