El autor –Premio Nacional de Periodismo en México- se zambulle, como un clavadista de La Quebrada, en el inframundo de la prostitución infantil que prospera en el otrora balneario de las estrellas de cine. Es el Acapulco más tenebroso donde unos 2.000 niños quedan por unos pocos pesos a merced de pederastas, aventureros de oficio y de la necesidad más ancestral. Esta nota, publicada por primera vez por el semanario emeequis de Ciudad de México, forma parte de la selección oficial del Premio Cemex-Fnpi 2010 en su categoría Texto.