La sombra de los negocios de su yerno cubre al general Rangel Gómez en México
De un día para otro, el exgobernador chavista del estado Bolívar entre 2004 y 2017, saltó del desmesurado exhibicionismo mediático al bajo perfil. Su partida a México completó el círculo del plan de retiro que se había venido preparando durante su gestión pública: ahora se alojaba en el mismo país donde florecían las empresas del esposo de su hija, a las que tanto había favorecido desde sus cargos en Guayana. Con sanciones financieras impuestas a su persona por Canadá y Estados Unidos, hoy Francisco José Rangel Gómez prefiere pasar agachado.
Nadie
abre la puerta de esta casa, la número 301 del bulevar Manuel Ávila Camacho 88,
en la lujosa colonia Lomas de Chapultepec, en Ciudad de México. El problema no
es solo la puerta. Tampoco atienden en su número de teléfono.
“Tengo
25 años aquí y nunca ha habido ninguna empresa, menos de metales”, dice Juan
Martín Sánchez Fregoso, un vecino. Pero hay documentos que confirman que esta es
la sede de una empresa que hace un par de años hacía las veces de agente naviero
y trader de metales, propiedad de Carlos Rodrigo González
Piazza, esposo de María Eugenia Rangel Escobar, hija esta del exgobernador del
estado Bolívar -la rica provincia minera, industrial e hidroenergética del sur
de Venezuela-, general retirado de División del Ejército, Francisco Rangel
Gómez, hoy sancionado por dos países: Estados Unidos y
Canadá.
El
elefante es literalmente blanco. La casa está pintada de ese color, veteado por
el tiempo y por el descuido. No muy lejos de allí, en Sierra Gorda 150, otra
casa blanca, la de Enrique Peña Nieto y Angélica La
Gaviota Rivera, dio lugar a un escándalo nacional que puso en jaque al
más reciente y quizá último Gobierno del PRI (Partido Revolucionario
Institucional).
Ahora,
todavía en tiempos de la Cuarta Transformación de López
Obrador, Lomas de Chapultepec es el refugio del poder y de las grandes fortunas
en la capital mexicana. Pero esta casa blanca ofrece signos de deterioro. A
manera de cortinas, cuelgan pedazos de tela en las ventanas. ¿Es una
empresa? ¿Metalúrgica? Los vecinos insisten en que no saben al
respecto.
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Según
documentos, Quimera Metals, una sociedad anónima de capital variable, tiene sede
en esta estructura abandonada. El 9 de junio de 2005, la Dirección General de
Asuntos Jurídicos del Ministerio de Relaciones Interiores de Estados Unidos
Mexicanos, a través de la Subdirección de Sociedades, autorizó su constitución.
El trámite está asentado en el folio 28231J35, con el número de expediente
200509014428.
La
Coordinación General de Puertos del Estado mexicano autorizó, en octubre de
2015, que un consorcio de tres empresas entregara, en comisión, a la firma Mexus
Shipping Sociedad Anónima su calidad de operador naviero en el puerto de
Veracruz, el principal del país. Las empresas autorizadas para ese movimiento
fueron: Glencore de México, Quimera Metals y Mexmarines Services. El objetivo de
la transacción fue que Mexus Shipping pagara comisiones a estas tres firmas para
actuar como su agente de navegación y representar a esas tres empresas en sus
negocios por vía marítima.
Tan
opaco y misterioso como la fachada de la sede de Quimera Metals es el rostro de
González Piazza. Su entorno próximo ha tenido más notoriedad que él. Su madre,
Marzia Rita Piazza Suprani, fue coronada Miss Venezuela de
forma interina en 1969 tras la renuncia de la ganadora del concurso de belleza
ese año.
Después
de 50 años de esa corona sobrevenida, la propia Piazza Suprani figura como
accionista minoritaria y secretaria de, al menos, otras dos empresas de su hijo,
según consta en el Registro Público de Comercio, en Ciudad de
México.

