A Jorge Silva la suerte le sonríe desde hace más de una década, cuando el sargento de la GNB y funcionario del Seniat empezó su consagración como magnate de la agroindustria. Aún así, 2024 le está resultando especialmente dichoso: pidió la mano a una exMiss Venezuela, se casó con ella y espera su primer hijo. También siguió con el engorde de sus negocios, que ahora pastan en campos petroleros. Pero nada de esto habría sido posible sin conexiones privilegiadas, que incluyen a Diosdado Cabello y a la pareja del exministro Pedro Morejón.
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Jorge Alfredo Silva Cardona ha tenido mucho que celebrar en 2024. En un solo año se casó con una Miss Venezuela, anunció la dulce espera por su primer hijo y también se hizo socio de la petrolera estatal Pdvsa. Nada mal para un exsuboficial de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que todavía en 2013 se desempeñaba como técnico administrativo del Sistema Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), el ente del Estado venezolano que se encarga de recaudar aranceles e impuestos.
Al comenzar el año, en enero, Silva hizo uso de sus prerrogativas como dueño del Deportivo Táchira, el club más tradicional y laureado en la liga venezolana de fútbol profesional: pidió la mano de su novia en el Polideportivo de Pueblo Nuevo en San Cristóbal, capital del Estado Táchira, fronterizo con Colombia. Su prometida, Sthefany Gutiérrez, Miss Venezuela 2017 y segunda finalista del Miss Universo de 2018, respondió afirmativamente. Ese día no había juego. Pero la Avalancha Sur, como es conocida la barra brava del equipo, se presentó en el estadio y aparcó un momento sus pasiones futboleras para desplegar desde la tribuna una gigantografía que, junto al escudo de la oncena aurinegra, exhibía una pregunta: “¿Te quieres casar conmigo?”.
Luego del sí, la pareja saltó en julio de la cancha a Pampatar, en la nororiental isla de Margarita, para celebrar su boda. La fiesta estuvo amenizada por el cantante colombiano Silvestre Dangond.
Y apenas dos meses después, a mediados de septiembre, anunció que esperaba su primer hijo.
Pero antes, el 15 de mayo pasado, Pdvsa había dado a conocer la fundación de la empresa mixta Petrolera Roraima, cuya constitución fue aprobada el mes anterior por la Asamblea Nacional (AN), de mayoría oficialista. En efecto, el 16 de abril la AN dio curso a la constitución de una empresa mixta dispuesta sobre “1.825 kilómetros cuadrados y un plan de negocios de inversión por 13.576 millones de dólares”.
Aunque el anuncio vino acompañado con menos fanfarria que los eventos que condujeron al cambio de estado civil de Silva, igualmente fue divulgado por muchos medios. Roraima se aprestaba a iniciar operaciones el mismo mes en la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez, un inmenso reservorio de crudos extrapesados en el oriente del país, sobre campos petroleros que hasta 2007 estuvieron asignados a ConocoPhilips. Pdvsa informó además que el Estado venezolano iba a detentar 51% de las acciones. El restante 49% quedaría bajo control de la novel compañía A&B Oil and Gas, una empresa privada de la que Jorge Alfredo Silva Cardona, el sonriente novio de entonces, es propietario.
“Jorge Silva decidió dar un salto desde el sector agroindustrial y deportivo hacia el área de los recursos naturales”, explicaba el boletín de la petrolera estatal, “busca aportar al crecimiento del país, apostando a una de las industrias más importantes de Venezuela, y buscando atraer capitales nacionales o extranjeros que quieran sumarse a este ambicioso proyecto”.
En efecto: así como Silva pareció no preocuparse por la sombra de las sanciones internacionales que, si bien atenuadas en parte, aún se ciernen sobre la industria venezolana de los hidrocarburos, a Pdvsa tampoco le importó que su nuevo socio no contara con experiencia alguna en la actividad petrolera.
