Martín Lustgarten, de lavador profesional a delator de sus antiguos clientes

Las filtraciones de los FinCEN Files revelan transacciones sospechosas vinculadas al empresario austríaco-venezolano que multiplican por siete los 100 millones de dólares por los que fue acusado de lavado de dinero en 2015. Sus habilidades le permitieron escapar de las investigaciones y ahora el experto financiero se ha dedicado a guiar a los fiscales federales por el tinglado de corrupción operado por el ex banquero francés Charles Henry De Beaumont, que incluye a empresarios y funcionarios del régimen de Nicolás Maduro. Es decir: sus antiguos clientes.
Hace unos
años, el experto financiero venezolano Martín Lustgarten se encontraba en una
prisión federal, acusado de lavar millones de dólares de narcotraficantes
latinoamericanos, y enfrentaba el riesgo de pasar el resto de su vida tras las
rejas. Pero hoy Lustgarten es un hombre libre y vive en un lujoso apartamento
con vista a la Bahía de Biscayne, en Miami, Florida, gracias a que los fiscales
federales de Boston, Massachussets, manejaron su caso tan mal que al final el
Departamento de Justicia de Estados Unidos no tuvo más alternativa que
abandonarlo.
Lustgarten continúa disfrutando de la
fortuna que
acumuló como operador del mercado cambiario y financiero para algunos de los
cleptócratas venezolanos que actualmente son investigados en Estados Unidos bajo
sospecha de robar miles de millones de dólares de fondos venezolanos que luego
aparecieron en cuentas bancarias de Suiza, Hong Kong, Panamá y
Miami.
Pero en vez de
ser blanco de una investigación, Lustgarten está ayudando tras bastidores a
los fiscales federales a armar los casos contra sus antiguos clientes. Después
de admitir que violó los términos de su visa a finales del 2015, Lustgarten ha
estado asistiendo a los fiscales de Miami en las investigaciones sobre un gran
tinglado de lavado de dinero operado por un ex banquero francés que trabajaba en Suiza, empresarios y
funcionarios del régimen de Nicolás Maduro.
Esos esfuerzos
de cooperación llevaron a Lustgarten a guiar a los fiscales en la dirección
correcta y a entregar a los investigadores de Estados Unidos un disco duro que
había obtenido del ex banquero francés Charles De
Beaumont, quien
se había asociado con el venezolano después de que se fue de su banco, Compagnie
Bancaire Helvetique (CBH), de Ginebra, Suiza, a finales del 2012, dijeron varias
fuentes familiarizadas con sus servicios.
El disco duro
contiene documentos que detallan los negocios del banquero con el empresario
chavista Raúl Gorrín, así como con los hermanos Luis e Ignacio
Oberto, quienes
son investigados en Estados Unidos bajo señalamientos de hacer préstamos falsos
a la petrolera estatal venezolana Pdvsa, y que han entrado en la corte de la
llamada boliburguesía.
Las
investigaciones en Estados Unidos apuntan a que Lustgarten movía enormes
cantidades de dinero de sus clientes venezolanos.
Múltiples
Reportes de Actividades Sospechosas (SAR, por sus siglas en inglés) introducidos
ante el Departamento del Tesoro por HSBC Bank USA, señalan que numerosas
compañías pertenecientes a Lustgarten enviaron o recibieron al menos 402
millones de dólares entre 2010 y 2016. Otro SAR presentado por el Standard
Chartered Bank reveló que las empresas de Lustgarten, y sus filiales, realizaron
al menos 346 millones de dólares en transacciones con clientes internacionales,
incluso en Miami, entre 2007 y 2015.
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Los montos,
reportados por solo dos de los bancos con los que Lustgarten realizó
transacciones, son sorprendentes. Sumados, representan siete veces los 100
millones de dólares por los que fue acusado de lavar, a través de cuentas
bancarias estadounidenses, para los carteles de la droga colombianos y mexicanos
en el caso que fue presentado originalmente en su contra por
fiscales federales de Boston. El caso luego fue transferido a Miami, donde tuvo
lugar la mayor parte del presunto lavado, pero fue desestimado al final porque
los fiscales de Boston no pudieron obtener, de manera oportuna para ir a juicio, un lote de pruebas cruciales del
banco suizo.