A los pocos meses de la llegada de Rangel Gómez se constituyó Quimera Metals
Una
de esas empresas es Inmobiliaria Capital 9, sociedad anónima de capital variable
(es decir, con fines de lucro y capitales divididos en acciones) dedicada a la
“enajenación, adquisición, arrendamiento, comercialización, administración y
permuta de bienes inmuebles”, constituida el 15 mayo de 2018 ante el notario
público número 235 de la Ciudad de México, Fernando Dávila Rebollar En el
documento constitutivo, Piazza Suprani, la madre, figura como secretaria en el
documento constitutivo. González Piazza, el hijo, como presidente.
Otra
es Arabian Soul Partners LTD, también sociedad anónima de capital variable. Se
constituyó el 3 de junio de este año por el fedatario número 244 de Ciudad
Cuauhtémoc, Celso de Jesús Pola Castillo. El objetivo de esta empresa es
únicamente criar caballos.
La
red de socios de González Piazza trasciende el lado materno. Otro nombre que
resalta en los documentos del Registro Público de Comercio es Marciano Verdi, un
joven de origen brasileño quien en varios videos de YouTube (en los que se le ve
con barba, camisas celestes y un buda dorado junto a una foto familiar de fondo)
pontifica sobre las bondades del emprendimiento: “Yo creo que ser emprendedor no
es algo que aprendes en la escuela. Uno tiene el perfil o no lo
tiene”.
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Y
Verdi lo tiene. Es inversionista mayoritario de Marcap Holding, sociedad anónima
de capital variable con duración indefinida, constituida el 5 de julio de 2017
en frente del notario público número 13 de Ciudad de México, Ignacio Soto
Sobreyra. Su objeto social es adquirir acciones, intereses, participaciones o
partes sociales de otros grupos mercantiles. Con
Verdi como inversionista mayoritario, con la misma figura de sociedad anónima de
capital variable, en la misma fecha, con el mismo notario, en la misma ciudad y
con el mismo objeto social, González Piazza constituyó otra empresa: Raw
Holdings. Pero
a diferencia de Verdi, su socio y gurú del emprendimiento; de su madre, exreina
de belleza; y de su suegro, el mediático exgobernador Rangel Gómez, González
Piazza no se entiende con los medios ni con las redes sociales. De ese racimo de
personalidades solo queda el perfil de Facebook de Quimera Metals con 41
“amigos”. En el muro apenas hay un comentario del 27 de abril de 2018: “Nefasta
la empresita. Nefasta la calidad de la gente que en ella
trabaja”. La última conexión desde la cuenta fue el 19 de julio de
2019, cuando alguien vio un mensaje en el que se solicitaba una entrevista para
este trabajo. No hubo respuesta.
También González Piazza,
el yerno del general retirado y exgobernador Rangel Gómez, parece que tiene lo
que hay que tener.
Después de la tormenta, el silencio que concede
El
entramado de intereses empresariales tejido por su yerno en México explica por
qué el general Rangel Gómez optó por aterrizar en la red de seguridad de ese
país al abandonar la Gobernación del estado Bolívar, que ocupó durante 13 largos
años.
El
modo en que dejó el cargo en octubre de 2017 fue en silencio, de muy bajo
perfil, casi antinatural para un gobernador que durante su gestión se había
caracterizado por una amplia exposición en medios.
Fue
en 2017. Fue al cabo de un fraude electoral en cuya ejecución sin duda
participó.
Por
esos días, en las calles de la capital del estado, Ciudad Bolívar -la antigua
Angostura, a orillas del río Orinoco-, el opositor, exdiputado y exgobernador
Andrés Velásquez denunciaba que el oficialismo quería desconocer su triunfo
electoral para el cargo de Gobernador del Estado. Sus gritos se mezclaban con
las consignas y el sudor de sus seguidores, el calor soporífero y los gases
lacrimógenos que, de vez en cuando, disparaba la Guardia Nacional para reprimir
la protesta. Todo ocurría a pocos metros de la oficina regional del Consejo
Nacional Electoral (CNE).