Antes de ser dueño del Deportivo Táchira, Silva ganó fortuna y perfil de magnate por su figuración al frente del Grupo Empresarial JHS, un proveedor y distribuidor de alimentos proteínicos al servicio del gobierno. El holding nació en 2013 y muy pronto, en 2015, se convirtió en la contraparte en Venezuela del gigante brasileño JBS, el mayor productor de carne en el mundo, sirviéndole como empacador y proveedor de facilidades de refrigeración. Fue Diosdado Cabello, el excapitán del Ejército considerado tradicionalmente como el número dos del chavismo, actual Ministro de Interior y Justicia, quien en persona se ocupó de hacerle seguimiento en Brasil a un contrato por 2.000 millones de dólares que firmaron el Estado venezolano y JBS para el suministro de carne, pollo y productos lácteos a la estatal Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (CASA).
Pero con Cabello no se agotaron las relaciones de Silva con la alta jerarquía chavista. Ni sus posibilidades de negocio.
De sargento segundo de la Guardia Nacional Bolivariana pasó a funcionario del Seniat entre 2008 y 2013; y de allí, a dueño de una docena de compañías relacionadas con el sector agroindustrial, de las que al menos siete contratan con el Estado. Ahora, con 37 años, es un empresario petrolero. Una carrera fulgurante.
Pdvsa, que aspiró una bocanada de oxígeno con el alivio condicionado de las sanciones que Washington impuso a la industria desde 2017, pactó en abril con una compañía hasta entonces desconocida en el sector energético, A&B Oil and Gas. Si la compañía era debutante, más diciente resultaba que a su propietario, Jorge Silva, no se le acredite ninguna experiencia en una actividad altamente especializada, como la de los hidrocarburos. La falta de antecedentes abonó la impresión de que la nueva alianza contaba con un padrino tras bambalinas.
Aunque novatos, los impulsores del emprendimiento ofrecen villas y castillos. En el sitio web de A&B Oil and Gas, la empresa de Silva Cardona proyecta “un financiamiento de hasta mil millones de dólares en un plazo que va de entre cinco y diez años. El total de reservas que serán drenadas con este proyecto es de mil millones de barriles acumulados en 25 años, esperando una facturación promedio anual de unos 2.000 millones de dólares para todo el periodo de 25 años, siendo el promedio anual de facturación en los primeros cinco años de 1,6 mil millones de USD”. Así mismo, promete que para el sexto año de operación la producción alcanzará los 120.000 barriles diarios. Palabras mayores en términos de inversión y eficacia.
El mismo sitio web de A&B Oil and Gas, recién creado en 2024, detalla que la compañía opera en los campos Zuata Principal, Junín 13 y San Diego Norte del llamado Bloque Junín, en el estado Anzoátegui, sobre la ribera norte del Orinoco. El propio Silva proclamó que la empresa ayudará a mejorar la calidad de vida de más de 2.000 familias de la zona. “De lo macro a lo micro, pero empezando ya”, fue su lema.
Que la empresa mixta se llame Roraima -en alusión al tepuy más alto del Escudo Guayanés, sobre cuya amplia meseta de 31 kilómetros cuadrados confluyen las fronteras de Venezuela, Brasil y Guyana- debió sonar para Silva como una señal de buen augurio y un eco de sus provechosas relaciones con JBS, su aliada brasileña. No obstante, si en algo se empeñó la comunicación oficial de Pdvsa fue en subrayar que A&B Oil and Gas estaba conformada en su totalidad por capital venezolano. Ese mensaje buscó desmentir el rumor que por esos días corría, según el cual los verdaderos dueños de la empresa eran inversionistas extranjeros: de nuevo, los brasileños de JBS.
Era apenas un secreto a voces, en realidad, pues había informaciones públicas que alimentaban el rumor. Entre ellos un primer antecedente significativo: un memorando de entendimiento de 2014, entre Pdvsa y J&F Investimentos, el holding que controla JBS, para un proyecto de exploración y explotación en campos de la Faja Petrolífera del Orinoco pertenecientes, precisamente, al Bloque Junín.
