Un huracán de dólares de Alex Saab se formó sobre Antigua
El Global Bank of Commerce de esa isla caribeña asegura que en la actualidad no tiene nada que ver con el contratista colombiano, proveedor predilecto y ‘enviado especial’ del gobierno de Nicolás Maduro. Pero testimonios aseguran que por algún tiempo le sirvió como custodio y distribuidor de sus fondos. Se comprobó además que transacciones realizadas desde esa entidad con allegados y fachadas corporativas de Saab en 2016 y 2017 despertaron suspicacias entre funcionarios del sistema financiero de Estados Unidos.
Hubo
una época en la que Alex Nain Saab Morán no era tan conocido. Cierto que su
detención en Cabo Verde el pasado 12 de junio lo colocó en los titulares de la
prensa de medio mundo y hasta obligó al régimen chavista a admitir una relación
que durante años mantuvo en la sombra. Pero mucho antes del trance que ahora lo
tiene al borde de la extradición a Estados Unidos, ya en el sistema financiero
internacional se iban encendiendo poco a poco las alarmas por los movimientos de
dinero que hacían algunas de sus opacas estructuras societarias registradas en
Panamá, Suiza o Hong Kong, tras obtener millonarios contratos de distinta índole
en Venezuela.
De
ello hay rastros en algunos de los Reportes de Actividades Sospechosas (SAR, sus
siglas en inglés) presentados por bancos estadounidenses a las autoridades de la
Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN, por su acrónimo en inglés) del
Departamento del Tesoro de Estados Unidos, e incluidos en la filtración que
obtuvo BuzzFeed News y compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas
de Investigación (ICIJ), así como con otros 108 medios de todo el mundo -entre
ellos, Armando.info-, para dar lugar al presente proyecto de los
FinCEN Files.
Mucho
antes de que Saab fuera calificado como “testaferro” del propio Maduro e
incluido en la lista de la Ofac (Oficina de Control de Activos Extranjeros,
también adscrita al Departamento del Tesoro), o de que el chavismo lo ascendiera
a la condición de “enviado especial” del Gobierno, esos documentos secretos
arrojaban pistas sobre los bancos que el principal proveedor del régimen
chavista utilizó para colocar fondos, así como de otras fachadas financieras
utilizadas para intentar blanquear operaciones, especialmente las ligadas al
negocio del suministro de alimentos para los Comités Locales de Abastecimiento y
Producción (Clap), el programa con el que el gobierno de Nicolás Maduro vende
alimentos subsidiados a los sectores pobres de la población y que a la vez
funciona como un instrumento de control
político.

Documentos bancarios prueban que mucho antes de haber sido tildado como “testaferro” de Nicolás Maduro y finalmente capturado en Cabo Verde, los movimientos bancarios de Alex Saab encendieron las alarmas del sistema financiero internacional.
El
2 de marzo de 2017, la empresa Group Grand Limited transfirió 5,5 millones de
dólares en favor de la mexicana Jaifar Comercial por “paquetes de comida”. El
dinero salió de una cuenta bancaria en el Global Bank of Commerce, de Antigua y
Barbuda, hasta el Banco del Bajío en México. Group Grand Limited está
domiciliada en Hong Kong y es apenas una, aunque quizás la más sonada, de las
compañías fantasmales con las que Alex Saab y su socio, el también colombiano
Álvaro Pulido Vargas, controlaron desde su inicio en 2016 el millonario negocio
del suministro de alimentos para los Clap.
Esa
misma transacción por 5,5 millones de dólares etiquetada como sospechosa en los
documentos de la FinCEN está incluida en la denuncia DEN-UIF-40-2018
que, un año después, formuló la Unidad de Inteligencia Financiera de México
ante la Fiscalía de ese país contra las empresas de Saab y Pulido por la venta a
Venezuela de alimentos de mala calidad y con evidentes
sobreprecios.
