Líderes evangélicos amparados por la Casa Blanca exportan agenda fundamentalista a América Latina

Un grupo de líderes evangélicos fundamentalistas vinculados a la Casa Blanca han extendido sus ministerios a varios países latinoamericanos y han establecido relaciones con cuestionados presidentes tales como Daniel Ortega en Nicaragua, Jimmy Morales en Guatemala y Juan Orlando Hernández en Honduras. Columbia Journalism Investigations (CJI), el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y 15 medios de investigación también documentaron cómo estos líderes han influenciado mandatarios y políticas frente a Israel en varios países de la región.
Una tormenta de
críticas contra el presidente Donald Trump por su política de separar a familias
migrantes en la frontera estaba en su pico más alto cuando el presidente del
segundo país que expulsa más migrantes desde Centroamérica hacia Estados Unidos,
el hondureño Juan Orlando Hernández, fue recibido como aliado estratégico en la
Casa Blanca, en junio del año pasado.
Los comunicados
oficiales de esa visita documentaron reuniones con el vicepresidente
estadounidense Mike Pence y con el secretario de Estado, Mike Pompeo, en las que
discutieron, una y otra vez, la crisis migratoria y la situación de los
hondureños indocumentados.
Ninguno de los
recuentos oficiales ventiló las conversaciones paralelas que Pence, Pompeo y un
pequeño grupo de líderes evangélicos fundamentalistas tenían coordinadas para
Hernández, y que pretendían persuadirlo de tomar decisiones de Estado basadas en
sus interpretaciones literales de la Biblia.
Por un lado, Pence y
Pompeo -ambos cristianos evangélicos- aprovecharon la visita oficial para
convencer a Hernández de instaurar, en Honduras, los estudios bíblicos liderados
por Capitol Ministries, una organización religiosa que los dos altos
funcionarios del gobierno Trump patrocinan desde la Casa Blanca y que se dedica
a evangelizar a “líderes políticos del mundo” con el fin de que legislen según
sus principios bíblicos.
La efectividad de esa
influencia se destaca en un comunicado que el mismo Capitol Ministries publicó
cuando su fundador Ralph Kim Drollinger inauguró los estudios bíblicos en el
Congreso de Honduras junto con Hernández, cinco meses después de la visita del
presidente hondureño a Washington (Ver nota de Honduras publicado por
Contracorriente). Otro documento de Capital Ministries confirma que ambos
miembros del gabinete estadounidense le “sugirieron al presidente Hernández que
iniciara un ministerio como el que ambos atienden todas las semanas y el
Presidente Hernández tomó en serio la sugerencia”.

El presidente de Honduras, su esposa Ana García Carías, Danielle Drollinger y su esposo el pastor del gabinete de Trump, Ralph Drollinger, durante la inauguración del ministerio de Capitol Ministries en noviembre, en Honduras.
Drollinger, mentor
espiritual de Pence y Pompeo, lidera los estudios bíblicos en la Casa Blanca
desde que el vicepresidente Pence lo invitó a instalarse allí, a inicios de la
administración de Donald Trump.
Durante la misma visita
a Washington el presidente Hernández también se reunió con cinco influyentes
líderes evangélicos estadounidenses que forman parte de la Oficina de la Fe y la
Oportunidad de la Casa Blanca (OFCB). El propósito de la reunión era persuadir
al presidente hondureño de que cambiara la embajada de su país de la capital
israelí de Tel Aviv a Jerusalén, disputado como el centro de la vida religiosa
en Israel. Ese propósito, que incluía reconocer a Jerusalén como el centro de
gobierno de Israel, fue confirmado por el organizador de la reunión Mario
Bramnick en entrevista con Columbia Journalism Investigations
(CJI).
Mario Bramnick es un
pastor estadounidense de origen cubano y fundador de Latino Coalition for Israel
(LCI), una organización cristiana sionista, con sede en Miami, que moviliza a
líderes políticos y religiosos latinoamericanos para apoyar el reconocimiento de
Jerusalén como el centro de la actividad política y religiosa de
Israel.
Desde 1947, las
Naciones Unidas ha emitido numerosas resoluciones, adoptadas por la mayoría de
los países del mundo, que reconocen el estatus internacional de la ciudad de
Jerusalén y la necesidad de crear dos estados separados para israelíes y
palestinos, quienes mantienen un conflicto por el control del territorio. Por
eso, todos los países del mundo tenían sus embajadas ante Israel en Tel Aviv,
una tradición que duró hasta que Trump pasó la sede de Estados Unidos a
Jerusalén, en mayo del 2018.
La reubicación de la
embajada estadounidense había sido una promesa de campaña que Trump les hizo a
los líderes evangélicos ya en su campaña presidencial de 2016, según Bramnick.
“El presidente Trump nos lo prometió y lo cumplió”, dijo.
El pastor asegura que
durante la campaña trabajó directamente con el enviado de la Casa Blanca para el
Medio Oriente, Jason Greenblatt, y el actual embajador de Estados Unidos ante
Israel, David Freedman, para definir la política exterior estadounidense frente
a Israel. “Desde que los nombraron, yo me reuní con ellos y empezamos a trabajar
el tema de la plataforma republicana para Israel”, dijo.