Entran en los SAR
La avaricia y
la manera en que Lustgarten traicionó a sus clientes quedaron plasmadas en una
filtración masiva de SAR que colocó en manos de cientos de periodistas más de
2.100 reportes elaborados por funcionarios bancarios después de que detectaron
transacciones irregulares o sospechosas de esconder operaciones de
lavado.
Los documentos
confidenciales filtrados, que son el equivalente financiero de informes de
inteligencia no confirmados, fueron obtenidos por Buzzfeed News y luego
compartidos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ
por sus siglas en inglés) y 108 medios, entre ellos el Miami Herald, Nuevo Herald —del grupo McClatchy— y Armando.info. Las historias elaboradas
en base a los documentos están siendo publicadas como parte de una serie llamada
FinCEN Files, en referencia a la Red de Control contra Delitos Financieros
(FinCEN, por su acrónimo en inglés), unidad de inteligencia financiera del
Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La
investigación periodística demuestra que, cuatro años después de la publicación
de los llamados Panama Papers —serie periodística también coordinada por el ICIJ que demostró cómo el dinero sucio es
trasladado de un punto a otro a través de compañías de maletín—, las operaciones de este tipo de lavado de
dinero continúan en auge y que Miami sigue siendo uno de sus ejes más
importantes, especialmente en lo que concierne al dinero
venezolano.
En el caso
venezolano, este tipo de operaciones ha estado facilitando a los carteles de la
droga y a los cleptócratas del régimen chavista un cómodo instrumento para lavar
sus fortunas, haciendo uso, primero, de las compañías de maletín y, luego, de
bancos y otros legítimos integrantes del sistema financiero internacional,
señalan las autoridades estadounidenses. El sistema también ha conducido a la
pérdida de miles de millones de las arcas del Estado, creando las condiciones de
la actual pesadilla hiperinflacionaria, de hambruna y violencia, que ha empujado
a millones de venezolanos a buscar refugio en otras
naciones.
Lustgarten,
considerado como un mago de las finanzas tanto por sus amigos y por sus
enemigos, ganó millones de dólares al ejecutar múltiples operaciones financieras
que hoy aparecen descritas en los informes bancarios como actividades
sospechosas de lavado. Fueron sus conocimientos sobre los íntimos detalles de
esas operaciones los que le permitieron congraciarse con las fiscalías
federales, incluso cuando previamente había sido descartado por la Agencia
Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) como informante
confidencial tras generar la sensación de que a veces
mentía.
Confesiones por email
Su
especialidad era la recolección de dólares provenientes de distintas fuentes
mundiales para luego transferirlos a través de compañías de maletín a todo tipo
de clientes, incluyendo a empresarios legítimos que necesitaban adquirir monedas
duras para seguir operando con sus negocios en Venezuela bajo el estricto
control cambiario impuesto desde 2003 por el fallecido presidente Hugo Chávez y
mantenido después, aunque en una versión más laxa, por su sucesor desde 2013,
Nicolás Maduro.
En una
reveladora conversación realizada a través de correos electrónicos, Lustgarten
le comentaba a De Beaumont que sus conocimientos eran apreciados por las
autoridades de Estados Unidos, con las que ya había estado
conversando.
“No (muchas)
personas pueden hacer lo que yo hago o saben cómo lo hago”, Lustgarten le dijo
al banquero De Beaumont en abril del 2014, un año antes de ser arrestado bajo
cargos de lavado de dinero vinculados con operaciones del narcotráfico. “Y
disfruto de un alto nivel de protección porque yo ya he entregado a un par de
narcotraficantes y a un tipo (…) que operaba con Irán”, agregó antes de explicar
que brindó información a las autoridades sobre los narcotraficantes “porque no
tuve más alternativa” y sobre “el tipo de Irán solo por
diversión”.
La última
línea de ese mensaje sorprendió a De Beaumont: “Entregar gente solo por
diversión. ¿Por un segundo te das cuenta de lo que escribiste?”,
respondió.