La
elección había sido el domingo 15 de octubre de 2017. Al final de la jornada la
presidenta del CNE, Tibisay Lucena, anunció desde Caracas que todavía no había
resultado para la Gobernación de Bolívar. Más tarde, en la madrugada del lunes
16, la autoridad electoral dio por ganador durante algunos minutos, con el
título “adjudicado”, a Velásquez. Luego, la información desapareció de la página
y comenzó la incertidumbre de los dos días siguientes, con la calle, las
protestas, las consignas de fraude, las lacrimógenas.

En la madrugada del 18 de octubre de 2017, Rangel Gómez pasó del clímax mediático a la sombra.
A
las 12:12 del 17 de octubre, en su cuenta de Twitter (@rangelgomez), el hasta
entonces gobernador anunció que otro general y militante del oficialista Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Justo Noguera, sería su sustituto:
“Felicitaciones Pueblo de Bolívar una vez más nos diste una lección de
victoriosa democracia y en paz @JustoNogueraP GOBERNADOR! (sic)”. Siete minutos
después, escribió el último tuit de su autoría: “Corresponde
continuar avanzando por Bolívar, alternativa no petrolera de Vzla por sus
recursos y Fuerza Laboral comprometida! @JustoNogueraP (sic)”.
A
la medianoche del 18 de octubre, Rangel Gómez llegó a la oficina regional con
Noguera y otros militantes del PSUV para la proclamación del candidato
oficialista. Los resguardaban barricadas, oscuridad, militares y las nueve
toneladas de cada una de las tanquetas VN-4 de la Guardia Nacional.
Fue
su última aparición pública. Desde entonces, Rangel Gómez hizo silencio y
emprendió otro camino. No en el estado Bolívar, sino en México. Era el final
insulso de una carrera política que, a la sombra de su colega de armas, Hugo
Chávez Frías, lo había convertido en el virtual zar de la región de la Guayana
venezolana, el enclave de esa caja chica de emergencia llamado pomposamente por
el chavismo como el Arco Minero del Orinoco, y que llegó a darle un perfil de
presidenciable.
Antes
de que su yerno constituyera el tinglado empresarial, según confesó en diversas
entrevistas durante su mandato, a Francisco Rangel Gómez (nacido en Caracas el 4
de abril de 1953), no le interesaban los cargos públicos de elección
popular.
Con
la gestión de Hugo Chávez (su compañero en la promoción Simón Bolívar, de 1975,
de la Academia Militar de Venezuela) comenzó su tránsito por la administración
pública. En 1999, luego de un año como director de la Academia Militar, se
separó del Ejército para asumir el Ministerio de la Secretaría de la
Presidencia. En 2001, por designación de Chávez, llegó a Puerto Ordaz como
titular de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) ente que, con rango de
ministerio, fundó en 1960 el expresidente Rómulo Betancourt para regir el
levantamiento de las empresas básicas y de la región.
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Al
llegar al estado Bolívar e iniciar su gestión pública, el propio chavismo lo
acusó de representar la “derecha endógena”, un eufemismo que la izquierda
revolucionaria endilgó a una logia militar-desarrollista que acompañó a Chávez
desde los cuarteles.
Certera
o no la expresión, Rangel Gómez hizo poco para refutarla desde la Gobernación.
Su tren de vida justificaba su fama de bon vivant que cultivó,
por ejemplo, con su presencia habitual en Posada de Chiquito, una de las
marisquerías más famosas de Puerto Ordaz, y por su penthouse en
el conjunto residencial Parque Loefling, uno de los edificios más costosos de
esa ciudad, baluarte de clase media profesional y comerciante sobre la ribera
izquierda del río Caroní, justo en su confluencia con el Orinoco. El gobernador
profesaba sin pudor su predilección por los relojes Rolex, Bell & Ross, IWC
y Panerai, y las camisas Tommy Hilfiger y Columbia.
Menos
cosmético, de mayor calado político, fue el grave malentendido que protagonizó
durante las jornadas del 11 al 13 de abril de 2002, en las que Chávez fue
apartado del poder durante 47 horas.