Los líderes de la Oficina de la Fe y de la Oportunidad de la Casa Blanca posaron con sus parejas y con el embajador de Estados Unidos en Israel, David Freedman, el día de la inauguración de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén, en mayo del 2018.
Para los líderes
evangélicos, afirma Bramnick, el trabajo que realizan está inspirado en
principios espirituales. “Lidiamos con gobiernos al punto de que el mundo lo ve
como si estamos controlando la política, pero para nosotros es espiritual, no
político. La Biblia dice que el que bendiga a Israel será bendecido y el que
maldiga a Israel será maldecido, y nosotros leemos la Biblia literalmente. La
Biblia dice que Jerusalén es la capital eterna de Israel y que Dios le dio esa
tierra a Abraham, Isaac y Jacob”, agregó.
Los encuentros de los
religiosos rindieron frutos. En marzo el presidente Juan Orlando Hernández
anunció el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel y el traslado
de su oficina comercial a esa ciudad.
Bramnick y los cuatro
líderes evangélicos que participaron en la reunión con Hernández son miembros de
la Oficina de la Fe de la Casa Blanca, un despacho creado por Donald Trump
mediante un decreto ejecutivo de mayo del año
pasado.

En mayo del año pasado, Donald Trump firmó una orden ejecutiva en la que oficializó la creación de la Oficina de la Fe y de la Oportunidad.
Bramnick confirmó ser
miembro de esta oficina y añadió: “La Oficina de la Fe en la Casa Blanca invita
a líderes de fe nacionales para que participen en diferentes eventos como cenas,
reuniones, oraciones y briefings con el presidente Trump o el vicepresidente
Pence, según los temas”, explicó el pastor.
El pastor insistió en
que el encuentro con el presidente hondureño lo organizó en su capacidad de
presidente de Latino Coalition for Israel y no en nombre de la Casa Blanca, pero
el día de la reunión publicó una foto con el presidente Hernández, en su perfil
de Facebook, en la que identificó a la delegación que lideraba como patrocinada
por la Casa Blanca (el texto original fue borrado de su publicación en Facebook
después de la entrevista con CJI, pero CJI guardó una copia de su versión
original).

En junio del año pasado, Mario Bramnick posteó una fotografía con el presidente hondureño Juan Orlando Hernández y su esposa. En el texto original, que ya fue borrado, decía que fue un honor liderar una delegación de líderes de la Iniciativa de la Casa Blanca para reunirse con el mandatario hondureño.
El 16 de mayo de 2018,
55 palestinos murieron en las protestas en Gaza, mientras que la hija y el yerno
de Trump, Ivanka Trump y Jared Kushner, lideraban la acelerada inauguración de
la sede diplomática estadounidense en Jerusalén. Los acompañaban el primer
ministro israelí, Benjamín Netanyahu, líderes de la Oficina de la Fe y de la
Oportunidad de la Casa Blanca y sus esposas.
Desde la creación de la
Oficina de la Fe en la Casa Blanca, Trump y los líderes evangélicos han
mantenido la iniciativa en un perfil muy bajo y se han negado a responder
consultas de la prensa y organizaciones civiles sobre su operación, presupuesto
y nombramientos.
Esta investigación
colaborativa revisó publicaciones en redes sociales, vídeos y boletines
informativos de los líderes que integraban el comité asesor evangélico de Donald
Trump durante su campaña electoral y de sus organizaciones. Al menos 18 de
ellos, todos evangélicos, se han identificado a sí mismos como miembros de la
Oficina de la Fe y la Oportunidad de la Casa Blanca desde mayo pasado durante
múltiples eventos públicos en diferentes partes del mundo. El evangelismo
representa solo a una minoría entre el abanico de creencias que se practican en
Estados Unidos y que la primera enmienda de la Constitución
defiende.
El grupo representa
distintas corrientes dentro de la comunidad evangélica, aunque algunos de sus
miembros pertenecen a más de una de ellas. Unos predican la “teología de la
prosperidad”, que ve el crecimiento económico y el buen estado de salud como
bendiciones que Dios otorga si el creyente se comporta de acuerdo a las normas y
paga el diezmo. Otros son evangélicos sionistas que creen en las profecías
apocalípticas del retorno de Jesús a la Tierra en Israel; y un tercer grupo
representa a líderes de la Convención Bautista del Sur, que aglutina a más de
50.000 iglesias bautistas en Estados Unidos. Esa congregación se opone
firmemente al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Capitol Ministries, la
Oficina de la Fe de la Casa Blanca y otros influyentes líderes evangélicos
estadounidenses, de acuerdo con los católicos más conservadores, han cultivado
estrechas alianzas con líderes políticos en países con grandes poblaciones de la fe
evangélica, como Guatemala, Honduras y Brasil. Esas alianzas se extienden a
políticos locales que han logrado conquistar significativas cuotas de poder y de
influencia política en sus países.
Para entender esas
alianzas y sus efectos, Columbia Journalism Investigations (CJI), el Centro
Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y 15 medios
latinoamericanos, investigaron las actividades del grupo de líderes y cómo han
conseguido un respaldo particularmente fuerte de organizaciones evangélicas
vinculadas a la administración Trump para promover legislación y políticas
fundamentalistas cristianas en los más altos círculos de poder político en
Latinoamérica.
