Sospechoso de dos asesinatos en Venezuela y señalado de lavar más de 100 millones de dólares del narcotráfico colombiano, a finales del año pasado quedó libre de culpa en una corte de Estados Unidos. Pero los movimientos bancarios que no encontraron los fiscales quedaron guardados en Mossack Fonseca, cuyos documentos ahora muestran que hizo transferencias desde las compañías colombianas Induitex LTDA y SBT S.A., incluidas en 2013 en la lista Clinton por tráfico de drogas.
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Desde una pequeña oficina de 43 metros cuadrados en la Torre Kyra, en Campo Alegre –una de las zonas más costosas de Caracas–, el empresario austríaco-venezolano Martin Lustgarten Acherman logró armar una sofisticada y casi blindada estructura de lavado de dinero que le permitió movilizar una fortuna de más de 100 millones de dólares de dudosa procedencia en bancos de paraísos fiscales y salir “ileso” de un proceso judicial en Estados Unidos, en 2015.
Los Panama Papers revelaron como con la asesoría y asistencia del connotado bufete Mossack Fonseca & Co, en Panamá, Lustgarten constituyó más de una docena de empresas offshore y fundaciones privadas (sin fines de lucro) entre 2003 y 2014, que más tarde fueron señaladas en Estados Unidos como fachada para movilizar por igual dinero de inversionistas, importadores, bonos de la deuda venezolana, corrupción cambiaria de Venezuela y hasta capitales de empresas vinculadas con narcotráfico y paramilitarismo colombiano.
Cuando la justicia de EE UU detuvo a Lustgarten en abril de 2015 estaban seguros de que tenían en sus manos un caso monumental de blanqueo de capitales. Pero los agentes que realizaban la investigación –abierta en una corte de Massachusett y procesada en una de Florida– no lograron obtener de los gobiernos de Hong Kong, Singapur, Panamá, Colombia y Suiza los estados financieros que probaban el origen ilícito de los fondos movilizados desde las cuentas del empresario. Los cargos en su contra fueron retirados y éste recuperó su libertad en diciembre de 2015, en medio de cuestionamientos y suspicacias sobre los errores y desaciertos cometidos por los investigadores de Boston y el fiscal que llevó el caso.
Un año después, los Panama Papers revelan una serie de archivos y documentos del bufete Mossack Fonseca & Co –del que Martin Lustgarten era más que un cliente VIP– que dejan al descubierto estados de cuenta de las empresas de este experto en ingeniería financiera. Unos pocos reportes de su compañía Flametree Holdings Corp Limited, establecida en Hong Kong, bastaron para determinar que por sus arcas pasó dinero de importantes corporaciones textiles colombianas ligadas al narcotráfico, que terminó contaminando el sistema financiero estadounidense. Además de otros capitales sospechosos provenientes de casas de bolsa en México, así como empresas y ciudadanos venezolanos investigados por irregularidades cambiarias.
Flametree Holdings Corp Limited creada por Lustgarten en febrero de 2007, con un capital de 10.000 dólares estadounidenses, de inmediato comenzó a registrar grandes cantidades de depósitos, transferencias y retiros de montos que iban desde 2.000 hasta 500.000 dólares. En menos de un año la cuenta número 491-661492-838, abierta en el HSBC de Hong Kong, tenía un saldo de más de $ 3 millones, y para mediados de 2008 esta cifra superaba los $ 15 millones. Los balances financieros reportan créditos producto de la venta de oro y de la liquidación de bonos de la deuda pública venezolana, aunque el objetivo comercial de la compañía era “la compra de mercancía en Asia”, según se especifica en los archivos encontrados en los Panama Papers.
Entre sus depositantes frecuentes destacan Induitex LTDA, con sede en Cúcuta, y SBT S.A, registrada en Bogotá. Ambas son empresas textiles pertenecientes al grupo Guberek Grimberg, de una reputada familia colombiana de origen rumano y polaco, que cayó en desgracia en 2013, cuando una investigación relacionada con la caída de Interbolsa (la principal corredora de bolsa del mercado bursátil colombiano) en Colombia y Panamá, identificó que “los Guberek disfrazaron los movimientos ilegales de dinero con exportaciones e importaciones ficticias a Panamá y Venezuela”, explica una nota publicada en el diario El Tiempo de Colombia.
Al menos ocho miembros de esta familia Guberek Grimberg fueron incluidos en la lista Ofac (conocida como lista Clinton o lista negra del Departamento del Tesoro que señala personas vinculadas con dinero proveniente del narcotráfico) en 2013 por su presunta vinculación con organizaciones dedicadas al tráfico de drogas en Colombia. “Isaac Guberek Ravinovicz y su hijo, Henry Guberek Grimberg, fueron procesados por lavado en la Corte del Distrito sur de la Florida. En Induitex también figura el empresario del fútbol Jorge Eduardo Tovar Zuleta, hoy en la Lista Clinton”, agrega la publicación de El Tiempo.
Desde las empresas de los Guberek se hicieron depósitos frecuentes a la cuenta de Flametree Holdings Corp Limited en HSBC, entre 2007 y 2008. Así lo reportan los balances enviados a Martin Lustgarten, que se encuentra entre los archivos de Mossack Fonseca que salieron a la luz pública en los Panama Papers. Aunque estas operaciones no fueron mencionadas en la investigación que se le siguió a la familia colombiana en 2013, el esquema de transacciones utilizado por ellos con Interbolsa es similar al empleado con la empresa del venezolano en Hong Kong.
Induitex LTDA. ofrecía también servicio de lavandería, prelavado y tintorería en la zona franca de Cúcuta. Pero más que ropa, varios medios colombianos ya advertían que se trataba más bien de una lavandería de dinero, que utilizaba el mercado cambiario de Venezuela con una fachada de venta de telas. No en vano, el diario El Tiempo destacó el flujo de caja que pasaba por ese punto de la frontera: “Aunque, por sus ventas, en 2008 la Dirección de Impuestos y Aduanas de Colombia la elevó a la categoría de grandes contribuyentes, en 2012 entró sorpresivamente en liquidación”.
