Lo que pasó en Tulum no se quedó en Tulum
En el balneario y sitio arqueológico maya del litoral de México, el sol y las redes sociales arrojaron una luz inusitada sobre el mayor cónclave que se recuerde de modelos e 'influencers' venezolanas. Fue en enero reciente y la ocasión era un festival de música electrónica que a la vez convocó a empresarios cercanos a los jerarcas de la Revolución Bolivariana. La concurrencia de las unas y de los otros permite hacer un retrato fidedigno del mundo donde se transan la sensualidad, el lujo y el poder.
Niloy,
una joven de 25 años, empuja delicadamente la puerta de vidrio con una mano; con
la otra sostiene el celular para grabar el breve recorrido. El paseo virtual
empieza por una cabaña a la orilla del mar en la localidad de Tulum, en el
estado mexicano de Quintana Roo, sitio arqueológico maya y nueva meca del
turismo de sol, arena y mar. No más abre la puerta se tropieza con una pequeña
piscina privada. La deja a un lado, desciende unos cinco escalones hasta llegar
a la arena y, desde allí, muestra el Mar Caribe a sus casi 30.000 seguidores de
la red social Instagram.
La
historia queda destacada junto a una compilación de imágenes y vídeos en los
que, más que paradisíacos paisajes, predominan las fiestas. Ella se muestra con
atuendos tan extravagantes como la manicura que exhibe en el vídeo de la
habitación: una noche con plumas en la cabeza, otra con decoraciones sobre la
piel.
No
está sola en el jolgorio. Le acompañan su inseparable mejor amiga, Aigil
–comunicadora social, como ella, recientemente egresada de la Universidad
Central de Venezuela (UCV)–, y al menos otras 28 modelos venezolanas, según un
cotejo elaborado por Armando.Info.
Se
supone que este jolgorio no debía ser divulgado. Pero en esta era de
selfies y redes sociales, el narcisismo y la necesidad de convalidar con
el colectivo un estatus recién adquirido y jamás soñado, suelen vencer a la
discreción. Así que no solo da a conocer imprudentemente por Instagram los
detalles de la delegación venezolana al Festival Esto es Tulum, que pretende
emular otras festividades hip como Burning Man o Coachella, y
especialmente al Day Zero Festival, la esperada fiesta de música
electrónica del 10 de enero de este año. También su cobertura de video revela la
trastienda del circuito de los patrocinantes que se ha establecido entre
los más exitosos magnates de la llamada boliburguesía, la logia de
empresarios que amasaron fortunas haciendo negocios con el chavismo gobernante,
y que extiende ese éxito económico a sus relaciones con algunas de las mujeres
más exuberantes del país, pretendientes a reinados de belleza y carreras de
modelo.
Tampoco
estuvo sola en la imprudencia. Decenas de fotos y videos circularon a principios
de año por las redes sociales, ofreciendo una mirada inusual aunque fragmentada
a ese submundo donde se encuentran el poder, el derroche y la sensualidad. Este
reportaje busca ofrecer una visión integral de lo ocurrido.

De acuerdo con una sistematización de datos de las asistentes a Tulum, elaborada por Armando.Info, la mayoría de las venezolanas compartían rasgos físicos y tenían vinculación, en su mayoría, con los certámenes de belleza Sambil Model y Miss Venezuela Earth.
Bajas colaterales
Una
primera víctima de la ostentosa filtración fue la candidatura de Megan Beci para
el próximo Miss Venezuela. Aunque representó al estado Amazonas en el mismo
certamen en 2017, Beci planeaba participar de nuevo este año. No obstante,
circuló con profusión una foto suya en Tulum, lo que bastó para que en las redes
la apodaran como Miss Tulum. Un par de meses después las autoridades del
concurso anunciaron su exclusión. Aunque al momento del anuncio no fueron
expuestos los motivos para la sanción, cinco fuentes con conocimiento de las
interioridades del caso aseguraron a Armando.Info que la participación de
la chica generaba constantes suspicacias entre los ejecutivos del Miss
Venezuela. El evidente patrocinio a su postulación de parte de altos
funcionarios del Gobierno hacía un flaco favor a la reputación de un evento que
viene de pasar una grave crisis por las revelaciones sobre una red de
prostitución armada tras bambalinas, que obligaron a suspenderlo en
2018.