"Él [Trump] es el
presidente más --según mucha gente ha dicho-- más amigo de la fe que han
conocido en su vida”, dijo Paula White, la consejera espiritual personal de
Trump y líder de la Oficina de la Fe y Oportunidad de la Casa Blanca al
Christian Broadcasting Network durante la inauguración de la embajada de Estados
Unidos en Jerusalén.
Los líderes evangélicos
comprometieron su apoyo político a Trump desde el inicio de la campaña
presidencial del 2016, a cambio de promesas de favores políticos como
nombramientos de jueces conservadores en la Corte Suprema de Justicia
estadounidense, políticas públicas contra el aborto y los derechos LGBTIQ y una
gran influencia en la definición de la política exterior estadounidense con
respecto a Israel.
Gracias a sus lazos con
la Casa Blanca algunos de estos líderes también han logrado expandir sus
ministerios en Latinoamérica y construir alianzas con presidentes con pasados
lejos de ser perfectos.
Uno de ellos es el
presidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien no ha sido acusado pero fue
investigado por la agencia estadounidense antidrogas (DEA) por los delitos de
tráfico internacional de cocaína “a gran escala” y lavado de dinero, según
figura en un documento del 2015 recientemente
desclasificado.
El pasado 2 de agosto,
una Corte federal en Nueva York publicó otro documento que identifica al
presidente hondureño Juan Orlando Hernández como cómplice en un caso de tráfico
de drogas internacional contra su hermano Tony Hernández. El mandatario no
figura como acusado en el caso, pero los fiscales dijeron que $1,5 millones de
dólares de utilidades del negocio de la droga se usaron para ayudar a elegirlo
en 2013. En un comunicado de prensa la presidencia hondureña dijo que el
presidente es enemigo de los traficantes, que buscan cobrar venganza en su
contra.

Un documento presentado el pasado 2 de agosto en la Corte Federal de Nueva York asegura que la campaña presidencial del presidente hondureño Juan Orlando Hernández (identificado como CC-4) recibió el apoyo de $1,5 millones provenientes del trasiego de cocaína de su hermano, Tony Hernández, quien está acusado en la causa. El presidente no figura como acusado en la investigación criminal.
La exportación de
misiones fundamentalistas estadounidenses a Latinoamérica, con la bendición del
gobierno federal, viola los principios de separación de Estado e Iglesia
establecida en la Constitución de
Estados Unidos, según confirmó Katherine Franke, profesora de derecho y
estudios sobre género y sexualidad en la Universidad de Columbia en Nueva York.
Franke dirige el Centro de Género y Sexualidad de la Universidad y es la
directora de la Facultad del Proyecto de Ley, derecho y
religión.
Franke afirmó que estas
actividades violan la Constitución al patrocinar oficialmente una religión y
promover creencias particulares: “El
gobierno está promoviendo religión como un proyecto oficial del gobierno y eso
claramente viola una de las cláusulas de la Constitución”, dijo. “Aún más
que eso, el gobierno está promoviendo una visión particular de la religión, sin
hacerlo de manera imparcial, y ese es un segundo tipo de violación”, dijo la
experta.
“Usando dinero público
y con el nombre de los Estados Unidos detrás, el gobierno ha emprendido una
promoción particular de la religión y eso es una clara violación de la cláusula
de establecimiento”, dijo Franke.

En diciembre del 2018, un mes luego de la elección presidencial en Brasil en la que resultó elegido Jair Bolsonaro, Mario Bramnick se reunió con el recién electo presidente para hablar del posible traslado de la embajada de Brasil a Jerusalén, según confirmó Bramnick.
Los líderes religiosos
también han apoyado a presidentes ultra conservadores como Jair Bolsonaro en
Brasil, quien recientemente criticó una decisión de la Corte Suprema de Brasil
que criminalizó la homofobia. La Corte dictaminó en junio que la homofobia es un
delito equiparable al racismo. El presidente Bolsonaro dijo que la Corte está
“completamente equivocada”. En declaraciones a Agencia Brasil -la agencia de
noticias del Estado-, el presidente dijo que el dictamen va a perjudicar a los
homosexuales porque “un empresario va a pensarlo dos veces para contratarlos por
temor a ser llevado a la Corte por hacer una broma”.
Bolsonaro añadió que
“si hubiera habido un juez evangélico en la Corte la decisión no hubiera
pasado”.
Solo en São Paulo,
Brasil, los crímenes contra personas homosexuales o transgénero se incrementaron
en un 75% entre agosto y octubre de 2018 durante la campaña electoral de
Bolsonaro, según reportó el diario Folha de São Paulo con base en registros de
la policía del estado.
El pasado 31 de julio,
CJI envió diversos correos con
preguntas para este reportaje a Pence, Pompeo, Drollinger y el presidente
Juan Orlando Hernández. Ninguno de ellos
respondió.
El pastor del gabinete americano
Capitol Ministries era
una organización en total decadencia en el verano del 2009. Cinco de los
miembros de su junta directiva habían renunciado a sus puestos y acusaban al
fundador de la organización, Ralph Drollinger, de actitudes antiéticas, de
liderazgo “autocrático”, de irregularidades financieras y de “utilizar pasajes
de la Biblia fuera de contexto para justificar sus
posiciones”.
