Guardados bajo llave en Brasil desde finales de 2016, por fin aparecen los videos del juicio de Odebrecht sobre Venezuela. A partir de hoy, Armando.info empieza a publicar una retahíla de clips que muestran las caras de los testigos que documentaron el caso. Algunas de sus declaraciones ya habían sido publicadas en esta plataforma, pero aquí van con la voz y el tono de sus protagonistas.
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Considerado como el testigo clave del caso Lava Jato en Venezuela, el director superintendente de Odebrecht en Caracas, Euzenando Azevedo, colaboró con la justicia brasileña a cambio de beneficios procesales. Rindió su testimonio en los tribunales del estado de Sergipe, al noreste de Brasil, con el objetivo de no parar en la cárcel.
Fue el 16 de diciembre de 2016. Aunque buena parte de sus palabras ya habían sido citadas en esta plataforma, los videos permanecieron durante año y medio bajo llave en los tribunales de Brasil. Pero el secreto se acaba se romper y hoy es posible conocerlos en un esfuerzo de la Red de Periodistas Estructurados, que une a periodistas de IDL en Perú, La Nación de Argentina, La Prensa de Panamá, Sudestada en Uruguay y Quinto Elemento Lab en México.
Los sobornos de Odebrecht también llegaron a Pdvsa Agrícola y entre los beneficiarios destaca Egly Ramírez, fundador de Pdval y tío del expresidente de Pdvsa, Rafael Ramírez. Eso confesó Marcio Faria, uno de los máximos responsables de la constructora brasileña, el 14 de diciembre en un interrogatorio que rindió en los tribunales del estado de Paraíba, ubicado al nordeste de Brasil.
Según el testimonio de Faría, la filial de Petróleos de Venezuela encargó unas plantas de etanol en la que –como ya se había anunciado en esta plataforma– además de sobornos y comisiones ni siquiera terminaron construyéndolas.
Las obras quedaron a medio hacer en los estados Barinas, Cojedes, Portuguesa y Trujillo. Pero no así los desembolsos a un intermediario brasileño llamado Osvaldo Basteri, que luego repartió a toda la junta directiva de Pdvsa Agrícola. “Los pagos para ese señor se hicieron a través de esas empresas y para eso fueron utilizados contratos ficticios de prestación de servicios entre nosotros y las empresas del señor Osvaldo”, dijo. “Los pagos se hicieron a través de Hilberto Silva [jefe del Sector de Operaciones Estructuradas]; supe que el monto del soborno fue alrededor del 6% sobre los montos recibidos, no los valores contratados.
El director superintendente de Odebrecht en Venezuela, Euzenando Azevedo, señaló a un intermediario como pieza clave en el andamiaje de la corrupción venezolana. Su nombre era Luis Delgado y coincide con su número dos, Alessandro Dias Gomes, a la hora de señalarlo como un intermediario que permitió hasta forjar documentos de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro: “Puedo decir que él fue eficiente porque nosotros tuvimos acceso, pasamos a tener acceso privilegiado a minutas de Puntos de cuenta, y pudimos influir y cambiar inclusive la redacción”.
Si bien Azevedo tenía línea directa con Chávez, las puertas del gobierno se le cerraron cuando el mandatario enfermó. Fue entonces cuando apareció el intermediario. “Me contactó y me dijo: “Yo sé que ustedes están teniendo dificultades con las obras del Metro, yo tengo libre acceso y puedo ayudarlos a que sean liberadas las facturas que están pendientes”.
Con Hugo Chávez enfermo, los brasileños perdieron contacto con el Gobierno nacional. Los representantes de la empresa tardaron en que les pagaran varias partidas, hasta que encontraron un intermediario que procesaba los pagos a cambio de 2% del monto de las facturas.
“Hacía seis meses que no recibían las facturas de las obras del Metro; por lo tanto había una lista grande de facturas atrasadas. Yo establecí con él que recibiría el 2 por ciento de cada una de las facturas que nos ayudara a cobrar”, confesó otro directivo de la empresa en Caracas, Alessandro Días Gómes, en un interrogatorio que rindió en los tribunales del brasileño de Sergipe, donde tocó la justicia de ese país citó a los testigos del caso venezolano.
Su testimonio muestra que además de sobreprecios y favores políticos, la maquinaria de Odebrecht incluía comisiones a intermediarios y lobistas que agilizaran sus pagos.