El propio 11 de abril, el día del golpe de Estado contra Hugo Chávez, Rangel Gómez pidió las cámaras del canal regional TV Guayana para pronunciarse contra los asesinatos que hubo en Caracas durante una marcha de opositores que iban al Palacio de Miraflores, incidentes que sirvieron como excusa para los rebeldes declarar desobediencia al Gobierno y exigir la renuncia del presidente Chávez.
Con
mirada fluctuando entre el piso y la cámara, hombros encogidos, dedos
entrelazados y más balbuceos que frases concretas, anunció su renuncia al cargo
de titular de la CVG con una declaración resbaladiza: “Realmente, no me siento
identificado con las acciones, especialmente lo que ha ocurrido el día de hoy.
Prefiero salir del sector gobierno. Asumo toda la responsabilidad. Tenía toda la
esperanza de que esta crisis profunda se resolviera y, por el contrario, se
recrudeció con los lamentables hechos que estamos viendo en nuestra ciudad
capital”.
La
militancia chavista nunca le perdonó aquella traición. Sin embargo y contra todo
pronóstico, Chávez sí la perdonaría.
Luego,
toda una serie de denuncias de corrupción en su contra, algunas provenientes del
ala izquierda de sus propias filas, diezmarían el liderazgo de Rangel Gómez, al
que buscaría apuntalar siempre con un pretendido perfil de técnico.
La
primera acusación de corrupción provino del mismo chavismo. En un informe
interno, Roy Rodríguez, presidente durante 2001 de la empresa estatal
Ferrominera del Orinoco (FMO), advertía al Gobierno central en Caracas que
Rangel Gómez estaba cometiendo “uno de los fraudes más impresionantes en
Guayana” al firmar el contrato con la empresa canadiense Cristallex para la
explotación de la mina de oro Las Cristinas, ubicada en el municipio Sifontes,
en el sur del estado.

La primera sombra de la sospecha sobre Rangel Gómez fue a raíz del contrato entre CVG y Cristallex. CAPTURA: GUAYANA: EL MILAGRO AL REVÉS
Chávez
no prestó atención a las advertencias, pero el tiempo corroboró que las alertas
tenían asidero. En 2010, ocho años después de la firma y según cita el
periodista Damián Prat en su libro Guayana: el milagro al revés, en
Las Cristinas no se había producido “ni un gramo de oro. La transnacional jamás
realizó las inversiones prometidas, con la excusa de que el Ministerio de
Ambiente, es decir, su socio, le negaba los permisos ambientales, cosa que
ocurrió. En cambio, Cristallex negoció sus acciones en las bolsas de valores del
mundo y obtuvo enormes ganancias y multiplicó su patrimonio porque tuvo en su
cartera de activos la concesión de Las Cristinas”.
En
2010, Chávez, desde Bielorrusia, se refirió al proyecto recordando que “esa mina
es venezolana y se la habían entregado a unas transnacionales. Hoy yo anuncio al
mundo que la recuperó el gobierno revolucionario”, aunque esa entrega ocurrió
durante su “gobierno revolucionario” y con la firma de su viejo amigo Rangel
Gómez, a quien, pese a todo, ungió como candidato a gobernador de Bolívar. Con
pocas palabras lo convenció de que se lanzara a gobernador: “Métete en política,
gordo. Te va a gustar”.
Ciertamente
le gustó. Ganó las elecciones regionales de 2004 sobre el portaviones de Hugo
Chávez y duró en el cargo hasta 2017. Ningún otro gobernador en la historia
republicana ha detentado el cargo por tanto tiempo.
Responsabilidad (anti)social
Desde
que su suegro fue proclamado gobernador en 2004, González Piazza desarrolló
buena parte de sus negocios con empresas estatales venezolanas a través de
Quimera Metals. Su firma reluce en diversos documentos suscritos con el
Estado.
En
México, sin embargo, no se ocupó de tener todos los papeles en regla. Por
ejemplo, Quimera nunca solicitó permiso ante alguna de las 32 unidades de la
mexicana Comisión Nacional del Agua (Conagua), una condición sine qua non para
las empresas manipuladoras de metal.