Los alegatos son parte
de un proceso legal por uso ilegal de marca comercial interpuesto en 2011 contra
Capitol Ministries ante la Corte del Distrito Federal en el Distrito Este de
Carolina del Norte por la organización Capitol Commission, fundada por los
antiguos directores de Capitol Ministries. Los exdirectores alegaban que Capitol
Ministries estaba haciendo uso ilegal de su marca. El caso se resolvió en un
acuerdo privado en el 2014.
Drollinger no respondió
a un cuestionario que CJI le envió sobre el litigio, pero durante el proceso
negó los cargos en contra de su organización e incluso acusó a sus
excolaboradores de haber tenido acceso ilegal a sus comunicaciones
personales.
Luego de una
investigación interna de 2009 Drollinger fue expulsado de su propia iglesia, la
Grace Community Church en Sun Valley California. Treinta líderes de la iglesia
concluyeron que Drollinger está “descalificado espiritualmente para liderar un
ministerio” y unánimemente retiraron su apoyo y afiliación a Capitol
Ministries.
El golpe más
significativo vino cuando 16 de sus 19 directores regionales se distanciaron de
él y también renunciaron a inicios de octubre del 2009 para luego fundar Capitol
Commission.

Ralph Kim Drollinger fue expulsado de su propia iglesia Grace Community Church en octubre del 2009. Los líderes religiosos concluyeron que Drollinger no está capacitado para liderar un ministerio espiritual según consta en documentos ventilados en una Corte de Carolina del Norte.
Debilitado por la
debacle interna, Drollinger viajó a Argentina en noviembre del 2009 para abrir
su primer ministerio en el exterior, desde donde reclutó a líderes de otros ocho
países latinoamericanos. El proyecto no funcionó y el grupo se independizó del
pastor estadounidense.
Pero la suerte de
Drollinger estaba a punto de cambiar en el 2016 con la llegada de las elecciones
presidenciales en Estados Unidos.
Jeff Sessions, quien
pronto sería nombrado fiscal general de Estados Unidos y quien había sido su
pupilo espiritual en el Senado, presentó por correo a Drollinger con el entonces
candidato republicano Donald Trump y el pastor empezó a enviarle sus estudios de
Biblia al actual presidente. “El ha estado escribiéndome notas de vuelta desde
entonces, en una forma muy positiva. A él le gusta la lealtad. Yo lo apoyé desde
inicios de su campaña”, recordó Drollinger en una entrevista con el medio alemán
Die Welt, en el 2017.
Un día después de que
Trump ganó la elección primaria como candidato republicano, en julio del 2016,
Drollinger llamó a los evangélicos estadounidenses a votar por él en un programa
de radio en California. “Creo que Dios debe de estar respondiendo a nuestras
oraciones y levantando a un gran líder en Donald Trump. Lo estamos eligiendo a
él para que sea el líder del Estado, no de la iglesia”, dijo Drollinger después
de minimizar los deslices sexuales del presidente.
Drollinger y su esposa
Danielle asistieron como invitados de Trump a su inauguración como presidente e
inmediatamente empezaron a trabajar para instaurar los estudios bíblicos en el
seno de la Casa Blanca.
El resto de la historia
la explicó mejor el mismo Drollinger en febrero de este año, cuando alardeó
sobre su expansión actual en un reporte de su ministerio publicado en CM en
agosto de año pasado: “Capitol Ministries estableció los estudios bíblicos
semanales justo después de que la actual administración empezó a hacer sus
primeros nombramientos, a inicios del 2017. Eso volcó el foco de la atención
mundial al trabajo y a la misión de Capitol Ministries”.
“De acuerdo con Sus
designios, esa oportunidad le ha garantizado una enorme credibilidad a Capitol
Ministries y le ha abierto puertas en el mundo entero y en un periodo muy corto.
Yo no tenía idea, hace dos años, de qué tan rápida iba a ser nuestra expansión
internacional como resultado de todo esto”, dijo
Drollinger.
En los estudios que él
mismo escribe y que se traducen a seis idiomas, Drollinger sustenta con pasajes
bíblicos que el ambientalismo radical es una “religión falsa”, que criminalizar
a los inmigrantes ilegales y la pena de muerte tienen sustento bíblico y que el
matrimonio entre personas del mismo sexo es un asunto que “despierta la ira de
Dios”.
Con la ayuda del
Instituto de Religión, Cultura y Vida Pública de la Universidad de Columbia, CJI
buscó una interpretación profesional sobre los estudios de Capitol
Ministries.
James S. Bielo,
antropólogo profesor de la Universidad de Miami y experto en cristianismo
global, analizó los textos de Capitol Ministries con la misión de entender sus
orígenes y la teología que representan.
“Sus elementos
discursivos claramente los marcan como protestantes fundamentalistas -explicó
Bielo-. Ellos arguyen que la Biblia debe interpretarse literalmente y que
debemos de derivar los principios para gobernarnos de acuerdo con esa lectura
literal”, dijo Bielo.
Según Bielo, el
argumento va aún más allá: “creen que cualquiera que vaya en contra de esos
principios es su enemigo teológico y un enemigo político, confundido por el
liberalismo moderno o por una lectura hereje y no literal de las escrituras”,
agregó.
Uno de los elementos
más característicos de los estudios, según Bielo, es que busca promover un
discurso alrededor del temor, de la lectura literal de la Biblia y de la
creación de términos como “los humanistas seculares” o los “cristianos
liberales” a quienes piden a sus
seguidores oponer.
