APÓYANOS

Dos hermanastros y un solo castigo

Vástagos de estirpes distintas de magnates en Venezuela, Francisco D'Agostino y Eduardo Cisneros son parientes no consanguíneos. También fueron socios por breve tiempo en Elemento Oil & Gas Ltd, una empresa con sede en Malta de la que, a la larga, el joven Cisneros se adueñó por completo. Elemento fue protagonista en la red secreta de comercialización de crudo venezolano que desde México activó Joaquín Leal. Pero a la hora de imponer sanciones, Washington penalizó solo a D'Agostino, ¿por qué?

27 junio 2021
Getting your Trinity Audio player ready...

Una nota sin firma que a comienzos de 2020 deslizó Publimetro, un diario gratuito de la Ciudad de México, denunciaba que “decenas de ex directivos y ejecutivos de alto nivel de Pdvsa […] están actualmente colaborando con empresas que están sacando crudo de Venezuela”, compañías que entonces estaban concentrando en ese país sudamericano, según ese medio, “el levantamiento de petróleo, posterior a que OFAC sancionara a la empresa rusa Rosneft y una de sus subsidiarias”. El texto mencionaba a las venezolanas Dolly Mendoza y Mirtha Quintero entre las “ex piezas clave de la petrolera [Pdvsa] en temas de suministro, operaciones y comercio” que para el momento habían sido reclutadas por emprendimientos privados “con poca o nula experiencia en hidrocarburos”.

Si bien el periódico no atribuía la información a fuente alguna, sin duda dibujaba un retrato hablado de la operación encubierta de venta de crudo que para entonces llevaba casi un año funcionando desde México. La trama había sido diseñada y puesta en marcha por el joven empresario local Joaquín Leal, tras un pedido inicial de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez Gómez, con el propósito expreso de sacar partido a circuitos alternativos del comercio internacional que permitieran eludir las sanciones financieras impuestas por Washington al régimen de Nicolás Maduro, y seguir colocando en el mercado global el petróleo que a duras penas seguía produciendo Pdvsa, junto a otras codiciadas materias primas venezolanas, como el aluminio y el carbón. 

Con conocimiento y aparente connivencia del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el tinglado se activó. Aunque el régimen de Caracas estaba sediento de divisas distintas al dólar -urgencia que hoy sigue padeciendo-, la primera transacción que hicieron Leal y su compañía, Libre Abordo, con la estatal venezolana Corpovex, adoptó en junio de 2020 la fachada de un "intercambio humanitario" de maíz blanco y camiones cisternas por dos millones de barriles de petróleo de Pdvsa.

A la larga el negocio ganó magnitud y se orientó exclusivamente a la venta por dinero. Como se refleja en los miles de documentos internos de la red, que Armando.info y el diario EL PAÍS de Madrid obtuvieron y revisaron en conjunto para producir "El bypass mexicano contra las sanciones", la serie de reportajes de la que el presente constituye la quinta entrega, la red hizo metástasis y extendió sus tentáculos hasta una treintena de países. Entre las decenas de alter egos y sociedades que desarrolló, estuvieron los nexos con Alex Saab, el mercader colombiano que se convirtió en el proveedor favorito de Nicolás Maduro, y con la empresa Elemento Oil & Gas Ltd.

Este es el elemento

Elemento es una empresa registrada desde marzo de 2015 en la nación insular de Malta, un reconocido paraíso fiscal en el Mediterráneo oriental. No se trata de una persona jurídica que Joaquín Leal haya incorporado. Su creador fue el broker italiano Alessandro Bazzoni, que la fundó bajo el nombre inicial de CT Energia Oil & Gas Ltd. Antes de cambiarle el nombre a Elemento, Bazzoni hizo una nueva emisión de acciones de la compañía en noviembre de 2015 para que en ella entrara a participar, como propietario del 50%, el empresario venezolano Francisco D´Agostino.

Aunque no tuvo nada que ver con el esquema de comercialización de petróleo,
Francisco D'Agostino gestionó en Panamá una financiera de nombre Element.

