Una cuenta en el Credit Suisse tuvo entre 2007 y 2017 como signatarios a Luis Alfonso de Borbón -bisnieto de Francisco Franco, pretendiente a la corona francesa, y señuelo viviente para clientes adinerados del Grupo BOD-, y su esposa, Margarita Vargas, hija de Víctor Vargas, ‘el banquero de Chávez’. Su saldo se vinculaba a una empresa constituida en Panamá, que compartía con otra compañía de la misma pareja, pero en España, el origen de los fondos: las mesadas millonarias que el magnate venezolano destinaba a su yerno e hija.
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Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú y Margarita Vargas Santaella, casados desde 2004, son dos de las personas que tuvieron cuenta abierta en el banco Credit Suisse. Él es bisnieto de Franco y presidente de honor de la fundación dedicada a exaltar al dictador en España. Ella es hija de Víctor Vargas, multimillonario conocido como el banquero de Chávez, por las buenas relaciones que mantuvo con Hugo Chávez cuando este era presidente de Venezuela (1999-2013) y lo mucho que prosperaron sus negocios durante aquellos años.
La cuenta en Credit Suisse fue abierta el 20 de junio de 2007 a nombre de la sociedad Layla Assets Corp., que se había constituido nueve días antes en Panamá. Los depósitos en esa cuenta superaron los 1,3 millones de francos suizos en noviembre de 2015 (alrededor de 1,33 millones de dólares al cambio de la época).
Un portavoz de Luis Alfonso de Borbón, que pidió no ser mencionado, admitió que Luis Alfonso, también Duque de Anjou, tenía firma autorizada en la cuenta de Credit Suisse, pero añadió que “jamás la utilizó, nunca realizó ningún movimiento ni disposición”. La única propietaria del dinero, explicó, era su mujer. Aunque están casados en régimen de gananciales -estatus contemplado en la normativa española por el que los bienes de los cónyuges, previos al matrimonio, permanecen separados, pero aquellos que se obtengan después formarán parte de un patrimonio común- , ello no excluye que existan propiedades con carácter privativo de Margarita Vargas, como, por ejemplo, las donaciones hechas por su padre.
La información sobre la cuenta suiza del matrimonio Borbón-Vargas forma parte de la investigación periodística Suisse Secrets, basada en una filtración que una fuente anónima entregó hace más de un año al periódico alemán Süddeutsche Zeitung. Contiene datos sobre más de 18.000 cuentas abiertas en el banco Credit Suisse. En la investigación han participado 48 medios y 163 periodistas de todo el mundo, coordinados por la organización Occrp (siglas en inglés del Proyecto de Reportería del Crimen Organizado y la Corrupción) y el Süddeutsche Zeitung de Múnich. InfoLibre, autor del presente reportaje, es el único medio español que forma parte de este proyecto. Por Venezuela, participan Armando.info y Efecto Cocuyo.
La empresa Layla Assets Corp. quedó incorporada el 11 de junio de 2007. Constituida formalmente por testaferros, la propietaria desde el principio fue Margarita Vargas. Así lo indica el portavoz autorizado de Luis Alfonso de Borbón a quien infoLibre planteó diversas preguntas sobre el patrimonio y los negocios del matrimonio. Ese portavoz achaca al padre de Margarita, Víctor Vargas, la decisión de constituir la sociedad de Panamá: “Cuando su padre constituyó Layla, Margarita era estudiante de grado y no controlaba ese tipo de asuntos”. El día que la compañía panameña inició sus operaciones, Margarita Vargas tenía 23 años de edad y llevaba dos años y medio de casada.
El portavoz de Luis Alfonso de Borbón sostiene que la cuenta en Credit Suisse fue cerrada en 2017. “En aquel momento en la cuenta ya había una cantidad muy pequeña, tanto que Credit Suisse invitó a Margarita a cancelarla, porque el banco suizo no mantiene abiertas las cuentas con saldos tan bajo. Así que Margarita Vargas realizó una transferencia de ese dinero a su banco en España”. Lo cierto es que un año antes, en junio de 2016, en la cuenta de Credit Suisse había más de 1,2 millones de francos suizos (unos 1,18 millones de dólares), según los datos consultados por infoLibre.