Drollinger no respondió
las preguntas que se le enviaron para conocer su opinión sobre las creencias que
predica.
Explosiva expansión en Latinoamérica
En mayo del 2017, tres
meses después de asumir como pastor de los estudios bíblicos de la Casa Blanca,
Drollinger nombró al peruano Óscar Zamora como director de Capitol Ministries
para América Latina y creó una versión en español de sus estudios bíblicos en su
página web.
Desde entonces, Capitol
Ministries ha abierto ministerios en ocho países de la región: México, Honduras,
Brasil, Perú, Uruguay, Ecuador, Paraguay y Costa Rica y anunció la apertura de
Panamá en octubre. El mismo Drollinger viajó a algunos de estos países para
inaugurar oficialmente su operación y reunirse con líderes políticos locales.
(Lea las notas de que los aliados en México, Brasil, Honduras, Costa Rica y
Paraguay escribieron sobre el trabajo que Capitol Ministries desarrolla en cada
país)
Su más reciente anuncio
de expansión es, sin duda, el más inusual. El pasado 18 de julio, Drollinger
viajó a Nicaragua tras ser invitado personalmente por el presidente Daniel
Ortega y por su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, para que instaure un
ministerio en su gobierno en Managua. La pareja presidencial también invitó a
Drollinger para que compartiera escenario con ellos en la celebración del 40
aniversario de la Revolución Sandinista.
En un comunicado de
prensa, Capitol Ministries explicó que fue Ortega quien envió una carta a
Drollinger invitándolo a abrir un ministerio en su gobierno. En la carta
publicada por CM, Ortega declaró: “sabemos que si las personas a quienes Dios ha
confiado el destino de una nación nacen de nuevo, nuestros diputados legislarán
de acuerdo con la biblia”.
Mientras Ortega
profesaba su fe, un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
concluyó que "la acción represiva del Estado en Nicaragua", había dejado "hasta
junio de 2018, al menos, 212 personas muertas, 1.337 personas heridas y 507
personas privadas de la libertad. Para agosto de ese año, el conteo de la CIDH
ya iba en 322 muertos, la mayoría de ellos jóvenes que estaban protestando por
los abusos y la corrupción del gobierno. Ortega criticó duramente a la Comisión
por este informe, pero reconoció 128 personas caídas en las protestas
ciudadanas.
A pesar de este récord
en violaciones a los derechos humanos, Drollinger aceptó la invitación de Ortega
con entusiasmo, sin hacer mención de la crisis de derechos humanos. En el acto
de conmemoración de la revolución sandinista dijo: “Queremos agradecer al
Presidente y a la Vicepresidente por esta oportunidad que nos abre para ver la
posibilidad de también sembrar la palabra de Dios aquí, y empezar sembrando este
Ministerio de Capitol en medio de la comunidad de los políticos”. Cerró
recordándoles a los presentes su cercanía con el alto gobierno
estadounidense:
“En nombre de los
estudiantes de estudios bíblicos de la Casa Blanca, en nombre de los estudiantes
de Biblia del Senado de Estados Unidos, en nombre de los Representantes de la
Cámara Baja que estudian la Biblia, traemos a ustedes nuestra paz y nuestra
bendición”.
Usando el nombre de la
Casa Blanca en sus intervenciones públicas, Capitol Ministries también ha
expandido el nivel de su influencia política. CM está presente en siete
parlamentos latinoamericanos y en marzo de este año inauguró su primer
ministerio dentro de un gabinete presidencial, en Honduras. La organización
anunció que también tendrá un ministerio en el gabinete presidencial en
Managua.
El Congreso hondureño
inauguró su ministerio desde noviembre pasado en un acto con el presidente
Hernández y su esposa. Durante la ceremonia, Óscar Zamora, el director
latinoamericano de CM, recordó el origen de la iniciativa. “El presidente
Hernández estaba tan impresionado de la consistencia entre las creencias y los
principios bíblicos de los estudios de Capitol Ministries -en la Casa Blanca-
que pidió tener un estudio idéntico para su gabinete (que se inauguró en marzo).
Como yo siempre digo, ¡esto solo se hace a través de Dios! ¡Alabado sea el Señor
que sigue abriendo puertas para Capitol Ministries en América Latina!”,
dijo.
Honduras es el segundo
país centroamericano que más migrantes expulsa a Estados Unidos y se estima que
el 41% de su población cree en el cristianismo evangélico (la tasa más alta de
la región junto con Guatemala). El presidente Hernández acogió el ministerio de
Drollinger a pesar de que el pastor estadounidense afirma que “a Dios se le
frunce el ceño con los inmigrantes ilegales”, que los inmigrantes ilegales
“merecen ser arrestados y enfrentar todo el peso de la ley” y ser excluidos de
las escuelas públicas en Estados Unidos.
CJI y el medio
hondureño independiente Contracorriente entrevistaron al pastor Miguel Muñoz,
quien fue escogido por Zamora para dirigir el ministerio en Honduras. Consultado
sobre cómo concilia el sufrimiento de sus compatriotas migrantes con las
creencias de la organización que representa el pastor, respondió: “Es que
todavía no me ha tocado llegar a ese estudio, porque vamos por semanas, y aún no
lo he leído”.