Todavía
de mayor calado pareció ser otra baja: la de la relación entre Yobriele Ninoska
Vásquez Álvarez, mejor conocida como Ninoska Vásquez, o simplemente
Noshka, Miss Earth Venezuela 2017, y el denominado Zar de los casinos
de México, Javier Rodríguez Borgio, investigado por autoridades de su país
-junto a su hermano- por presunto lavado de dinero y compra de combustible
robado, y cuyos apellidos figuran en la investigación global de los denominados
Panama
Papers
de 2016
Aunque
luego se retractara, Rodríguez Borgio reveló en simultáneo con el viaje de las
modelos a México que fue patrocinante de la Miss Earth Venezuela 2017. “La
conocí de prepago”, afirmó, calificando a Vásquez con el argot que designa a las
damas de compañía. “Yo compré la corona. Ella nunca ganó”, fueron algunos de los
mensajes que aparecieron publicados en la cuenta de Instagram del mexicano,
quien luego atribuyó a la intervención de un hacker la seguidilla de
revelaciones.
En
una breve declaración que dio a Armando.Info, Vásquez acotó: “Si mi ex
compró la corona, debió decirme antes y no hacerlo a escondidas de mí. Según yo,
gané. Según él, pagó”.
chevron_leftDesliza la imagen para ver máschevron_right
zoom_inHaz click sobre cada imagen para ampliar
A la
prensa de farándula llegaron también capturas de pantalla de lo que parece ser
una conversación de WhatsApp en la que un conocido estilista venezolano,
Giovanni Laguna, ofrecía a Vásquez como dama de compañía con unas fotos
sugestivas en ropa interior
Laguna
aseguró a Armando.Info que las mencionadas capturas eran falsas. “Jamás
vendería a mi mejor amiga”, dijo, al referirse a la modelo de 27 años, aunque no
contestó a la reiterada pregunta de si había servido como intermediario entre
otras mujeres y empresarios, como aseguraba en una segunda publicación en la
cuenta de Instagram de Rodríguez Borgio. Esta publicación también fue eliminada.
Pero
al menos otras cuatro fuentes desvinculadas entre sí pero conocedoras de estas
conexiones aseguran que Laguna es parte de la red que conecta a mujeres con
patrocinantes.
Vásquez,
por su parte, aseguró que las mencionadas capturas no existen, “a menos",
alega, "de que sean un montaje”.
En
cualquier caso, las capturas que supuestamente la implicaban nunca vieron luz.
Periodistas de la fuente confirmaron que prefirieron abstenerse de darlas a
conocer tras recibir amenazas.
Lo
perfectamente comprobable es que Vásquez estaba en el cónclave de Tulum. La
propia modelo lo publicó el 8 de enero: un paisaje, acompañado por un mensaje
simple. “De la nieve al mar”, escribió, en referencia a su ubicación en días
previos en las montañas del Principado de Andorra, entre Francia y
España.

La publicación de Ninoska Vásquez el 8 de enero, desde Tulum, fue trasgresora. No solo desató la ira de Borgio, sino que desinhibió a las otras venezolanas a hacer sus publicaciones desde allí
Vásquez
insistió ante Armando.Info que ella había llegado hasta ahí por su
cuenta, sin patrocinio. “No soy prepago ni ando metida en esos eventos. Solo fui
a un festival, así como he asistido a muchos, y ya había asistido a ese festival
un año antes”, argumentó.
Laguna en el relato
El
contrapunto de menciones en redes sociales arrojó luz así sobre un evento y un
círculo con sus propios códigos y celebridades construidas desde las redes
sociales. Aparecen mujeres para las que en otros tiempos se usaba el
calificativo de desbordantes, rodeadas de lujos, marcas premium y, en
general, de excesos -que no sean de ropa-, siempre en un ánimo fiestero. Su
voluptuosidad las pone en la mira de los patrocinantes, y su ostentación en la
de plataformas como Instagram. Su auge ha dado pie a una cultura, la
tusi, el apodo con que se conoce a una de las drogas emblemáticas de esa
juerga, la anfetamina alucinógena 2C-B o cocaína rosa, así también
conocida aunque de ningún modo comparta origen y efectos con ese narcótico
natural. Una popular cuenta de redes sociales, Tusitanrosa, se nutre a
diario con viñetas de ese mundillo, cuya factibilidad depende de la generosidad
de sus mecenas.

