El exbanquero acudió a los servicios del bufete panameño Mossack Fonseca para registrar empresas en paraísos fiscales mientras era enjuiciado en Venezuela por sus excolegas de Stanford Group. Dijo ser una víctima del chavismo para que lo aceptaran como cliente y así proteger su fortuna
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Tirado dijo ser víctima del chavismo. Salió de Venezuela corriendo y se manifestó muy deprimido en varias cartas dirigidas a familiares y amigos, quienes temiendo un suicidio llamaron a las autoridades en mayo de 2014 para advertir su desaparición. Al final , la policía de Doral lo encontró en una habitación del hotel Wintage de la ciudad de Miramar del estado de Florida. Sin duda una vida plagada de escándalos y embrollos legales.
Según comunicaciones y documentos enviados a MF para convertirse en cliente de ese bufete, Tirado afirmó que su propósito era crear una “organización privada en Panamá para proteger su herencia”: la Fundación Caminos del Viento. Al mismo tiempo, en un documento de defensa elaborado en 2010 por el abogado venezolano Gonzalo Himiob con el propósito de demostrar a MF ser un hombre probo, relata que los cargos contra él en Venezuela eran producto de una persecución política y se autocalificó como “víctima del chavismo”.
Quienes lo conocieron –sin embargo– afirman que “era agresivo en los negocios”. Conquistó a 10 mil clientes con altos recursos económicos que se encontraban ávidos de altos rendimientos en épocas de control de cambio mientras fue asesor de Stanford y quienes se sentían sumamente cómodos y seguros en la elegante oficina revestida de mármol verde ubicada en el Centro Comercial San Ignacio en Chacao, Caracas.
“Era audaz en los negocios, gustaba de cosas finas, de marcas. Llevaba una vida sumamente ostentosa”, recuerda una fuente que mantuvo relaciones amistosas y laborales con Tirado.
Hasta MF sabía que su reputación estaba fuertemente cuestionada. El bufete dudó en aceptarlo como cliente por el pleito de Tirado contra su anterior mentor, Robert Allen Stanford –sentenciado en 2012 a 110 años de prisión por varios delitos de fraude relacionados con una estafa piramidal de más de 7.000 millones de dólares a través de su banco, Stanford Bank– pero al final fue el propio Jürgen Mossack, uno de los dos socios de la firma panameña, quien dio la luz verde.
Llegó a establecer residencia en El Hatillo, una de las urbanizaciones más bonitas y elegantes de Caracas, según se puede entrever de su centro de votación. Su salario de 3 millones de dólares anuales así lo permitía, según cuenta la fuente consultada que prefirió mantener su nombre en secreto. Se casó y se divorció dos veces y tuvo cuatro hijos. Vive actualmente en Estados Unidos con su tercera compañera sentimental, a quien conoció cuando ella estaba casada con uno de sus mejores amigos.
Luego de trabajar 14 años en Stanford Bank y de mantener una relación estrecha y de amistad con Allen Stanford, de acuerdo a lo señalado por el venezolano a medios venezolanos, fue despedido en 2006. Demandó al banco por daños morales e introdujo un reclamo laboral por 18 millones de bolívares. Acusó a parte de la directiva de haberlo espiado durante tres años. De acuerdo con fuentes que presenciaron la diatriba, de nada le sirvió a Tirado reunirse con el entonces superintendente de la oficina nacional tributaria de Venezuela, José Gregorio Vielma Mora, a quien le aseguró que no estaba involucrado en el fraude cometido ante el organismo. Lo acusaban en ese entonces de haberse apoderado de 180 millones de dólares.
A su salida de Stanford, fundó inmediatamente la Empresa Gonzalo Tirado & Asociados. Durante ese tiempo lo involucraron en operaciones sospechosas con un lote de acciones de la Electricidad de Caracas mientras era dueño de la casa de bolsa Uno Valores. Su fortuna, dicen, se incrementó mucho más gracias a esta negociación.
Representantes de las oficinas de MF con sede en Caracas y Panamá lo ayudaron para instalar el holding de empresas cuyos fines o razón social tenían “propósitos generales”, diversos o sin fines específicos, según se desprende de los documentos consultados. Las palabras claves en todas ellas eran “bancos y barcos”. Todas las compañías que formaban parte del holding tenían entre sus funciones las de abrir cuentas bancarias de cualquier naturaleza, con cualquier banco y en cualquier parte del mundo.
Tirado se convirtió en cliente de las tres compañías del grupo MF: Mossack Fonseca (bufete), Mosson Trust Corporation (fiduciaria) y Mossfom Asset Management (manejo de activos).
En paralelo en Venezuela, adquirió bancos y creó empresas relacionadas. Compró al banquero Ignacio Salvatierra InverUnion Banco Comercial y luego adquirió Mi Casa Entidad de Ahorro y Préstamo. Volvieron los problemas. En medio de la llamada mini crisis bancaria de finales de 2009 y comienzos de 2010, el Gobierno venezolano inició una investigación contra Tirado por denuncias de operaciones de dudosa legitimidad y de haber desviado fondos de los ahorristas por Bs. 5.000 millones en créditos a empresas relacionadas.
Según los expedientes Tirado formó una estructura con la cual se realizaron operaciones en perjuicio de los bancos. La calificación judicial de “cómplice necesario” para cometer delito se suma a su lista. Un 14 de febrero, Día de los Enamorados, viajó a Aruba, según consta en su último movimiento migratorio registrado ante el Saime, para no enfrentar un juicio con cargos de hasta diez años de cárcel.