Esta práctica coincide con los argumentos expuestos por el fiscal Joseph Palazzo, quien en abril de 2015 presentó cargos por lavado de dinero producto de la droga, obstrucción de la justicia y conspiración contra Martin Lustgarten Acherman –detenido unos días antes– ante una corte del Distrito Sur de Florida: "Él se aprovecha de una situación única en Venezuela", publicó el sitio web Insight Crime, como parte de los señalamientos hechos por el funcionario del Gobierno de EEUU contra el investigado. Según la acusación presentada, “Lustgarten Acherman obtuvo dólares sucios de fuentes ilegales y luego los vendió a las empresas legítimas en Venezuela a un tipo de cambio más alto en el mercado negro”, dice el reportaje.
Para esta negociación –según los fiscales– el empresario utilizó su compañía financiera, “la cual ofrece préstamos de capital a las empresas que participan en el comercio internacional, para ocultar el origen del dinero de la droga”. Esa compañía financiera usada por Lustgarten pudo ser Flametree Holdings Corp con sede en Panamá, y dedicada al “financiamiento de importaciones”, según indican algunos documentos de la filtración. Ésta es una filial de la Flametree Holdings Corp Limited, la empresa de Hong Kong que recibía los depósitos y transferencias de origen dudoso.
En el proceso judicial que enfrentó, Lustgarten habría asegurado que el dinero que recibía en sus cuentas de Hong Kong y Singapur, y que luego trasladaba a su banco en Miami, era una compensación por los préstamos que había hecho a través de su compañía de financiación de importaciones.
El abogado Alejandro Rebolledo, experto en investigación de legitimación de capitales, indicó que las compañías de préstamos o financieras son uno de los mecanismos más comunes para el lavado de dinero y es una forma de disfrazar el dinero de la droga
“Sobre la base de escuchas telefónicas y otras pruebas recogidas por las autoridades estadounidenses, el negocio de financiación de Acherman era en realidad una empresa fantasma que utilizada para el blanqueo de entre $40 millones y $100 millones de dólares en nombre de los carteles de la droga no especificados y ‘organizaciones paramilitares revolucionarios’ en Colombia”, dice el trabajo de Insight Crime.
Rebolledo explica que uno de los métodos utilizados para el blanqueo de dinero son las compañías de fachada. “Entidad legítimamente organizada que hace ver que participa en una actividad comercial legítima. Sin embargo, esta actividad comercial sirve inicialmente como máscara para el lavado de fondos ilegítimos. La compañía fachada puede ser una empresa legalmente constituida que mezcla los fondos ilícitos con sus propias rentas. Puede ser también una compañía que actúa como testaferro formada expresamente para lavar dinero. Puede estar ubicada físicamente en una oficina o puede tener únicamente un frente comercial, con una dirección y apartado postal. Sin presencia física. Sin embargo, toda la renta producida por el negocio realmente proviene de una actividad criminal”.
En algunos casos el negocio está establecido en otro país “para hacer más difícil el rastreo de las conexiones con el lavado de dinero”, dice Rebolledo y agrega: “Un empresario no puede permitir que a través de su compañía se pase dinero, o prestarla para que se puedan transferir cantidades de dinero, a sabiendas de que son de actividades ilícitas. Depósitos y transferencias, que contaminan a su empresa, contaminan al banco y contaminan al sistema financiero. Y si son dólares americanos son una amenaza al sistema de EEUU”.
Además de las empresas textiles colombianas, en los estados de cuenta de Flametree en Hong Kong aparecen depósitos de Casa de Cambio Plus (México), 9.21 Casa de Bolsa, Cavicorp Corporación C.A., Supply 26 Limited, Ceres, Desarrolladores Financieros Piedra Azul, Computadoras Magnabyte C.A., J.J. Courier Services (Miami), Maritza Obadía de Pariente (venezolana de 93 años de edad), Luis Enrique José Ramírez Cubillán (venezolano) y Efraín Cohen (venezolano y único accionista de la empresa Alimentos Continentales Daimar).
Alimentos Continentales Daimar apareció en la lista de empresas investigadas penalmente por el Ministerio Público de Venezuela en 2014, por uso irregular de divisas otorgadas por el Gobierno.
Martin Lustgarten crea Flametree Holdings Corp Limited en Hong Kong apoyado en la arquitectura de inversión de Mossack Fonseca & Co. Para este “caso” fue asistido por una intermediaria del bufete denominada Mossack Fonseca Trust Corporation, que le proveyó servicios de sus corresponsales en la región para abrir la compañía al otro lado del mundo y gestionar las cuentas bancarias requeridas. Además de brindarle desde Panamá la asistencia de “oficina virtual” para recibir y procesar correspondencia referente a las operaciones de la empresa y sus estados de cuenta.
El objetivo comercial de la empresa era “la compra de mercancías en Asia”, según se explica en el documento constitutivo de la compañía y el intercambio de correos electrónicos entre el empresario y el personal de Mossack Fonseca. Se especifica la importancia de diferenciar a Flametree Holdings Corp Limited en Hong Kong de su empresa afiliada, Flametree Holdings Corp en Panamá. Esta última dedicada al “financiamiento de importaciones” y ya operativa.
Entre los accionistas nominales de Flametree Hong Kong figura Hatherley Limited, con sede en la República de Seychelles. Este era parte de un formalismo legal que resolvía Mossack Fonseca con compañías registradas en paraísos fiscales, como Bahamas y Santa Lucía, que ponía a disposición de sus clientes para cumplir con el trámite.
Pero en realidad la empresa abierta en Asia pertenece a la Fundación Halcón (fundación de interés privado sin fines de lucro) propiedad de Martin Lustgarten, creada en 2003. Él y su esposa Claudia Fischbach de Lustgarten tienen la posición de protectores de la fundación (denominación legal establecida en la legislación panameña) y son quienes toman las decisiones y administran las cuentas a nombre de Flametree. Para eso requieren de poderes que les debe otorgar el consejo fundacional de la fundación, que es en realidad la figura a nombre de la cual aparece registrada la fundación, una especie de junta directiva.
