Antes de medirse en las decisivas elecciones parlamentarias, en las que arriesga el control de la Asamblea Nacional, el oficialismo debe primero tratar de resolver las disputas internas por las postulaciones a diputados, que habrán de dirimirse a sangre y fuego. Luego, los caciques regionales que salgan victoriosos tendrán que tratar de adecuarse a las cuotas por edad y género establecidas desde Caracas.