Consultado al respecto para este reportaje, el portavoz aseguró que el matrimonio “siempre ha incluido en sus declaraciones de la renta tanto el dinero de Credit Suisse como el resto de bienes”. Ni tener una empresa en Panamá ni disponer de una cuenta en un banco suizo constituyen hechos irregulares, siempre que los activos sean declarados ante la agencia tributaria correspondiente a la residencia fiscal de sus tenedores.
En 2017, precisamente, dejaron de figurar los testaferros al frente de la empresa panameña, de forma que la pareja pasó a administrar la sociedad no solo de hecho, sino también en los documentos. Margarita Vargas fue designada presidenta de Layla Assets Corp., mientras que Luis Alfonso de Borbón asumió los cargos de director y tesorero, según consta en el Registro Mercantil de Panamá.
El 17 de abril de 2021, Layla Assets Corp. quedó disuelta. Como se verá más adelante, Panamá se había convertido en una jurisdicción problemática para la familia Vargas después de que en 2019 colapsara el Allbank de ese país, propiedad del magnate venezolano. Un banco entre cuyos directivos estaba Luis Alfonso de Borbón.
En los primeros años del matrimonio, la pareja estableció su domicilio en Venezuela. Allí empezó a trabajar Luis Alfonso de Borbón a las órdenes de su suegro. Víctor Vargas Irausquín es dueño de un potente holding de empresas que tiene como cabecera al grupo financiero Banco Occidental de Descuento (BOD). Así que ahí colocó a su yerno, quien en 2005 empezó a ejercer como Vicepresidente Internacional de BOD.
En 2010, la pareja trasladó su residencia a España. Y dos años después decidió constituir su primera empresa conjunta en este país. Para que el nuevo emprendimiento pasara inadvertido, se diseñó la siguiente operación: una mercantil panameña constituyó el 28 de marzo de aquel año en Inglaterra la sociedad Mella Limited, de la que, un mes más tarde –el 30 de abril–, Luis Alfonso de Borbón se convirtió en accionista único; ese mismo día, Mella Limited compró todas las participaciones de una sociedad española que se llamaba Emporio 2012 SL. En otoño de aquel año, le cambiaron el nombre a esta última empresa y la denominaron Borvar Inversiones SL, una marca híbrida conformada con las primeras sílabas de los dos apellidos de la pareja (Borbón y Vargas).
Borvar Inversiones se convirtió en la vía de entrada en España de cuantiosos fondos del matrimonio. En concreto, desde 2014 hasta 2019, Borbón y Vargas ingresaron en su empresa al menos 7,15 millones de euros (algo más de 8,8 millones de dólares).
Los movimientos más llamativos se produjeron a comienzos de 2017, cuando, en poco más de seis semanas, la empresa realizó dos ampliaciones de capital por un importe total de 3,61 millones de euros (alrededor de 3,9 millones de dólares). ¿Y cómo llegó ese capital a la sociedad? En los documentos oficiales del Registro Mercantil de Madrid se indica literalmente lo siguiente: “Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú (...) asume un millón ochocientas diez mil nuevas participaciones sociales (...) por su valor nominal conjunto de € 1.810.000, que aporta en efectivo metálico”. Esa es la referencia de la ampliación realizada el 13 de enero. La del 28 de febrero es idéntica, salvo una variación mínima en la cantidad, que en esa segunda ocasión fue de 1,8 millones de euros. Pero también consta que el bisnieto de Franco aportó ese dinero “en efectivo metálico”. En ambos casos, según las escrituras, el dinero se ingresó en una cuenta que la sociedad tenía en el Banco Pastor.
Cinco meses más tarde, el 3 de julio de 2017, Borvar Inversiones realiza otra ampliación de capital. Esta vez el importe son 275.000 euros (cerca de 312.600 dólares) y de nuevo consta que “la totalidad de las aportaciones ha sido ingresada en efectivo metálico de curso legal en cuenta abierta a nombre de la sociedad, en una entidad de crédito, tal como resulta de la certificación expedida por la entidad Banco Sabadell”.
