Los últimos rescatistas del Deportivo Petare
Fue fundada en 1948 y tuvo una trayectoria llena de glorias deportivas. Pero desde hace 25 años la franquicia es un ave fénix del balompié profesional, que cada tanto resurge de sus fracasos financieros e institucionales con nuevos dueños, colores y motes, desde el ‘equipo lácteo’ al ‘chocolatero’. Ahora el club que se ha conocido como Deportivo Italia, Chacao, Italchacao y, por fin, Petare, recibe una enésima oportunidad de la mano de una pareja de hermanos, los Savarese, con pergaminos futbolísticos y una carrera empresarial que incluye contrataciones con el Estado venezolano y algunas relaciones controversiales.
Después de pasar más de una década en la
formación de jóvenes promesas del fútbol en la academia Fratelsa, el 17 de
febrero del 2018 Hugo y Giovanni Savarese anunciaron la adquisición del
Deportivo Petare F.C, uno de los equipos de más solera de la capital venezolana.
El club pasaba así a tener entonces su sexta administración en la historia, que
aceptaba el desafío de traerle de vuelta aquella gloria de cuando la sala de
trofeos estaba a tope, se llamaba Deportivo Italia -fundado en 1948- y logró en
el siglo pasado ganar cinco torneos de primera división, con seis
subcampeonatos.
En
competiciones internacionales se hizo con varios hitos, como ser el primer club
de Venezuela en clasificar a una Copa Libertadores y en ganar a una oncena
brasileña. Una brillante hoja de vida que no le salvó de la crisis económica que
atravesó el país a partir de los noventa cuando pasó del oro competitivo al
naufragio deportivo y económico, con la franquicia cambiando de propietarios y
de nombre, hasta llegar a sus actuales dueños, poseedores de un largo historial
deportivo que incluye además varios goles marcados en la cancha de los
negocios.
Hugo
y Giovanni Savarese son dos hermanos que desde pequeños asumieron el fútbol como
una pasión, inculcada por su padre Carlo Savarese, un inmigrante italiano que,
como muchos, insistió con sus hijos que en Venezuela las pelotas aparte de
sacarlas de jonrón, podían también patearse. Así pues, Hugo, el menor, se
destacó a los once años al anotar el tercer tanto que le dio a Venezuela el
triunfo en el IV torneo internacional por la Copa de la Amistad, el 8 de
febrero de 1988. Más tarde, terminó jugando con varios equipos italianos de
serie B para luego radicarse definitivamente en el país, en lo que fue una
carrera trunca que le dio tiempo libre para monetizar en otras áreas.
En
cambio, Giovanni a los 17 años logró disputar hasta 24 partidos con la selección venezolana de fútbol, la Vinotinto. Obtuvo una beca para estudiar en la Universidad de Long
Island, en Estados Unidos. Alcanzó el hito de ser el primer futbolista y
entrenador venezolano de la Major League Soccer (MLS), la liga de fútbol más
importante de ese país, y en 2007 entró al Salón de la Fama de Fútbol
Estadounidense, al consolidarse como el máximo goleador del equipo Metrostars,
hoy New York Red Bulls, lo que también le valió el apodo de El Bombardero del
Bronx.
Pero
no solo el fútbol mantuvo unidos a estos hermanos, que sobre el terreno de los
negocios crearon Fratelsa Sport Club en 2004, una escuela de entrenamiento de
fútbol infantil y juvenil que les abonó el camino para ser tridente junto a
Alejandro Giraud, con quien comparten el manejo de los asuntos del Deportivo
Petare Fútbol Club y antecedentes de contrataciones con el Estado venezolano.
Son los más recientes, y quizás los últimos, rescatistas del Deportivo
Petare.

Por la vía del trueque
Realmente, el Deportivo Petare poco
tiene que ver con el barrio popular de chabolas, el más grande de Caracas, de
Venezuela y, según el lugar común, de América Latina, que le dio su actual
nombre. Petare llegó a estamparse en la camiseta del deportivo gracias a un
acuerdo con la alcaldía del Municipio Sucre, del estado Miranda, que constituyó
su penúltimo vaivén en 2010. Pronto, cinco años después, fue entregado a un
grupo de inversionistas que fracasó con ubicar al equipo en posiciones destacadas de la tabla del
fútbol venezolano, así que lo ponen en venta a finales del
2017.