En un intercambio de correos el ex banquero francés Charles De Beaumont recomendó a Martín Lustgarten dejar de cooperar con la justicia estadounidense en la delación de antiguos clientes: “Como amigo, creo que deberías dejar de hablar con esa gente”, le dijo.
“Te dije en
febrero que ellos me preguntaron sobre los Oberto y sobre Gorrín. Y he mantenido
mi boca cerrada”, respondió Lustgarten. “Y la última vez te dije que no me
provoca seguir protegiendo más a los Oberto. ¿Qué tiene eso que ver
contigo?”.
En un momento
dado de la conversación, De Beaumont instó a Lustgarten a que dejara de hablar
con las autoridades. “Realmente creo, como un AMIGO, que deberías dejar de
hablar con esa gente, Martín”.
Lustgarten
respondió que apreciaba el consejo amistoso, pero insistió en que no tenía más
alternativa. “A veces uno se encuentra entre la espada y la pared (…) Cuando
entablé una relación con ellos, habían congelado todo nuestro dinero y solo
estaban dispuestos a soltarlo a cambio de información de un cliente que (…)
estaba lavando a través de nuestras cuentas (…) Cada tres meses ellos se reúnen
conmigo y me dan una lista de gente que ellos consideran de interés. Tengo que
mantenerme alerta”.
Continúan las delaciones
Lustgarten
terminó traicionando a los hermanos Oberto y a Gorrín, después de su arresto en
abril del 2015, en un intento por recuperar su libertad y los millones de
dólares que las autoridades federales habían congelado en sus cuentas bancarias
en Estados Unidos y Suiza, según muestran los registros de la corte
federal.
Finalmente
Gorrín fue acusado en 2018 de cargos de corrupción y lavado de dinero derivados
de los cientos de millones de dólares que los fiscales dicen que pagó en
sobornos al ex Tesorero Nacional de Venezuela, Alejandro Andrade, quien se
declaró culpable ante un tribunal del sur de Florida y está cumpliendo una
sentencia de diez años.
Las
autoridades congelaron todos los activos estadounidenses de Gorrín, incluyendo
24 propiedades de lujo en Miami y Nueva York. Su abogado, Howard Srebnick, no
respondió a una solicitud de comentarios.
De Beaumont,
quien trabajó para el banco CBH en Suiza y luego como corredor de bolsa
independiente, no ha sido acusado. Su abogado, George Yoss, tampoco respondió a
una solicitud de comentarios.

Un portavoz de CBH se negó a comentar si tenía una relación bancaria con Martín Lustgarten y aseguró que Charles De Beaumont dejó el banco a finales de 2012.
Después de
vivir en condominios frente al mar en Miami Beach durante los últimos tres años,
Luis e Ignacio Oberto recuperaron sus pasaportes venezolanos de las autoridades
estadounidenses en julio para visitar República Dominicana y posiblemente
otros países.
Aunque todavía se
encuentran bajo investigación, no se espera que los hermanos regresen al sur de
la Florida, dijeron las fuentes, que cuestionaron que las autoridades federales
no hayan intentado persuadir a los Oberto para que se quedaran en Estados
Unidos.
Cuando se le
preguntó por qué las autoridades devolvieron los pasaportes a los Oberto, la
Oficina del Fiscal de Estados Unidos en Miami se negó a formular
comentarios.
Los abogados
de los hermanos, Ed Shohat y David O. Markus, emitieron un comunicado en el que
fustigaron al Miami Herald y el Nuevo Herald, acusando a los dos
periódicos de participar en “un esfuerzo sostenido para presentarlos como
personas poco éticas involucradas en actividades criminales, torciendo y
estirando la verdad y los hechos de una manera totalmente infundada”. Y
agregaron: “Los Oberto no han sido acusados de nada y no están cooperando con
las autoridades estadounidenses”.
Otras piezas del rompecabezas
Según los
informes de actividades sospechosas presentados por HSBC Bank USA a la FinCEN
del Departamento del Tesoro, las empresas de Lustgarten realizaron transacciones
internacionales por cientos de millones de dólares con clientes comerciales,
incluidas varias empresas panameñas propiedad de Gorrín y de los hermanos
Oberto.
