El joven presidente de la Federación Venezolana de Fútbol es un astro en ascenso que ha sabido escalar posiciones en la órbita de los negocios con el régimen bajo el ala protectora de la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Sus vuelos en comitivas oficiales lo llevan por el mundo no solo para promover a La Vinotinto, sino en beneficio propio a través de una estructura empresarial que lo mismo intermedia alimentos para los CLAP que petróleo para Pdvsa. Ya hay quien lo ve como el sucesor (y rival) del comerciante favorito de Nicolás Maduro.
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Mientras la selección nacional de fútbol, apodada La Vinotinto, estrena uniforme y equipación de Adidas para seguir peleando en lo alto de la tabla clasificatoria sudamericana con rumbo a la Copa Mundial de 2026, el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), Jorge Giménez Ochoa, juega en simultáneo en otra competencia todavía más exigente: la de los negocios que se deciden en las cúpulas del chavismo.
“Usted será el primer presidente en llevar a Venezuela a su primer Mundial en 2026”, prometió un sonriente Giménez al propio Nicolás Maduro en un evento celebrado en el Parque Naciones Unidas de Caracas, en diciembre pasado. Allí Giménez no solo vaticinó la próxima reelección de Maduro en la propuesta votación presidencial de 2024, sino que lo calificó como el “padrino silencioso de La Vinotinto”, devolviéndole el guiño que el mandatario hizo al presentarlo como el “jovencito” con la responsabilidad de “llevarnos al Mundial”.
No es esa la única misión importante que Giménez tiene encomendada. Lejos de los despachos de la FVF y de los focos de la prensa deportiva, el directivo de 36 años de edad, quien de niño soñó con ser futbolista en las canchas del Colegio Claret de Caracas, despunta en el lucrativo negocio de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), así como en el de la intermediación en la comercialización de crudo de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Esto se suma a un largo historial como contratista de varios organismos del Estado con compañías en las que comparte sociedad con algunos familiares, como su padre, el también empresario Fenelón Giménez González.
Varios documentos revisados por Armando.info, así como conversaciones con distintas fuentes, permiten perfilar la estructura empresarial ideada por Giménez para manejar sus negocios, así como su relación cercana con Delcy Rodríguez, Vicepresidenta de la República y Ministra de Finanzas. “Venezuela tendrá una voz profesional en el mundo del fútbol internacional”, destacó Rodríguez en el mensaje de felicitación que le dirigió a Giménez a través de la red social X (antes Twitter) un par de días después de ser electo presidente de la FVF, el 28 de mayo de 2021.
Apenas dos semanas más tarde, el 14 de junio de 2021, el recién investido dirigente federativo volaba a Catar en el Airbus 340 identificado con las siglas YV3507 de Conviasa, la estatal línea aérea bandera de Venezuela. Era el primer viaje al extranjero de Giménez como presidente de la FVF pero, en realidad, y de acuerdo con los documentos obtenidos para este reportaje, que formara parte de una comitiva de Rodríguez a ese país se debía a otros motivos, distintos a los futbolísticos. Otros de los pasajeros fueron Yussef Abou Nassif Smaili, entonces pareja de la vicepresidenta, y Santiago José Morón Hernández, empresario venezolano sancionado en 2020 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por “brindar apoyo” en actividades corruptas del régimen venezolano. A Morón se le tiene por una suerte de operador financiero del presidente Maduro y de su hijo, el diputado Nicolás Maduro Guerra.
Sin embargo, para Giménez aquella expedición no fue algo ni nuevo ni excepcional. Por ejemplo, ya en enero de 2020, cuando apenas era accionista y directivo de un equipo de provincias, el Deportivo Lara, club con el que saltó a la esfera pública en 2016, fue pasajero de otro vuelo, este polémico: el del avión que hizo escala en el aeropuerto de Barajas, que sirve a Madrid, provocando así el incidente que la prensa española bautizó como el Delcygate. Entonces Delcy Rodríguez bajó a tierra a pesar de estar sancionada desde 2018 por la Unión Europea, y hasta sostuvo un encuentro con José Luis Ábalos, el entonces Ministro de Transporte español, hace poco defenestrado como diputado al Congreso Nacional por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), del presidente Pedro Sánchez, por un posible caso de corrupción en la compra de tapabocas durante la pandemia.