Al ser preguntado por este hecho, el portavoz de Luis Alfonso de Borbón responde que la expresión “en efectivo metálico” no debe entenderse bajo ningún concepto como que dichas cantidades se ingresaron en billetes en las respectivas oficinas bancarias: “Todos los ingresos en Borvar Inversiones se realizaron mediante transferencias, nunca en efectivo metálico. Y todos los ingresos han sido siempre declarados y justificados”. Y respecto al origen de los fondos, el portavoz especifica que “todos ellos proceden de los emolumentos de Luis Alfonso de Borbón correspondientes a su trabajo en el grupo financiero Banco Occidental de Descuento y de dinero que Víctor Vargas había donado a su hija Margarita”.
En otras palabras: de acuerdo con la versión oficial del bisnieto de Franco , cuando en la escritura otorgada ante un notario e inscrita en el Registro Mercantil se lee la expresión “en efectivo metálico”, en realidad hay que entender que se trata de una transferencia bancaria.
Sin embargo, en la siguiente ampliación de capital de la compañía, ejecutada el 14 de diciembre de 2018 por un importe de 1,14 millones de euros (equivalentes a unos 1,29 millones de dólares), en la escritura sí se hace alusión explícita a una transferencia bancaria. El dinero lo aportó en esa ocasión Margarita Vargas. Del monto, 750.000 euros correspondían a una “transferencia bancaria a la cuenta de la sociedad”, y 390.000 euros ingresaron mediante una “compensación de créditos”.
Hay que destacar que las cuatro escrituras mencionadas fueron autorizadas por el mismo notario de Madrid, de forma que todo apunta a que se trata de un profesional que usa en casos distintos los conceptos de “efectivo metálico” y “transferencia bancaria”, y no los utiliza como si fueran sinónimos.
La mayor parte de los fondos que llegaron a Borvar Inversiones se destinaron a la adquisición de un inmueble en una zona residencial conocida como La Finca, que es probablemente la más exclusiva de Madrid y sus alrededores. En octubre de 2012, la pareja Borbón-Vargas compró la parcela de 8.037 metros cuadrados a uno de los futbolistas más famosos de España, el exguardameta del Real Madrid y de la selección española -para entonces, campeón mundial vigente-, Iker Casillas. Y sobre ese terreno se levantó un chalé de tres plantas –sótano, baja y primera–, con una superficie total construida de 1.425 metros cuadrados.
En julio de 2019, el matrimonio decidió transferir la titularidad del chalé desde una persona jurídica, la sociedad Borvar Inversiones, a cada uno de los integrantes de la pareja, como personas naturales. El inmueble fue valorado en ese momento en 9,17 millones de euros (alrededor de 10,3 millones de dólares). A Margarita Vargas se le adjudicó 68,33% de la propiedad, y a Luis Alfonso de Borbón, 31,67%. La distribución accionaria obedecía a la proporción del dinero ingresado como privativo de Margarita Vargas y como patrimonio común, ya dentro del matrimonio.
Al ser preguntado por la razón de ese cambio en la titularidad del inmueble, el portavoz del bisnieto de Franco indicó lo siguiente: “Cuando adquieren dicha propiedad, Luis Alfonso y Margarita no tenían certeza sobre qué uso le querían dar, si irían a vivir allí o sería una inversión. Una vez que tomaron la decisión definitiva de residir en dicha propiedad, por razones fiscales se consideró que lo más oportuno era que estuviese a nombre de ellos como personas físicas, ya que eran quienes estaban disfrutando del chalé”.
Efectivamente, si una persona natural reside en una vivienda que pertenece a una empresa (aunque esta persona jurídica sea suya), para cumplir con Hacienda es necesario que exista un contrato de alquiler entre ambas partes fijado a precio de mercado. La agencia tributaria española pretende así evitar que se utilicen sociedades mercantiles de forma fraudulenta para reducir la factura fiscal. Quiere decir que, en julio de 2019, el matrimonio Borbón-Vargas pasó a cumplir con la normativa tributaria. Pero, hasta entonces, estuvo viviendo durante un lustro en un chalé a nombre de una sociedad, lo que abre una incógnita sobre cómo se reflejó esa operación en sus declaraciones de renta y sociedades.
La fuente principal de los ingresos de Luis Alfonso de Borbón y de su mujer, tal y como ellos mismos admiten, tiene un nombre: Víctor Vargas Irausquín, el banquero de Chávez, dueño del grupo financiero Banco Ocidental de Descuento (BOD).