Ese mismo año de 2015, ambos, Bazzoni y D'Agostino, compraron por una cantidad no menor a los 32 millones de dólares una pequeña petrolera de Texas, Harvest Natural Resources, que para ese momento mantenía una tensa alianza con Pdvsa. Harvest era dueña de 20% de la empresa mixta resultante de la alianza con la estatal petrolera que, bajo el nombre de Petrodelta S.A., se proponía poner a producir campos de la Faja Petrolífera del Orinoco en los estados Monagas y Delta Amacuro, en el oriente de Venezuela. La operación levantó el perfil público de CT Energia/ Elemento Oil & Gas Ltd en el país. En un reportaje de 2018 en Armando.info, a propósito de que en la filtración de los llamados Paradise Papers -coordinada por el International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ) de Washington DC- afloraron los documentos constitutivos del amplio holding de empresas con el prefijo CT -iniciales de Cinque Terre, la región del litoral noroccidental de Italia de la que es oriundo-, Alessandro Bazzoni se limitó a admitir que era "un asesor" de Elemento y que esta había alcanzado a comercializar nada más que "cuatro buques de Pdvsa entre febrero y abril de 2017".

Sin embargo, la actividad de Elemento con el petróleo venezolano sería en el futuro mucho más intensa que eso. Pero no por la explotación en Monagas, sino en su rol de broker o corredor.

Elemento revendió en abril de 2020 a clientes en Singapur uno de los dos primeros cargamentos de crudo que Libre Abordo y la red en México de Joaquín Leal levantaron. En algunas decenas de los miles de documentos internos de la red que Armando.info y EL PAÍS revisaron, correspondientes al periodo de noviembre de 2019 a mayo de 2020, dos ejecutivos de Elemento, ambos venezolanos y con direcciones de correo rematadas con el sufijo elemento.com.mt, salen interviniendo de manera decisiva en el intenso intercambio de comunicaciones. Uno de ellos es Joaquín García, un exempleado de Pdvsa del área de Comercialización; el otro es Dolly Mendoza, la "expieza clave" de Pdvsa que mencionaba en su denuncia el diario mexicano Publimetro

Mendoza ha sido identificada como presidenta ejecutiva de Elemento en reportes periodísticos en los que, por equivocación, se le llama "Doly". Ingeniera mecánica de 41 años de edad, Mendoza ocupó hasta 2016 un cargo gerencial de Pdvsa, en el área de Productos Blancos, Compras e Insumos. En la documentación revisada sobre la red secreta en México, Mendoza a menudo aparece girando instrucciones relativas a la compra y facturación de cargamentos de crudo, a la coordinación de la logística de buques en operaciones STS (ship to ship) o de carga y descarga en puertos, así como a la relación con los proveedores de certificación de calidad de la mercancía que Pdvsa entregaba, entre otros aspectos técnicos. Con frecuencia, las instrucciones que Mendoza remitía iban dirigidas a Joaquín García.

"Lo que yo propongo es q[ue] se coloque a Libre [Abordo] y a Cosmos [sic] como consignee y se le pasa a Swissoil [Trading] ese BL [bill of lading] endosado a su nombre", escribía Mendoza, por ejemplo, en un correo electrónico del 17 de febrero de 2020 dirigido, entre otros, a García y a Alessandro Bazzoni, fundador de Elemento. En esa sola frase Mendoza, ejecutiva de Elemento, aludía, además de a Libre Abordo, a otros actores del elenco de empresas conformado por Leal para mover las exportaciones de crudo venezolano: uno era Cosmo Resources, una compañía creada por el mexicano en Singapur, y el otro Swissoil Trading S.A., una oficina en Suiza en la que el ciudadano helvético Philip Apikian figuraba como único administrador, pero que tenía a Alessandro Bazzoni como director.

Ese email de febrero de 2020 se refería a un cargamento a bordo del tanquero Perfect, de bandera liberiana. La carga del Perfect fue reseñada por la agencia Reuters, que la atribuía en marzo de 2020 a Libre Abordo. La agencia destacaba en la información que "la mexicana Libre Abordo [...] planea tomar hasta 15 millones de barriles de petróleo venezolano", sin aclarar qué persona había servido de vocero de la empresa y por qué medio se comunicó con las reporteras que firman el cable.

No se pudo confirmar si ese flete de Libre Abordo correspondió al mismo crudo que enseguida Elemento revendió, aunque parece probable que haya sido así, pues la ruta del Perfect lo llevó a Malasia y Singapur. Además, como se verifica en la documentación en poder de Armando.info y EL PAÍS, Dolly Mendoza, directiva de Elemento, había hecho las coordinaciones para atender al Perfect.