Diplomacia sionista
Mientras Capitol
Ministries expandía sus ministerios en los parlamentos latinoamericanos, los
miembros de la Oficina de la Fe de la Casa Blanca trabajaban activamente para
alinear a políticos de la región con la agenda de Trump y el primer ministro de
Israel, Benjamín Netanyahu, para el Medio Oriente.
Bramnick y otros
miembros de la OFCB iniciaron su recorrido en Latinoamérica con una visita a
Guatemala, en enero de 2018. La misión consistía en honrar y premiar al
presidente de ese país, Jimmy Morales, por haber anunciado un mes antes su
decisión de trasladar la embajada de su país a Jerusalén.
El Latino Coalition for
Israel (LCI) cuyo fundador es Bramnick, trasladó a Guatemala a 23 de sus
miembros directivos. “Esa noche yo pude ver cómo en los Estados Unidos, el señor
está usando a la iglesia en un rol muy importante”, recordó. El pastor se
refería al “testimonio” que escuchó, de primera mano, sobre cómo el presidente
Morales tomó la decisión, a última hora, de trasladar la sede diplomática
después de una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamín
Netanyahu, en diciembre.
Según Bramnick, Morales
había coordinado una llamada con Netanyahu y le pidió a una pastora local que le
sirviera de traductora del inglés. El presidente, explicó, había decidido de
antemano rechazar la solicitud de Netanyahu para mover la sede y así se lo había
comunicado al todo su equipo de gobierno que se encontraba en la
sala.
“La llamada viene y se
corta, viene y se corta”, dijo Bramnick y que mientras esperaban, la pastora
leyó unas citas bíblicas con él y le dijo al presidente: “si Dios te puso en
esta oficina es para cambiar la historia de Guatemala”. Al final de la llamada,
según Bramnick, Morales había cambiado de opinión y había decidido mover la
embajada y convertirse en el segundo país en hacerlo, después de Estados Unidos.
Ambas sedes se trasladaron a Jerusalén en mayo del 2018, con dos días de
diferencia.

En enero del 2018, Mario Bramnick y otros líderes evangélicos vinculados con la Casa Blanca visitaron Guatemala para honrar al presidente Jimmy Morales por la decisión que había tomaron un mes atrás de trasladar la embajada de Guatemala a Jerusalén.
Justo un año después
del homenaje de los líderes evangélicos, Jimmy Morales dio por finalizado el
acuerdo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de
las Naciones Unidas, que había sido creada por un acuerdo de la ONU y del
gobierno de ese país en 2006, originalmente para desvertebrar cuerpos ilegales
de seguridad y aparatos criminales que cometen delitos y afectan los derechos
humanos. El mandato de la CICIG, que desbarató varias estructuras criminales
ligadas a las más alta esferas del poder, fue prorrogado varias veces, la última
por petición del mismo Morales en septiembre de 2017.
Pero para enero de este
año, el presidente guatemalteco había cambiado de opinión. Le dio un plazo de 24
horas al personal de la Comisión que todavía permanecía en el país para
abandonar el territorio.
Desde agosto, Morales
había declarado persona non-grata al comisionado colombiano Iván Velásquez,
quien aún dirige la CICIG desde el extranjero y prepara su cierre definitivo en
septiembre. Morales anunció la medida en televisión y rodeado de militares,
mientras jeeps militares cercaron las instalaciones de la CICIG en la
ciudad.
La CICIG había
investigado al presidente Morales por financiamiento ilegal electoral. También
abrió investigaciones contra su hijo y su hermano, quienes están acusados de
haber estafado al Estado creando y remunerando empleados fantasmas en el
Registro General de la Propiedad.
En agosto del 2017, la
Fiscalía guatemalteca y la CICIG cerraron su primera investigación contra el
presidente Morales y su partido por presunta financiación ilegal de la campaña.
Los fiscales estimaron que Morales y su partido político omitieron declarar Q15
millones -unos $2 millones-- en contribuciones a su campaña
política.
El 25 de agosto, los
fiscales y la CICIG presentaron ante el Congreso guatemalteco el primero de
varios antejuicios contra Morales y solicitaron que se le removiera su inmunidad
para continuar las investigaciones penales contra el mandatario, con el fin de
obligarlo a comparecer y seguir indagando sobre su involucramiento en los
presuntos crímenes. Las causas fueron archivadas en octubre del año pasado luego
de que el Congreso votó en tres oportunidades en favor de mantener intacta la
inmunidad de Morales. En relación con los cargos, el presidente Morales
respondió con una frase que fue también su eslogan en campaña: “ni corrupto, ni
ladrón”.
El gobierno de Barack
Obama, y de todos los presidentes anteriores, habían apoyado incondicionalmente
a la CICIG y la habían defendido en tiempos de ataques. La administración Trump
inició garantizándole total apoyo, pero gradualmente adoptó un perfil más bajo y
un discurso alineado al de Morales, de apoyar a una CICIG
“reformada”.
En julio del 2018, la
cadena de periódicos Maclatchy publicó una historia en la que citó a una fuente
estadounidense “con conocimiento directo de las conversaciones” sobre la CICIG
en Washington DC. “La única razón por la que Estados Unidos hace esto [dejar de
apoyar la labor de la CICIG] es porque está feliz de que Guatemala haya
trasladado su embajada a Jerusalén. Sólo porque el presidente [Morales] está
molesto de que la CICIG investigue a algunos de sus familiares toma la decisión
[de mudar la embajada a Jerusalén] para destacarse ante el gobierno de Trump, y
entonces la dice a Trump: 'Ayúdeme con la CICIG’”.