Odebrecht logró obtener los borradores de más de un Punto de cuenta antes de que fueron enviados al expresidente Hugo Chávez, para acomodar presupuestos y cambiar montos a su favor.
Lo hicieron gracias a un funcionario llamado Luis Delgado, que en Suiza relacionan con más de 40 millones que aterrizaron en cuentas de la esposa y la suegra del exministro de Transporte Terrestre y expresidente del Metro, Haiman El Troudi, de acuerdo con otra investigación publicada en esta misma plataforma.
“Me trajo algunas veces esos Puntos de cuenta en forma de borrador”, contó el directivo de la empresa, Alessandro Dias Gomes, quien primero se encargó de las obras del Metro de Caracas y luego heredó el cargo de director superintendente en Venezuela, que durante casi 10 años ocupó Euzenando Azevedo. “Él me traía los borradores de los documentos. Eso me permitió influenciar, indicando que necesitábamos más recursos en una obra A o en una obra B”.
Luis Delgado fue una especie de caballo de Troya que Odebrecht encontró en Caracas para agilizar los pagos a lo interno del gobierno venezolano e, incluso, para que filtrara información y documentos que luego sirvieran en favor de la empresa. No en vano, entre los años 2011 y 2015 recibió y canalizó 100 millones de dólares en comisiones que le depositaban en una cuenta del Meinl Bank de Antigua y Barbuda.
“Él recibió en total alrededor de 100 millones de dólares a lo largo de esos cuatro años”, apuntó el directivo Alessandro Dias Gomes. Pero lejos de ser para él, esa suma se repartía más arriba: “Cuando estábamos atrasados en los pagos, él decía: “Presione para que me paguen porque eso no es para mí, yo tengo un grupo de personas esperando y va a ser muy perjudicial para los intereses de usted si esas personas quedan molestas”.
En Venezuela, Odebrecht tuvo suerte de tener acceso directo al expresidente Hugo Chávez. No en vano, solo en la República Bolivariana un mandatario tiene el poder de disponer de los excedentes petroleros sin necesidad de esperar por la aprobación del Poder legislativo.
Así lo contó el llamado virrey de Odebrecht en Venezuela, Euzenando Azevedo, que entre los otros 78 “delatores premiados”, que decidieron colaborar con la justicia, se ha constituido como el testigo clave de la trama venezolana. “Esas grandes obras eran pagadas o son atendidas a través de fondos parafiscales que existen en Venezuela, de una forma distinta a otros países”, dijo. “En Venezuela existen unos fondos parafiscales que son administrados directamente por el Presidente de la República, y es a través de esos fondos que el Gobierno central destina recursos para la inversión en obras”.
Las más de 30 obras que el chavismo encargó a Odebrecht suman 20 mil millones de dólares que, en el caso venezolano, muchas ni siquiera fueron concluidas.
La mayoría, además, fueron asignadas a dedo. “Licitadas unos 7 mil millones de dólares y contratadas directamente unos 13 mil millones de dólares”. Eso dijo el representante de la empresa, Euzenando Azevedo, en el interrogatorio al que se sometió en diciembre de 2016 ante la justicia brasileña, a cambio de beneficios procesales.
La primera licitación que los brasileños ganaron fue para construir la Línea 4 del Metro de Caracas, luego la extensión de la Línea 3 y el Metro de Los Teques, pero a partir de allí, se llevaron las obras más emblemáticas del Estado por adjudicación directa: “El presidente Chávez nos contrató directamente para hacer el segundo puente sobre el río Orinoco. Nos contrató después, cuando terminamos el segundo puente, para hacer el tercer puente. Nos contrató para hacer el puente Nigale y nos contrató para hacer algunos teleféricos”.
El llamado virrey de Odebrecht en Venezuela, Euzenando Azevedo, se coleó en el Hotel Nacional de Brasilia para que –en su primera visita como presidente electo– Hugo Chávez echara para atrás los contratos que previamente había conseguido un consorcio español para construir la Línea 4 del Metro de Caracas. “Yo me comprometo con usted que llegando a Venezuela, conversaré con el presidente Caldera para pedirle que por lo menos suspenda el proceso de contratación para que yo contrate”, le prometió el mandatario.
Ese fue el primer gran acierto de Azevedo que, de apoco, logró entrada libre al Palacio de Miraflores. Llegó en 1994 a Caracas y desde entonces logró que el Odebrecht pasara de levantar el centro comercial Lago Mall de Maracaibo a convertirse en la más consentida de las contratistas de la revolución bolivariana.