Lustgarten, de nacionalidad austriaca y venezolana a la vez, acostumbraba pedir estos poderes por duplicado para utilizar indistintamente sus dos pasaportes, según fuera el caso.
En el caso de la Fundación Halcón (propietaria de Flametree) el consejo de fundación estuvo integrado al momento de su creación, en 2003, por Hernning Hoffmeyer y Thorsten Lührs, en representación de Dresdner Bank Lateinamerika y Deutsch Sudamerikanische Bank AC. Pero luego tuvo dos modificaciones: en 2005 el único miembro del consejo fundacional fue Fundación Membership Corp. Luego en 2013, el consejo fundacional lo constituyó MMG Management Corp.
En el caso de la Fundación Membership, se trata de una empresa de maletín (sin sede física) y la junta directiva la integraba personal de Mossack Fonseca, que reiteradamente aparece en directivas de empresas “prestadas” por el bufete a sus clientes. Las dos personas utilizadas en este caso eran: Leticia Montoya y Francis Pérez. Ellas se encargaban de otorgarle a Lustgarten y a su esposa los poderes para administrar y mover el dinero de la Fundación Halcón, que era dueña de Flametree, entre otras empresas.
Además de Flametree Holndings Corp Limited, el empresario austríaco-venezolano abrió otras 5 empresas en Hong Kong, que allá recibían la asistencia de Orion House (partner de Mossack Fonseca al otro lado del mundo). Estas fueron: Clifton Capital Limited, Ram Technologies Limited, Torsten Management Corp Limited, Orbital Horizons Limited y Excellence Panama Limited.
Mossack Fonseca ofrecía además servicios de “oficina virtual”, que consistía en la recepción de llamadas y correspondencias de empresas de maletín y clientes. Así se observa en los encabezados de las comunicaciones y los balances bancarios. Por ejemplo, la oficina de abogados en Panamá recibía la correspondencia del HSBC con los estados de cuenta de las distintas empresas que abrió Lustgarten en Hong Kong, además se encargaba de tramitar y recibir envíos de courier. La mayoría de las veces el personal de bufete era autorizado por el cliente para abrir esta correspondencia y por esa razón entre las filtraciones se encuentran los balances de Lustgarten.
En 2006, Lustgarten fue involucrado como uno de los sospechosos del asesinato de sus socios Ivonne Milanés y Antonio José Moros Cacique. Sin embargo, un velo de misterio cubrió las investigaciones policiales y aunque fueron detenidos dos de los autores materiales, nunca fue aprehendida la persona que planificó los homicidios, tampoco se ofreció información oficial sobre éste ni acerca del cierre del caso.
En el informe de Provea (ONG defensora de derechos humanos) de 2006, Milanés y Moros figuran en la lista de víctimas de violaciones del derecho a la vida pues sus asesinos fueron funcionarios policiales contratados como sicarios. “Milanés, Ivonne fue asesinada por funcionarios policiales. La víctima fue hallada en su vehículo sin vida y con varios impactos de bala. Un funcionario policial fue detenido por encontrarse evidencias de su participación en el asesinato de Milanés”, dice el reporte y agrega que el homicidio ocurrió el 21 de febrero de 2006 y fue cometido por agentes de la entonces Policía Metropolitana.
Apenas tres días antes, el 17 de febrero de 2006, había sido asesinado en circunstancias similares otro socio de Lustgarten. “Moros Cacique, Antonio fue asesinado por funcionarios policiales contratados como sicarios por una persona a quien Moros le debía dinero. Los funcionarios dispararon contra Moros en la Colonia Tovar. Un cabo de la PM fue detenido por encontrarse evidencias de su participación en el asesinato de Moros”, específica el informe de Provea sobre el homicidio del hombre de 42 años.
Las investigaciones determinaron que un cabo de nombre Rafael Ochoa y el sargento Juan Luis Yurden (ambos funcionarios de la extinta Policía Metropolitana) estaban vinculados con los asesinatos. Este último habría sido contactado por la persona que planificó los asesinatos por encargo. El otro funcionario fue quien se ocupó de contratar a los sicarios.
Un reportaje publicado por el Nuevo Herald cita al diario El Universal: “Tanto Milanés como su socio Moros Cacique fueron asesinados por venganza, pues según las autoridades ambos presuntamente se dedicaban a negocios irregulares y tomaron parte de un dinero que no cancelaron, por lo que los mandaron a matar con las personas que ahora están detenidas”.
La publicación agrega que los sicarios cobraron 70 millones de bolívares viejos (70,000 de los actuales) para matar al hombre y 140 millones de bolívares para asesinar a la mujer, según la información extraoficial que ofrecieron en esa oportunidad los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (policía de investigación judicial de Venezuela) que participaban en la investigación.
“Los detectives del Cicpc refieren que la asesora de inversiones había sido amenazada de muerte al igual que su socio. Trascendió que ella tenía plazo hasta el pasado lunes para pagar, pero el día martes le dieron muerte. En su oficina los detectives hallaron una cantidad significativa de dólares y euros”, dice El Nuevo Herald, citando a El Universal.
Milanés fue localizada muerta con varios disparos, el 21 de febrero de 2006 dentro de su vehículo BMW, en el estacionamiento de la Torre Kyra. El mismo edificio de Campo Alegre donde Lustgarten tenía su oficina, la número 54 del piso 5. Allí funcionaron las empresas Henlux Inc y A & L Services que Martin Lustgarten utilizó para emprender sus negocios en Panamá. Esa era la dirección oficial del empresario austríaco-venezolano en todos los documentos a su nombre manejados por Mossack Fonseca sobre sus empresas e inversiones hasta 2010. Ese año se mudó al istmo, cerró el local de Caracas y alquiló una de las oficinas del bufete protagonista de los Panama Papers.