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Para
el momento de la transferencia entre Group Grand Limited y Jaifar Comercial, la
sociedad registrada en Hong Kong había recibido al menos un contrato por 340
millones de dólares de parte del gobierno de Maduro. Meses después, en julio de
2017, consiguió otro con Corpovex, la estatal venezolana encargada de
centralizar las importaciones públicas, por poco más de 425 millones
de dólares. Ese mismo año también firmaría al menos dos convenios más por
154,4 millones de dólares para importar medicinas de la
India, promesa que cada tanto repetía Maduro para calmar el severo
desabastecimiento de medicamentos que por entonces ya sufría el
país.
En
público, en cambio, Alex Saab lo negaba todo. Negaba su vinculación a Group
Grand Limited, pese a que en abril de 2017
Armando.Info había revelado que uno de sus hijos, Shadi Nain Saab,
fungía como director de la empresa, o que en agosto de ese año la fiscal
venezolana en el exilio, Luis Ortega Díaz, lo señalaba de manejar la compañía
como testaferro de Nicolás Maduro.
“No
hago parte de la empresa vinculada a los alimentos”, afirmó Saab al diario
colombiano El Tiempo el 25 de agosto de 2017. Negaba también conocer a
Maduro “más allá de un par de actos protocolarios”. Paradójicamente, nada más
ser detenido el pasado 12 de junio en Cabo Verde, la Cancillería de Maduro
calificó a Saab como el “enviado especial” del Gobierno que, precisamente, se
encargaba de las compras de alimentos para los Clap y de medicinas para atender
la crisis de la Covid-19.
Entre
los documentos de la filtración de los FinCEN Files se encuentra otra prueba de
la relación de Saab y Group Grand Limited: en enero de 2016, la sociedad
inscrita en Hong Kong y con cuenta en el Global Bank of Commerce de Antigua y
Barbuda transfirió casi 150.000 dólares a Cynthia Certain Ospina, quien para ese
momento ya era ex esposa de Alex Saab, a una cuenta bancaria en Panamá; en marzo
de 2017 hubo otra transferencia por 36.465 dólares a una empresa colombiana de
reservas de eventos y espectáculos justificada como “pago de reserva de
hotel”.

Pese a que Shadi Nain Saab fungió como director de Group Grand Limited, Alex Saab rechazaba cualquier relación con la firma que terminó controlando buena parte de los suministros para los CLAP.
El
total de transacciones sospechosas de la sociedad que a la postre concentraría
cientos de millones de dólares en contratos con el régimen chavista, incluidas
en los documentos de la filtración de los FinCEN Files, suma 7,6 millones de
dólares, un monto pequeño comparado con las cantidades amasadas en Venezuela,
pero revelador sobre el curso de sus negocios.
Group
Grand Limited fue finalmente incluida en la lista de la Ofac del Departamento
del Tesoro en julio de 2019 por formar parte de una “vasta red de corrupción que
ha permitido al expresidente Nicolás Maduro y a su régimen beneficiarse
significativamente de la importación y distribución de alimentos en Venezuela”.
Pero,
de acuerdo a lo visto en los documentos de la FinCEN que ahora se revelan, Group
Grand Limited no es la única de las sociedades controladas por Alex Saab y
Alvaro Pulido que activó las alarmas en el sistema financiero
estadounidense.
Su banco amigo
Otras
dos compañías del dueto, que lograron negocios con el chavismo, aparecen en los
informes bancarios. Se trata del Consorcio de Estructuras Metálicas Modernas,
con la que a finales de 2013 el tándem colombiano logró un contrato de al menos
100 millones de dólares para la construcción de los denominados “gimnasios
verticales” impulsados por Nicolás Maduro a comienzos de su gobierno, y de China
Royal Industrial Limited, también inscrita en Hong Kong, y que fue beneficiaria
en la sombra de las subastas de dólares preferenciales autorizadas por Maduro en
2014 y proveedora de la extinta red estatal de Abastos Bicentenario, locales que
a la postre quedaron privatizados en manos del propio Alex Saab y rebautizados
como Tiendas Clap, bajo condiciones nunca explicadas por ninguna autoridad.