No en vano, su cargo como director superintendente no tenía a nadie por encima. La jurisdicción del vicepresidente de Odebrecht para América Latina y África, Luiz Mamery, iba desde Angola y Mozambique, hasta Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú y República Dominicana. Pero Venezuela era un caso aparte, allí Azevedo se encargaba de Chávez.
Odebrecht colaboró en dos oportunidades con el exgobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez. “Contribuí dos veces”, declaró Azevedo ante la justicia brasileña. “Él siempre se comprometió a que cuando tuviese reuniones de alto nivel con el Gobierno, pediría priorizar el desarrollo de nuestras obras”.
Lo mismo ocurrió con varios alcaldes del estado Miranda, por tratarse de la región donde aún prometen el Metro Caracas-Guarenas-Guatire. En su testimonio, el “virrey” de Odebrecht menciona aportes a las campañas del exmandatario de Los Teques, Francisco Garcés, así como a la de su homólogo del municipio Sucre, el opositor Carlos Ocariz. También al alcalde Farith Fraija, que conquistó la Alcaldía de Carrizal el año pasado tras ser derrotado en el período anterior aun con el apoyo económico de los brasileños.
Aun cuando no hubiera elecciones presidenciales, Odebrecht se gastaba 3 millones de dólares para apoyar campañas regionales en Venezuela, y entre ellas destaca la del número dos del chavismo, Diosdado Cabello. “Ayudamos, por ejemplo, en el municipio Los Teques, al candidato a gobernador, el señor Diosdado Cabello”, confirmó Azevedo.
También destacan dirigentes opositores como los exgobernadores del estado Zulia, Manuel Rosales y Pablo Pérez, así como el ex alcalde metropolitano, Antonio Ledezma, hoy en el exilio. Al otro extremo, en el chavismo financiaron al exalcalde de Maracaibo Gian Carlo Di Martino, el ex gobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez, y el hoy ministro de Educación, Elías Jaua.
Especial mención la del exdirigente del partido Un Nuevo Tiempo, William Ojeda, a quien dieron dinero para que no enfilara sus baterías en el diario Últimas Noticias. “Ayudamos a un periodista que fue siempre candidato, William Ojeda, que tenía una columna muy importante en el periódico más importante de Venezuela. ¿Y cuál era el objetivo? Ayudarlo para que él no nos atacase en el periódico”.
Odebrecht colaboró con 17 millones de dólares para las campañas presidenciales de la oposición, que abanderaba el exgobernador del estado Miranda, Henrique Capriles. En 2012 dio los primeros 2 millones de dólares y en abril del año siguiente aportó otros 15 millones.
El acercamiento empezó –como ya se había filtrado en julio de 2017 en esta plataforma– gracias a un subcontratista de Odebrecht, cercano a Capriles, llamado Benito Rodríguez. En su casa se dieron los primeros encuentros. Allí, los brasileños solo pedían no rescindir los contratos firmados en tiempos de Hugo Chávez.
“Yo le dije que necesitaba que me presentase al candidato”, contó el director superintendente de la compañía, Euzenando Azevendo, en el testimonio que dio ante la justicia brasileña. “Después de una semana o semana y media, él me llamó y fui a su casa nuevamente, donde estaba el candidato”.
El representante de Odebrecht en Venezuela, Euzenando Azevedo, se reunió tres veces con el exgobernador, Henrique Capriles, según el testimonio que rindió a los fiscales brasileños que tomaron su declaración en los tribunales del estado nororiental de Sergipe.
Con Capriles jamás habló de dinero pero luego de conocerlo, convino con su representante, Benito Rodríguez, hacer un primer aporte en la campaña de 2012: “Yo acepté y negocié dar una contribución de 2 millones de dólares divididos en varias partes”.
El segundo encuentro, de acuerdo con Azevedo, fue en una habitación del Hotel Pestana de Caracas, para evitar que el chavismo supiera que los brasileños empezaban a colaborar con la oposición. “Yo llegué un poco antes, dos horas antes, fui al apartamento, después ellos llegaron y allí él ratificó su compromiso de que si ganaba, no se vengaría”.
El encuentro más colorido entre Azevedo y Capriles fue en el propio apartamento del exgobernador de Miranda. Eso declaró en Brasil el cónsul de Odebrecht ante los fiscales del caso. “Muy cerca de la elección, faltaba una semana, él me llamó para invitarme a su casa”, dijo. “Recibí una llamada de uno de sus asesores diciendo: “El gobernador Henrique Capriles quiere hablar con usted en su casa y fijó una hora, en la noche”.
Ya Odebrecht había depositado 15 millones para la campaña de 2013 en cuentas bancarias en el exterior, según los lineamientos que había pasado el entonces representante de Capriles, Benito Rodríguez. Como gesto de agradecimiento, el candidato invitó a Azevedo a su casa. “De manera muy cariñosa él me agradeció todo lo que había hecho y enfatizó que si ganase no tomaría ninguna actitud contra nuestros contratos”, narró. “Para mí es un honor haber recibido esto del Presidente de la República”, añadió luego de que el propio Capriles le trajera un vaso de agua.
Sentado en el banquillo de los acusados, el testigo clave de Odebrecht en Venezuela, su director superintendente en el país, Euzenando Azevedo, narró en diciembre de 2016 los detalles de cómo el gigante de la construcción brasileña financió la primera campaña electoral de Nicolás Maduro.
Entonces anunció la historia de cómo gestionó 35 millones de dólares para un emisario del Partido Socialista Unido de Venezuela. Pero, en el interín, formalizó en un tribunal de Brasil lo que algunos ya murmuraban en Venezuela: “Chávez murió en Cuba”.
“Un poco antes él sintió que iba a morir”, narró ante los fiscales que lo escuchaban en la ciudad de Bahía. “Él anunció al entonces vicepresidente de la República como su sustituto diciendo en cadena de radio nacional y de televisión que si le pasaba algo en su último viaje a Cuba, del cual él no regresó”.
Fue en Caracas, en Café Gourmet de Las Mercedes, donde Euzenando Azevedo, el procónsul de Odebrecht en Venezuela, cerró el trato con el funcionario del gobierno venezolano, Américo Mata, una ficha transversal en el andamiaje chavista que fue subiendo peldaños a la vera del ministro de Educación, Elías Jaua, y que hace tres meses salió del anonimato cuando Estados Unidos lo incluyó en la lista de sancionados del Departamento del Tesoro.
Allí, en ese café, –como ya se había filtrado en julio de 2017 en esta plataforma– el representante de la empresa aceptó pagar los 35 millones de dólares a cambio de que se garantizara la continuidad de sus obras. “Tenía que contribuir para mantener los contratos”. De otra forma era cuesta arriba, respondió a los fiscales brasileños que lo interrogaron, en los tribunales del estado brasileño de Sergipe, sobre el financiamiento de la primera campaña electoral de Maduro.
Las transferencias a la campaña de Nicolás fueron hechas a empresas registradas fuera de Venezuela. El emisario del mandatario venezolano dio los lineamientos e inmediatamente Odebrecht activó su llamado Departamento de Operaciones Estructuradas, un eufemismo que la empresa brasileña empleó para evitar presentarla como su unidad de sobornos y comisiones.
El emisario de Maduro, Américo Mata –que luego fue nombrado como “protector del estado Miranda”– proporcionó los nombres de las empresas y el resto del trabajo correspondía a los brasileños. “Sistemáticamente él indicaba y nosotros hacíamos las transferencias”, resumió Azevedo.
No precisó, sin embargo, los nombres o datos de las empresas. A diferencia de los testigos de otros países, en el caso de Venezuela hubo pocos testigos en los interrogatorios y Azevedo, el principal de ellos, dijo que no tenía detalles sobre buena parte de las empresas y transferencias bancarias…
(*) Este es un trabajo investigado y publicado por la Red de Investigaciones Periodísticas Estructuradas, que comprende a periodistas de IDL-Reporteros en Perú, La Prensa de Panamá, La Nación de Argentina, Sudestada de Uruguay, Quinto Elemento Lab en México y Armando.info en Venezuela.
This is the chronicle of a trip to nowhere. An effort of over a year to find the birth certificate of Nicolas Maduro—the key piece to solve the controversy over the nationality of the Venezuelan leader—led the team of Armando.info to the only document that the civil registry of La Candelaria Parish in Caracas could show, a few scanned pages. There is an unknown land where the original document is, if any. According to different versions, it is in a safe under the ongoing argument of "State security reasons," under a 24-hour personalized custody of at least four gatekeepers committed to deny access to the folios inside.
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