La publicación no fue
desmentida ni confirmada por la Casa Blanca y el Departamento de Estado
estadounidense.
CJI, CLIP y los aliados
periodísticos Nómada y Plaza Pública en Guatemala entrevistaron a dos fuentes
con acceso al gobierno guatemalteco quienes coinciden con la fuente citada por
el diario estadounidense. Según ellos, el presidente Morales vio la oportunidad
perfecta para conseguir apoyo de los estadounidenses y sacar a la CICIG de
Guatemala, a cambio del traslado de la embajada.
Luego del viaje a
Guatemala, cinco líderes de la OFCB se reunieron con el presidente de Honduras
durante su visita a Washington en junio del 2018. En esa reunión, explicó
Bramnick, “le preguntamos al presidente cómo podíamos ayudarle a guiar su
decisión -sobre la embajada- y nos volvimos a reunir con él dos veces más el los
siguientes meses”.
Además de Bramnick,
otra líder de la Oficina de la Fe ha tenido protagonismo en encuentros con
políticos en Latinoamérica. Michele Bachmann, excongresista estadounidense y
fundadora de la Camarilla del Tea Party en la Cámara de Representantes, es una
de las más activas en la OFCB y una de las dos únicas mujeres que forman parte
del masculino grupo.
Es, también, la más
conectada. Integra la junta directiva de Capitol Ministries y dirige
personalmente un ministerio en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en
Nueva York, desde donde evangeliza a líderes mundiales y promueve una visión de
Israel según el Antiguo Testamento.
En agosto del año
pasado, dos meses antes de la elección en Brasil, la excandidata a la
presidencia de Estados Unidos grabó un video instando a los brasileños a votar
por un candidato que esté dispuesto a trasladar la embajada de Brasil a
Jerusalén. Bolsonaro prometió mudar la sede diplomática durante su campaña
electoral. Bachmann no mencionó el nombre de Bolsonaro y se identificó como ex
congresista y ex candidata presidencial en Estados Unidos.
“Por 3.500 años Dios ha
designado a Jerusalén como la capital de Israel, es un hecho (...) Queremos que
Brasil sea bendecida, queremos que prospere, así que asegúrese de votar por un
candidato que mueva la embajada de Brasil a Jerusalén”, dijo
Bachmann.
Días antes, Bachmann y
Mario Bramnick habían participado en la celebración de los 70 años de la
creación del estado de Israel, en una mega iglesia en Belo Horizonte, Brasil, en
donde Bramnick aseguró que el próximo presidente brasileño movería la embajada
del país a Jerusalén, sin mencionar el nombre de Bolsonaro. El evento, donde
estuvo presente el hijo del presidente Bolsonaro, Eduardo Bolsonaro, terminó
convertido en un acto de apoyo al entonces candidato presidencial, según reportó
el aliado periodístico en Brasil, Agência Publica (Ver nota publicada por
Agência Publica) . La legislación brasileña prohíbe a los religiosos hacer
propaganda electoral y también prohíbe a los extranjeros inmiscuirse en asuntos electorales. Ni
Bramnick ni Bachmann mencionaron explícitamente el nombre de Bolsonaro durante
sus intervenciones públicas.
Según confirmó Jane
Silva, la pastora organizadora de la celebración, a Agência Publica, el ex tesorero de la campaña de Bolsonaro
ayudó a pagar la celebración. La iglesia que celebró el culto es la misma a la
que pertenece la ministra brasileña de Derechos Humanos y de las Mujeres,
Damares Alves, quien ha dicho que las mujeres deben usar ropa rosa y los hombres
azul.
Bramnick volvió a
Brasil en diciembre, junto con otra delegación de la Oficina de la Fe de la Casa
Blanca. Allí también se reunió de nuevo con Eduardo Bolsonaro, hijo del
presidente y congresista y quien ha sido anunciado como el próximo embajador de
Brasil en Washington. “Eduardo Bolsonaro me invitó a traer una delegación más
pequeña a Río -de Janeiro- para hablar con el papá, el presidente Bolsonaro,
sobre el tema de mover la embajada”, recordó el pastor, quien también asistió a
la toma de posesión del presidente brasileño.
A finales de marzo
pasado, el presidente Bolsonaro anunció que mudará una oficina de negocios a
Jerusalén, en vez de la sede diplomática, como había prometido en campaña. “Él
todavía sigue abierto a mover la embajada, obviamente esa decisión no era nada
fácil”, dijo Bramnick.
Eduardo Bolsonaro
también había prometido a la pastora Jane Silva que el gobierno de su padre
mudaría la embajada a Jerusalén. En una reunión en noviembre de 2018 Silva dijo
que trató del tema com Jared
Kushner y dijo a la prensa que el yerno de Trump ayudaría a planear el cambio de
la embajada .
El presidente
Bolsonaro, quien recientemente convocó a las fuerzas armadas para celebrar el
aniversario del inicio de la dictadura militar que gobernó el país por 21 años,
no respondió a las preguntas que CJI le envió el 31 de julio pasado en relación
con este artículo.