Un
miembro de la directiva anterior del Deportivo Petare -y que no quiso revelar
públicamente su identidad- confirmó a Armando.info que prefirió la de los
Savarese a otras dos ofertas por el equipo, más por un tema intuitivo que otra
cosa, pues asegura que por la operación no recibió “ni un bolívar a cambio”. La
única condición que impuso la directiva para ceder la franquicia fue tener el
100% de las ganancias de algunos jugadores específicos que el Deportivo Petare
pudiera vender a otro club, preferiblemente del exterior. Algo que hasta ahora
no ha ocurrido.
La
oportunidad parecía buena para la operación pues en 2017 el equipo había
descendido a tercera división, el peor momento de su historia. La franquicia
estaba francamente devaluada, tanto, que fue regalada a unos nuevos dueños que
le salvaron de jugar en el foso de las categorías futbolísticas tras obtener un
cupo en segunda división. El boleto lo compraron al Atlético Guanare, con el que
gestionaron además el traspaso de sus diez mejores jugadores al repotenciado
cuadro capitalino.
De
este modo se dispuso el nuevo renacimiento del Deportivo Petare F.C. en febrero
de 2018. Era el club en el que, curiosamente, los hermanos ítalovenezolanos
jugaron profesionalmente cuando no cumplían ni los 20 años de edad. Un
renacimiento que, por ahora, cosecha solo optimismo: “Se está yendo por muy buen
camino, se tiene lo mejor de lo mejor y la gente interesada por el proyecto. Va
a tener un gran futuro”, dijo Giovanni en referencia al Petare, en una
entrevista transmitida por el podcast Detrás de la Cancha el 1 de mayo de este
año.
chevron_leftDesliza la imagen para ver máschevron_right
zoom_inHaz click sobre cada imagen para ampliar
Socio a la sombra
Aunque Hugo Savarese es el
vicepresidente del Deportivo Petare F.C., es quien mejor posa de la directiva en
las reuniones y ruedas de prensa para informar acerca de la rehabilitación del
estadio de fútbol Brígido Iriarte, al centrosur de Caracas, y cuya recuperación
física representa el proyecto actual más ambicioso que saca adelante el conjunto
petareño junto con los equipos Atlético Venezuela y Estudiantes de Caracas F.C.
Fuentes consultadas declararon que esa restauración total saldría entre 600.000
y un millón de dólares. Adicionalmente, y de acuerdo con datos obtenidos por
Armando.Info para una investigación
sobre el Atlético
Venezuela, el césped remozado del estadio sale en
420.000 dólares y el sistema de iluminación ronda los 480.000
dólares.
Esta
figuración de Hugo Savarese no es fortuita. Entendidos en el tema futbolístico
venezolano lo señalan como la verdadera cabeza del equipo, ya que su presidente
-y socio de los hermanos para esta jugada- Alejandro Enrique Giraud Puy Arena,
mantiene un bajo perfil. Tan bajo, que la prensa deportiva apenas lo presenta
como “empresario” y escasamente se ha dejado retratar en un par de fotos del
club, acomodado en la sombra de la fama de la icónica dupla de los Savarese y
con una discreción que preserva su figura de accionista de dos empresas
familiares.
Con
sus hermanos, heredó de sus padres las compañías H. Giraud M.CIA, C.A. y
Venezolana de Embarcación (Vene-embarques). Ambas bajo el paraguas de Grupo
Giraud, fueron constituidas en 1959 y 1996 respectivamente y se dedican a los
servicios aduaneros y de transporte terrestre, aéreo en el Aeropuerto
Internacional de Maiquetía y marítimo en el puerto de La Guaira, estado Vargas,
para el comercio internacional. La gerencia actual de este emporio la tiene el
hermano del presidente del Petare, Horacio Giraud Puy Arena, que en 2013
presidió la Cámara Venezolana de Almacenes Generales de Depósito (Cavedal) y
quien desde el 2018 dirige la Asociación de Agentes de Cargas y Aduana de
Venezuela (Asocav).