Con todo, en esas comunicaciones llama la atención la facilidad con la que Dolly Mendoza parecía intercambiar su lealtad de Elemento a Libre Abordo, señal de que en la intimidad todos -junto a Cosmo Resources, Swissoil Trading y otras marcas- eran nombres distintos para una estructura común. Por ejemplo, Mendoza había enviado un correo en enero de 2020 a la empresa Aivepet, de nuevo con copia a Joaquín García, notificándole que ese proveedor había sido designado para inspeccionar la carga del Perfect. El correo lo firmaba Mendoza como "El equipo de Libre Abordo".

Nada de este ajetreo escapó a la vigilancia del Departamento del Tesoro estadounidense, que ya en junio de 2020, a través de su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) había emitido sanciones contra Leal y algunos familiares y allegados involucrados en los negocios de Libre Abordo y Schlager Business Group. Fue así como anunció, el reciente 19 de enero de 2021, que sumaba a Alessandro Bazzoni y a Francisco D'Agostino, socios en Elemento, a la llamada Lista Clinton de personas y entidades sujetas a castigos de tipo financiero. La tanda de sanciones de Washington también incluyó al suizo Philip Apikian y la empresa Swissoil Trading S.A.

Francisco D'Agostino, en el extremo izquierdo, durante un safari, a los que es aficionado. Foto: Jambanyani Safaris

Entrar a esa lista implica para los nombrados que todas sus cuentas bancarias, propiedades y empresas quedan congeladas o bloqueadas para hacer negocios en Estados Unidos. El boletín del Departamento del Tesoro, que entonces citaba a su titular en la administración Trump, Steven Mnuchin, abundaba en argumentos para justificar que Bazzoni y D'Agostino -junto a Philip Apikian, otras doce personas jurídicas además de Elemento , y seis buques tanqueros- fueran objeto de la medida. Pero el mismo boletín eludía un asunto que se prestaba a la controversia: tanto Bazzoni como D'Agostino, al menos en los papeles, habían salido de Elemento en 2016, cinco años antes de las sanciones.

Entre Malta y Mallorca

Del estallido de la pandemia al acoso de las autoridades de Washington, el año pasado se reveló como un auténtico annus horribilis para Francisco D'Agostino, quien permanece atrincherado, junto a su familia, en una fastuosa quinta de Alaró, un municipio en el occidente de Mallorca, la mayor de las islas Baleares, frente a la costa catalana. Hasta 2020 D'Agostino vivía entre Madrid y Nueva York, ciudad en la que tiene propiedades e intereses y a la que, por lo pronto, no podrá volver.

Armando.info sostuvo un breve intercambio por Whatsapp con D'Agostino, quien pronto designó a un portavoz para que desde Madrid hablara de manera oficial con el reportero. Por ambas instancias el empresario calificó de "injusta" la medida del Tesoro estadounidense, a la vez que se mostró seguro de que será finalmente revertida.

"Sin lugar a duda, la sanción de Estados Unidos se debe a un error, bien por una información escasa, equívoca o incompleta. El señor D’Agostino está deseando que hagan una revisión detallada y exhaustiva de todos los documentos para que puedan comprobar fehacientemente que no tiene nada que ver en los asuntos en los que se le implica. Por tanto, está absolutamente convencido de que Estados Unidos le levantará la sanción impuesta en el preciso instante que se hagan esas comprobaciones a fondo", declaró a nombre de D'Agostino su vocero designado, quien solicitó que no se le identificara en el reportaje.

La sanción de Washington se convirtió en la primera confirmación oficial de todas las especies que por años venían circulando en redes y medios electrónicos, que asociaban a D'Agostino con la nueva clase empresarial que ha hecho fortuna por sus negocios con el chavismo y que la voz popular bautizó como boliburguesía.

"El señor Bazzoni y yo acordamos traspasar
todos nuestrosintereses en Elemento
a una compañía de los Cisneros"

Ya Otto Reich, exembajador de Estados Unidos en Caracas, había tratado de demostrar que D'Agostino era parte integral, y no solo adjetiva, del esquema de coimas y enriquecimiento ilícito de los llamados bolichicos, junto a Leopoldo Betancourt López y Pedro Trebbau López. A los tres los demandó mediante una acción que radicó en 2013 ante un tribunal de Nueva York.