La recepcionista de una de las empresas que funcionan en el piso 5 de la Torre Kyra relató: “En los seis años que llevo trabajando aquí esa oficina siempre ha estado cerrada. Hasta hace un año venían algunos obreros a hacer remodelaciones, pero ya no han vuelto”. La fecha de cierre del local coincide con la mudanza de Lustgarten a Panamá.
Por azar del destino, unos pisos más arriba, en el PH1 de la misma torre, funcionan las oficinas de Derwick Associates, una organización que ha sido señalada por corrupción en Venezuela, también con mucha actividad en Panamá y recientemente mencionada en una investigación que realiza el Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre lavado de dinero y sobornos en Pdvsa.
Además de la información que filtraron fuentes policiales sobre los asesinatos, familiares de Milanés señalaron en su momento a Lustgarten como el responsable del homicidio de la mujer de 42 años de edad.
Aunque Lustgarten fue citado a declarar por los asesinatos, nunca fue detenido por este hecho, pues no se estableció que tuviera alguna responsabilidad. El caso fue cerrado sin que se conociera la identidad de la persona que pagó para que mataran a Ivonne Milanés y Antonio José Moros.
La información sobre los asesinatos de Milanés y Moros parece haber sido borrada de las registros de Internet de los medios venezolanos, en lo que pudiera ser una “limpieza de reputación”. Sin embargo, en los archivos del bufete Mossack Fonseca guardaban copia de esas mismas reseñas de prensa que lo mencionaban en esos casos criminales, así como también de los titulares que informaron sobre su detención en 2015 por lavado de dinero.
“Lustgarten ha tenido varias investigaciones en materia de legitimación”, explica un funcionario venezolano experto en investigaciones de drogas, que tiene conexiones con la DEA. “Él es realmente un broker y aquí en Venezuela le movió el dinero a mucha gente”.
El 8 de abril de 2015 el empresario fue detenido en Florida, donde enfrentó un proceso judicial en Estados Unidos por presunto lavado de 100 millones de dólares de carteles de la droga de Colombia y México. Se le acusaba de blanquear dinero provenientes de presuntos grupos paramilitares y de operaciones cambiarias en Venezuela.
“Lustgarden (...) deberá enfrentar cargos ante una corte de Boston luego que un gran jurado del Distrito Federal de Massachusetts determinara que existe suficiente evidencia para enjuiciarlo, junto a otras personas, de conspirar para lavar dinero, de conspirar y de obstruir la justicia”, advirtió entonces un reportaje publicado por El Nuevo Herald. “Según la orden de detención emitida por la corte, Lustgarden y Bendayan (uno de los socios de Lustgarten) utilizaron cuentas bancarias abiertas en al menos cinco países para presuntamente “lavar entre $40 millones y $100 millones para los carteles de la droga y organizaciones paramilitares de América del Sur”.
Otra investigación periodística publicada en Vice asegura que los agentes federales dedicados a combatir el narcotráfico consideraban a Lustgarten Acherman como un premio en la guerra contra las drogas. “Desde 2007, los investigadores habían estado vigilando al hombre de negocios con sede en Miami que mantiene la doble ciudadanía en Austria y Venezuela, recogiendo metódicamente evidencia de que Lustgarten estaba lavando decenas de millones de dólares para los traficantes de droga de Colombia y México, así como los grupos paramilitares, de acuerdo con documentos de la corte obtenidos por Vice”.
Citando la orden de detención contra Lustgarten, el periodista Antonio María Delgado de El Nuevo Herald también aportó a este tema: “Las compañías de los acusados daban la impresión de que estaban asistiendo a clientes legítimos con las transferencias de moneda estadounidense hacia dentro y hacia fuera de Venezuela, contrarrestando de esa manera las restricciones del gobierno local”.
Explicó, además, que el verdadero objetivo de la red era “ganar sustanciales sumas de dinero en el mercado negro venezolano, vendiendo dólares obtenidos de fuentes ilegales, incluyendo recaudos del narcotráfico”, según señala la acusación presentada contra Lustgarden y Bendayán.
Los dólares que comercializaba Lustgarten en Venezuela provenían de organizaciones criminales de Colombia y eran vendidos en precios inferiores a los que marcaba el mercado negro. “Los acusados luego encubrían estas operaciones y las transferencias de dinero sucio presentándolas como cancelaciones de deuda e inversiones de capital a través de sus múltiples compañías y las cuentas bancarias que poseen en Florida, Nueva York, Panamá, Hong Kong y Singapur”, informó El Nuevo Herald.
“Y así, el Sr. Lustgarten ha hecho una empresa de recolección de dólares de EEUU que ponía a disposición en los lugares en los que son difíciles de conseguir, como Venezuela. Y lo significativo de ello es la fuente de esos dólares, el Sr. Lustgarten es muy consciente de que, al menos, cuarenta millones y posiblemente cien millones provienen de carteles de la droga u organizaciones paramilitares”, dice la transcripción de la audiencia de presentación de cargos contra Lustgarten del 13 de abril de 2015.
En la publicación de Vice reproducen una declaración hecha por el fiscal Joseph Palazzo, de la División Criminal del Departamento de Justicia en Washington, DC: "La detención del señor Lustgarten fue la culminación de varios años de investigación por parte de un grupo de trabajo conjunto en el Distrito de Massachusetts (...) Amplias escuchas telefónicas se llevaron a cabo en los EEUU y en Colombia y en varias órdenes de registro de mensajes de correo electrónico del Sr. Lustgarten. Así que hay un montón de evidencia documental".
Palazzo también acusó a Lustgarten de ser un informante poco fiable, que pasó constantemente información falsa a los investigadores del grupo de Boston. "El Sr. Lustgarten es básicamente un mentiroso profesional que ha estado mintiendo a la DEA, y a la Oficina del Procurador de Estados Unidos en Boston desde hace varios años", dijo Palazzo en la primera audiencia del caso, según el documento que contiene la transcripción.