El 22 de noviembre de 2022, Giménez publicó en sus redes sociales una foto en la que compartía nuevamente con Delcy Rodríguez en Catar, aunque, esta vez, fuera en ocasión del recién inaugurado Mundial de Fútbol que se disputó en territorio de esa monarquía árabe.
Así, entre partido y partido de la Vinotinto, entre viaje y viaje con Delcy Rodríguez, Giménez ha amasado un considerable poder económico. Y los astros se alinearon aún más en su favor: la detención en 2020 de Alex Saab, el principal contratista de Maduro y mayor beneficiario de contratos para los CLAP, primero, así como, luego, en 2023, la razzia contra Tarek El Aissami en la trama de corrupción Pdvsa-Cripto, limpiaron de competidores el escenario ideal para que hoy Giménez se postule como potencial heredero de la posición que en algún momento tuvo Alex Saab para el régimen de Maduro.
Desde que emergió como propietario y directivo del Deportivo Lara hace ocho años, Giménez evita dar detalles de sus negocios, como si intentara gambetear el escrutinio de la opinión pública. En aquella oportunidad, su carta de presentación ante la prensa larense fue su gestión en una desconocida compañía exportadora de camarones del estado Zulia. Ya en su condición de presidente de la FVF, reconoció en una entrevista con la agencia AFP que en el pasado había sido contratista de Pdvsa. Más recientemente, versiones de medios nacionales e internacionales ubican a Giménez entre los principales deudores de la estatal Pdvsa por crudo comercializado, como parte de un esquema para evadir las sanciones internacionales. Pero el joven directivo guarda silencio ante esos señalamientos.
En mayo de 2023, llegó a correr en redes sociales una versión, alimentada por el excomisario de policía y exprisionero político, Iván Simonovis, ahora exiliado en Estados Unidos, según la cual Giménez había huido a España, como consecuencia de la investigación del Ministerio Público en la trama Pdvsa-Cripto. En realidad, el nombre de Giménez no apareció formalmente en el expediente del caso. Pero, al mismo tiempo, lo que los documentos vistos para este reportaje sí confirman es que Giménez participa en el negocio del suministro de alimentos para los CLAP, al menos desde 2020, así como también en el llamado esquema de “compensación” a través del cual Pdvsa paga esos productos alimentarios de primera necesidad con barcos de petróleo, mecanismo que está en el origen del enorme hueco en las cuentas de la estatal petrolera que detonaría la salida de El Aissami.
Para percatarse de qué tanto se ha expandido la estructura empresarial de Giménez, resulta revelador un video del 7 de junio de 2018, en el que el gobernador del estado Miranda y dirigente del chavismo, Héctor Rodríguez, mostró al público el despacho desde el puerto de La Guaira de un cargamento de cacao en grano a Estonia, nación europea en la costa báltica exsoviética. En principio, se trataba de un negocio ajeno a Giménez, pero allí apareció él, acompañado de Martín Merckx Landaluce, dueño de Alimentos Fruca, la empresa que exportó el cacao, y de Antonio Luis González Morales. Merckx Landaluce y González Morales son dos socios clave en los negocios de Giménez. Ninguno de ellos contestó a las peticiones de entrevista solicitadas para este reportaje vía Whatsapp y correos electrónicos.
González y Merckx bordean los 40 años de edad. Merckx completó su bachillerato, no en el Colegio Claret como Giménez, sino en una de las unidades educativas privadas más costosas de Caracas y de mayor prestigio entre las familias con alto poder adquisitivo: el Colegio Los Arcos de la urbanización La Tahona, en el sureste de la capital venezolana, afiliado a la prelatura católica conservadora del Opus Dei.