Sun
Properties LLC, inscrita en Delaware -un estado de la Unión que en la práctica
funciona como un paraíso fiscal dentro del territorio continental de Estados
Unidos-, y Salmex Assets Corp, de Panamá, no ejecutaron negocios en Venezuela,
pero también forman parte del entramado de Alex Saab y Álvaro Pulido, y aparecen
en los reportes.
Al
igual que Group Grand Limited, varias de estas empresas tenían cuentas en el
Global Bank of Commerce de Antigua y Barbuda. Desde allí se giraban
transferencias en dólares a cuentas bancarias de distintas partes del mundo, en
las que muchas veces el Crown Agents Bank Limited de Inglaterra sirvió como
banco corresponsal.

Al
ser consultado sobre las transacciones marcadas como sospechosas, el Global Bank
of Commerce indicó que “en este momento” no mantiene relación con las empresas
ligadas a Alex Saab, pero no contestó si las tuvo en el pasado. “Estamos en
condiciones de confirmar que en este momento nuestras cuentas no identifican
relaciones bancarias con ninguno de los nombres dados en su comunicación”,
respondieron vía correo electrónico sus voceros, tras advertir que las
regulaciones impiden suministrar cualquier tipo de información sobre los
clientes.
Fuentes
conocedoras de los negocios en Venezuela de Alex Saab y de su socio Álvaro
Pulido aseguran que, durante años, el Global Bank of Commerce fue uno de los
bancos más importantes para sus operaciones. Otros documentos obtenidos para
este reportaje confirman que Emmanuel Rubio González, hijo de Álvaro Pulido
-cuyo verdadero nombre es Germán Rubio-, o la sociedad panameña Global Foods
Trading, también ligada a la dupla colombiana, usaron por igual esa entidad
financiera para colocar el dinero proveniente de contratos con organismos
públicos venezolanos.
Por
su condición de “representante económico”, Alex Saab llegó, incluso, a manejar
una suerte de pasaporte diplomático de Antigua y Barbuda, emitido en 2014 por el
para entonces primer ministro de la nación insular, Gaston Browne, aliado
incondicional del chavismo en el Caribe y en foros internacionales como el de la
Organización de Estados Americanos (OEA). Tras el Global Bank of Commerce, Saab
también utilizó para el negocio de los Clap al North International Bank,
igualmente domiciliado en la isla, y perteneciente a banqueros venezolanos.
Por
su parte, el Crown Agents Bank Limited de Inglaterra negó que las empresas
relacionadas con Alex Saab estuvieran entre sus clientes, pero admitió haber
actuado como corresponsal del banco de Antigua y Barbuda. “Es información
pública que tuvimos una breve relación de corresponsalía bancaria con Global
Bank of Commerce. Esto se terminó hace algún tiempo”, argumentó el banco tras
asegurar que han desarrollado una “estricta” vigilancia contra los delitos
financieros.
Los
documentos que forman parte de los FinCEN Files recogen las sospechas en torno a
transacciones realizadas, también desde el Global Bank of Commerce y con la
corresponsalía del Crown Agents Bank Limited, de personas que desde Caracas han
tenido responsabilidades estratégicas en los negocios de Saab y Pulido: Víctor
Alfaro, Andreína Fuentes Mazzei, Ana Jeannette Guillermo Luis, Adrián Perdomo -a
quien Maduro designó en 2018 como presidente de la estatal Minervén-, o David
Faraco, piloto privado de Alex Saab, figuran entre
ellas.

Global Foods Trading, controlada por Emmanuel Rubio, hijo de Álvaro Pulido, también fue cliente del Global Bank of Commerce.
Otros parceros
Aunque
la empresa panameña Salmex Assets Corp no realizó negocios en Venezuela, una de
sus transacciones, marcada como sospechosas por los bancos y revelada en los
FinCEN Files, dibuja un trazo que conduce a otra de las fachadas financieras
usadas por Alex Saab para controlar el negocio de los Clap.