La cuenta en redes sociales @tusitanrosa ha popularizado el término “tusi” para referirse a las mujeres que reciben bienes o dinero a cambio de servicios sexuales o compañía
Fiestas
como la de Tulum constituyen el hábitat natural de estas beldades, del tusi
y de las transacciones donde se intercambian compañía o favores sexuales por
apoyos a un estilo de vida que de cualquier otra manera parecería fuera del
alcance de sus beneficiarias. Aún así, el destape de Tulum resultó inusitado:
por las indiscreciones de sus asistentes, la indignación que provocaron en redes
sociales, y hasta por un hecho sangriento: unos turistas mexicanos fueron
apuñalados tras ser confundidos con narcodetallistas. El evento tuvo que ser
suspendido y quedó bajo una atención indeseada de la prensa. Pero ya los participantes, en su
mayoría, habían llegado, al menos a partir del 6 de enero, según los datos
recopilados para este reportaje.

La indignación por lo evidente acompañó miles de mensajes que se publicaron bajo las fotos de las asistentes a Tulum en la red social Instagram
De
la delegación venezolana, dos modelos confirmaron haber sido contactadas
directamente por el estilista Laguna, vía WhatsApp, poco más de dos semanas
antes del viaje a México.
“Te
quiero invitar a una fiesta top, con hombres exitosos”, se podía leer en los
mensajes de Laguna a estas chicas, al tiempo que las persuadía con la
participación de Vásquez y de otras conocidas modelos y de figuras de la
menguada televisión venezolana, como Osmariel Villalobos. “Es para que te
relaciones con gente bien. Es un plan todo pago. Estamos buscando alguien de tu
perfil”, insistía Laguna, según el relato de una de las mujeres
contactadas.
En una breve entrevista a través de Instagram, el joven de 26 años ni negó ni admitió haber hecho este contacto. Lo que la sistematización de datos que hizo Armando.Info de las asistentes a la fiesta sí alcanza a comprobar, en todo caso, es que al menos once de ellas tienen alguna vinculación con Laguna, incluyendo algunas de las menos conocidas. Estas, a su vez, funcionaron como una red repetidora, invitando y animando a otras amigas a acudir a la fiesta.

El diseñador venezolano Giovanni Laguna invitó a al menos dos modelos a asistir al plan todo pago de Tulum. Él no negó ni admitió haber hecho ese contacto. Sin embargo, es probada su vinculación con varias de las asistentes a Tulum, incluso con algunas de las más desconocidas.
Aunque Armando.Info pudo comprobar una amistad en Instagram entre Laura Zabaleta y el estilista Laguna, esta asegura no tener contacto ni relación de amistad con él ni con ninguna otra persona de la trama de Tulum. En posterior aclaratoria a Armando.Info, manifestó que viajó junto a un exnovio y otras parejas, a disfrutar del destino turístico.
Las
30 mujeres venezolanas lograron ingresar a territorio mexicano en los primeros
días de enero, pese a las crecientes
restricciones
para turistas suramericanos en los aeropuertos de México. Nada más en 2019,
2.900 venezolanos fueron inadmitidos para entrar a México, según cifras
extraoficiales suministradas por el representante de la Comisión de Política
Exterior de la Asamblea Nacional venezolana en ese país, Reinaldo
Díaz.
Que
lo hayan logrado, para los entendidos, no es sorpresa. Es un secreto a voces que
las mafias de este país imponen sus deseos de quién entra y quién no. Y, en este
caso, las bandas de la zona de Cancún habrían dado la orden de que las chicas
ingresaran.
Para
muchas no era su primera vez en México. De hecho, al menos tres de las modelos
venezolanas que asistieron a Tulum se jactan de tener contratos con agencias de
modelaje de ese país. Otras no los han firmado aún pero tienen agentes en ese
país, que les consiguen trabajos a destajo. El mercado, en cualquier caso,
parece estar ávido de venezolanas.
De
hecho, algunas de las asistentes a Tulum, como Jhosennys Daniela Sotillo Siso,
segunda finalista del Sambil Model 2017, vinieron desde otras ciudades
mexicanas, donde vacacionaban o ya se habían establecido. Algunas pocas, como
Vásquez, volaron desde otros países. El resto llegó a Tulum directamente de
Venezuela.
