Es una de las llamadas “tierras raras” y material estratégico para la industria de alta tecnología. Abunda al sur de Venezuela, junto a la frontera con Colombia. Y aunque el gobierno venezolano anunció en 2009 medidas para el control militar de los yacimientos, desde entonces no han hecho sino florecer rutas de contrabando internacionales en las que participan el narcotráfico y traders informales. En un clima de misterio, ahora el coltán venezolano amenaza también con convertirse en motivo de conflictos geopolíticos.