El ex banquero solicitó asilo político en EEUU en 2010. Hasta ahora continúa dicho proceso ante las autoridades norteamericanas, quienes negaron también su extradición hacia territorio venezolano. Hasta ese entonces todo marchó bien para Tirado, no así para varios de los directivos bancarios que lo acompañaron en InverUnion y Mi Casa EAP, que tuvieron que cumplir penas de cárcel en el país.
El entramado paralelo de Gonzalo Tirado & Asociados comenzó con una serie de contactos y envíos de documentación entre sus oficinas en Caracas, ubicadas en la urbanización El Rosal y las de MF en Venezuela y Panamá en 2007. Esta estructura financiera se inició con la creación de Panbienes (Fondo Panameño de Bienes), con un capital de 1 millón 52 mil dólares, y en cuyo final se repitió la quiebra de otra institución financiera.
La Superintendencia de Bancos de Panamá sancionó varias veces a Panbienes hasta que terminó cerrando sus puertas tras denunciar una estafa piramidal. En la directiva, a Tirado lo acompañaban Edgar Montserrat, Ronald Rostoker y Martin Lustgarten, quien ha sido implicado en casos judiciales de muy alto perfil tanto en Venezuela como EEUU.
Otra de las empresas registradas en el istmo en marzo de 2007 es Richgrove International Inc, con directores distintos a Tirado y creada para canalizar una inversión de 2,5 millones de dólares en el banco danés Finansbanken Bank of Copenhagen. Esa compañía le otorga el 19 de marzo de 2007 poder al venezolano para manejar la cuenta bancaria de la empresa en Dinamarca.
Hasta 2007 Tirado fue presidente de una empresa en Panamá llamada Ema Business Inc, también llevada por MF, creada en abril de ese año con un capital de 10.000 dólares. Casi enseguida se desincorpora, según la documentación filtrada por MF. Aun hoy esta firma sigue apareciendo como activa y sus directores son los sempiternos socios de Tirado: Pedro Paredes, Edgar Montserrat y Francisco Acevedo. Como accionistas aparecen también: Montserrat con 52% de las acciones, Omar González y Daniel Vitrián con 11,5% cada uno, y con 6,25% a partes iguales para Sacha Ratti, Francisco Gadea, Eduardo Saturno, Amir Nassar Tayupe.
Otras empresas del grupo Tirado-Paredes-Montserrat-Acevedo son Gotir Holding Inc, FAL Business Inc, HR Development Inc., todas formaban parte de GT Business Inc, creada también con capital de $10.000 y 100% propiedad del ex banquero. El mismo grupo incorpora en 2007 a través de MF, la Fundación Caminos del Viento, cuyo principal país de actividad es la nación panameña.
El entramado financiero siguió creciendo en 2008. De acuerdo a las comunicaciones de MF, se observa que Tirado aparece vinculado a otra compañía, Greyrose Holdings Corp, constituida el 14 enero 2008 con $10.000 de capital. Tirado es aquí socio a partes iguales de Pedro José Paredes Sierra, quien integró la junta directiva de Inverunion y Mi Casa EAP y acusado igualmente de apropiación indebida o distracción de recursos establecido en la Ley General de Bancos y otras Instituciones Financieras.
Al ex banquero se le vincula a otra empresa panameña, Perth Consultants S.A. De esta sociedad es beneficiario en un 50%, el restante 50% pertenece a Daniella Lainville de Tirado (su ex esposa). También se le asocia con una empresa de las Islas Vírgenes Británicas, Harley Sound Development LTD, creada el 23 de enero de 2008. Aunque en el expediente de Tirado aparece como beneficiario con un 99% Pedro José Paredes Sierra y un 1% Francisco Acevedo Landaluce, quien fue director de la casa de bolsa Unovalores.
De esas empresas el accionista formal es la Gainstone Foundation de Panamá, cedida por MF a Tirado. Se incorporó en abril de 2009 y sus accionistas a la vez son dos fundaciones de Mossack Fonseca.
Durante este periodo, Panbienes fue denunciada en Panamá por ser una especie de pirámide financiera. En un correo enviado en marzo de 2008 a MF, Martin Lustgarten se refiere a Tirado como “mi ex socio en Panbienes” y dice que ha vendido sus acciones en la empresa.
Como referencia para abrir su cuenta como cliente en MF, Tirado presenta en 2007 una serie de constancias bancarias en Venezuela (Del Banco Venezolano de Crédito y el Banco Canarias) y en otros países (Wachovia en Miami, en HSBC y en UBS en Zurich).
Además del danés Finansbanken, el grupo de Tirado aparece haciendo fuertes depósitos de divisas en el Berenberg Bank de Suiza, a nombre de una empresa, Davenhill Assets S.A. Se trata de una compañía incorporada en enero de 2007, cuyo beneficiario parece ser Edgar Montserrat. El intercambio interno de correos de MF identifica estas transacciones como parte de unas “escrow accounts” o cuentas de garantía de depósitos, destinada al pago de colaterales de préstamos.
En uno de los documentos entregados a MF para solicitar ser su cliente, Tirado aseguró que tenía “la intención de diversificar sus inversiones” y que el dinero a invertir “es una parte de los ahorros de su vida”.
En septiembre de 2010, Tirado se excusa con MF de no poder proporcionar información sobre unas empresas que tenía en British Virgin Islands, pues no cargaba consigo los documentos “por la forma en que salimos” de Venezuela, admitiendo por escrito que su salida, sino fue irregular, por lo menos sí muy apresurada.
Las empresas de Tirado administradas por MF parecen haber sido declaradas inactivas en 2011. Sin embargo, en 2013 el bufete todavía hablaba de un saldo deudor del ex banquero con ellos. Al parecer, su duda para aceptarlo como cliente se vio clara en ese entonces.
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