Luego, en fecha tan reciente como diciembre de 2023, Joesley y Wesley Batista, cabezas de JBS, que en 2015 habían recibido en persona a Diosdado Cabello en su sede de São Paulo, anunciaron la expansión de sus negocios al mundo petrolero, primero con la compra de Fluxus, una compañía brasileña con activos en Argentina, y en junio de 2024, mediante la misma Fluxus, con la adquisición de Pluspetrol, que tenía en su poder tres campos en la zona Tarija-Chaco, Bolivia.
El mismo diciembre, Ricardo Savini, Presidente Ejecutivo de Fluxus, dejó saber que la empresa analizaba nuevas inversiones en Brasil, en Bolivia, y en un tercer país: Venezuela. Pocos meses después se anunció la conformación de la empresa mixta Roraima, con la participación de A&B.
Pero se trata de algo más que proyectos o del simple cotilleo. Tres fuentes, diferentes entre sí y relacionadas directamente con el negocio petrolero, aseguraron a Armando.info que, en efecto, A&B Oil and Gas pertenecería a JBS y que Silva Cardona apenas haría de mampara.
Las mismas fuentes confiaron a Armando.info que, tras solo un semestre de actividad de Petrolera Roraima, los brasileños de JBS quieren dejar la sociedad por incumplimientos contractuales de Pdvsa. Todo esto ocurre en medio de tensiones entre los gobiernos de Venezuela y de Brasil, a raíz de los cuestionamientos del presidente brasileño, Luis Inacio Lula da Silva, sobre los resultados oficiales de la elección del 28 de julio, cuando Nicolás Maduro fue proclamado presidente tras un proceso fraudulento, que buena parte de la comunidad internacional pone en duda.
Para esta historia se envió una solicitud de entrevista a Jorge Silva Cardona a través de los correos corporativos del Grupo JHS, y de la plataforma de contactos de A&B Oil and Gas. Hasta el cierre de la presente edición, no hubo respuestas.
Al mismo tiempo, Silva Cardona no ha dejado de abarcar nuevos negocios en el área agroalimentaria. Por ejemplo, también produce comida para el engorde de animales. Para tal fin se alió en una firma con Marlene Coromoto Arenas Colina, ella misma exviceministra, y esposa del exministro Pedro Fritz Morejón Carrillo, otro integrante de la cuadra de Diosdado Cabello.
Desde que en 2009 dejó el gabinete ejecutivo del segundo gobierno de Hugo Chávez, en el que estuvo a cargo de las carteras de Economía Popular y de Turismo, Pedro Morejón, también exdirector de eventos de la Presidencia de la República y exdiputado del chavismo, se dedicó a sus propios negocios. Hoy es dueño de un conglomerado de al menos 20 empresas de diversos ramos, que van desde la organización de conciertos hasta la venta de repuestos automotrices, pasando por clínicas estéticas y administradoras de vales de alimentación. La más conocida es Invershow, productora de conciertos. En todas ellas, Morejón suele asignar a sus allegados el rol de directores o accionistas de sus empresas en los registros mercantiles. Y nadie más allegado que su esposa.
Marlene Arenas, de 51 años de edad, se desempeñó como funcionaria tanto del Ministerio para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias como del Ministerio para la Economía Comunal, que dirigió su eventual esposo, ambos ya en segundas nupcias.
En el estado Monagas, una provincia agroindustrial y petrolera del oriente de Venezuela, se encuentra la planta de Alimentos El Morichal, en cuya directiva Marlene Arenas Colina y Jorge Alfredo Silva Cardona tienen asientos. En videos promocionales, Alimentos El Morichal se presenta como “la fábrica más completa y moderna del país” en el rubro de alimentos para animales de cría.