El fiscal dijo en la corte que algunos de los factores que deberían considerar eran la gravedad de los delitos y la significativa cantidad de recursos financieros del Lustgarten. “Existe evidencia en el caso del sr. Lustgarten de que en el pasado movilizó alrededor de cien millones de dólares, según sus registros contables en al menos cinco países diferentes en tres continentes diferentes en todo el mundo”.
Agregó que consideraba que por la gravedad de los tres cargos (lavado de dinero, conspiración y obstrucción de la justicia) Lustgarten podía ser condenado de por vida.
Pese a todos estos elementos, Lustgarten quedó en libertad en diciembre de 2015, luego de permanecer nueve meses en prisión sin fianza. Los fiscales retiraron los cargos en su contra y el caso se desvaneció. Expertos estadounidenses en lavado cuestionaron la decisión judicial y la consideraron un golpe a la lucha contra las drogas. "Es muy raro que un caso como este se pueda desestimar", declaró a Vice Michael Levine, que trabajó durante 25 años como agente especial.
En lo que podría ser considerado como falta de previsión, los fiscales no lograron recabar en el exterior los documentos de las transacciones financieras que probarían el presunto movimiento de fondos de origen ilícito por parte de Lustgarten y esto habría derrumbado la acusación. “En el caso Lustgarten, una petición para reunir pruebas en Colombia fue enviada al gobierno de ese país en febrero, pero los fiscales estadounidenses no recibieron una respuesta hasta agosto, cinco meses después de haber sido detenido (...) Los fiscales enviaron peticiones a los funcionarios de Hong Kong en febrero, julio y septiembre, pero dijeron que no obtuvieron una respuesta. Se hizo una petición al gobierno de Suiza en julio de los movimientos financieros, tres meses después de la detención Lustgarten”, explica la publicación de Vice.
Para el abogado Peter E. Mullane, quien representa a Lustgarten junto a Nathan Diamont, el caso fue abandonado por una simple razón: “su cliente es inocente”.
Expertos en materia judicial en EEUU sugieren que Martin Lustgarten podría haber llegado a un acuerdo extrajudicial con las autoridades estadounidenses. Habría aceptado cooperar en algunos casos que involucran a venezolanos en corrupción y narcotráfico, a cambio de su libertad. “No es común que a alguien le retiren cargos tan graves como los que tenía el señor Lustgarten y que él solo se declare culpable por un cargo menor. Esto suele ocurrir cuando el acusado acepta colaborar con el Gobierno”, apuntó un analista residenciado en Miami, que pidió mantener su identidad en reserva.
En 2009 Martin Lustgarten también fue mencionado en las investigaciones por el caso Rosemont, que involucró al financista indio-venezolano Rama Krishna Kuchibhotla Vyasulu, quien en el año 2013 se declaró culpable de lavado de dinero. El empresario era presidente y director ejecutivo de Rosemont Finance Corporation y fue arrestado en Miami el 25 de marzo del 2009 bajo cargos de lavado de dinero producto del narcotráfico.
Panbienes, una aventura con muchos amigos
La creación del Consorcio Fondo de Bienes Panameño S.A. (Panbienes) estuvo a punto de colocar nuevamente a Martin Lustgarten cara a cara con la justicia. Se trató de una administradora de fondos para compras programadas, con estructura piramidal, que fue abierta en la nación centroamericana con capital venezolano en 2007.
Pero su existencia fue efímera. Cerró en 2009, según publicó el diario La Prensa de Panamá, porque la Superintendencia Bancaria de Panamá nunca le otorgó “la licencia bancaria o fiduciaria para desarrollar actividades de intermediación financiera, que implica captar u obtener recursos de personas naturales o jurídicas.
Aunque Panbienes estaba compuesto por más de una docena de accionistas, era Lustgarten quien llevaba la voz cantante en la realización de gestiones y negociaciones para la instalación de la compañía. Hacía las propuestas y giraba instrucciones acerca de la apertura de fundaciones y empresas subfundacionales para proteger el dinero de sus colegas. Así lo reflejan correos y comunicaciones obtenidas producto de las filtraciones de Mossack Fonseca.
En un correo enviado por Lustgarten, el 22 de febrero de 2007, a uno de sus abogados le detalla la estructura que quiere crear para constituir Panbienes: “Estimado Ranses (Owens). Tal y como te comentara por teléfono, necesito establecer 5 fundaciones nuevas. Si es posible, estos serian los nombres: Fundacion New Horizons, Fundacion Caminos del Viento Fundacion Great Virtues, Fundacion Aquanut, Fundacion Constellation. Por ahora solo establecemos las fundaciones con Mossfon como Consejo de Fundación. Posteriormente crearemos los reglamentos de las mismas y como conversamos, todas tendrán 2 protectores y te enviaré la lista de los beneficiarios de cada una con las respectivas copias de los pasaportes. Estas fundaciones, tendrán a su vez compañías subfundacionales, de las cuales ya hay 3 en proceso de constitución en Mossfon y 2 deberían de constituirse nuevas (de hecho, si tienes algunas shelf constituidas, sería ideal). Los protectores tendrían POA sobre las compañías para aperturar cuentas, posiblemente en Andbanc o Berenberg. Por otro lado, necesito la direccion y telefonos de Mossfon en HK y la hora de mi cita del dia 5 de Marzo. Saludos, Martin Lustgarten A”.
En esta aventura al austríaco-venezolano lo acompañaron el ex banquero Gonzalo Tirado Yépez, quien fue imputado en 2007 por supuestas irregularidades cometidas en Stanford Bank; Jesús Ramírez Yanes, yerno de Alberto Federico Ravell y ex dueño de una casa de bolsa; y Edgar Monserratt Alvarez, entre otros.