Entre los
datos reportados se señala que la empresa panameña de Gorrín, Bellsite Overseas
S.A., realizó nueve transferencias “sospechosas”, por un total de 55,5 millones
de dólares, a la empresa de Lustgarten, ANL Services Ltd., entre 2010 y 2012.
Las transferencias de Bellsite a ANL Services, agrega el informe bancario,
fueron justificadas como “financiamiento de órdenes de compra” o por “reembolso
de préstamos”. El HSBC Bank USA también señaló que “Bellsite es una entidad
registrada en Mossack Fonseca (el bufete de servicios offshore en el centro de
los llamados Panama Papers)”.
Según los
reportes, la empresa panameña de los hermanos Oberto, Violet Advisors SA,
transfirió seis millones de dólares en una transacción electrónica a la compañía
de Lustgarten, AL Services Ltd., entre 2010 y 2016. “Una revisión de las
contrapartes encontró que Violet Advisors SA está vinculada a un esquema de la
estatal Pdvsa para asignar dólares estadounidenses a entidades que desean
deshacerse de bolívares venezolanos. Violet Advisors fue identificada como una
de esas entidades”.
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Violet
Advisors transfirió cuatro millones de dólares en una transacción a AL Services
Ltd., de Lustgarten, el 22 de marzo del 2012, utilizando una cuenta en la
sucursal de UBS AG en Stamford, Connecticut, según un informe presentado por
Standard Chartered Bank.
Los ejecutivos
de HSBC dijeron en un informe de 2017 presentado ante el FinCEN que las
“transacciones sospechosas” de las empresas de Lustgarten parecían coincidir con
el esquema detallado en la acusación “presentada contra él en 2015”. El reporte
bancario, como ha quedado demostrado en los FinCEN Files, en este caso llegó
mucho tiempo después de que se cometieron las transacciones sospechosas.
El jugoso mercado de las permutas
Lustgarten, de
55 años, se negó a ser entrevistado para esta historia. Su abogado defensor,
Nathan Diamond, también declinó hacer comentarios.
Diamond logró
que se desestimara el caso de lavado de dinero de su cliente a finales de 2015,
después de que persuadió a un juez federal en Miami para que ordenara a los
abogados del Departamento de Justicia a que procedieran bajo la modalidad de un
“juicio rápido”. Así, los fiscales no lograron obtener a tiempo un lote de
pruebas bancarias cruciales de las autoridades suizas al iniciarse el juicio y
se vieron obligados a retirar los cargos de lavado de
dinero.
Antes de su
arresto en 2015, Lustgarten era conocido como un experto financiero que despuntó
durante la presidencia de Chávez cuando se implementó el control cambiario en
Venezuela. Asesoró a clientes en el lucrativo mercado de la permuta, un mecanismo legalmente
admitido por el que los bonos denominados en dólares se compraban en bolívares
y, a menudo, se vendían en dólares en el extranjero.
Estos
instrumentos se convirtieron en una fuente útil de divisas para las
multinacionales y las grandes empresas venezolanas que tenían dificultades para
cambiar sus bolívares por dólares en Venezuela, debido a las restricciones
cambiarias impuestas por el régimen.
El mercado de
permuta, sin embargo, también se convirtió en un instrumento ideal de lavado de
dinero, según investigadores estadounidenses, que permitió a cleptócratas y
narcotraficantes limpiar sus dólares sucios, vendiéndolos por bolívares en el
mercado negro venezolano para, luego, usar esos bolívares para comprar bonos en
dólares emitidos por el gobierno que podían ser canjeados por dólares limpios en Panamá u otros
países.
Lustgarten,
quien nació en Venezuela pero también tiene ciudadanía austríaca, se destacó en
estas complejas transacciones internacionales. Pero también ganó enemigos como
consecuencia de sus tratos financieros, y se convirtió en el principal
sospechoso de un doble asesinato de dos asesores
financieros ligados a él en Venezuela, según investigadores
policiales en el país sudamericano.
