Como el presidente, Mathieu Pigasse ama el rock, es de izquierda y mantiene amistad con Cristina de Kirchner y Rafael Correa. Pero hasta allí los paralelismos: formado en las escuelas de la élite francesa, pasa por editor y escribe libros. Podría ser como Piketty pero prefiere la acción en Lazard, la mayor empresa mundial de asesoría financiera. Le organizó a Rafael Ramírez una reunión con inversionistas en Londres y ahora gestiona la reestructuración de las cuentas públicas venezolanas.