Se
trata de un pago por casi 1,3 millones de dólares realizado en marzo de 2017 por
Salmex a la sociedad Heimdal S.A, también inscrita en Panamá. El motivo de la
transferencia, de acuerdo a los informes bancarios, fue la “consultoría de
productos: alimentos latinoamericanos”. Heimdal S.A está administrada por Jorge
Guillermo Wuerms, ciudadano suizo, que tuvo residencia en Panamá, que está
igualmente vinculado a los negocios de los colombianos Alex Saab y Álvaro
Pulido.
“Salmex
era una empresa usada por Saab, no para contratos, sino que seguramente se usaba
para pagar utilidades o comprar activos”, presume una fuente que prefiere el
anonimato.
Tanto
Wuerms como Javier Ernesto Betancourt Valle, abogado colombiano y ex cónsul de
ese país en Nueva York, son los propietarios cada uno con 50% de las acciones de
la sociedad Asasi Food FZC, registrada en Emiratos Árabes Unidos, que a su vez
forma parte del tinglado que levantaron Saab y Pulido para controlar el negocio
de los Clap. Además, Javier Betancourt llegaría a figurar como director de Group
Grand Limited, la empresa de Hong Kong, junto al hijo de Alex
Saab.
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Asasi
Food FZC fue la sociedad que Saab y Pulido usaron para la firma de los contratos
con el chavismo luego de que Group Grand Limited fuera descubierta por la prensa
y señalada por las autoridades mexicanas en octubre de 2018 como responsable de
la venta a Venezuela de alimentos de mala calidad con sobreprecios. Entre 2017 y
2018, Asasi Food FZC firmó contratos con la estatal Corpovex por casi 550
millones de euros, siendo el mayor uno para el suministro de los Clap por algo
más de 345 millones de euros.
En
julio de 2019 la sociedad de nombre Asasi Food, pero terminada en FZE al estar
registrada en otro de los Emiratos Árabes Unidos, también fue incluida en las
sanciones del Departamento del Tesoro contra la red de sociedades usadas por
Alex Saab y Álvaro Pulido para manejar en la sombra el millonario negocio de
suministros para los Clap.
Otros
documentos vistos para este reportaje no sólo prueban que Jorge Wurms y Javier
Betancourt son los propietarios en papel de Asasi Food FZC, sino que idearon una
estructura financiera para que las sociedades Heimdall S.A. y Heimdall AG, ambas
inscritas en Suiza y pertenecientes a Wuerms, y la panameña Branil Overseas S.A,
pudieran recaudar y mantener en su poder los dineros de Asasi Food. Ni Wuerms ni
Betancourt contestaron a las peticiones de entrevista para este reportaje. El
bufete de Baltasar Garzón, que forma parte del equipo legal de Alex Saab,
tampoco contestó la solicitud.
En
conjunto, Group Grand Limited y Asasi Foodz FZC lograron contratos de la
administración de Maduro por alrededor de 1.500 millones de dólares, justo en el
momento en el que la crisis económica y social de Venezuela se
agudizaba.

Esos
movimientos bancarios sirven ahora para dibujar las rutas que tomó el dinero
salido de Venezuela y explican también las distintas investigaciones financieras
que le siguen a Alex Saab no solo en Estados Unidos, sino en Italia, Bulgaria,
el principado de Liechtenstein, Bélgica, México o en su Colombia natal. Unas
investigaciones que se suman a las que hace años inició la Fiscalía ecuatoriana
en su contra por el primero de los negocios que firmó con el chavismo a finales
de 2011. También confirman que, pese a esas sombras que desde el comienzo sus
negocios proyectaban, a Nicolás Maduro no le importó favorecerlo ampliamente
desde 2013 hasta el día de su detención el pasado 12 de junio en Cabo Verde.