Pedro Luis Martín Olivares, exdirectivo de la policía política venezolana, buscado en Estados Unidos por presunto narcotráfico vinculado al Cártel de los Soles, tiene un perfil público deliberadamente bajo. Aunque no conserva el mismo poder del que gozó con Hugo Chávez, se las ha arreglado no solo para seguir impune frente a quienes intentan denunciar su doble vida entre los servicios secretos y las actividades ilícitas -de la extorsión al tráfico de influencias-, sino además para levantar un emporio empresarial mientras sus parientes acumulaban un valioso patrimonio inmobiliario.
El alicate global que se aplica a Rusia para presionar el fin de la invasión a Ucrania pasa por el congelamiento de los activos de los “oligarcas” rusos que apoyan al régimen de Vladimir Putin en varios frentes, desde el económico hasta el comunicacional. Una alianza de 25 medios ha elaborado una base de datos que ha detectado y rastreado los activos de este poderoso grupo, considerado la piedra angular del poder político del Kremlin
Entre 2006 y 2010 el mercado de permuta en Venezuela fue una ventana de desahogo para el férreo régimen de control de cambio impuesto por Hugo Chávez tras la huelga petrolera de 2002-2003. Pero la medida paliativa terminó por ser una orgía de miles de millones de dólares para un puñado de funcionarios o corredores de bolsa que en la práctica quemaron los recursos extraordinarios de un boom petrolero que no se repetirá. Algunos de esos actores ocultaron sus ganancias con la venia del Credit Suisse.
Al menos 15 figuras del mundo de la inteligencia -algunas vinculados a corrupción y tortura- de una docena de países, además de sus familiares, que debieron llamar la atención de los ejecutivos de cumplimiento, tuvieron cuentas en el segundo mayor banco suizo, según lo que aparece en la filtración de los ‘Suisse Secrets’. Entre los titulares se encontraban jefes de espionaje de Jordania, Yemen, Irak, Egipto y Pakistán y un ex jefe de inteligencia venezolano que, tras contratar con el Estado chavista, se convirtió en un millonario hombre de negocios.
Hasta hace poco se tenía a Francisco Carrasquero como una figura secundaria o escudero del argentino Roberto Wellisch en el organigrama de Palmat, empresa que cobró comisiones colosales por contratos con las empresas básicas de Guayana y de venta de maquinaria agrícola en el marco de la alianza entre los gobiernos de Caracas y Buenos Aires. Sin embargo, una revisión de sus cuentas en Credit Suisse y de sus inversiones inmobiliarias en Miami corregirán tal percepción.
Los datos obtenidos en la filtración de los 'Suisse Secrets' revelan que más de dos docenas de ciudadanos venezolanos, vinculados a cuatro tramas de corrupción en Pdvsa, acumularon activos por al menos 273 millones de dólares en 25 cuentas abiertas en Credit Suisse entre 2004 y 2015, fondos procedentes de negociados turbios con la principal empresa del Estado. De esas cuentas, una docena constituyen hallazgos que hasta ahora no se reportaban en los documentos judiciales sobre los casos.