Hace una
década, Lustgarten expandió sus servicios financieros cuando se asoció el
empresario venezolano, Eduardo Enrique Soto Wannoni, para establecer juntos una
red de empresas en Panamá bajo la compañía holding ANL Services Ltd., que manejó
cientos de millones de dólares en transacciones para sus clientes, incluyendo
empresas controladas por Gorrín y los Oberto, según informes de actividades
sospechosas revelados en FinCEN Files.
En una
entrevista, Soto dijo que mantuvo una sociedad a partes iguales con Lustgarten
en ANL Services hasta principios de 2013, cuando su familia compró la
participación accionaria de Lustgarten en la empresa y en todas las filiales con
nombres similares. Soto también es dueño de una empresa llamada Arbitrage and
Lending Services Corp., en Boca Ratón, una lujosa localidad sobre la costa este
de Florida, pero dijo que no tiene relación con sus otras empresas en
Panamá.
El negocio de
los socios floreció entre 2010 y 2012, cuando Lustgarten entabló relaciones con
De Beaumont, así como con Gorrín y los hermanos Oberto, dijeron las fuentes. El
éxito de Lustgarten recaía en que él tenía acceso a dólares estadounidenses
dentro del restringido mercado cambiario venezolano.
“Inicialmente
comenzaron a hacer negocios con empresas legítimas”, dijo una fuente
familiarizada con la historia. “Pero Lustgarten es muy ambicioso y quería más. …
[Lustgarten] es un pionero en lo que luego se convirtió en el uso regular del
mercado de divisas venezolano para lavar las ganancias de las drogas y la
corrupción”.
Además del
holding ANL Services, Lustgarten poseía decenas de otros negocios financieros no
relacionados con su sociedad con Soto, según varios informes de actividades
sospechosas presentados ante la FinCEN.
Soto, dueño de
una casa en Boca Ratón, dijo que no cometió ningún delito y que habló con
fiscales federales en Boston en 2013 y con fiscales en Miami dos años después,
cuando comenzaron a investigar a Lustgarten y su red de
clientes.
“En todo
momento hicimos las cosas según las reglas”, dijo Soto al Nuevo Herald y al Miami Herald, al agregar que se veía a
sí mismo como un “facilitador” para ayudar a los clientes a mover dinero hacia y
desde sus empresas a través de cuentas bancarias internacionales y
estadounidenses. Soto dijo que nunca pagó dinero ni a funcionarios del gobierno
venezolano ni a terceros en ninguno de sus tratos con Lustgarten, Gorrín y los
hermanos Oberto.
Soto dijo que
ANL Services estuvo involucrado en transacciones por cientos de millones de
dólares con los hermanos Oberto y sus bancos suizos, como EFG Bank AG y CBH,
algunos de los cuales se citan en informes de actividades sospechosas. Soto
agregó que viajó a Ginebra en 2012 para reunirse con el banquero de CBH, De
Beaumont, y que Luis Oberto hizo las presentaciones.
El sendero de papel
Un portavoz de
CBH se negó a comentar si tenía una relación bancaria con Lustgarten o
cualquiera de sus asociados y también negó haber actuado mal, pues el banco ha
cooperado con las autoridades suizas y estadounidenses. Agregó que De Beaumont
dejó el banco a finales de 2012.
Un elemento
llamativo de los informes de actividades sospechosas presentados por HSBC y
otros bancos que son parte de FinCEN Files es que citan a un puñado de empresas
de Lustgarten que él poseía con Soto, pero no mencionan a Soto por su
nombre.
La razón: los
bancos que hicieron negocios con sus empresas antes de que Lustgarten fuera
acusado en abril de 2015 se centraron en Lustgarten, no en Soto. Incluso después
de que su caso de lavado de dinero fuera desestimado en diciembre, los bancos
continuaron presentando informes de actividades sospechosas de Lustgarten al
FinCEN.