Las campañas publicitarias y las promociones para captar clientes fueron de gran despliegue. Sin embargo, las dificultades para establecerse y la publicación de algunos artículos de prensa alertando sobre el riesgo de estafa en las estructuras de compras programadas obstaculizaron el camino de Panbienes. Así como también la situación legal de uno de sus más importantes accionistas: Gonzalo Tirado. “Señores TENEMOS UN GRAN PEO!!!! ACABO DE HABLAR CON MULTICREDIT Y DUDO MUCHO QUE NOS ABRAN LA CUENTA.... SE REFIRIERON NUEVAMENTE AL ARTICULO DE CAPITAL FINANCIERO ARGUMENTANDO QUE NO ESTAMOS REGULADOS Y QUE EL MICI NOS ESTA INVESTIGANDO. POR OTRO LADO, ME PREGUNTARON POR EL CASO DE GONZALO TIRADO EN VENEZUELA”, escribió Jesús Ramírez.
En un correo dirigido a sus compañeros, Lustgarten asume el liderazgo y les responde: “Estoy observando la situación con los bancos con un tanto de Preocupación. Entiendo que el negocio al que se dedica Panbienes no se encuentra regulado y a tal efecto, desde su creación, nos hemos esmerado en funcionar en estricto apego a la legislación comercial existente y preveer la futura regulación del mismo en el entendido que podamos contribuir con nuestro modesto aporte. Me cuesta entender que los 2 bancos a los que nos aproximamos se opongan a la apertura de una cuenta operativa de Panbienes. ¿Cómo se puede manejar la nómina y los gastos de un negocio naciente sin una cuenta bancaria? Este hecho escapa de toda lógica y refleja la poca visión del sistema financiero panameño, por lo menos representado en 2 de sus bancos. No obstante, tenemos que seguir insistiendo”.
En otra comunicación Lustgarten les expone sus reflexiones: “Hemos llegado muy lejos para que la miopía, el protagonismo y el amarillismo nos derroten. No estamos haciendo nada incorrecto y no debemos desistir. Quienes en el pasado hemos estado envueltos en temas legales, tenemos que transmitir que la única forma que la sociedad acepta para resolver las diferencias entre las partes es la vía legal y como tal no debemos avergonzarnos por haber resuelto diferencias por esa vía. La gente es muy ligera a la hora de juzgar y no se debe permitir.”, comentó el empresario que el año anterior había sido señalado de mandar a matar a sus socios.
En uno de los correos de Mossack Fonseca se especifica que La empresa Panbienes estaría conformada por PANBIENES HOLDING, que a su vez estaría integrada por los grupos de Martin Lustgarten y Gonzalo Tirado en partes iguales. Adicionalmente, Lustgarten ordenó crear fundaciones y utilizó algunas de sus compañías (Erre Erre INC y Batelco Enterprises INC) para representar a su grupo accionario.
A través de la Fiduciaria MossFon S.A. crearon el fideicomiso Panbienes. Las firmas autorizadas en el Fideicomiso Panbienes eran precisamente de los dueños del ya célebre bufete, Ramón Fonseca y Jurgen Mossack (de nacionalidad alemana). Pese a todos los esfuerzos y los mensajes de ánimo de los socios, Panbienes solo logró abrir una oficina y en 2009 cesó sus operaciones.
Mientras sus compañeros se lamentaban por el fracaso de Panbienes, Lustgarten ocupaba su tiempo en la constitución de su empresa “estrella” Flametree Holdings Corp Limited, en Hong Kong, que también nació en 2007, junto a Panbienes. Rápidamente encontró consuelo en los balances financieros del HSBC, pues logró acumular una considerable fortuna movilizando dinero cuyo origen motivó las dos investigaciones por presunta legitimación de capitales en EEUU.
Periodistas alemanes, que forman parte de la investigación sobre los Panama Papers realizada por ICIJ, encontraron que Martin Lustgarten tiene dos cuentas VIP en bancos de Alemania. Explicaron que Lustgarten tenía un par de cuentas con Berenberg Bank (Zurich): 10410 y 32680; una cuenta, abierta a nombre de Andnan, que todavía está activa (10410); y según conocieron por el banco la cuenta está "congelada", pero todavía existe. La otra cuenta 32680 aparece en la lista de registros, pero nunca estuvo activa.
Así fue como el “inversionista de bienes e inmuebles” (oficio que declaró para los registros de Mossack Fonseca), broker o experto en ingeniería financiera saltó en menos de 10 años de una oficina de 43 metros cuadrados en la Torre Kyra, en Caracas, al Business Center del edificio Mossack Fonseca, en Panamá, para finalmente aterrizar en los predios de Doral en Miami.
El empresario austríaco-venezolano fue contactado telefónicamente por ICIJ. Luego de tres breves conversaciones aceptó responder por escrito un cuestionario de preguntas relacionadas con este reportaje:
–¿Por qué lo dejaron en libertad en 2015 en EE UU, si usted enfrentó cargos por lavado de dinero proveniente del narcotráfico, obstrucción de la justicia y conspiración?
–El gobierno se dio cuenta del error en su acusación, la falta de pruebas y la presencia de una vigorosa defensa. Hubo un dissmiss with prejudice por parte del gobierno. (Una abogada y una intérprete de juicios en EE UU explicaron que esto significa que los cargos le fueron retirados y que “no puede volver a ser demandado por los mismos cargos o razones).
–Personas vinculadas al sistema judicial de EE UU me explicaron que es común en casos de acuerdos extrajudiciales entre la persona acusada y organismo de investigación de EE UU (como la DEA) que la persona acepte cargos por un delito menor y quede en libertad, ¿este es su caso?
–No es el caso. No hubo ningún acuerdo extrajudicial.
–En la transcripción de la audiencia de presentación de cargos, luego de su detención en abril de 2015 en EE UU, el fiscal Joseph Palazzo dijo que usted era un mentiroso porque le había pasado información falsa a agentes de la DEA y a los cuerpos de seguridad de EE UU (de allí el cargo de obstrucción de la justicia). ¿Por qué le pasaba usted información a investigadores de la DEA? ¿Era o es usted un informante de la DEA, coopera o cooperaba usted con la DEA?
–No puedo comentar. La fiscalía retiró los cargos e hizo dismiss with prejudice de la acusación. Eso debe ser suficiente respuesta.