La historia de la empresa se remonta a diciembre de 2015, cuando fue constituida con dos socios y 20.000 acciones: 4.000 pertenecían a Misael Smit Silva Cardona, y 16.000 a su hermano, Jorge Alfredo Silva Cardona, a través de una empresa constituida en 2011 en el estado Cojedes, en Los Llanos centrales, denominada Agropecuaria Agrollano.
En su documento constitutivo, Alimentos El Morichal muestra como objeto: “actividades agrícolas, pecuarias y avícolas sin limitación alguna”. Los complementos eran “nacimiento, cría, engorde, matanza de aves y su beneficio, el despresado, troceado, y corte de animales, su conservación y almacenamiento”, así como la fabricación de embutidos y de alimentos concentrados para animales.
Los documentos de su expediente mercantil dejan ver que, en 2016, Misael Smit Silva Cardona salió de la junta directiva y dio paso a Marlene Arenas. El grupo se completó con un tercer director, Reinaldo José Corona Hernández, parte del círculo del exministro Morejón: son socios en la empresa productora de espectáculos Invershow Dominicana, fundada en 2012. De hecho, una fuente cercana al grupo de empresas del exministro, que solicitó el resguardo de su identidad, identificó a Corona Hernandez como “el tesorero mayor de todo el grupo empresarial”.
En 2024, este año de júbilo para Jorge Silva Cardona, Marlene Arenas Colina figura como directora de por lo menos 15 empresas que contratan con el Estado venezolano. En algunas de ellas es socia de personajes notables del chavismo, como Omar Jesús Farías, presidente de Seguros Constitución y responsable de blanqueo de activos, detenido en 2016 en República Dominicana; y Gabriela Chacón, diseñadora de modas, diputada de la AN y esposa del también Alcalde del Municipio Sucre, en el este de Caracas, José Vicente Rangel Ávalos. Además, participa en Valeven, una empresa de tickets de alimentación creada por el exministro de Desarrollo Urbano, Rafael Gruszka, antes de que este la dejara en manos de su socio sempiterno, Igor Flasz. Por cierto, Gruszka y Flasz también intentaron en su momento entrar al negocio petrolero.
A cientos de kilómetros de Monagas, brotó otro emprendimiento pecuario de Marlene Arenas: el Centro Genético Murcia en Loma Brisa, La Victoria, municipio José Félix Ribas del central estado Aragua. Desde su génesis, al amparo del paraguas corporativo del Grupo Itoto, un conglomerado que produce derivados de ganado caprino y ovino, el centro genético contó con el apoyo del gobierno de Maduro. Por ejemplo, en diciembre de 2017, el entonces gobernador de Aragua y, hasta hacía dos meses, ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, anunció la inauguración para mayo de 2018 del “primer centro genético de ganado ovino y caprino”. Se refería, claro, a la nueva empresa de los Morejón-Arenas.
Una fuente relacionada con el sector, que habló con Armando.info bajo la condición de mantener su nombre en reserva, afirma que la empresa ha sido favorecida con créditos de los bancos públicos Banco del Tesoro y Banco de Venezuela, así como de los privados Banesco y Bancamiga. Notas de prensa colgadas en internet dan fe del apoyo, sin mencionar montos, del Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes).
En agosto de 2020, durante una entrevista para la estatal Venezolana de Televisión, la gerente de comercialización de Grupo Itoto, Ofelia Achi, dijo que la empresa ha recibido “apoyo de instituciones públicas y privadas, y son buenos estos espacios para agradecerlo, porque gracias a eso somos lo que somos hoy”. En noviembre de 2023, el Banco de Comercio Exterior destacó la participación de Alimentos El Morichal en la Feria Internacional de La Habana, Cuba. Y en marzo de 2024, el Centro Genético Murcia tuvo un rol protagónico en la Expo Feria Nacional Agropecuaria Miranda 2024, que dirigió el ministro de Agricultura y Tierras, Wilmar Castro Soteldo.
En el sitio web de JHS se despliega un mensaje central: “Porque creemos en lo nuestro, producimos en Venezuela”. Es el costado buenista y publicitario de la realidad que hay detrás, la de un hombre que un buen día despertó tocado por el dedo benefactor de la autodenominada Revolución Bolivariana.
