A partir de la filtración de 18.000 cuentas bancarias, abiertas desde 1940 hasta la década de 2010 y entre las que fluyeron más de 100.000 millones de dólares, reporteros de 39 países revisaron miles de registros bancarios, entrevistaron fuentes internas, reguladores, fiscales, examinaron documentos judiciales y financieros para corroborar los datos. De Venezuela, además de la cantidad de clientes, despuntan decenas de nombres relacionados con esquemas de corrupción y con la administración pública que buscaron en Credit Suisse un lugar para guardar sus fortunas.