Entre 2005 y 2019, BOD fue una caudalosa fuente de ingresos para la familia Borbón-Vargas, pero ese último año también se convirtió en un quebradero de cabeza. El BOD, además de ser unas de las principales entidades financieras de Venezuela, contaba con cuatro filiales en otros países: Allbank en Panamá, Banco del Orinoco en Curazao, BOI en Antigua y Bancamérica en República Dominicana. Dos de esas entidades quebraron. A principios de septiembre de 2019, las autoridades de Curazao, una nación insular y virtual paraíso fiscal en el Caribe, excolonia neerlandesa frente a las costas venezolanas, ordenaron intervenir el Banco del Orinoco, así como la extinción de su licencia para operar. Esa medida obligó a actuar de forma inmediata a la Superintendencia de Bancos de Panamá –el regulador bancario de este país–, puesto que parte de los fondos de AllBank estaban colocados en el Banco del Orinoco. Antes de final de aquel 2019, las autoridades de Curazao y Panamá ordenaron liquidar los respectivos bancos. El regulador de Venezuela, Sudeban, también ordenó intervenir a puertas abiertas el banco de Vargas en el país, el BOD, que todavía hoy opera.
Luis Alfonso de Borbón actúa como Vicepresidente Internacional del BOD. No solo está en la Junta Directiva de la matriz venezolana del grupo financiero, sino que también entró en el consejo de las dos sociedades montadas en Panamá: All Financial Group Corp. y AllBank Corp. La Superintendencia panameña, en la resolución por la que intervino Allbank, denunció que la entidad contaba con “un sistema de controles internos no adecuados y una gestión de la Junta Directiva no acorde a los riesgos que encara el banco”.
Los clientes perjudicados por las quiebras de ambas entidades financieras pusieron pronto en la mira a Luis Alfonso de Borbón. De acuerdo con sus denuncias, era conocido como El Príncipe y funcionaba como gran reclamo publicitario de Víctor Vargas para atraer clientes al BOD. Y es que además de bisnieto de Franco por parte materna, Luis Alfonso de Borbón también es bisnieto por parte paterna de quien fuera rey antes de la llegada de la Segunda República, Alfonso XIII. Se considera legítimo heredero al trono de Francia, majestad que la Casa de Orléans le disputa, aunque no parece que entre las prioridades de los franceses a corto plazo se encuentre la de reinstaurar la monarquía. Lo que está fuera de toda duda es que El Príncipe hace gala de sus aspiraciones: en su boda con la hija de Vargas, celebrada en 2004 en La Romana, sureste de la isla de La Española, llevaba uniforme de Bailio de la Gran Cruz de la Orden de Malta, distinción reservada a jefes de Estado y de casas reales. Unas ínfulas que no gustan demasiado en el Palacio de la Zarzuela, la residencia oficial de la casa real española en Madrid. Aunque Luis Alfonso de Borbón es primo segundo del actual rey, Felipe VI, ningún miembro de la familia real fue a aquella boda celebrada en República Dominicana. Se perdieron actuaciones en directo de Los del Río, David Bisbal y Juan Luis Guerra. Y también una misiva personal del Papa Juan Pablo II dirigida a los novios.
En medios de prensa se publicaron declaraciones de clientes de las filiales quebradas del BOD quejándose amargamente de Luis Alfonso de Borbón: “Mandamos todos nuestros ahorros al Banco del Orinoco. Lo hicimos, entre otras cosas, por las garantías que nos daba ver a un noble al frente, alguien que salía en las revistas”.
El portavoz de Luis Alfonso de Borbón, en relación con las preguntas sobre su papel en el BOD, intenta quitarle importancia: “Aunque formase parte de la Junta Directiva o de los consejos de dichas entidades financieras, en ningún caso tuvo poder ejecutivo. Su función era puramente comercial, representativa. Cada dos meses, aproximadamente, se desplazaba a Venezuela y mantenía reuniones con los clientes que le indicaban. Pero jamás estuvo entre las personas que tomaban las decisiones en el grupo financiero”.