–En los documentos a los que tuve acceso pude encontrar los nombres de 12 empresas y dos fundaciones (que por las comunicaciones, el manejo de las cuentas y los poderes) eran abiertas y/o administradas por usted, algunas de estas en Panamá y en Hong Kong. ¿Por qué abría tantas empresas? ¿Para qué utilizaba estas empresas y fundaciones?
–La función de las empresas es separar la responsabilidad personal de la responsabilidad corporativa a la hora de hacer negocios. Cada empresa cumple un propósito distinto. Algunas eran para la compra de bienes inmuebles, otras para comercialización de bienes y servicios y algunas para financiar órdenes de compra de diversos sectores de la economía. Las fundaciones de interés privado sirven para planificar la parte sucesoral ya que actúan como testamento del fundador para beneficio de los beneficiarios. Es el equivalente al trust americano.
–¿La compañía Flametree Holdings Corp Limited, en Hong Kong, era una de las empresas abiertas y administradas por usted? ¿A qué se dedicaba esta compañía?
–Esta empresa se dedicaba al financiamiento de órdenes de compra y de forma limitada hacia transacciones cambiarias a través del extinto mercado de permuta.
–¿Conoce usted las empresas colombianas Induitex y SBT?
–Las conozco. Eran los proveedores de productos textiles para uno de mis clientes.
–Esas empresas hacían depósitos/transferencias (en dólares de EE UU) frecuentemente a la cuenta de Flametree Holdings Corp Limited en HSBC. ¿Cuál era la razón de esos depósitos?
–Reintegros de pagos efectuados por el sistema Aladi directamente por orden del importador, los cuales habían sido prepagados anteriormente como parte del acuerdo de financiamiento con nuestro cliente y el proveedor debía reintegrarlos para evitar el doble pago de la misma factura.
–¿Sabía usted que Induitex y SBT están vinculadas al narcotráfico y sus dueños fueron incluidos en la lista Clinton en 2013?
–En la época que duró la relación con nuestro cliente, específicamente de Diciembre 2008 a Julio de 2009 (cuando Chávez rompió relaciones con Colombia) desconocíamos cualquier actividad ilícita del proveedor. Nosotros dejamos de trabajar con nuestro cliente en el año 2009. Nos enteramos de las acusaciones contra las empresas mencionadas en el año 2013 relacionadas a comportamiento indebido en el periodo 2011-2013. El comportamiento indebido ocurrió (presuntamente) 2 años después de que nuestro cliente dejara de trabajar con esas empresas.
–¿Conoce usted al señor Efraín Cohen?
–Lo conozco. Es el hermano de un compañero mío de Bachillerato.
–El señor Cohen también hacía depósitos frecuentes en la cuenta de Flametree Holdings Corp Limited. ¿Cuál era la razón o qué transacción justifica estos depósitos?
–Repagos del financiamiento que le otorgamos para sus órdenes de compra.
–¿Sabía usted que el señor Cohen es propietario de una empresa importadora de alimentos que fue investigada por uso irregular de divisas otorgadas por el gobierno de Venezuela?
–No tengo conocimiento al respecto. Cuando lo financiamos, el Sr. Cohen importaba fragancia para la fabricación de perfumes.
–¿Por qué se le vínculo con los homicidios de Ivonne Milanés y Antonio José Moros ocurridos en 2006? ¿Es cierto que estas personas eran sus socios? ¿Qué tipo de relación tenía usted con estas dos personas?
–La Sra Milanés era mi vecina de oficina. En Enero de 2006 coincidimos en Panamá y me pidió que la ayudara a constituir una empresa. Le presenté a Mossack y Fonseca. Después del due dilligence, MF decidió constituir la empresa. Yo me hice responsable de la factura por ser un cliente nuevo y garanticé el pago. El día que asesinaron a La Sra Milanés, la PTJ (Cicpc o policía judicial de Venezuela) encontró en su oficina los documentos referentes a la empresa y asumieron erroneamente que eramos socios. Se les explicó y se les asistió en toda la investigación. Nunca fui ni indiciado ni implicado. Nunca fui citado por la fiscalía ni siquiera en calidad de testigo. La prensa especuló de forma negativa.
–¿Tiene usted algún otro proceso judicial pendiente o en etapa de investigación en EE UU por presunto lavado de dinero preveniente del narcotráfico?
–No tengo conocimiento de ningún proceso judicial pendiente en el cual esté envuelto.
–¿Cuál era su relación con el bufete Mossak Fonseca & Co y su derivados (Mossack Fonseca Trust..)?
–Relación de cliente y eventualmente introductor de clientes.
–¿Conocía usted a los señores Jurgen Mossack y Ramón Fonseca?
–Tangencialmente. Mi relación en la empresa era con Chris Zollingher y Ramses Owens.
–Usted tenía una oficina alquilada dentro de las oficinas del bufete Mossack Fonseca, ¿era común que cualquier cliente alquilara oficinas allí?
–Mossack y Fonseca disponía de un business center para alquilar oficinas a sus clientes. Era común alquilarlo y tenían mucha demanda por la conveniencia de estar físicamente en el mismo sitio de los abogados.
–En 2009 se le vinculó con el caso Rosemont, también relacionada con lavado de dinero. ¿Qué relación tuvo con ese caso?
–Nosotros fuimos, junto a 47 casas de bolsa y operadoras financieras, las víctimas de una acusación derivada de las actividades de lavado de dinero de Rama Vyasulu. Fuimos exonerados completamente y recuperamos nuestro dinero.
–¿Usted se encuentra en libertad en este momento bajo qué condición?
–Libertad plena y con todos mis derechos.
–¿Por qué se le ha vinculado con tantos hechos delictivos?
–(No respondió).
Las filtraciones de los FinCEN Files revelan transacciones sospechosas vinculadas al empresario austríaco-venezolano que multiplican por siete los 100 millones de dólares por los que fue acusado de lavado de dinero en 2015. Sus habilidades le permitieron escapar de las investigaciones y ahora el experto financiero se ha dedicado a guiar a los fiscales federales por el tinglado de corrupción operado por el ex banquero francés Charles Henry De Beaumont, que incluye a empresarios y funcionarios del régimen de Nicolás Maduro. Es decir: sus antiguos clientes.