Los tres, Giménez, González y Merckx, son accionistas en Turismo Real, una empresa registrada en Caracas en agosto de 2014. Han alternado sociedad y puestos directivos en Constructora 2GM, inscrita un mes después que Turismo Real, tal y como revelan las fichas de ambas compañías en el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat). Pese al nombre, Constructora 2GM tuvo contratos de tan variada naturaleza como uno con el Ministerio de Comercio para proveer “paquetes turísticos en general”, entre 2015 y 2016, o el “suministro de equipo de seguridad para comedores industriales” del Ministerio de Comercio en esos mismos años, según el Registro Nacional de Contratistas (RNC).
En otras empresas como Alimentos Lual, inscrita en Caracas en septiembre de 2018, del trío de amigos solo Antonio González ha figurado como accionista. Pero la simbiosis con las compañías del grupo es tal que, por ejemplo, la misma Alimentos Lual llegó a funcionar en la oficina que Constructora 2GM o Agropecuaria Pastora 21, también propiedad de Giménez, tienen en el noveno piso del Centro Parque Carabobo, en la avenida Universidad de Caracas, como reflejan los datos presentados ante el RNC y el Seniat.
Alimentos Lual es la compañía utilizada por el grupo de Jorge Giménez para participar en el negocio de los CLAP. En agosto de 2020, dos años después de su creación, la entonces gobernadora del estado Lara, extesorera de la Nación y varias veces exministra, actual alcaldesa del municipio Libertador de Caracas, la almirante en Jefe retirada Carmen Meléndez, anunció que Alimentos Lual se convertiría en el “tercer centro de empaquetado de alimentos” para los CLAP. Desde entonces, la empresa ha aumentado su participación en el negocio a medida que competidores, como el propio Alex Saab y su socio, Álvaro Pulido Vargas, este último, también detenido el año pasado en el marco de la trama Pdvsa-Cripto, quedaban desplazados de la cancha, al igual que otro grupo de operadores de Tarek El Aissami.
Ya en 2021, según revelan documentos de la Corporación Única de Servicios Productivos y Alimentarios (Cuspal), adscrita al Ministerio de Alimentación y responsable de las compras para los CLAP, este ente estableció que Alimentos Lual, junto con Tropical Import, propiedad del empresario colombo libanés Walid El Hage, y Norteca International Limited, vinculada a Alejandro Arroyo Pérez, el empresario y ex propietario del equipo de fútbol Mineros de Guayana detenido hace un año por el caso Pdvsa-Cripto, debían empaquetar cinco millones de “combos de alimentos” al mes, que se pagarían con los “recursos obtenidos de la venta de crudo aportados” por Pdvsa.
Ni siquiera un reporte del 29 de julio de 2021, elaborado por Abastecimientos Lara, institución adscrita a la gobernación de esa entidad, en el que quedó reflejado que el frijol chino empaquetado por Alimentos Lual era “no apto para el consumo humano” porque incluía “granos dañados, quebrados y muchas impurezas y materia extraña”, consiguió frenar el ascenso ni de Jorge Giménez ni de su empresa en uno de los negocios más jugosos que quedan en la Venezuela depauperada de hoy.
Al contrario, mientras otros perdían terreno, el presidente de la FVF ganaba espacios más allá de las canchas de fútbol. “Después de la detención de Alex Saab hubo un momento en que las dificultades para bancarizar el dinero del petróleo las resolvió Jorge Giménez”, sostiene una fuente que prefiere el anonimato. De acuerdo a su versión, Giménez se encarga de incorporar al sistema bancario internacional el dinero proveniente de la venta del petróleo de Pdvsa y, tras el cobro de comisiones de hasta 7% por esas operaciones, gira los pagos al resto de los bolseros, como llaman en el círculo de empresarios cercanos al chavismo a los encargados de empaquetar los combos CLAP. “De allí salen los pagos para las empresas relacionadas con Yussef Abou Nassif”, vinculado sentimentalmente a Delcy Rodríguez, detalló la fuente.