A
pesar de ese largo recorrido empresarial, el Grupo Giraud tuvo como fiel cliente
al Estado venezolano recién entrado el siglo XXI, según ha quedado registrado en
el RNC. Primero fue H. Giraud M.CIA con Funvisis en el año 2000 y luego en al
menos dos oportunidades con Movilnet, CANTV, la Corporación Venezolana de
Telecomunicaciones (Covetel) y la Empresa de Distribución de Productos e Insumos
Venezuela Productiva, todos entre 2014 y 2018.
En
ese tiempo, la empresa también fue el agente de aduanas de empresas privadas
como Banplus, la televisora Globovisión -específicamente en 2014- y de
organismos multilaterales como la Unicef y la Oficina del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiados.
Con
la segunda compañía, Venezolana de Embarcación, la familia Giraud atracó en
Puerto Cabello, ciudad portuaria del estado Carabobo, y le prestó servicios de
aduana y transporte a Movilnet, de nuevo, y a la Corporación Venezolana de
Comercio Exterior (Corpovex) en 2017. Actualmente ambas siguen habilitadas para
contratar con el Estado.

Esas
no han sido las últimas apuestas empresariales de la familia Giraud. El mismo
año en que él se estrenó como gerente, Alejandro constituyó con sus hermanos e
hija otras compañías homónimas a las venezolanas, como fueron Vene-embarque LLC
y Trade Atlantic LLC en el estado de la Florida, Estados Unidos, y Vene-embarque
Inc en Panamá, país en el que había establecido otra empresa, Inversiones
Algales, el 29 de agosto del 2016.
Un
año antes de esa expansión financiera, en marzo del 2017, Vene-embarque, la de
Venezuela, fue una de las doce empresas privadas que figuraron en una alianza
estratégica con la estatal Bolivariana de Puertos (Bolipuertos) para “contribuir
en la dinamización de la actividad portuaria del país y la optimización de
procesos, con la misión de impulsar el sistema portuario a su modernización,
eficiencia y calidad”, como lo señaló el ente público en su página web.
Los Savarese también convirtieron a la academia Fratelsa en una franquicia internacional que extendieron a Nueva York desde julio del 2007 –inactiva, según consta en el registro público de empresas domiciliadas en esa ciudad– y con la fundación de Fratelsa Sport Internacional, con sede en la capital española Madrid, en julio del 2016.
chevron_leftDesliza la imagen para ver máschevron_right
zoom_inHaz click sobre cada imagen para ampliar
Alianza viole(n)ta
Probablemente Alejandro Giraud y el
Deportivo Petare no aparecerían en esta historia si Hugo Savarese no hubiese
tenido mala fortuna como director técnico del Metropolitanos F.C., designado
desde junio de 2014 hasta finales de 2015. En esa gestión firmó a Michelle di
Piedi como el primer futbolista de nacionalidad italiana en jugar en Venezuela
–cuyos detalles del contrato no fueron públicos– pero eso no fue suficiente para
evitar el irregular desempeño del club en ese período.
La
tarjeta roja fulminante le llegó a esa dirección técnica cuando un fallo legal
de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) en diciembre de 2015 ordenó el
descenso a segunda división del plantel violeta, alegando que Hugo alineó
indebidamente al jugador Anderson Arciniegas en un partido –esencial para la
permanencia en la categoría de oro– contra el JBL del Zulia.
Juan
Carlos Ferro y Mariano Díaz, directiva y fundadores en 2012 de Metropolitanos,
protestaron y demandaron al Consejo de Honor de la FVF en un tribunal civil que
impugnó la decisión como medida cautelar. Pero, por temor a posibles represalias
de la FIFA -que prohíbe la injerencia de las cortes ordinarias en temas
meramente futbolísticos y federativos- terminaron abandonando el conflicto y
aceptando el descenso. Poniendo fin así a lo que fue considerado por periodistas
y analistas deportivos como uno de los episodios más vergonzosos de la liga de
fútbol nacional, siempre fértil para episodios confusos. Para Hugo Aldo Savarese
ese fue su último partido.