Identificado por la Fiscalía del chavismo como el “jefe de la estructura de corrupción” que desfalcó miles de millones de dólares a Pdvsa, el coronel Antonio José Pérez Suárez es en simultáneo dueño de una lujosa posada ubicada en el páramo de Mérida. Su arresto también deja en evidencia que a lo largo de su carrera en la burocracia estatal chavista tejió una red de empresas, favorecidas por su gestión, y cuyos accionistas eran familiares o personas cercanas.
No solo el círculo de influencia y contactos en torno al defenestrado zar de la industria petrolera, Tareck El Aissami, le debe millones de dólares a Pdvsa. Nuevos documentos muestran que entre sus muchos ‘traders’ en mora también se encuentra la dupla de empresarios colombianos, con un monto que asciende a los 1.500 millones de dólares. Justo antes de caer en manos de la justicia estadounidense, Saab se dedicaba a llevarse crudo venezolano que nunca pagó del todo. La justicia chavista ya le allanó la casa en Caracas a su socio.
De las casas frente al mar en Anzoátegui, a las lujosas torres de 20 pisos en la “zona rosa de Caracas” y, de ahí, a los muelles de las refinerías de Pdvsa. El abrupto y variado ascenso de los hermanos Perdomo, dueños de la Constructora HP, tiene su más reciente expansión en los complejos refinadores petroleros, en los que los contratos son aprobados por funcionarios militares cercanos al chavismo.
En un gesto inusual en él, el 'número dos' del chavismo dio en 2015 un paso al frente para sellar en persona una alianza milmillonaria con el gigante de alimentos brasileño JBS, con quien el chavismo ya venía haciendo negocios. Sería la última gran oportunidad en Venezuela de esa corporación. Pero la estructura que entonces usó para pagar los servicios de sus aliados locales no solo despertó sospechas ese año en la banca internacional, sino que también sería el embrión para el surgimiento de la nada de un próspero actor industrial, el Grupo JHS.
En 2015 cuando la crisis venezolana y la escasez de todo comenzaba, la empresa brasilera JBS no sólo ganaba contratos a granel, sino que sorteaba cómodamente la rutilante morosidad del gobierno de Nicolás Maduro. Diosdado Cabello, el segundo hombre fuerte del régimen, ungió a la compañía con un contrato millonario que duplicó el presupuesto completo que usó el Ministerio de Alimentación para la operatividad del año 2014. Durante algunos años casi toda la carne que entró a Venezuela a través de Puerto Cabello fue de esa empresa, que además dejó a su paso varias sucursales de maletín oficinas de dudoso domicilio
A mediados de 2013 Jorge Alfredo Silva Cardona trabajaba como técnico administrativo del Seniat. Tres años y medio después se ha convertido en el timón del Grupo JHS, la fachada que se levantó a la sombra del millonario negocio entre los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro y la compañía brasilera JBS. Este conglomerado es propietario del Deportivo Táchira y comienza a ser conocido como un jugador de renombre en el cada vez más exclusivo negocio de la importación de alimentos básicos en Venezuela. El exempleado de la oficina de tributos parece tener el know how que se necesita para triunfar en una economía de puertos.
Hoy exhiben tímidos perfiles empresariales, pero en la investigación de la Fiscalía de Portugal sobre la caída del Banco Espírito Santo se detallan los movimientos de un antiguo lugarteniente de Hugo Chávez, el exministro Alcides Rondón Rivero y su abogado y asesor, Carlos Caripe Ruiz, quienes formaron parte de la red de funcionarios que apoyó el flujo de dinero venezolano al banco en apuros y, según el documento judicial, recibieron poco más de 800.000 dólares por los favores recibidos.
