El esquema Ponzi, que Francisco Illarramendi encabezó, le costó mucho dinero a –entre otros- empresarios como Oswaldo Cisneros y al fondo de pensiones de la petrolera estatal Pdvsa. Su funcionamiento no se explica solo con la actuación del operador financiero que le da nombre, juzgado en una corte federal de Estados Unidos. Necesitó un elenco de cómplices, funcionarios sobornados y, cómo no, empresas offshore.