Ese
impase legal no fue nada extraño para Ferro y Díaz, abogados egresados de la
Universidad Santa María, acostumbrados ya para esa fecha a conflictos de ley que
constantemente los han relacionado con mafias judiciales del país.
El
nombre de Mariano Díaz, por ejemplo, se hizo público durante las averiguaciones
sobre el asesinato del fiscal Danilo Anderson ocurrido en 2004. Según una
investigación para la época del diario Últimas Noticias, un testigo del caso
aseguró que Díaz propuso un soborno al funcionario, un mes antes de su muerte,
por la liberación del banquero Ignacio Salvatierra tras el breve golpe de Estado
contra Hugo Chávez, del 11 de abril de 2002. En esas investigaciones, Díaz fue
señalado como miembro de la banda Los
enanos, un grupo de extorsión y sobornos que floreció en el sistema de
justicia venezolano.
Pero
los Savarese no repararon en esa historia y aparte involucraron a Fratelsa con
Metropolitanos en 2013, para el “desarrollo de su cantera de jóvenes talentos en
las categorías infantiles y juveniles para su formación competitiva”, según
anunció la academia de fútbol en sus redes sociales.
En
ese entonces, Giovanni comenzaba como director técnico del legendario New York
Cosmos -la franquicia que en algún momento de los años 70 fichó a Pelé y a Franz
Beckenbauer-, al que le dio cinco finales y tres victorias en la North American
Soccer League (NASL).
Durante ese exitoso paso como director
técnico, Giovanni Savarese firmó a figuras del balompié venezolano como Juan
Arango y Yohandry Orozco. Desde esa posición también firmó un convenio con el
controvertido abogado venezolano Mariano Díaz: en el acuerdo se preveía la
eventual cesión de jugadores de la plantilla del Cosmos a Metropolitanos F.C, en
calidad de préstamos.
“Favorece que mi hermano y yo seamos de
cierta forma parte de la cabeza de ambos clubes. Él facilita las cosas para que
se haga esto”, opinó Hugo Savarese en entrevista publicada por la revista El Heraldo, en referencia al
pacto.

Mariano Díaz y Juan Carlos Ferro en el anuncio del acuerdo internacional. Foto Instagram Metropolitanos F.C.
Seis
años después, el 19 de diciembre del 2019, Mariano Díaz fue uno de los nueve
pasajeros a bordo de la aeronave siniestrada cerca del Aeropuerto de Charallave
Oscar Machado Zuloaga que no dejó sobrevivientes. En el accidente también
fallecieron el empresario Alejandro Suagart Bonnet, investigado por la Asamblea
Nacional por presuntos hechos de corrupción, y Humberto Vivanco, un militar que
fue contratista del Estado de acuerdo con el trabajo especial Outsourcing
Militar.
La cancha quedó pequeña
La
ambición de los Savarese en el mundo de los negocios tiene un comienzo distinto
al de enseñar a niños y adolescentes a maniobrar balones. Poco tiempo después de
ese inicio remoto, casi desaparecido y que no asoman en anécdotas públicas, los
hermanos fueron contratistas del Estado venezolano que lideraba entonces Hugo
Chávez Frías.
Todo
comenzó en noviembre del año 2002 cuando los hermanos registraron Inversiones
Fratelsa C.A. enfocada en el entrenamiento e instrucción deportiva “y al ramo de
la ingeniería y construcción”, según detalla el Registro Nacional de
Contratistas (RNC). Un peculiar objeto social que satisfizo primero la pasión
por el fútbol y luego la profesión de Hugo Savarese, quien es ingeniero civil
graduado de la Universidad Central de Venezuela (UCV). La empresa obtuvo ocho
contratos con el Estado venezolano entre 2004 y 2007, casi todos otorgados por
Corpovargas, institución de obras públicas del estado costero Vargas (hoy La
Guaira).
La
compañía se encargó de la estabilización de taludes en la Escuela Bolivariana de
Naiguatá, una obra que fue considerada por el entonces presidente Chávez en su
mensaje anual de gestión del 2004 como la de “mayor relevancia de ese tipo”,
detallando que tuvo un monto de 124 millones de bolívares, alrededor de 64.000
dólares según el cambio oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) para el
momento.