Dicho portavoz añade que, pese a los dos años transcurridos desde las quiebras del Banco del Orinoco en Curazao y de Allbank en Panamá, “Luis Alfonso de Borbón no tiene constancia de ninguna actuación judicial que le implique, ni civil ni penal. No ha recibido ninguna notificación en ese sentido”.
En cualquier caso, atrás quedaron los tiempos de ir luciendo el apellido Borbón por las Américas o de jactarse de riqueza, como hacía el suegro en una de las biblias periodísticas del capitalismo: "La gente escribe historias de mí diciendo que tengo un Ferrari, un avión y un yate. Pero no es verdad. Tengo tres aviones, dos yates y seis casas. ¡He sido rico toda mi vida!", declaró Víctor Vargas en una entrevista en 2008 con The Wall Street Journal, en la que se definió como “un socialista en el sentido real de la palabra”. Como politólogo no consta que tenga obra escrita, pero de lo que sí hay abundante documentación es de la forma en que Víctor Vargas adquiere esas propiedades de las que presume. Armando.info develó, por ejemplo, que su última gran compra inmobiliaria, la villa La Serenísima en República Dominicana, le costó 44 millones de dólares, y que para la transacción se diseñó una complejísima trama societaria que pasaba por Panamá, Estados Unidos, Barbados, Islas Vírgenes Británicas, España y Reino Unido. El vendedor era Gustavo Cisneros, otro de los principales multimillonarios venezolanos.
Puede que, como sostenía un emperador romano, el dinero no huela; pero lo que es seguro es que para algunos no tiene ideología. Luis Alfonso de Borbón debe ser uno de ellos. Reconocido franquista, lleva más de tres lustros viviendo del dinero amasado por su suegro, cuyos negocios florecieron durante los años de gobierno de un comandante revolucionario, Hugo Chávez.
Luis Alfonso de Borbón es desde hace cuatro años presidente de honor de la Fundación Francisco Franco, entidad cuya misión principal es hacer apología del dictador filofascista y general golpista, que gobernó España con mano de hierro desde 1939 hasta su muerte en 1975. Cuando el gobierno de Pedro Sánchez decidió exhumar en 2018 el cadáver de Franco, sepultado hasta entonces en una tumba en el sitio conmemorativo del Valle de los Caídos, Luis Alfonso de Borbón acaparó el protagonismo público como portavoz de los herederos del dictador, que se oponían al traslado. Entre otras afirmaciones, aseguró que el templo franquista del Valle de los Caídos representaba en realidad “la reconciliación de las dos Españas” y predijo que “la Historia castigará a quien profane este templo grandioso”, en referencia a la exhumación del cadáver de Franco.
Años antes había mostrado públicamente sus inclinaciones ideológicas en una entrevista para el semanario francés Paris Match. Fue en 2010 cuando describió así a Franco, jefe de los militares sublevados que precipitaron la guerra civil española en 1936, y posterior dictador durante cuatro décadas: "Creó la clase media española, plantó bosques, hizo lagos y carreteras, e impidió que el país entrara en guerra y que el comunismo se instalara. Evidentemente, se produjo la guerra civil, pero él no la había querido". En otras ocasiones ha acaparado titulares por sus declaraciones contra el matrimonio homosexual.
Luis Alfonso de Borbón también ha sido durante algunos años administrador de parte del patrimonio amasado durante décadas de expolio por su bisabuelo. Dos de las principales empresas creadas por la familia Franco para gestionar su herencia fueron Fiolasa SL y Sargo Consulting SL. Constituidas en 2002, al frente estaban dos consejeros delegados solidarios: Carmen Franco Polo, hija del dictador, y Luis Alfonso de Borbón. Y es que este, después de que falleciera su padre en un accidente de esquí y su madre se fuera a vivir a París con su nueva pareja, creció estrechamente ligado a su abuela, Carmen Franco. Hasta el punto de que esta lo eligió para administrar con ella esas dos empresas familiares cuando su nieto apenas tenía 28 años. Luis Alfonso de Borbón dejó de ser consejero delegado de Fiolasa y de Sargo Consulting en 2006, un par de años después de su matrimonio con la hija del banquero de Chávez. Como administradora única quedó Carmen Franco, hasta su muerte en 2017. Ella era también la presidenta de la Fundación Francisco Franco, puesto en el que le sucedió Luis Alfonso de Borbón.