Tanto Martín Merckx Landaluce como Antonio González Morales, los socios de Giménez, participan en el esquema. “Ellos mueven alimentos, bancarizan el dinero de Pdvsa y giran pagos a proveedores de los CLAP los días viernes”, explica otra de las fuentes consultadas, que también prefirió reservar su identidad.
Además de las empresas en Venezuela en las que comparten sociedad, Jorge Giménez y Antonio González poseen Biogenética La Hermandad Corp, donde se identifican como “exportadores de camarones”, y Angira Group, ambas registradas en San Cristóbal y Nieves (en inglés, Saint Kitts & Nevis), un pequeño país insular en el noreste del mar Caribe, convencionalmente considerado en términos tributarios como un paraíso fiscal.
También son de otras jurisdicciones las sociedades con las que Jorge Giménez ha comercializado el crudo de Pdvsa, especialmente desde finales de 2022, y más aún con la caída de El Aissami y su grupo de operadores en marzo de 2023.
El 13 de noviembre de 2023 el diario El Nacional de Caracas publicó una nota en la que se preguntaba si Jorge Giménez sería “el nuevo señor de Pdvsa” tras el reacomodo en la industria petrolera con la caída de El Aissami y la concentración de más poder por parte de Delcy Rodríguez. En la información se aseguraba que el presidente de la FVF debía a la estatal petrolera 1.200 millones de dólares por crudo comercializado entre 2022 y 2023, y se mencionaba a Federico Alberto Manzo Leyba como otro colaborador de Giménez en sus negocios petroleros.
Entre las sociedades deudoras de Pdvsa estaban Panglobal Energy Smc Ltd y Ripple Oil Trading, ambas registradas en Uganda, un país de África Oriental; y Kyosan Fzco, inscrita en Dubai. Entre los documentos obtenidos para este reportaje se confirma que esas tres sociedades, junto con Shandong Mingshuo Energy Trading, destacan como las intermediarias que más crudo de Pdvsa transportaron desde finales de 2022.
Fuentes internas de Pdvsa confirmaron a Armando.Info que Panglobal, Ripple y Kyosan son compañías manejadas por el grupo empresarial de Jorge Giménez y sus colaboradores para los embarques de crudo y fuel oil a puertos de Asia. “Desde octubre de 2022 esas empresas son de las que más petróleo se han llevado”, aseguró una de las personas consultadas, familiarizadas con las operaciones de Pdvsa.
Días después de la publicación de El Nacional, el 17 de noviembre de 2023, nuevamente el excomisario Iván Simonovis apuntó contra Giménez en sus redes sociales, al publicar un contrato petrolero entre Pdvsa y Shandong Minshuo Energy Trading.
La cifra de 1.200 millones de dólares adeudada a la petrolera estatal hoy casi ronda los 1.500 millones de dólares, un monto similar a lo adeudado por Alex Saab y Álvaro Pulido cuando estalló el escándalo de corrupción en Pdvsa hace casi un año y que causó la detención de Pulido en abril de 2023
Hasta ese momento, lo más cerca que había estado de Pdvsa el presidente de la FVF fue cuando la petrolera le adjudicó contratos a Construcción Energética del Sur (Cenesur), una compañía en la que comparte sociedad no sólo con Antonio González Morales, sino además con su padre, Fenelón Giménez González. Según el RNC, Cenesur obtuvo entre 2016 y 2020 una decena de contratos con Pdvsa y varias de las empresas mixtas encargadas de la explotación petrolera.
Antes de eso, y coincidiendo con el período en que Fenelón Giménez González vivió en Colombia, tras tener que salir apresuradamente de Venezuela por el escándalo de ABA Mercado de Capitales -firma envuelta en el año 2010 en una presunta estafa que afectó a 300 inversionistas del estado Zulia-, la familia Giménez volvió a intentarlo en el negocio petrolero con Óptima Oil, una compañía registrada en Bogotá en febrero de 2013, como sucursal de una homónima creada antes en Panamá.