El
presidente, en esa misma rendición de cuentas dirigida a la Asamblea Nacional,
informó de la ejecución de varios proyectos para “generar condiciones más
seguras para los pobladores y visitantes”, en épocas en las que las lluvias
seguían recordando a los deslaves que dejaron miles de pérdidas humanas y
materiales en la región litoral en diciembre de 1999.
Con
ese fin la compañía de los Savarese realizó trabajos para el control de
sedimentos de la quebrada Maternidad en Macuto, en 2004, y para la minimización
de riesgos en la cuenca del río Camurí Grande en 2007. Además de que construyó
una presa para la retención de sedimentos en el río Migueleno –en otra serie de
contrataciones que Corpovargas otorgó a 21 empresas más para obras similares en
2005– por un monto de poco menos de 2.500 millones de bolívares, o 1,3 millones
de dólares según la tasa oficial de ese momento. Un informe del ente regional
reportó que la obra contaba con un avance financiero del 59,39% para el 28 de abril del
2006.

Informe de Corpovargas publicado en 2005, sobre el avance de algunas obras civiles en la entidad; incluye las ejecutadas por Fratelsa.
Con
el programa de Rehabilitación de Viviendas de Barrio, que arrancó inicialmente
con 6.650 millones de bolívares
–3,4 millones de dólares- para restaurar 1.109 viviendas en el estado
Vargas, también Inversiones Fratelsa tuvo participación al intervenir algunas en
los sectores populares del Mamo y Valle de la Cruz, de la parroquia Catia La
Mar. Se desconoce cuánto del monto total del proyecto fue asignado a la
empresa.
Inversiones Fratelsa también levantó,
contratada por la estatal Pdvsa, una represa en la quebrada de la microcuenca de
El Algodonal en la parroquia Antímano, esta vez en Caracas, la capital
venezolana, en 2007. Para el año siguiente, la empresa haría una actualización
de junta directiva y un segundo aumento de capital, luego de uno inicial en
2003.
Armando.info contactó a Hugo Savarese y
Alejandro Giraud a través de la dirección de prensa del Deportivo Petare y
solicitó entrevistas para conocer más sobre sus negocios y trayectorias. Sin
embargo, la respuesta fue negativa, según confirmó el jefe de prensa del club,
Alejandro Liporacci.
El coronavirus detuvo el partido
Recientemente, Giovanni Savarese, que
ahora dirige al Portland Timbers de Oregón, en el extremo noroccidental de
Estados Unidos, ha sido mencionado en las redes sociales por fanáticos como un
posible candidato para asumir la dirección técnica de la Vinotinto, luego de que
Rafael Dudamel renunciara hace meses al puesto y antes de la designación del
portugués José Peseiro. Se puede inferir que habría sido la coronación de un
propósito para Savarese, pues varias veces ha confesado que ese es uno de sus
máximos sueños.
El
proceso de escogencia del reemplazo de Dudamel se vio entorpecido por la
pandemia global del coronavirus. Durante el receso, de la noche a la mañana, la
Federación anunció la contratación de Peseiro, con lo que frustró la
candidatura, todavía latente, de Giovanni Savarese.
También la calamidad de la Covid-19
detuvo los movimientos de tierra en el estadio Brígido Iriarte de El Paraíso,
obra que supervisaba el propio Hugo Savarese en su condición de ingeniero. Los
planes terminaron de detenerse para el Deportivo Petare y los demás equipos
cuando la Federación Venezolana de Fútbol anunció la suspensión de la
competición de las principales divisiones el viernes 15 de mayo.
Nuevamente, la meta del club para
ascender a primera división ha quedado inconclusa. Desde que le pertenece a los
Savarese y Giraud, el deportivo no ha logrado hacerse con una victoria que
refresque el viejo palmarés del Deportivo Italia, travestido como Deportivo
Petare.
chevron_leftDesliza la imagen para ver máschevron_right
zoom_inHaz click sobre cada imagen para ampliar