Los acercamientos de
los líderes de la Oficina de la Fe son cada vez más estratégicos. En mayo
pasado, Bramnick se reunió con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, antes
de que asumiera el poder (Vea la nota publicada por El Faro). “La semana del 22
de julio vamos de nuevo para El Salvador para reunirnos otra vez con el
presidente Bukele y lanzar una reunión de pastores de la nación y de ahí
viajaremos a Honduras para honrar al presidente Hernández por su decisión de
mover la oficina diplomática”, adelantó el pastor, quien también incluyó a Costa
Rica en la gira.
Consultado sobre cómo
tiene acceso a tantos líderes
mundiales, el líder religioso explicó que depende del país. “Si no es alguien en
el gobierno, es un pastor con relaciones o un congresista, o el asesor de un
congresista”.
En relación con el
discurso que presentan ante los líderes, Bramnick explicó que también depende
del líder. “Si son cristianos, y entienden el ámbito espiritual, les hablamos de
una forma y, si no, les hablamos de uno de los puntos más importantes para
nosotros. Ahora hay un proyecto, desde Israel y Estados Unidos y los países
árabes, para ayudarles financieramente a los palestinos, trayendo dinero y
negocios, pero fuera de la Autoridad Palestina, que es
corrupta”.
El pastor se refiere al
plan Paz y Prosperidad que promueve el asesor presidencial y yerno de Trump,
Jared Kushner, en el Medio Oriente y que presentó en Bahrain el 25 de junio
pasado. La propuesta, a la que Trump llamó “el negocio del siglo”, evade
mencionar la creación de un estado palestino y se centra en recaudar 50 mil
millones de dólares para proyectos de desarrollo en Gaza.

Mario Bramnick junto con el Vicepresidente estadounidense Mike Pence a inicios de julio pasado durante la inauguración de “Latinos for Trump” un movimiento que trabajará para reelegir al Presidente Trump.
Bramnick explicó que
los líderes de la fe también se reúnen con empresarios e inversionistas para
promover el proyecto de Kushner. “Nosotros les presentamos lo que está
sucediendo ahora a los presidentes y les decimos que no es solamente bendecir a
Israel y a los judíos, como dice la Biblia, pero también a los árabes y a los
hijos de Israel con los proyectos que ya se están trabajando
ahora”.
Esta investigación
colaborativa desveló que los líderes de la Oficina de la Fe de la Casa Blanca no
solo viajan en grupos para influir a presidentes latinoamericanos. También
encontró que entre diciembre del 2017 y finales del 2018, numerosas delegaciones
de sus miembros han tenido acceso a líderes mundiales cercanos a la
administración Trump, como el príncipe de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, a
quien visitaron un mes después del asesinato del periodista Jamal Ahmad
Khashoggi para hablar de libertad religiosa. El pasado 19 de junio las Naciones
Unidas publicaron un informe del Relator Especial sobre ejecuciones
extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, que concluía que existen pruebas
contundentes y merecedoras de ulteriores investigaciones, en contra de
funcionarios de alto nivel sin acusaciones penales actuales, en especial Saud
al-Qahtani y el príncipe Mohamed bin Salmán. No se ha llegado a ninguna
conclusión sobre su culpabilidad.
También han discutido
asuntos relativos al Medio Oriente con el príncipe de Abu Dhabi, Mohammed bin
Zayed Al Nahyan y con el rey de Jordania, Abdullah II.
El primer ministro
Netanyahu, también investigado por corrupción, es sin duda el más agradecido con
el trabajo de los evangélicos, con quienes se reúne frecuentemente para
coordinar a “cuáles países evangélicos” influenciar para que apoyen la expansión
del estado de Israel en Jerusalén, según cuentan los mismos asesores de la
Oficina de la Fe de la Casa Blanca.
En marzo pasado, según
el diario israelí Haaretz,
Netanyahu le dijo a uno de sus asesores: “Ya no necesitamos a AIPAC”
-Comité de Asuntos Públicos Americano Israelí- “En Estados Unidos tenemos
suficiente apoyo con los evangélicos”. AIPAC es una poderosa organización que
invierte millones de dólares en cabildeo a favor de Israel en Estados
Unidos.
Trump, Netanyahu,
Bolsonaro y los presidentes latinoamericanos que negocian apoyo electoral y
político con los grupos cristianos son parte de una tendencia global de
inmiscuir a la religión en asuntos públicos.
La estrategia no es
nueva, pero la versión documentada por esta colaboración periodística pone a la
luz redes transfronterizas que, mientras defienden la moral cristiana, optan por
aliarse públicamente con gobiernos sobre los que pesan serios cuestionamientos
morales.
Este reportaje hace
parte del proyecto Trasnacionales de la Fe, una colaboración de 16 medios
latinoamericanos, bajo el liderazgo de Columbia Journalism Investigations de la
Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) y los
siguientes socios latinoamericanos son: Agencia Pública (Brasil); El País
(Uruguay); CIPER (Chile); El
Surtidor (Paraguay); La República (Perú); Armando.info (Venezuela); El Tiempo (Colombia); La Voz de Guanacaste
y Semanario Universidad (Costa Rica); El Faro (El Salvador); Nómada y Plaza Pública
(Guatemala); Contracorriente (Honduras); Mexicanos Contra la Corrupción y la
Impunidad (México); el Centro
Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP); y Univisión (Estados
Unidos).