“Después de haberme sometido al desgaste que supone un proceso judicial, la justicia venezolana, en marzo de 2020, profirió la sentencia absolutoria o sobreseimiento, que puso término al proceso en mi contra”, contestó Fenelón Giménez a Armando.info en un cuestionario enviado para un reportaje publicado el 5 de septiembre de 2021, cuatro meses después de la elección de Jorge Giménez como presidente de la FVF.
El negocio de Óptima Oil también fracasó en Colombia. En 2016, las autoridades de ese país en materia petrolera informaron la suspensión de unos contratos petroleros adjudicados a esa compañía en 2012. “Aportaron cartas de crédito inauténticas, cuyo propósito era afianzar el cumplimiento y correcta ejecución contractual”, dijo la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en un comunicado reseñado por la prensa colombiana.
El caso derivó después en una disputa legal en Colombia, pero, a efectos de esta historia, un elemento que destaca es que Fondo Global de Construcción Inc, empresa homónima a la usada por Alex Saab y Álvaro Pulido para instalarse en Venezuela en 2011 y entrar al negocio de las casas prefabricadas de interés social, fungió como “deudor solidario” de la empresa petrolera de Fenelón Giménez en Colombia.
Tanto Fenelón Giménez como su hijo volaron en los aviones de Saab y Pulido en 2014, según los documentos obtenidos para este reportaje. En aquel momento, siendo Jorge Giménez un veinteañero todavía, Alex Saab empezaba a ganar poder a la sombra de Maduro y su gobierno recién constituido.
Una década después, por paradoja, Giménez parece el sucesor de Alex Saab. O quizás sea su némesis, ahora que el empresario colombiano regresó a Venezuela tras casi cuatro años detenido en Cabo Verde y Estados Unidos, y que Maduro parece dispuesto a devolverle al mercader colombiano el poder que perdió ante actores emergentes, como el propio Giménez y sus amigos.
No solo el círculo de influencia y contactos en torno al defenestrado zar de la industria petrolera, Tareck El Aissami, le debe millones de dólares a Pdvsa. Nuevos documentos muestran que entre sus muchos ‘traders’ en mora también se encuentra la dupla de empresarios colombianos, con un monto que asciende a los 1.500 millones de dólares. Justo antes de caer en manos de la justicia estadounidense, Saab se dedicaba a llevarse crudo venezolano que nunca pagó del todo. La justicia chavista ya le allanó la casa en Caracas a su socio.
Casi un centenar de compañías -la mayoría de origen desconocido y curriculum sospechoso o fachada de empresarios afines al chavismo- han sido utilizadas por Pdvsa como intermediarias para vender petróleo como parte de su estrategia para evadir las sanciones impuestas por Estados Unidos. Pero el resultado de esta jugada ha sido un hueco en las finanzas de la petrolera, a la que desde 2019 estas empresas adeudan más de 8.000 millones de dólares. Algunos de estos incumplimientos han llegado a los despachos de la justicia chavista y de ellos se intuye que será difícil que la petrolera estatal recupere el dinero.
Los últimos presidentes de la Federación Venezolana de Fútbol han llenado más titulares por el escándalo de sus salidas que por la efectividad de sus gestiones, que han comprometido las posibilidades de desarrollo del raquítico balompié local. Ahora tiene la batuta Jorge Giménez, un joven cercano al anillo de poder de Delcy Rodríguez y, junto con su padre, antiguo contratista del gobierno.
Una producción al estilo de la serie ‘CSI’ fue preparada por el oficialismo para hacer un simulacro de revisión pericial de las actas de votación, con un desenlace previsto en el guion: la ratificación judicial del dudoso triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones del 28J. Contó con un grupo de extras disfrazados de investigadores de una escena del crimen donde las víctimas eran la verdad y la democracia. Pero, en realidad, se trataba de funcionarios del CNE, cercanos al rector Carlos Quintero y, muchos de ellos, miembros también del PSUV.