“Ya
el 2 de enero estaba en México”, aseguró a Armando.Info
Jhosennys, quien en redes sociales solo se identifica como
Daniela Sotillo. De acuerdo con su versión, viajó desde Ciudad de México hasta
Tulum, costeando su propio pasaje. No quiso ahondar en si había hecho lo mismo
con otros gastos del viaje, como estadía y alimentación.
Sin
duda, Osmariel Villalobos era el nombre más reconocible de las asistentes. “Hoy
desperté en este paraíso”, publicó la otrora animadora, tan pronto como el 6 de
enero. Tan solo en el mes anterior a la publicación, esta maracucha de 31 años
había mostrado a sus más de tres millones de seguidores en Instagram fotos desde
Panamá, Estados Unidos, otras ciudades de México, Colombia y República
Dominicana. Después de Tulum repetiría varias de estas
locaciones.
Ese
lunes en el litoral caribeño de México, se presentó el DJ Black Coffee, a quien
describen también como un influyente productor. El estilista Laguna también
estuvo en Tulum y pudo retratarse junto a él. El 8 de enero subió una foto con
él a su cuenta de Instagram, como parte de aquella rutina que tenía de enseñar
sus actividades por esta red social. Pero desde ese día dejó de hacerlo, y sus
casi 230.000 seguidores lo han notado.
chevron_leftDesliza la imagen para ver máschevron_right
zoom_inHaz click sobre cada imagen para ampliar
“Yo
fui como todos a disfrutar”, dijo Laguna a Armando.Info para esta nota.
Aunque se le insistió en los señalamientos de Rodríguez Borgio y otros, él optó
por el silencio. Laguna define a Vásquez como su muñeca, su musa, su mejor
amiga, su amor o “more”. Comparten
más que una amistad, que no ocultan en redes sociales. Son coetáneos y paisanos,
pues provienen de zonas humildes de Barquisimeto, la capital del occidental
estado Lara. Cada tanto y a diferencia de Vásquez, Laguna recuerda ese origen,
entre fotos de los viajes que, como ella y las demás modelos, también hace por
el mundo.
En
febrero de 2019 el esposo de Laguna, otro reconocido estilista venezolano,
Franklyn Salomón, registró una compañía de responsabilidad limitada (LLC, por
sus siglas en inglés) en Florida, Estados Unidos, junto a Vásquez, bajo el
nombre Franklyn Salomon by Noshka, en la que el estilista y la modelo figuran
como directores y firmas autorizadas.
chevron_leftDesliza la imagen para ver máschevron_right
zoom_inHaz click sobre cada imagen para ampliar
La
inauguración del salón de belleza, ubicado en Miami Beach, fue el 20 de julio de
2019. Aunque no aparece en papeles, Laguna es parte activa del proyecto. De
hecho, lanzó en el marco de este su propia línea de extensiones para el cabello,
llamada Gio Hair Extensions by Noshka.
Además
de Laguna, una figura con peso específico en el mundo del estilismo y la
farándula, varias fuentes destacan que son muchos los maquilladores, estilistas,
diseñadores, fotógrafos, entrenadores, agentes y profesores de pasarela que
funcionan como intermediarios entre las modelos y sus “patrocinantes”.
No
siempre, sin embargo, su trabajo es tan evidente, intencional o lucrativo. “A
veces el enlace es algo tan sencillo como que el empresario le pide al
entrenador que le presente a la modelo en el gimnasio. Quizás no es algo de lo
que saque provecho, o al menos no inmediatamente”, asegura una fuente
conocedora, que prefiere, como todas, hablar desde el
anonimato.
Muñecas del mall
A
mediados del año pasado se conoció que el fotógrafo ìtalo-venezolano, Miguel
Leone Martínez -quien estuvo detenido entre 2015 y 2016 en México por
vinculaciones con el cartel mexicano de Jalisco Nueva Generación- era
proxeneta de mujeres de varias nacionalidades, entre ellas
venezolanas, a
quienes conectaba con narcotraficantes mexicanos, entre
otros.