La
investigación federal en Miami tardó años en desarrollarse debido a que los
fiscales necesitaban obtener registros de sus homólogos suizos sobre varias
cuentas de los hermanos Oberto y de otros venezolanos en EFG, CBH y otros siete
bancos, según la correspondencia entre abogados del Departamento de Justicia y
las autoridades suizas.
En enero de
este año, el Tribunal Supremo de Suiza ordenó a los bancos que entregaran las
pruebas. Y ahora que la pandemia del coronavirus mantiene la labor del gran
jurado federal en suspenso hasta finales de año, los fiscales deben decidir si
continúan con la acusación en la que vienen trabajando desde hace tanto tiempo
contra los Oberto, otros miembros de la élite empresarial de Venezuela, ex
funcionarios del régimen y De Beaumont, el banquero francés en el centro del
supuesto fraude de lavado de dinero de 4.500 millones de
dólares.
Las
investigaciones apuntan a que las élites empresariales venezolanas pagaron
enormes sobornos a los funcionarios del gobierno a cambio de otorgar préstamos
en bolívares a Pdvsa que luego eran cancelados en dólares, operación que
generaba cientos de millones de dólares en ganancias gracias a las distorsiones
del mercado cambiario venezolano.
La mayoría de
ese dinero sucio fue transferido a cuentas mantenidas en empresas fantasma por
los Oberto en CBH, y en el resto a sus cuentas en EFG y otras siete
instituciones financieras suizas en el esquema de fraude masivo, dicen las
autoridades estadounidenses en correspondencia oficial con sus contrapartes
suizas.
El caso de
lavado de dinero de 4.500 millones de dólares del Departamento de Justicia es el
más grande de tres investigaciones distintas con sede en Miami realizadas por la
oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI o Homeland Security Investigations) contra
supuestos cleptócratas venezolanos y sus socios. Hasta ahora, más de una docena
de acusados han sido procesados en el sur de Florida.

Cada año el FinCEN recibe más de dos millones de informes de bancos que aunque no pueden ser usados como pruebas, proporcionan datos cruciales a los investigadores para identificar operaciones y clientes sospechosos al mostrar la lógica de ciertas operaciones. Foto: Scilla Alecci/ICIJ
Los expertos
financieros y legales que han seguido los requisitos de informes confidenciales
de FinCEN desde mediados de la década de 1990, dicen que los informes de
actividades sospechosas están destinados a señalar actividades bancarias
irregulares. Tanto los bancos nacionales como los extranjeros son legalmente
responsables de conocer a sus clientes en virtud de la Ley de Secreto Bancario,
una importante ley diseñada para prevenir el lavado de
dinero.
Los informes
que los bancos presentan ante el FinCEN no se pueden utilizar como prueba ante
un gran jurado federal o en un juicio; no son informes judiciales y no están
sujetos a los requisitos de causa probable para ser elaborados. Sin embargo,
pueden proporcionar datos cruciales a los investigadores para identificar
operaciones y clientes sospechosos involucrados en operaciones ilícitas al
mostrar operaciones que carecen de una explicación lógica o
creíble.
“Los informes
de actividades sospechosas son el banco de datos más importante en el mundo de
la lucha contra el lavado de dinero”, dijo John Byrne, vicepresidente de AML
RightSources, una firma nacional de consultores. “Otorgan información importante
a las fuerzas del orden público, tan rápido como es posible, que permite ver qué
es lo que encaja y no encaja. Facilitan las investigaciones y mejoran los
programas generales contra el lavado de dinero”.
Byrne dijo que
los SAR pueden desempeñar un papel importante en detener la fuga de la riqueza
de un país extranjero por parte de empresarios sospechosos de pagar sobornos a
funcionarios corruptos a cambio de lucrativos contratos gubernamentales, una
práctica común en Venezuela que ha contribuido en el colapso del país petrolero.
“El hecho de que estén tomando dinero de los alimentos y los recursos de los
pobres es desgarrador”, dijo Byrne. “Ya sea en Venezuela o en Europa del Este,
es algo que nuestra comunidad debería hacer más para
detener”.
(*) Este reportaje contó con la contribución de: Shirsho
Dasgupta y Kevin G. Hall de la oficina de McClatchy en Washington
DC.