D' Agostino es además yerno de otro atribulado empresario ligado al chavismo, el banquero Víctor Vargas Irausquín, de cuyo grupo financiero ha sido socio y ejecutivo. Por las nupcias de sus hermanas, Diana y Dora, respectivamente, es cuñado de Henry Ramos Allup, ex presidente opositor de la Asamblea Nacional (2016-17) y secretario general desde el año 2000 del partido Acción Democrática (AD), así como de Eladio Larez, figura emblemática del canal privado de televisión RCTV, cerrado en 2007 por el fallecido presidente Hugo Chávez. 

Con 47 años de edad, D'Agostino desciende de una familia de constructores de origen italiano, que se ha desempeñado como contratista del Estado. La empresa familiar, Dayco, tiene importantes inversiones en Venezuela y Florida. Con fortuna heredada, la maraña de relaciones de D'Agostino ha dado pábulo, sin embargo, a las versiones que lo conectan con la claque de negociantes que han hecho dinero con el chavismo.  

En el caso de Elemento tiene un punto, sin embargo. Ratifica que con Alessandro Bazzoni -"mi amigo", admite- pasó a formar parte de Elemento en Malta en 2015, pero que no tiene nada que ver con "su dirección y gestión desde agosto de 2016" -mantra al que se aferran él y su portavoz en los intercambios con Armando.info- y, aún más: que en febrero de 2017 la propiedad de Elemento pasó a una compañía llamada CISA Holdings y, desde entonces, no ha tenido "ninguna participación" o conocimiento de Elemento.

Medio hermanos, medio socios

En efecto, la historia interna de ese traspaso de propiedad la relató el mismo Francisco D'Agostino en una declaración jurada ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York, en noviembre de 2018. En ese tribunal se ventila todavía hoy un juicio contra Alessandro Bazzoni, entablado por uno de sus acreedores, Centauro Liquid Opportunities Master Fund L.P. 

Centauro le había prestado algo más de 21 millones de dólares a Bazzoni para hacer operaciones de compra y venta de petróleo, a través de una empresa del italiano en las Islas Vírgenes Británicas, Cinque Terre Financial Group Limited. Bazzoni nunca honró esa deuda. Cuando en 2016 Cinque Terre se declaró en bancarrota en Islas Vírgenes Británicas, los prestamistas de Centauro sospecharon no solo que jamás recuperarían su dinero, sino que este había sido desviado para financiar otras iniciativas de Bazzoni: al fin y al cabo, Bazzoni acababa de comprar no hacía mucho la petrolera de Houston, Harvest Natural Resources, y de instalar operaciones en Venezuela, incluyendo una prometedora asociación con Pdvsa.

Así que, como parte de su demanda contra Bazzoni, Centauro alegó que la acción debía incluir no solo a la quebrada Cinque Terre Financial Group en Islas Vírgenes Británicas, sino a todo el sistema de empresas construido por Bazzoni en diferentes jurisdicciones siempre con el prefijo CT (por Cinque Terra) en sus nombres, y a las que consideraban un mero trasunto del mismo negocio. Entre ellas se encontraba la antigua CT Energia Oil & Gas Ltd de Malta, que en el ínterin se había convertido en Elemento.

Para aclarar si eso era correcto, el tribunal llamó a declarar a D'Agostino. El empresario venezolano contó que en septiembre de 2015, poco antes de incorporarse como accionista y director a Elemento, había conseguido una inyección de 30 millones de dólares para el emprendimiento. Los fondos se habían comprometido en una reunión en Miami entre D'Agostino, Bazzoni, y dos asociados de este, Alex Goldstein y Richard Rothenberg, con el venezolano Eduardo Cisneros, hijo de Ricardo Cisneros Rendiles y sobrino de Gustavo Cisneros Rendiles, un magnate venezolano que aparecía con regularidad en el ranking de Forbes de los hombres más ricos del mundo.

Eduardo Cisneros es, además, hermanastro de Francisco D'Agostino, como este afirma en su declaración. La madre de aquel, Alicia Ziegert, exesposa de Ricardo Cisneros Rendiles, se casó en segundas nupcias con Franco D'Agostino, el patriarca de la familia constructora. Ambos viven retirados en Indian Creek Island, una de las zonas más caras de Miami, donde son vecinos de Mario Kreutzberg, (a) Don Francisco, del financiero Carl Icahn, del banquero colombiano Jaime Gillinsky, de la supermodelo brasileña Gisele Bündchen, de Julio Iglesias y, desde hace unos meses y entre muchas otras personalidades, de Ivanka Trump y Jared Kushner.