Un oscuro abogado resultó ser el titular de una cuenta en un banco de esa nación de los Balcanes donde se recibían decenas de millones de euros en fondos negros de la petrolera estatal venezolana. Los recursos quedaron incautados y congelados la semana pasada por el Gobierno de Sofía, a petición de Estados Unidos, que denunció el flujo financiero. Los dineros públicos venezolanos estaban bajo control de un submundo donde confluyen la clase política, la ‘mutri’ (la tenebrosa mafia local), las agencias secretas y la oligarquía del petróleo ruso.
Cuando el doctor Raúl Gorrín se presentó como el nuevo dueño de Globovisión, dejó muy en claro su estrecha relación con el extesorero de Venezuela. Esa cercanía, expresada delante de su plantilla de periodistas con la expresión que titula esta nota, ahora ha quedado explicada en una acusación penal que lleva una corte del sur del estado de Florida. Gorrín actuó como testaferro de Alejandro Andrade y logró blanquear el dinero que obtuvo adquiriendo bienes raíces. Hasta mediados de noviembre podía presumir que era vecino de uno de sus más reconocidos periodistas
Una investigación periodística llevada a cabo por un consorcio internacional de reporteros revela detalles, negociaciones fallidas, errores de los Gobiernos de Quito y Bogotá, y encubrimientos en el secuestro y asesinato de los reporteros del diario El Comercio de Ecuador en marzo pasado, ejecutado por ‘Guacho’, el señor de las tinieblas donde se juntan el narcotráfico y la disidencia de las desmovilizadas guerrillas de las Farc.
Dos empresarios de Perú, Yosef Maiman y Sabih Saylan, participaron como intermediarios en los pagos irregulares de Odebrecht, a través de estructuras offshore, al expresidente de ese país. Los mismos figuran en una trama de ´shell companies’ construida por Mossack Fonseca para participar como accionistas de la operadora privada de TV por cable y telefonía en Venezuela, Inter, y de la que el propio bufete panameño llegó a sospechar que era usada para lavar dinero. Mientras, otra firma del grupo contrataba obras con el Estado chavista.
En la histórica filtración de los Panama Papers aparece como un celaje el nombre de Matthias Krull, arrestado la semana pasada en Florida en relación con la red de lavado de dinero de la petrolera estatal Pdvsa que investigan las autoridades federales. Aunque alemán de nacimiento y residente en Panamá, Krull, casado con una venezolana, se hizo uno más entre la comunidad de nuevos empresarios criollos y aprovechaba esas conexiones para reclutar clientes acaudalados para el banco suizo Julius Baer. Era una dedicación de larga data. En los archivos de Mossack Fonseca figura en la gestión en 2009 de una cuenta para los dueños originales del Banco Confederado.
El coronel Elías Plasencia Mondragón marca varias casillas del funcionario ejemplar de la autodenominada Revolución Bolivariana: militar, dispuesto a llevar decenas de casos de presos políticos, y empresario tras bambalinas con vínculos privilegiados al poder. Uno de ellos es con Luis Daniel Ramírez, un exfuncionario del ente comicial, hoy contratista, que ha intentado borrar sus rastros en Internet pero que no consigue hacer lo mismo con los lazos que le unen al “cerebro técnico” y rector de esa institución, Carlos Quintero.
Pocas figuras ilustran mejor la reconfiguración del poder judicial chavista que la del juez Edward Miguel Briceño Cisneros. Hasta entonces un perfecto desconocido con una carrera gris como defensor público, y luego de que probara suerte en Chile, le bastó un chasquido de dedos desde el poder para convertirse, en abril reciente, en titular del Tribunal Primero Antiterrorismo. En su debut tuvo que retribuir los favores recibidos con la firma del auto de detención contra Edmundo González Urrutia.
Poco conocido, aunque se codee con artistas de fama global, Rafael Jiménez Dan, compañero de promoción de Diosdado Cabello y Jesse Chacón en la Academia Militar, vio su perfil reflotar este mes en medios de Puerto Rico y el hemisferio. Una política borinqueña pidió al FBI investigar los lazos con Bad Bunny de una empresa creada en Miami por el excapitán del Ejército venezolano. Días antes, el astro del reguetón había dado indicios de su apoyo al que puede ser el primer gobernador independentista -y cercano al chavismo- de la isla.
El informático venezolano Marcos Machado Requena es accionista de Ex-Cle, la compañía de origen argentino que goza de contratos multimillonarios del CNE. Su complicidad en esa operación le expuso a las sanciones de Washington. Así que se sigue esforzando en mantener su perfil bajo aún en el otro ramo al que se dedica, donde dejarse ver es clave: la gestión de lugares de rumba y café que son tendencia en Caracas.
Una producción al estilo de la serie ‘CSI’ fue preparada por el oficialismo para hacer un simulacro de revisión pericial de las actas de votación, con un desenlace previsto en el guion: la ratificación judicial del dudoso triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones del 28J. Contó con un grupo de extras disfrazados de investigadores de una escena del crimen donde las víctimas eran la verdad y la democracia. Pero, en realidad, se trataba de funcionarios del CNE, cercanos al rector Carlos Quintero y, muchos de ellos, miembros también del PSUV.
Las autoridades de la Universidad Arturo Michelena se infiltraron en grupos de WhatsApp de sus estudiantes. Allí detectaron a aquellos que se pronunciaban contra el fraude electoral del 28J y criticaban el respaldo abierto del rector al oficialismo. A los descubiertos les ofrecieron la “oportunidad” de escoger sus propios castigos: o arrepentimiento y suspensión hasta por dos semestres en el campus o, ya a merced de la ley de la calle, expulsión permanente y denuncia ante la Fiscalía por delitos de odio. La universidad prolongaba así su historial de cruce con prácticas y cuerpos de represión.