El
diario Milenio de Ciudad de México filtró un audio
revelador en
el que se oye a Leone persuadir a una venezolana, que se identifica como Nairín,
de pasar unos días con Abigael González, alias El Cuini, en su lujosa
celda en la prisión en la que pagaba condena, a cambio de unos 3.500 dólares por
día, como ya lo habían hecho, antes, otra venezolana de nombre Jessica y algunas
colombianas, según se revelaba en el mismo documento sonoro.
De
la conversación se desprende que Nairín duda de ir a la prisión y de la suma que
le pagará el hombre. Ella le asegura que, en Caracas, por un día junto a un
cliente, ganaría 2.000 dólares. El fotógrafo, por su parte, se refiere a otros
viajes que organizaba para las modelos, según los gustos de los clientes, a
Estados Unidos y Europa.
Nairín
es el nombre de pila de Nairín Andreína Tirado Briceño, una modelo de 31 años de
edad que también fue a la fiesta en Tulum. Con su cabello castaño claro, largo,
no solo se acerca a los gustos de alias El Cuini; también tiene el perfil
que buscaron para aquella fiesta. Tirado no contestó a los mensajes que, a
través de correo electrónico y redes sociales, le fueron enviados por este
medio.

A mediados de 2019 se publicó un audio en el que un fotógrafo venezolano invitaba a una venezolana llamada Nairin a pasar un día con un presunto narcotraficante mexicano en una prisión de ese país. Entre las asistentes a Tulum está Nairin Andreína Tirado, del grupo de las Cuarto Bate del Sambil Model
Como
ella, al menos seis de las modelos que asistieron al viaje de México fueron
participantes del Sambil Model, el concurso de la cadena de centros comerciales
de la familia Cohen.
La
asistencia a la famosa playa durante los días de la fiesta no se limitó a
algunas de las participantes de este certamen. También acudió su directora,
Jenny Rosales.
chevron_leftDesliza la imagen para ver máschevron_right
zoom_inHaz click sobre cada imagen para ampliar
No
menos de diez fuentes aseguran que Rosales es uno de los enlaces entre las
concursantes y sus patrocinantes particulares, que en algunos casos son los
mismos patrocinantes del concurso.
Rosales,
aunque respondió a un primer requerimiento de Armando.Info, no contestó
el resto de los mensajes enviados a través de redes sociales o de su correo
electrónico.
Entre
los magnates de reciente data a los que se vio en el evento de Tulum de los
primeros días de enero, estuvieron Majed Khalil Majzoud, cuyos vínculos con el
régimen ya han sido publicados
por Armando.Info, y
el presidente tanto de la Liga Profesional de Baloncesto como del equipo
Bucaneros de La Guaira, Alinson Chacón. También un grupo de jóvenes empresarios
cercanos al régimen bolivariano, todos en sus 30, con negocios vinculados al
sector de los alimentos.
chevron_leftDesliza la imagen para ver máschevron_right
zoom_inHaz click sobre cada imagen para ampliar
Al
menos cinco fuentes aseguran que Chacón mantiene una relación con una de las
asistentes a Tulum, la animadora del canal privado Televén, Aigil Gómez.
Inicialmente, Gómez se mostró dispuesta a declarar sobre el viaje y la supuesta
relación con Chacón. Luego, sin embargo, dijo que prefería no hablar del tema.
“Ya es tiempo pasado y eso quedó atrás”, concluyó, en relación con el viaje.
Sin
embargo, de la defensa que hizo en sus propias redes sociales se desprende que
sí viajó a Tulum con un “novio”, cuyo nombre o rostro no ha revelado a sus más
de 138.000 seguidores de Instagram.
En
su breve conversación con Armando.Info, Jhossenys Daniela Sotillo ofreció
su versión de los hechos, que coincide con la de Laguna y Vásquez: “Fue
simplemente un viaje donde no se iba a modelar… Música electrónica, baby,
la gente en lo suyo, disfrutando”. La modelo también aseguró que había costeado
su pasaje y afirmó que solo asistió a dos fiestas del festival Esto Es Tulum,
pero no a las fiestas privadas como la de Black Coffee, para la que había que
pagar 150 dólares, ni al Day Zero Festival, del 10 de enero, con entradas
valoradas entre los 120 y los 300 dólares.

Además del Festival Esto es Tulum, que fue suspendido el 9 de enero, en la semana en la que estuvieron las venezolanas allí hubo fiestas privadas como el Day Zero Festival, con entradas valoradas entre los 120 y los 300 dólares.