En esa reunión de septiembre de 2015 en Miami, según declaró al tribunal de Nueva York, D'Agostino supo que su "brother-in-law", Eduardo, tenía "una responsabilidad significativa con respecto a las inversiones de su padre, Ricardo J. Cisneros". Así fue como Eduardo Cisneros accedió a invertir 30 millones de dólares en Elemento desde una empresa, Cedaridge, incorporada en Panamá desde 2014 y "de cuyo propietario último entendí era Ricardo J. Cisneros", juró D'Agostino.

El préstamo estructurado, desembolsado en dos fracciones, permitió reanudar actividades a Elemento, 50% de cuyas acciones, según los términos del acuerdo, quedaba en manos de los Cisneros: es decir, de Ricardo, a través de su hijo Eduardo. Pero, siempre según el relato de D'Agostino ante el juez, en agosto de 2016 "el señor Bazzoni y yo acordamos traspasar todos nuestros intereses en Elemento a una compañía de los Cisneros". De acuerdo a D'Agostino, la cesión entera de Elemento a Eduardo Cisneros se debió a que "el proceso de transferencia de [el 50% de] las acciones se había retrasado, causando frustración de parte del equipo Cisneros" y a que "Eduardo se venía sintiendo decepcionado por el desempeño de Elemento y por la probabilidad resultante de que no se le pudiera pagar el financiamiento en el plazo contemplado originalmente".

El traspaso de las acciones se completó en febrero de 2017. Elemento quedó así bajo control de una empresa creada también en Malta por Ricardo Cisceros-Eduardo Cisneros para tal fin, CISA Holdings Limited, homónima de otra de la familia en Panamá, CISA Holdings Corporation. De acuerdo a lo que consta en el registro de Malta, la persona de contacto de la compañía es la abogada Joan Burton Jenssen, representante de Cisneros Corporation, la estructura corporativa conformada por los hijos de Ricardo Cisneros en Florida para manejar sus intereses.

Otro asunto que se dirime en el mismo proceso judicial de Nueva York es el de si un cargamento de nafta comprado por Elemento con fondos provenientes del préstamo de los Cisneros, y ya cuando estos habían asumido la gestión de la compañía, en 2017, a la estatal Petroperú, con destino a un cliente en Texas, puede ser objeto de las acciones cautelares solicitadas por el demandante Centauro. El cargamento de 220.000 barriles había sido ganado en una licitación. En su informe al respecto, Stuart Mckellar, liquidador de Cinque Terre Financial Group en Islas Vírgenes Británicas, indica que la coordinadora de esa transacción con Petroperú fue la conocida Dolly Mendoza.

No obstante, como se ha visto más arriba, en una fecha tan reciente como 2020, Dolly Mendoza todavía rendía por email cuentas de sus decisiones a Alessandro Bazzoni, fundador de Elemento, pero quien se suponía había abandonado la gerencia y accionariado de la empresa a mediados de 2016.

Interrogado sobre este asunto y sobre si su retiro de Elemento, así como el de Bazzoni, podrían haber sido parte de un movimiento concertado para engañar, el vocero de Francisco D'Agostino dijo desde Madrid que "el señor D’Agostino puede asegurar firmemente que no tiene ninguna relación con [...] Elemento desde el 18 de agosto de 2016, fecha en la que renunció al cargo de director de esta compañía, tal y como podrá comprobar en los documentos públicos que usted maneja. Por tanto, en lo que a él respecta, no hay ningún tipo de ficción".

Pero con todas estas evidencias, al momento de sancionar a Elemento, el Departamento del Tesoro castigó solo a D'Agostino y a Bazzoni, sus antiguos dueños. ¿Por qué?

El trazo de los documentos otorga la propiedad de Elemento a Eduardo Cisneros. En marzo reciente, un reportaje de la agencia Bloomberg destapó la irrupción de Eduardo Cisneros como un nuevo cazador de gangas entre los escombros de la industria manufacturera venezolana. Dotado de 200 millones de dólares, constituyó un fondo, 3B1 Guacamaya Fund, para salir de compras de activos baratos pero con potencial. Su primera presa fue Corimón, el tradicional fabricante de pinturas, fundada a mediados del s. XX por Hans Neumann. El precio de adquisición habría sido de alrededor de 60 millones de dólares.