Ninguna de las 32 unidades de Conagua en México tiene solicitudes de Quimera Metals. CAPTURAS RICARDO BALDERAS.
Desde
luego, se trata de una infracción menor. Por lo tanto contribuyó menos a
levantar el perfil público de Quimera Metals y de González Piazza que su
participación en 2014 en el evento México- Cumbre de Negocios, presidida por el político priista
Miguel Alemán Velasco.
González Piazza había logrado codearse con las más grandes esferas políticas y
financieras de México. En el evento se presentó como ponente en el ramo de la
producción de metal.
Apenas
un año antes, la denuncia formulada ante la Fiscalía por el diputado opositor
Andrés Velásquez (también contendor de Rangel Gómez en tres elecciones de
gobernadores: la de 2008, la de 2012 y la del fraude perpetrado en 2017), había
hecho conocer al público en Venezuela el nombre de Carlos Rodrigo González
Piazza. Denunciaba al suegro por tráfico de influencias y concertación con
contratistas en favor del yerno. El catálogo de empresas y de conjurados que
presentó Velásquez era amplio, pero con un nombre que se repetía constantemente:
Quimera Metals.
Esa
empresa, constituida en 2005, ya en 2006 obtenía la calificación para trabajar
con CVG Venalum, la empresa estatal venezolana dedicada a la producción de
aluminio primario para la exportación.
De
acuerdo a la denuncia de Velásquez en 2013, Venalum venía vendiendo aluminio a
la firma V. Aluminium Group INC, que a su vez revendía la materia prima a la
mexicana Quimera Metals, del yerno de Rangel Gómez, que la importaba por el
puerto de Veracruz.
V.
Aluminium Group es propiedad de Jesús Vergara Betancourt, creador de Fundación
Lala, una de las iniciativas filantrópicas más queridas en Ciudad
Guayana.
La
sede de V. Aluminium Group INC. Aparece en los registros con sede en el segundo
piso del edificio Torre Advanced, en la calle Ricardo Arias, de Ciudad de
Panamá. Pero allí, en 2019, hay otras oficinas: Camarena, Morales y
Vega-Abogados; Noia Industrial S.A.; GCP Applied Technologies; Jorge
Constarangos G.-Abogados; Attorneys at Law-Débora de Costarangos; Dysautonomia
in Panama; Realty-bienes raíces y Costarangos Realty. En la conserjería del
edificio no recuerdan que alguna vez hubiera una oficina de V Aluminium
Group.

Vergara y González Piazza estrecharon lazos comerciales a partir de 2008. FOTO MARCOS VALVERDE.
Lo
cierto es que las negociaciones de Vergara y de González Piazza traspasaron las
fronteras del continente. El 15 de febrero de 2008, desde Ciudad Guayana,
Vergara envió un fax para JB Commodities AG, domiciliada en Neuhofstrasse 4,
6341 Baar, Suiza, con el énfasis de “Atención: Rodrigo González”, para, luego de
un “cordial saludo en nombre de V Aluminium Group INC”, presentar la cotización
por 2.000 toneladas métricas de aluminio P1020. El precio: 2.550 dólares por
tonelada métrica: Era el mismo aluminio que, comprado en Venezuela con dólares
preferenciales, luego revendía Quimera Metals.
Un
rastreo en los registros mercantiles de Caracas y el estado Bolívar permite
comprobar que Quimera Metals nunca fue incorporada en Venezuela ni estuvo
inscrita en el Registro Nacional de Contratistas. De esto último se desprende
que no podía contratar con el Estado venezolano, una irregularidad. Y, sobre
todo, que no estaba en condiciones de participar en licitaciones.
Los rápidos del Caroní en bicicleta
En
septiembre de 2007, la oficina de CVG Internacional en Madrid, España, pagó casi
1,7 millones de dólares para la compra de 30.000 bicicletas que pidió la
Gobernación de Bolívar, liderada por Rangel Gómez. El monto lo facturó una
empresa radicada en Barbados, denominada Logistic Trading Services LTD. La
compañía era propiedad de Yamal Mustafá, dueño del
diario Primicia de Puerto Ordaz, investigado y apresado en 2013
por participar en una red de tráfico de mineral de hierro de Ferrominera del
Orinoco.