Dada su ideología, no puede extrañar tampoco la buena relación que Luis Alfonso de Borbón mantiene con Santiago Abascal, el líder de Vox, el ascendente partido de ultraderecha populista en España. Sin embargo, su contacto más estrecho en el partido es su vicepresidente económico, Víctor González Coello de Portugal. Amigos desde la infancia, también han compartido negocios. Ambos fueron administradores solidarios de la empresa Servicio Integral del Taxi SL, constituida en 2010 y que fue liquidada cinco años más tarde.
Pero no es el único vínculo empresarial entre Luis Alfonso de Borbón y los negocios de los Coello de Portugal. En 2017, el bisnieto de Franco adquirió 25% de las acciones de la sociedad Villalar 2001, administrada primero por la madre de Víctor González y después por un hermano.
Esa inversión la realizó Luis Alfonso de Borbón a través de una empresa que constituyó en Luxemburgo en 2016, denominada Mella SA, nombre idéntico a la que había creado cuatro años antes en Inglaterra. No tuvo una vida demasiado larga, ya que la compañía del Gran Ducado fue disuelta en 2020. En ese momento era accionista de Villalar 2001 y de otras dos empresas españolas: Reto 48 España 2015 SL y Spanish Influencers 2017 SL. La primera se dedica a la explotación de centros deportivos y sigue activa, mientras que la segunda, que se promocionó como “el primer portal español para unir a las empresas y la influencia de las celebrities”, ya no cuenta con una página web operativa (aunque la compañía sigue inscrita en el Registro Mercantil).
Existe un último vínculo público conocido entre Luis Alfonso de Borbón y los Coello de Portugal, según develó la Cadena Ser. El primero es presidente y fundador de la asociación ultracatólica Cura Infirmorum et Natura-Seminare, que comparte sede con una empresa del vicepresidente de Vox y otras cuatro sociedades de su familia. La madre y un hermano de Víctor González también figuran entre los patronos y fundadores de Cura Infirmorum.
Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas Santaella han creado otras empresas en España, algunas tan recientes como Eco-Lys Recycling SL, constituida el 29 de septiembre de 2021. El bisnieto de Franco es presidente de la sociedad y suscribió 25% del capital, el mismo porcentaje que Tomas Martínez-Bordiú Ochoa, un primo segundo suyo. El objetivo es hacer negocio con el reciclaje de residuos, para lo que se han unido a un empresario granadino con alguna experiencia previa en el sector, Francisco Luis García Montero.
La primera experiencia empresarial de Luis Alfonso de Borbón de la que existe constancia en el Registro Mercantil se llama Borcorel SL, creada en 2000 para la gestión de bienes inmuebles, y de la que era administrador solidario junto a Amparo Corell. La empresa jamás presentó sus cuentas y no hay rastro de su posible actividad.
Tampoco triunfó Luis Alfonso de Borbón con International Transaction System SL, de la que fue socio y administrador único desde su fundación en 2011 hasta su extinción en 2020.
Una última compañía donde se puede rastrear su presencia es Amintas Moraleja SL, creada en 2018 y donde consta como apoderado. La administradora única es su amiga Sara Álvarez Freixas, que también gestiona Reto 48 España 2015, de la que ambos son socios. Las dos compañías se dedican a la explotación de instalaciones deportivas. Tienen dos gimnasios, aunque a Luis Alfonso de Borbón no le gusta este término, según le explicó al diario ABC de Madrid cuando abrió su primera instalación: “No es un gimnasio, es un centro deportivo, en el que asociamos entrenamiento, nutrición y tratamientos de estética, que forman parte del reto”.
Margarita Vargas, por su parte, tiene dos sociedades mercantiles en España. En 2014 creó La Lechuza Caracas SL, el mismo nombre del club de polo venezolano del que su padre es propietario. Con un capital de 150.000 euros (alrededor de 170.000 dólares), su objeto social es la cría de caballos y la enseñanza de la equitación. Por cierto, según consta en la escritura de constitución, esa cantidad fue de nuevo “ingresada en efectivo metálico de curso legal en cuenta abierta a nombre de la sociedad” en el Banco Santander.