Corimón fue la primera presa de la compra de gangas industriales por parte de Eduardo Cisneros
en Venezuela. Foto: Corimonpintura.com

Cisneros gestiona el fondo desde la sede de Cisneros Corporation, en el penthouse del edificio Alhambra Plaza, cuya torre, junto a la silueta del antiguo hotel Biltmore, tal vez sean las construcciones más características de la opulenta ciudad de Coral Gables, en el condado de Miami-Dade, Florida.

El redactor de este reportaje intentó contactar a Eduardso Cisneros por correo electrónico y teléfono, sin poder localizarlo.

¡Hola! Gracias por leer nuestro artículo.


A diferencia de muchos medios de comunicación digital, Armandoinfo no ha adoptado el modelo de subscripción para acceder a nuestro contenido. Nuestra misión es hacer periodismo de investigación sobre la situación en Venezuela y sacar a la luz lo que los poderosos no quieren que sepas. Por eso nos hemos ganado importantes premios como el Pulitzer por nuestros trabajos con los Papeles de Panamá y el premio Maria Moors Cabot otorgado por la Universidad de Columbia. 

Para poder continuar con esa misión, te pedimos que consideres hacer un aporte. El dinero servirá para financiar el trabajo investigativo de nuestros periodistas y mantener el sitio para que la verdad salga al aire.

ETIQUETAS:                                   

Artículos Relacionados

23-06-21
Para todo lo demás, estaban Joaquín Leal y Alex Saab

Como parte de su red de negocios con base en México y un pie en Dubai, ambos comerciantes diseñaron una manera de suplantar el funcionamiento de las grandes franquicias internacionales de tarjetas de crédito, si estas llegaban a abandonar el mercado venezolano por causa de las sanciones de Washington. El planeado sistema de pagos electrónicos, Paquete Alcance, se proponía capturar cientos de millones de dólares en remesas enviadas por expatriados y financiar con ellas las compras en las Tiendas CLAP.

Alex Saab dejó sus huellas marcadas con carbón en la red mexicana

La estructura empresarial que Alex Saab hizo registrar en Turquía, dada a conocer en 2018 por un reportaje de Armando.info, apenas sirvió como una partida en falso para sus planes de exportación del carbón venezolano. Casi en simultáneo, el mercader colombiano hacía contacto con su par mexicano Joaquín Leal para urdir una red que no solo comercializaría crudo de la petrolera estatal venezolana PDVSA como parte de una maniobra evasiva de las sanciones impuestas por Washington, sino que se haría cargo de un esquema para exportar el carbón extraído de las minas del Zulia, al occidente de Venezuela. Con la jugada, miles de toneladas, valoradas en millones de dólares, terminaron en puertos de México y Centroamérica.

En el gobierno de López Obrador sabían de los negocios secretos con Venezuela

Los documentos filtrados sobre Libre Abordo y el resto de la red opaca que Joaquín Leal manejaba desde México, con tentáculos en 30 países, para comercializar crudo de PDVSA y otras materias primas que el régimen de Caracas necesitaba colocar en mercados internacionales al margen de las sanciones, muestran que el empresario aseguraba contar con el visto bueno del gobierno mexicano y suministros de Segalmex, un ente oficial. Más allá de esos indicios, hay evidencias de que Leal tenía acceso privilegiado al vicecanciller para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes.

Del apagón de 2019 surgió la red en México para burlar las sanciones contra Maduro

Cuando la vicepresidenta Delcy Rodríguez acudió a un grupo de amigos y socios mexicanos para aliviar la nueva emergencia eléctrica en Venezuela, puso la piedra fundacional para un atajo por el que chavismo y sus aliados comerciales han esquivado las sanciones impuestas por Washington a las exportaciones de crudo de PDVSA. Desde entonces, con Alex Saab, Joaquín Leal y Alessandro Bazzoni como figuras prominentes, el circuito se ha extendido por una treintena de países para comerciar con otras materias primas venezolanas. Es parte de lo que revela esta serie de investigación conjunta entre el diario El País y Armando.info, desarrollada a partir de una filtración de miles de documentos.