Logistic
Trading Services aparecería en 2013 como receptora de “al menos 6 millones de
dólares americanos” que, según dijo Mustafá a sus interrogadores de la Dirección
de Contrainteligencia Militar (DGCIM), estaban destinados como sobornos para el
coronel Juan Carlos Álvarez Dionisi, (a) El Tiburón, también arrestado por el
caso de la red de tráfico de mineral de hierro.
Pero
en 2007 no se sabía que Logistic había vendido a CVG y a la Gobernación de
Bolívar -en ambos casos el titular era Rangel Gómez- tanto bicicletas como
balones de fútbol y motocicletas sin licitación de por medio. El
negocio no quedó solo en bicicletas que Rangel Gómez repartía en los actos
públicos que, al día siguiente, eran foto principal en los periódicos favoritos
de las pautas publicitarias de la Gobernación.

Mediante CVG Internacional se favoreció a una de las empresas de González Piazza. FOTO MARCOS VALVERDE.
“Daniel,
nos pidieron 20.000 balones tamaño profesional (blancos todos) con el logo de la
Gobernación, el nuevo, el cual te estoy mandando el día de hoy por DHL. Como
siempre, la cotización debe ser CIF Pto (sic) Cabello o La Guaira y necesitamos
muestras lo más pronto posible, ya que los balones deben de estar aquí a más
tardar la primera quincena de abril”.
Con
ese mensaje, el 4 de enero de 2007, González Piazza solicitaba a uno de sus
trabajadores que respondiera con brevedad una cotización para el gobierno de
Rangel Gómez. Los balones no eran la única petición. “Espero en febrero poder
montar las bicicletas”.
El
interlocutor en este correo electrónico es Daniel Infante, de Tasodi
Comercializadora, otra sociedad anónima de capital variable en México. Su
presidente era el mismo González Piazza.
El
escándalo por las acusaciones de Velásquez en 2013 se diluyó entre el
empeoramiento de la crisis humanitaria en Venezuela y la dinámica política que
imponía el recién instaurado régimen de Nicolás Maduro. Pero en 2016 el
escándalo de los llamados Panama Papers terminaría de poner en evidencia que
buena parte del patrimonio de Rangel Gómez y sus familiares se refugiaba en
paraísos fiscales.
Escaparates en paraísos fiscales
En
un mediodía lluvioso de finales de julio de 2019, un vigilante abre la ventana
corrediza de la garita de Residencias Vista Real, en Puerto Ordaz, Bolívar. Se
trata de un edificio de ladrillos con cercado eléctrico. Agentes inmobiliarios
consultados refieren que un apartamento acá cuesta entre 60.000 y 150.000
dólares.
-Buenas
tardes. ¿Aquí está la sede de Argeneus LTD?
-No.
-¿Aquí
no hay oficinas?
-No.
Solamente apartamentos familiares.
-Pero
tengo registros de que aquí está la sede de esa empresa.
-Una
oficina fantasma. Esa es la única manera. ¿Cómo se llama la persona encargada de
eso?
-Carmelo
Chircop, Karina Isabel Meléndez Quintero, Gabriel Dingli y Francisco Rangel
Escobar.
-No.
Esa gente no están aquí ninguno, mano. Ese es un apartamento vacío.
Ese Rangel es el hijo de Rangel Gómez.
-¿Rangel
cuál? ¿El gobernador?
-Sí.
El
vigilante sabe que algo no va bien en el edificio. O que no estuvo bien en algún
momento, cuando, con regularidad, en frente de la entrada principal había
estacionada una camioneta con el logo de la Gobernación de Bolívar.