En 2019, Margarita Vargas fundó Tip Top de Le Orle 2019 SL. El nombre se corresponde con el de uno de los caballos propiedad de la hija del banquero. En 2020, La Lechuza Caracas se convirtió en la principal accionista de esta compañía, al suscribir una ampliación de capital de 807.000 euros (alrededor de 903.000 dólares, según el cambio de la época). Lo hizo mediante una aportación no dineraria de cuatro caballos, valorados en conjunto en 772.000 euros. Los 35.000 euros restantes corresponden a otros bienes.
Las dos sociedades de Margarita Vargas tienen su domicilio en el chalé familiar en La Finca.
La historia empresarial del matrimonio formado por el bisnieto de Franco y la hija del banquero de Chávez incluye la creación de sociedades en Panamá y Luxemburgo, la quiebra de dos entidades financieras en América y el ingreso de 3,88 millones de euros en “efectivo metálico” en una compañía española cuyo nombre está formado por la primera sílaba de sus dos apellidos. Una historia donde también hay espacio para una cuenta en Credit Suisse, ligada a la empresa de Panamá, que llegó a tener en 2015 un saldo de 1,31 millones de francos suizos.
Casi dos de cada diez cuentas en la filtración de 18.000 registros del segundo banco más importante de Suiza corresponden a ciudadanos de Venezuela o clientes que reportaron vivir en el país, lo que hace de la venezolana la campeona entre 120 nacionalidades incluidas en la data de los Suisse Secrets. En la lista criolla despuntan decenas de nombres relacionados con esquemas de corrupción.
Los datos obtenidos en la filtración de los 'Suisse Secrets' revelan que más de dos docenas de ciudadanos venezolanos, vinculados a cuatro tramas de corrupción en Pdvsa, acumularon activos por al menos 273 millones de dólares en 25 cuentas abiertas en Credit Suisse entre 2004 y 2015, fondos procedentes de negociados turbios con la principal empresa del Estado. De esas cuentas, una docena constituyen hallazgos que hasta ahora no se reportaban en los documentos judiciales sobre los casos.
Aunque Credit Suisse, segundo mayor banco de la federación helvética, lleva dos décadas prometiendo erradicar el dinero sucio de sus bóvedas, la filtración de los Suisse Secrets revela que el banco conservó los fondos de clientes de alto riesgo de todo el planeta por años. Credit Suisse pudo haberse dado cuenta de los problemáticos antecedentes de estos individuos, en ocasiones, con una sencilla búsqueda en Google. Pero no tuvo problemas para abrirles cuentas y mantenerlas por años.
El informático venezolano Marcos Machado Requena es accionista de Ex-Cle, la compañía de origen argentino que goza de contratos multimillonarios del CNE. Su complicidad en esa operación le expuso a las sanciones de Washington. Así que se sigue esforzando en mantener su perfil bajo aún en el otro ramo al que se dedica, donde dejarse ver es clave: la gestión de lugares de rumba y café que son tendencia en Caracas.
Una producción al estilo de la serie ‘CSI’ fue preparada por el oficialismo para hacer un simulacro de revisión pericial de las actas de votación, con un desenlace previsto en el guion: la ratificación judicial del dudoso triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones del 28J. Contó con un grupo de extras disfrazados de investigadores de una escena del crimen donde las víctimas eran la verdad y la democracia. Pero, en realidad, se trataba de funcionarios del CNE, cercanos al rector Carlos Quintero y, muchos de ellos, miembros también del PSUV.
Las autoridades de la Universidad Arturo Michelena se infiltraron en grupos de WhatsApp de sus estudiantes. Allí detectaron a aquellos que se pronunciaban contra el fraude electoral del 28J y criticaban el respaldo abierto del rector al oficialismo. A los descubiertos les ofrecieron la “oportunidad” de escoger sus propios castigos: o arrepentimiento y suspensión hasta por dos semestres en el campus o, ya a merced de la ley de la calle, expulsión permanente y denuncia ante la Fiscalía por delitos de odio. La universidad prolongaba así su historial de cruce con prácticas y cuerpos de represión.