Cómo Alex Saab y sus otros yo venden el petróleo venezolano

Ni el cautiverio en Cabo Verde detuvo los negocios del 'trader' colombiano. Para asegurarse de que así fuera, tejió una red de compañías fantasmales en distintas partes del mundo que, como en un juego de seudónimos, parecían nombrar a distintas personalidades que al final eran la misma gente: el propio Saab y dos cómplices, el mexicano Joaquín Leal y el italiano Alessandro Bazzoni. El esquema les permitió seguir comerciando en todo el planeta con millones de barriles de crudo de Pdvsa frente a las narices del Departamento del Tesoro y sus sanciones. En México, por ejemplo, trataron de hacer negocios con la estatal Pemex, amparados tras empresas de maletín con nombres rimbombantes y cartas de recomendación forjadas. 

Otras historias

29-09-24
El quinto juez del horror era un tipo bonachón

Pocas figuras ilustran mejor la reconfiguración del poder judicial chavista que la del juez Edward Miguel Briceño Cisneros. Hasta entonces un perfecto desconocido con una carrera gris como defensor público, y luego de que probara suerte en Chile, le bastó un chasquido de dedos desde el poder para convertirse, en abril reciente, en titular del Tribunal Primero Antiterrorismo. En su debut tuvo que retribuir los favores recibidos con la firma del auto de detención contra Edmundo González Urrutia.

Atención, firme…y a perrear

Poco conocido, aunque se codee con artistas de fama global, Rafael Jiménez Dan, compañero de promoción de Diosdado Cabello y Jesse Chacón en la Academia Militar, vio su perfil reflotar este mes en medios de Puerto Rico y el hemisferio. Una política borinqueña pidió al FBI investigar los lazos con Bad Bunny de una empresa creada en Miami por el excapitán del Ejército venezolano. Días antes, el astro del reguetón había dado indicios de su apoyo al que puede ser el primer gobernador independentista -y cercano al chavismo- de la isla.

15-09-24
Pon tu huella y vámonos de fiesta

El informático venezolano Marcos Machado Requena es accionista de Ex-Cle, la compañía de origen argentino que goza de contratos multimillonarios del CNE. Su complicidad en esa operación le expuso a las sanciones de Washington. Así que se sigue esforzando en mantener su perfil bajo aún en el otro ramo al que se dedica, donde dejarse ver es clave: la gestión de lugares de rumba y café que son tendencia en Caracas.

08-09-24
¡Teatro! Tribunal Supremo, tu auditoría fue puro teatro

Una producción al estilo de la serie ‘CSI’ fue preparada por el oficialismo para hacer un simulacro de revisión pericial de las actas de votación, con un desenlace previsto en el guion: la ratificación judicial del dudoso triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones del 28J. Contó con un grupo de extras disfrazados de investigadores de una escena del crimen donde las víctimas eran la verdad y la democracia. Pero, en realidad, se trataba de funcionarios del CNE, cercanos al rector Carlos Quintero y, muchos de ellos, miembros también del PSUV.

01-09-24
En esta universidad no se habla mal de Maduro

Las autoridades de la Universidad Arturo Michelena se infiltraron en grupos de WhatsApp de sus estudiantes. Allí detectaron a aquellos que se pronunciaban contra el fraude electoral del 28J y criticaban el respaldo abierto del rector al oficialismo. A los descubiertos les ofrecieron la “oportunidad” de escoger sus propios castigos: o arrepentimiento y suspensión hasta por dos semestres en el campus o, ya a merced de la ley de la calle, expulsión permanente y denuncia ante la Fiscalía por delitos de odio. La universidad prolongaba así su historial de cruce con prácticas y cuerpos de represión.

25-08-24
El cuarteto del terror judicial

Desde sus tribunales antiterrorismo en Caracas, cuatro jueces improvisados se han dedicado a, precisamente, sembrar el terror. Actúan de manera expedita e implacable, en medio de arbitrariedades y sin detenerse en formalidades, no solo concertados con el gobierno de Nicolás Maduro, sino teledirigidos desde la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia y del Circuito Penal de Caracas. Su propósito: propinar castigos ejemplarizantes a quienes se manifiesten en desacuerdo con el fraude electoral.

Sitio espejo
usermagnifierchevron-down linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram