La persona jurídica registrada en Hong Kong, vinculada a los empresarios colombianos Alex Nain Saab Morán y Álvaro Enrique Pulido Vargas, parece ser el gran aliado del Gobierno de Nicolás Maduro. Los contratos millonarios para el suministro de millones de cajas CLAP, el programa bandera del sucesor de Hugo Chávez, apenas fueron el comienzo. La empresa, cuyo rastro en Venezuela es nebuloso, también funge como la intermediaria del Ministerio de Salud en la compra de los medicamentos que tanto escasean en los hospitales y farmacias del país.
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Los negocios de Alex Nain Saab Morán y Álvaro Enrique Pulido Vargas con el Gobierno venezolano se extienden y diversifican tras la mampara de la empresa Group Grand Limited. La sociedad relacionada con estos empresarios colombianos, registrada en Hong Kong pero sin rastro en Venezuela, no sólo le vende al Gobierno de Nicolás Maduro millones de cajas con alimentos del programa de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), sino que también es una de las intermediarias escogidas por la cúpula venezolana para comprar medicamentos en India.
Que se trate de una empresa casi fantasmal no ha impedido a Group Grand Limited lograr una millonaria lluvia de contratos. Documentos fechados el año pasado, revelan que la compañía funge como proveedor de medicinas para el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) avalada por la estatal Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex), que centraliza las importaciones públicas presidida por el Mayor General Giuseppe Yoffreda Yorio.
Al menos tres contratos que suman poco más de 213 millones de dólares fueron suscritos entre Group Grand Limited y Corpovex en marzo de 2017, identificados con los números 0026, 0030 y 0050 para la compra de medicinas. El primero de ellos, por un valor de 70,9 millones de dólares, fijó la tasa de cambio en la hoy desaparecida de 10 bolívares por dólar “según convenio cambiario número 35 de fecha 9 de marzo del año 2016”. Dólares preferenciales que las farmacéuticas locales tienen años sin ver, asfixiadas por el cepo cambiario que ha provocado un desplome de 60% del mercado farmacéutico desde 2014 y un desabastecimiento cercano a 90% de las medicinas en el país.
Esos 213 millones de dólares equivalen, por ejemplo, a 33% de los 642 millones de dólares que adeudan las autoridades a la veintena de compañías agrupadas en la Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar) por concepto de importaciones no liquidadas. “Este año apenas nos han adjudicado 272.000 dólares, cuando en 2016 tuvimos 79 millones de dólares para el sector”, lamentó recientemente en una emisora local Tito López, presidente de Cifar.
Pero Group Grand Limited no pasa por estos apuros y su participación en el negocio farmacéutico se sumó al suministro de millones de cajas CLAP que pactó también el año pasado con la Gobernación del Táchira, luego de que Nicolás Maduro le aprobara al entonces gobernador y actual Ministro de Comercio Exterior, José Gregorio Vielma Mora, 340 millones de dólares para la venta de 10 millones de combos de alimentos, y con la Corporación Única de Servicios Productivos y Alimentarios (Cuspal), adscrita al Ministerio de Alimentación, para el despacho de 11 millones 500 mil cajas CLAP, y que sólo en un día (29 de septiembre de 2017) le permitió facturar 113 millones de dólares.
Documentos obtenidos recientemente permiten afirmar que mientras compraba millones de cajas de alimentos en México, la empresa también buscaba en India las medicinas que tanto ha prometido Nicolás Maduro pero que escasean en hospitales y farmacias. Algo se podía intuir en la web de Group Grand Limited –hoy desactivada– al ver que además de los productos para las cajas CLAP como atún enlatado, aceite, pasta y mayonesa, también ofrecía un “portafolio” de medicamentos de “más de 5.000 referencias” junto a los nombres de laboratorios como Roche, Sanofi Aventis, Pfizer y Novartis, entre otros.
Facturas vinculadas al contrato 0050 muestran que en octubre de 2017 Group Grand Limited despachó al MPPS fármacos comprados en India, uno de los mayores fabricantes de medicamentos genéricos en el mundo y a quien recurrió el Gobierno venezolano tras acumular impagos millonarios con las multinacionales farmacéuticas. Fueron 56.000 unidades del antiepiléptico Fenitoina (Difenilhidantoina) en 8,77 dólares por unidad, y 350.000 unidades del antibiótico Amoxicilina (Ácido Clavulánico) en 19,69 dólares la unidad, como parte de un cargamento despachado desde el puerto Nhava Sheva, sobre el Mar Arábigo, hasta el terminal de La Guaira, en el litoral central de Venezuela.
Los papeles de embarque indican que la mercancía debió llegar el 21 de noviembre de 2017 al puerto venezolano. Fue por esos días cuando Nicolás Maduro cargó contra su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, al señalarlo de bloquear el envío de medicamentos hacia Venezuela.
“Unas medicinas que traíamos de Colombia, el Gobierno de Juan Manuel Santos prohibió que se vendieran esas medicinas a Venezuela. Bueno, está bien, no las compraremos en Colombia, Santos: ¡Trágate tus medicinas, las estamos comprando en la India y van a llegar muy pronto a Venezuela, trágate tus medicinas y tu droga, y tu cocaína!”, atacó el mandatario el 14 de noviembre, quizás cuando el embarque de Group Grand Limited se aproximaba a las costas venezolanas. Meses después, en marzo de 2018, comunicó el arribo de un lote de productos para tratar la malaria y reiteró proveniente de India y reiteró las acusaciones contra el Presidente colombiano. “Embargó (Juan Manuel Santos) las medicinas contra la malaria (…) Fuimos a comprarlas a la India, las conseguimos”.
Esta semana fue el Ministro de Salud, Luis López, quien defendió las compras a la India y atacó contra las multinacionales del sector. “¿Ustedes creen que el Presidente prefiere comprar medicamentos en India que comprar medicamentos en Venezuela? Están equivocados, el Presidente quiere comprar medicamentos en Venezuela”, declaró el 11 de junio en una emisora pública. El funcionario calificó a los laboratorios farmacéuticos como un “cartel” y aseveró que “no les vamos a comprar más de manera directa, entérense, se los vamos a adquirir a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). ¡Ustedes, sinvergüenzas, no le compramos más, no vamos más con intermediarios, vamos a través de la OPS!”.
Esa proclama de guerra comercial seguramente no afectará a Group Grand Limited. Los documentos delinean la incursión de la empresa en el rubro farmacéutico al dejar constancia que compró los medicamentos, al menos, a dos empresas indias. Una de ellas es Bharat Parenterals Limited, una farmacéutica fundada en 1992 que no respondió la solicitud de entrevista formulada vía correo electrónico para este reportaje. En mayo pasado llegaron unas 14 toneladas de fármacos de esa empresa para el Ministerio de Salud al puerto de La Guaira, señal de que los suministros continúan.
La otra empresa a la que recurrió Group Grand Limited fue Ophira Enterprise Private Limited. Esta compañía fue creada el 7 de julio de 2017, sólo meses después de que Group Grand Limited pactara en Caracas con Corpovex la venta de medicinas para el MPPS.
Ophira Enterprise Private Limited fue inscrita en la ciudad de Mumbai con un capital de un millón de rupias –alrededor de 15.000 dólares- y sus directivos son Malini Ranjitkumar Parik y Rajesh Rajintkumar Parikh, quien también está asociado a otra farmacéutica llamada Coral Laboratories Limited. “Llevar a cabo negocios como fabricantes, productores, procesadores, refinadores, almacenistas, agentes, importadores, exportadores, comerciantes, vendedores, distribuidores, concesionarios o distribuidores de medicamentos”, es parte del objeto social de esta compañía que ni siquiera cuenta con página web.
Las facturas de los medicamentos también revelan el interés de Group Grand Limited por borrar las huellas que en su momento permitieron relacionar a la sociedad con los empresarios colombianos Alex Nain Saab Morán y Álvaro Enrique Pulido Vargas. En el membrete de esos papeles, por ejemplo, ya no está la dirección de la empresa en Caracas. En cambio, sí aparecía en las facturas emitidas a la Gobernación del Táchira, primero, y al Ministerio de Alimentación, después, por la venta de las cajas CLAP. También figuró inicialmente en la web de la compañía y conducía hasta el Centro Galipán, en las mismas oficinas de Fondo Global de Construcción, el estandarte de un entramado empresarial que nace en Malta y que en 2011 permitió a Saab Morán firmar en el Palacio de Miraflores un acuerdo millonario para la construcción de casas prefabricadas ante los ojos de Hugo Chávez y Juan Manuel Santos. A la postre dicho convenio originó una investigación de la Fiscalía ecuatoriana por diversas irregularidades.
Aunque la compañía no respondió la petición de entrevista, el esfuerzo por eliminar el rastro en Caracas está, quizás, motivado por la denuncia que en agosto del año pasado realizó la Fiscal destituida por el Gobierno, Luisa Ortega Díaz. En esa oportunidad, Ortega Díaz declaró a medios de comunicación en Brasil que Group Grand Limited realmente pertenecía al propio Nicolás Maduro, pero estaba manejada por el dúo de empresarios colombianos. “Tenemos investigación de las bolsas de alimentos que se entregan en Venezuela, los CLAP, una empresa mexicana, registrada en México a nombre de dos personas. La empresa tiene nombre: Group Grand Limited, empresa que se presume es del Presidente de la República”.
La ex funcionaria se refería a la filial de Group Grand Limited inscrita en Ciudad de México en marzo de 2017 y en la que se utilizó una estructura societaria similar a la de Hong Kong. Mientras que en esta última estuvo como beneficiario Shadi Nain Saab Certain, hijo de Alex Nain Saab Morán -desde 2015 hasta el 24 de febrero de 2017- en la mexicana despuntó brevemente como apoderado Enmanuel Enrique Rubio González, hijo de Álvaro Enrique Pulido Vargas, cuya identidad original es Germán Rubio, de acuerdo a investigaciones del periodista de Univisión Gerardo Reyes.
Por si fuera poco, la representante legal de Group Grand Limited ante Corpovex en los contratos para el suministro de medicamentos y de los alimentos para los CLAP es Andreína Fuentes Mazzei, una abogada que también es la directora ejecutiva de Fondo Global de Construcción, la contratista con la que Alex Nain Saab Morán entró al Palacio de Miraflores para sellar una alianza que años después con Nicolás Maduro continúa como un flujo constante de millones de dólares.
This is the chronicle of a trip to nowhere. An effort of over a year to find the birth certificate of Nicolas Maduro—the key piece to solve the controversy over the nationality of the Venezuelan leader—led the team of Armando.info to the only document that the civil registry of La Candelaria Parish in Caracas could show, a few scanned pages. There is an unknown land where the original document is, if any. According to different versions, it is in a safe under the ongoing argument of "State security reasons," under a 24-hour personalized custody of at least four gatekeepers committed to deny access to the folios inside.
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Los cujíes lloran de dolor en el hábitat semiárido del Parque Nacional Cerro Saroche, entre Barquisimeto y Carora. También las veras y los curaríes. A todas estas especies arbóreas las está extinguiendo la voracidad comercial por sus maderas. Con el ojo puesto en un negocio de exportación, desde 2021 el oficialismo no solo impulsa, sino que también participa en su tala indiscriminada y procesamiento que busca suplir la demanda global de combustibles para cocinar al aire libre. Una empresa mixta, Carbonera El Obelisco, es punta de lanza en este boom ecocida.
A Edgar Marval, uno de los 10 estadounidenses canjeados por Alex Saab, le apagaron cigarros en la espalda y le sometieron a descargas eléctricas. Más allá de las torturas, su historia abre una oportunidad inédita para trazar la ruta del oro, que conecta el contrabando de Guayana con redes internacionales que han lavado más de 3.000 millones de dólares en cargamentos que llegaron incluso hasta la suiza Argor, la refinería más grande del mundo