Desde hace una década, Julio César Sequera Rojas ha sido favorecido con negocios millonarios que le otorgaron altos oficiales de la Fuerza Armada, incluyendo recomendaciones del ministro Vladimir Padrino y del mayor general Alejandro José Guevara Hernández. A empresas relacionadas con este último han ido a parar algunos pagos tras contrataciones con errores formales y omisiones inexplicables, como la desaparición de dos helicópteros.
De la abnegación e idealismo que se les supone a los defensores públicos ya quedaba poco; pero, después del 28 de julio, eso se extinguió. Entonces pasaron a ser parte de un tubo judicial al servicio del régimen de Nicolás Maduro. A fin de castigar a quienes protestaron el fraude electoral, no han tenido pudor alguno en llevar con desgano cómplice la representación, impuesta, de sus presuntos defendidos. También coaccionan para grabar videos de denuncia contra la oposición, no informan de sus acciones, cuando las hay, y hasta se inhiben de apelar las decisiones de los tribunales chavistas.
El coronel Elías Plasencia Mondragón marca varias casillas del funcionario ejemplar de la autodenominada Revolución Bolivariana: militar, dispuesto a llevar decenas de casos de presos políticos, y empresario tras bambalinas con vínculos privilegiados al poder. Uno de ellos es con Luis Daniel Ramírez, un exfuncionario del ente comicial, hoy contratista, que ha intentado borrar sus rastros en Internet pero que no consigue hacer lo mismo con los lazos que le unen al “cerebro técnico” y rector de esa institución, Carlos Quintero.
Pocas figuras ilustran mejor la reconfiguración del poder judicial chavista que la del juez Edward Miguel Briceño Cisneros. Hasta entonces un perfecto desconocido con una carrera gris como defensor público, y luego de que probara suerte en Chile, le bastó un chasquido de dedos desde el poder para convertirse, en abril reciente, en titular del Tribunal Primero Antiterrorismo. En su debut tuvo que retribuir los favores recibidos con la firma del auto de detención contra Edmundo González Urrutia.
Poco conocido, aunque se codee con artistas de fama global, Rafael Jiménez Dan, compañero de promoción de Diosdado Cabello y Jesse Chacón en la Academia Militar, vio su perfil reflotar este mes en medios de Puerto Rico y el hemisferio. Una política borinqueña pidió al FBI investigar los lazos con Bad Bunny de una empresa creada en Miami por el excapitán del Ejército venezolano. Días antes, el astro del reguetón había dado indicios de su apoyo al que puede ser el primer gobernador independentista -y cercano al chavismo- de la isla.
Empresario venezolano. Sargento de la Guardia Nacional Bolivariana y exfuncionario del Seniat. Dueño del Grupo JHS, del Deportivo Táchira, F.C. y de A&B Gas and Oil.
Empresa venezolana, propiedad de Jorge Silva Cardona, dueña de 49% de las acciones de la compañía mixta petrolera Roraima.
Grupo empresarial perteneciente a Jorge Alfredo Silva Cardona, dedicado, según indica su página web, a la agroindustria, educación y deporte.
Compañía brasileña dedicada a la producción de alimentos. Tiene presencia en varios países del mundo. En 2015 negoció con Diosdado Cabello la exportación de comida a Venezuela.
Empresa productora de comida para engorde de animales, ubicada en Maturín, estado Monagas. En esta han estado asociados Marlene Arenas Colina y Jorge Silva Cardona.
Exdiputado de la Asamblea Nacional y exministro de Economía Comunal y de Turismo nombrado por Hugo Chávez. Ejerció funciones públicas entre 2006 y 2009. Ahora es empresario y productor de eventos, principalmente a través de la empresa Invershow.
Diputado de la Asamblea Nacional y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Durante el chavismo se ha desempeñado como ministro, gobernador de Miranda, vicepresidente de Venezuela y, en abril de 2002, presidente de facto.
Entre 2007 y 2009 fue funcionaria del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias y del Ministerio de Economía Comunal. Esposa de Pedro Morejón. Es propietaria en Venezuela de al menos 14 empresas.