Desde sus tribunales antiterrorismo en Caracas, cuatro jueces improvisados se han dedicado a, precisamente, sembrar el terror. Actúan de manera expedita e implacable, en medio de arbitrariedades y sin detenerse en formalidades, no solo concertados con el gobierno de Nicolás Maduro, sino teledirigidos desde la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia y del Circuito Penal de Caracas. Su propósito: propinar castigos ejemplarizantes a quienes se manifiesten en desacuerdo con el fraude electoral.
Sobre el sistema electoral venezolano, “el mejor del mundo”, ahora en la mira tras los cuestionados cómputos oficiales de los comicios del 28 de julio, al final hay un solo ojo: el de la compañía argentina Ex-Cle. Y sobre Ex-Cle, con domicilio desierto en Buenos Aires y un búnker en Caracas, solo mandan los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez y el rector del CNE, Carlos Quintero, junto al empresario Guillermo San Agustín. Un embudo por el que pasan negocios, influencias políticas y ‘big data’, en perjuicio de la democracia.
Desde que se conocieron los dudosos resultados del CNE que daban el triunfo a Nicolás Maduro en las recientes elecciones presidenciales, estalló una ola de protestas que ahora los cuerpos de seguridad del régimen intentan sofocar no solo con la represión, sino con un nuevo elemento disuasivo: videos de escarmiento en redes sociales. A fin de analizarlas, Armando.info recopiló una veintena de estas piezas, editadas con elementos de filmes de terror y de incitación al odio y hostigamiento contra la disidencia.
Segundo banco más importante de Suiza, fundado en 1856, convertido en uno de los más importantes del mundo. Durante décadas -y hasta el año 2015- ofreció a sus clientes la aplicación de las leyes del secreto bancario suizo. Es el protagonista de la investigación periodística Suisse Secrets, trabajada por 48 medios de todo el mundo a partir de la filtración de 18.000 cuentas del Credit Suisse, abiertas entre 1940 y 2010. La entidad fue usada por corruptos venezolanos para esconder sus fortunas.
Emporio empresarial de Victor Vargas Irausquín, conformado por cinco instituciones bancarias y varias sociedades aseguradoras y de mercados de capitales. El Banco Occidental de Descuento (BOD), en Venezuela, es el principal. Los otros cuatro son AllBank (Panamá, intervenido desde 2019), BOI Bank (en Antigua y Barbuda), Banco del Orinoco NV (en Curazao, en proceso de liquidación) y Bancamerica (en República Dominicana). Luis Alfonso de Borbón es parte de la directiva del BOD y de dos sociedades del grupo en Panamá.
Empresa de los esposos Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, registrada en España. Los fondos de la empresa provenían de donaciones de Victor Vargas y del trabajo que realizaba su yerno en el BOD, y con parte de ellos compraron un inmueble en una zona exclusiva de Madrid, que convirtieron en su residencia oficial.
Empresa registrada en Panamá en 2007, cuyos propietarios finales eran Margarita Vargas y Luis Alfonso de Borbón. Sin embargo, la decisión de crear esta compañía fue del padre de Margarita y suegro de Luis Alfonso, el banquero venezolano Victor Vargas Irausquín. La empresa, que fue disuelta en 2021, tuvo una cuenta bancaria en el Credit Suisse, hasta 2017, con poco más de 1,18 millones de dólares.
Venezolana (1983), hija de Victor Vargas Irausquín y de Carmen Leonor Santaella. Duquesa consorte de Anjou por su matrimonio con Luis Alfonso de Borbon.
Actual Duque de Anjou, nació en España en 1974. Es bisnieto de Francisco Franco, dictador y general golpista, que gobernó España con mano de hierro desde 1939 hasta su muerte en 1975. También es bisnieto de Alfonso XIII -por parte paterna-, por lo que se considera legítimo heredero al trono de Francia. Desde 2004 está casado con Margarita Vargas Santaella, hija de Víctor Vargas Irausquín. Por este vínculo, ha sido parte de la directiva del Banco Occidental de Descuento (BOD).
Nacido en 1952. Barinés, proviene del Grupo Financiero Cordillera, colapsado en 1994. Ese año pasó a ser accionista principal del Banco Occidental de Descuento, que en sus manos se transformaría en el Grupo BOD. A comienzos del siglo XXI se expandió a varios mercados internacionales. Fue presidente de la Asociación Bancaria Nacional y del Consejo Bancario.