El
apartamento 7-1 de este edificio, construido en la intersección de la calle
Caruachi con la avenida Las Américas, figura como sede de Argeneus LTD, empresa
registrada en Malta, una nación insular del Mediterráneo Oriental, el 29 de
abril de 2014. Como confirma el vigilante, el hijo de Rangel Gómez es uno de los
socios. O era.

La
información de Argeneus
LTD estaba en el bufete panameño Mossack Fonseca & Co, origen de la masiva
filtración que en 2016 dio
lugar a los Panama Papers. Argeneus está constituida en Malta. Su presidente es
Francisco José Rangel Escobar, el hijo del exgobernador Rangel Gómez. Pero
rastros de empresas de Rangel y su círculo íntimo llevan también a Panamá,
México y Barbados, según se comprueba en distintas bases de datos.
En Panamá
hay tres compañías: Blackshaw International Corp., Brieta Group Corp. y Toreto
Holdings INC. Todas tienen a Carlos Rodrigo González Piazza por presidente. En
sus juntas directivas siempre aparece la mexicana Ana Paula Santander. Trabajó
en Quimera Metals junto con su hermano, Jorge Santander, y al parecer conocía al
detalle los montos de las transacciones que invertía la Gobernación de Rangel
Gómez en las empresas del yerno.
De ello da
pista, por ejemplo, un correo del 23 de octubre de 2007, cuyo asunto era
“Factura Volare (8)”, Ana Paula Santander (desde el correo [email protected]) escribe a
González Piazza: “RO (sic), aquí está la factura por 8 camiones. Saludos”. La
factura, del 18 de octubre de 2007, estaba emitida por Logistic Trading Services
LTD (la misma de Barbados en la que Yamal Mustafá tenía acciones) para el Fondo
de Desarrollo Económico del estado Bolívar, dependiente de la Gobernación del
estado. Efectivamente, la descripción detalla autobuses Marcopolo, modelo Volare
W9. La diferencia está en el número de unidades: no las ocho señaladas por
Santander en el correo de marras, sino 30. El monto: casi 2 millones de
dólares.

Ana Paula Santander, empleada de González Piazza, supo de las jugosas transacciones con el gobierno de Rangel Gómez. Digitalización: Ricardo Balderas.
Al final, migrante
Mientras
los entramados de corrupción se fraguaban, dentro del chavismo había voces
disidentes que olfateaban que algo no iba bien con Rangel Gómez. En 2007, el
grupo oficialista Revolución en la Revolución (Renlar) intentó organizar un
referendo para revocarle el cargo de gobernador. No recabó el número suficiente
de firmas.
En cambio,
en 2008, el recién creado Partido Socialista Unido de Venezuela postuló a Rangel
Gómez como candidato a la reelección. El 23 de noviembre de ese año ganó con
210.000 votos (47,38%). Para esa campaña (y la siguiente) contó con un aliado
cuyos procedimientos desataron una sacudida continental y llevaron a la cárcel a
varios expresidentes latinoamericanos e, incluso, al suicidio de uno de ellos:
la constructora brasileña Odebrecht.
El director
superintendente de Odebrecht en Venezuela, Euzenando Azevedo, dijo en 2016,
durante las investigaciones del caso de pagos de coimas a funcionarios
gubernamentales de toda Latinoamérica, que contribuyó con las campañas de 2008 y
de 2012 de Rangel. “Él siempre se comprometió a que cuando tuviese reuniones de
alto nivel con el gobierno, pediría priorizar el desarrollo de nuestras
obras”.
En
2012, Rangel ganó su tercera elección con 173.000 votos (con denuncias de fraude
y ventajismo de su contendor Andrés Velásquez) e inauguró su tercer período. No
contó solo con el apoyo de Odebrecht para aquella campaña. También con fondos de
gobierno: al menos dos casos dejaron rastros. El primero es de cinco millones de
bolívares que el 28 de septiembre de 2012 depositó CVG Minerven como “fondos de
misión” en la cuenta del Banco Caroní de Corpobrica, empresa de Yamal Mustafá,
para refrigerios de actos proselitistas. El segundo es de fondos de la misma
Gobernación para propaganda: al menos 664 millones de bolívares.