Las autoridades de la Universidad Arturo Michelena se infiltraron en grupos de WhatsApp de sus estudiantes. Allí detectaron a aquellos que se pronunciaban contra el fraude electoral del 28J y criticaban el respaldo abierto del rector al oficialismo. A los descubiertos les ofrecieron la “oportunidad” de escoger sus propios castigos: o arrepentimiento y suspensión hasta por dos semestres en el campus o, ya a merced de la ley de la calle, expulsión permanente y denuncia ante la Fiscalía por delitos de odio. La universidad prolongaba así su historial de cruce con prácticas y cuerpos de represión.
Desde sus tribunales antiterrorismo en Caracas, cuatro jueces improvisados se han dedicado a, precisamente, sembrar el terror. Actúan de manera expedita e implacable, en medio de arbitrariedades y sin detenerse en formalidades, no solo concertados con el gobierno de Nicolás Maduro, sino teledirigidos desde la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia y del Circuito Penal de Caracas. Su propósito: propinar castigos ejemplarizantes a quienes se manifiesten en desacuerdo con el fraude electoral.
Sobre el sistema electoral venezolano, “el mejor del mundo”, ahora en la mira tras los cuestionados cómputos oficiales de los comicios del 28 de julio, al final hay un solo ojo: el de la compañía argentina Ex-Cle. Y sobre Ex-Cle, con domicilio desierto en Buenos Aires y un búnker en Caracas, solo mandan los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez y el rector del CNE, Carlos Quintero, junto al empresario Guillermo San Agustín. Un embudo por el que pasan negocios, influencias políticas y ‘big data’, en perjuicio de la democracia.
Desde que se conocieron los dudosos resultados del CNE que daban el triunfo a Nicolás Maduro en las recientes elecciones presidenciales, estalló una ola de protestas que ahora los cuerpos de seguridad del régimen intentan sofocar no solo con la represión, sino con un nuevo elemento disuasivo: videos de escarmiento en redes sociales. A fin de analizarlas, Armando.info recopiló una veintena de estas piezas, editadas con elementos de filmes de terror y de incitación al odio y hostigamiento contra la disidencia.
En las horas cruciales de los comicios presidenciales del pasado domingo, Aime Nogal dejó de atender las llamadas de los dirigentes opositores, a pesar de que había llegado al directorio del CNE como ficha del partido Un Nuevo Tiempo. Además, con su firma y presencia convalidó el anuncio de los dudosos resultados oficiales de las votaciones. Así culminó un cambio de actitud que asomaba desde hace tiempo, en línea con la trayectoria de la abogada, sinuosa en lo político pero siempre en ascenso.
empresa registrada en Caracas en 2018. Al menos desde el año 2020 participa en el empaquetado y distribución de alimentos para los CLAP. Uno de sus accionistas es Antonio González Morales, socio de Jorge Giménez.
empresario venezolano. Socio de Jorge Giménez en varias compañías con las que han obtenido contratos del Estado. Es también dueño de Alimentos Lual, encargada del empaquetado y distribución de productos para los CLAP.
empresario venezolano. Socio de Jorge Giménez en compañías como Turismo Real y Constructora 2GM. También es dueño de Alimentos Fruca, empresa que ha exportado cacao mirandino a Estonia.
presidente de la Federación Venezolana de Fútbol. Es cercano a Delcy Rodríguez y en los últimos años ha participado en negocios con el Estado como el de suministros de alimentos para los CLAP y la comercialización de crudo de Pdvsa.
Padre del presidente de la FVF, Jorge Andrés Giménez Ochoa, empresario con compañías en Venezuela, Panamá y EE.UU. Estuvo involucrado en el caso de presunta estafa de la empresa ABA Mercado de Capitales, en 2010, al ser uno de sus directivos. La Fiscalía solicitó orden de captura en su contra en 2018 y en marzo de 2020 lo absolvió de responsabilidades.