El alicate global que se aplica a Rusia para presionar el fin de la invasión a Ucrania pasa por el congelamiento de los activos de los “oligarcas” rusos que apoyan al régimen de Vladimir Putin en varios frentes, desde el económico hasta el comunicacional. Una alianza de 25 medios ha elaborado una base de datos que ha detectado y rastreado los activos de este poderoso grupo, considerado la piedra angular del poder político del Kremlin
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Seguro desde antes, pero con una fuerza inusitada desde su llegada a la cúspide del Kremlin, la Rusia de Vladimir Putin ha sido controlada por un grupo muy reducido de personas: empresarios poderosos -mejor conocidos como “oligarcas”- y una casta de políticos. La simbiosis entre el poder económico y el poder político es el sino del régimen ruso que ha mostrado su cara más despótica desde el 24 de febrero al emprender la invasión contra Ucrania.
Esa oligarquía ha sostenido a Putin en el poder mientras se beneficia de un sistema clientelista a costa del pueblo ruso. Una parte considerable de las riquezas de estas personas se mantienen en el extranjero: cuentas bancarias suizas, lujosas mansiones en Londres, villas en Cerdeña, apartamentos de ensueño en Miami y yates.
Mucho se ha especulado sobre la acumulación de riquezas por parte del anillo del poder económico ruso. Por eso se inició una búsqueda exhaustiva del verdadero destino de esas fortunas.
Durante tres semanas, liderados por la plataforma de periodismo OCCRP (declarada hace un par de semanas como “indeseable” por el régimen de Putin, junto a decenas de medios y periodistas independientes), 80 periodistas de 25 medios de comunicación han confeccionado el Radar de activos rusos, la auditoría más completa que se ha publicado hasta ahora sobre el patrimonio que poseen fuera de Rusia algunos de los oligarcas y funcionarios más poderosos del país. Los activos detectados incluyen bienes raíces, yates, jets privados y acciones en empresas.
El punto de partida del proyecto es una lista de 35 personas señaladas el año pasado como "facilitadores y beneficiarios clave de la cleptocracia del Kremlin" por por el líder opositor Alexei Navalny, actualmente detenido en Moscú tras el intento de envenenamiento que buscó ponerle fin a su intento de convertirse en una alternativa política a Putin.
De ese grupo de 35 personas se han identificado más de 140 activos cuyo valor, en conjunto, supera los 17.500 millones de dólares. La lista solo incluye las posesiones cuya propiedad puede establecerse mediante pruebas documentales y otras fuentes fiables. Buscamos pruebas para diez bienes más, entre ellos valiosos aviones y yates, que tienen un valor combinado de 2.800 millones de dólares.
La lista que hoy se publica comienza con 16 oligarcas rusos de los 35, agrupa activos conocidos y revela nuevos. Diariamente esta lista se ampliará y actualizará tanto los nombres del poderoso círculo económico de Putin, como de sus activos. Lo que vaya detectando el radar lo podrá consultar en español aquí https://cdn.occrp.org/projects/russian-asset-tracker/es/
En inglés: https://cdn.occrp.org/projects/russian-asset-tracker/en/
En ruso: https://cdn.occrp.org/projects/russian-asset-tracker/ru/
Especializado en el oficio de prestanombres como secuaz de Tareck El Aissami, con quien fue arrestado esta semana por lavado de dinero y demás cargos, el empresario Samark López ofreció una asistencia similar a otro amigo en aprietos. Según la fiscalía lusa, López abrió a su nombre una empresa en Islas Vírgenes solo para canalizar sobornos del Banco Espirito Santo de Portugal a Rafael Reiter, entonces gerente de seguridad de Pdvsa y mano derecha de Rafael Ramírez.
Un grupo de raperos afines al gobierno lleva casi un lustro buscando hacerse de los derechos de la música de su ilustre colega, fallecido en 2015 y calificado como el rapero más influyente de Hispanoamérica. Mientras voceros del oficialismo se suman al litigio, atacando al productor fonográfico de la obra de Canserbero, sus canciones, con letras de protesta contra el poder, se escuchan hasta en Miraflores.
La retención en Buenos Aires de un avión de carga de una aerolínea filial de Conviasa, así como su decomiso final, pusieron en la palestra las relaciones de la comercializadora venezolana Mundo Factory con empresas del Grupo Cartes, un conglomerado que ha sido señalado de inundar el mercado latinoamericano de tabaco ilegal y es propiedad de un expresidente paraguayo, sobre quien pesan sanciones de Washington. Tras esta maraña de relaciones, se asoma la familia de la primera dama, Cilia Flores.
Una disputa familiar por el control de la Universidad Arturo Michelena, en el estado Carabobo, está en el origen de una profusa madeja de corrupción educativa. Desde que se hizo del rectorado, Giovanni Nani Lozada, uno de los herederos, ha entregado decenas de títulos de diversos grados a amigos y relacionados que no habrían cumplido con los requisitos para obtenerlos. A cambio, el Rector ha ganado acceso a funcionarios públicos, jefes de cuerpos de seguridad y otras figuras de poder.
La participación de ProBiodiversa, una poco conocida organización ambientalista, fue una de las sorpresas en la operación de rescate del agonizante glaciar del pico Humboldt en Mérida, con la que Nicolás Maduro se apunta en la lucha contra el cambio climático. La relación de ese ente privado con las instituciones del Estado luce inusual, en tanto aparece, en vez del gobierno, como comprador en España del manto geotextil con el que se intenta, quizás inútilmente, detener el deshielo.
De los templetes de campaña electoral a grandes conciertos pop, Pedro Morejón se ha abierto camino como el empresario dominante en la industria del espectáculo en Venezuela. Para ello usa valiosas conexiones y el padrinazgo de jerarcas como Diosdado Cabello. Pero así será el sigilo con que actúa que, pese a esos lazos con el régimen del que fue ministro, a través de terceros sigue manejando en Estados Unidos varias empresas, entre ellas, MiTickera, a la que fluyen sus ingresos por boletos.