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Al año
siguiente, con el encarcelamiento de Mustafá, muchos dieron por hecho que el
gobierno de Rangel Gómez había llegado a su fin, pero sorteó obstáculos para
permanecer en el poder hasta completar su tercer periodo.
En
2018, varios medios venezolanos, a partir de una nota de El Pitazo, dieron
por hecho que Rangel Gómez y su esposa, Nidia Escobar, estaban pidiendo asilo en
México. Consultado al respecto, el Instituto Nacional de Migración de México se
negó a ofrecer información para esta investigación.
No
obstante, una fuente de ese organismo confirmó que en septiembre de 2018, Rangel
estuvo detenido algunas horas en el Aeropuerto Internacional de Cancún, el
balneario en la península de Yucatán. Las autoridades migratorias lo
interrogaron por sus estatus sancionatorios tanto por Estados Unidos como por
Canadá. Cuando determinaron que no había una sentencia judicial, lo dejaron
ir.
De
acuerdo con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) del Departamento
del Tesoro de Estados Unidos; hasta mayo de 2017, Diosdado Cabello Rondón,
gobernador de Miranda entre 2004 y 2008, presidente de la Asamblea Nacional de
Venezuela entre 2013 y 2015, el segundo a bordo del chavismo, desarrolló
negocios mineros “ilícitos” relacionados con otros personajes de la política
venezolana, incluido Francisco José Rangel Gómez.
Cabello
Rondón y Rangel Gómez, de acuerdo con la acusación, habrían blanqueado dinero de
las arcas venezolanas malversando fondos a través de edificios de apartamentos y
centros comerciales. Además, Cabello, Rangel Gómez y sus asociados habrían
trabajado juntos para acceder ilegalmente a la explotación de minas. En
específico, habrían extraído hierro para exportarlo a través de Ferrominera del
Orinoco (FMO). Aunque FMO es una empresa legítima, Cabello y sus asociados
estarían asociados con líderes dentro de la compañía que facilitaban la
extracción y exportación ilegal del material extraído.
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Sobre Cancún y la familia Rangel Escobar hay al menos otra certeza guardada en la Notaría Pública Primera de Puerto Ordaz: un permiso que firmaron Francisco José Rangel Escobar y Aline Renée Urreiztieta de Rangel para que sus dos hijos (una niña y un niño) viajaran fuera del país acompañados por Nidia Escobar de Rangel. La fecha del viaje: 7 de abril de 2017. La ruta: del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, de Maiquetía, al Aeropuerto Internacional de Cancún. La matrícula del avión: N787NM.
En la misma notaría hay otra autorización casi simultánea para que Nidia Escobar viajara con esos nietos desde Maiquetía hasta Santo Domingo, República Dominicana, el 17 de abril de 2017 en el mismo avión.

La hija mayor de Rangel Gómez también cultivó sus negocios en Guayana
La Notaría
Primera no solo devela esos datos sobre los viajes en vuelos privados, sino que
revela otros negocios de la familia de Rangel Gómez.
Un
ejemplo: en los archivos de 2017 de esa oficina está el documento en el que la
representante de la sociedad mercantil Come Sano, con registro de información
fiscal J-40555534-3 (constituida en 2015), alquila un local en la planta baja
del centro empresarial 303, en Alta Vista, Puerto Ordaz. En ese local funciona
el gimnasio O2, propiedad de la representante de esa sociedad mercantil: María
Alejandra Rangel Escobar, la hija mayor del exgobernador que en 2015 exigió a la
militancia pesuvista que no se molestara si no conseguía
comida, pues él estaba
dispuesto a “comer palos y piedras fritas” para defender la
“revolución”.
Hoy, en
Bolívar, de Rangel Gómez solo quedan algunas de las miles de vallas con las
fotos de su cara. Ya no tienen los colores y la vistosidad de antes, sino que
están opacas. Así como él prefiere estar ahora.
*PODER (organización mexicana sin
fines de lucro) colaboró con este reportaje desde Ciudad de México y publicará
una versión en su portal web.