Las tres negaciones de la dinastía Salas Römer y sus negocios en Seychelles

Henrique, el padre, y Henrique Fernando, el hijo, gobernadores del estado Carabobo entre 1989 y 2012, crearon varias compañías en paraísos fiscales con ayuda del bufete Mossack Fonseca con direcciones que no existen en Venezuela.
Escrito
está. A 172 kilómetros de Caracas se erige el enclave que vio de cerca la
batalla que determinó el fin del dominio español. Valencia, capital del estado
Carabobo, ciudad donde se concentra una parte de la élite del país, y donde,
como si de una dinastía monárquica se tratara, gobernó durante muchos años una
familia: los Salas. Hoy viven en Estados Unidos, retirados de la política y, al
parecer, amnésicos sobre las empresas que, estando en Venezuela, abrieron a
través del bufete Mossack Fonseca en su sede de las islas Seychelles, conocido
paraíso fiscal. Antes de que acabe esta nota, negarán las empresas 3
veces.
Henrique
Salas Römer (Puerto Cabello, 1936) no es neófito en el mundo de los negocios.
Fue empresario, y trató rubros tan dispares como aires acondicionados o canteras
en San Carlos. Hasta que entró formalmente en política en 1983, cuando fue
electo diputado del antiguo Congreso de la República. Desde joven tuvo carnet de
Copei, partido con el que, en 1989, y tras la decisión presidencial de que los
cargos de gobernadores y alcaldes fueran por elección directa y no a dedazo,
llegó a la Gobernación de Carabobo. Y se inició el reinado. Estuvo en el cargo
hasta 1995, momento en que abdicó y pasó el testigo electoral a su hijo,
Henrique Fernando Salas Feo, coloquialmente conocido como el
“Pollo”.

El ex-gorbernador Henrique salas Römer // Fotografía tomada de un perfil de facebook con su nombre
Salas
Römer se postuló como candidato presidencial en la campaña de 1998, aquella que
dio la victoria a Hugo Chávez. Lo hizo con Proyecto Venezuela, partido fundado
por él. Mientras, Salas Feo continuaba el legado en el feudo carabobeño, hasta
que en 2004 perdió las elecciones contra Luis Felipe Acosta Carlez. Salas Feo
regresó a la gobernación en 2008 y entregó su cargo al actual mandatario,
Francisco Ameliach, en diciembre de 2012.
No falta
quien dice que, durante el mandato de Salas Feo, el que en realidad estaba al
mando era el padre. “No tenía autonomía. El gabinete entero lo escogió el papá”,
cuenta un asistente cercano a ambos, de esa época, que prefiere mantener el
anonimato. En los corrillos de la política valenciana se dice que ambos, juntos,
eran la llave perfecta. Salas Römer padre tenía el talento y el Pollo tenía el
carisma que al otro le faltaba para tratar a la gente. También fueron la llave
perfecta para los negocios.

Google Maps - Islas Seychelles
Primera negación
Henrique
Salas Römer estableció relaciones con el bufete Mossack Fonseca en su sede de
las islas Seychelles en 2005. Según se lee en los correos internos que salieron
a la luz gracias a la filtración del diario alemán Süddeutsche Zeitung, que
coordinó el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y a
los que tuvo acceso Armando Info, el 6 de julio se emitió el certificado número
2 de emisión de acciones de la compañía Kendville Consultants INC, que luego
pasó a llamarse Adamont Consulting LTD. El titular de las acciones es Henrique
Salas Römer, con 50.000 acciones de US$ 1 cada una.
Mirabaud
Planification Financiere S.A., de Ginebra, Suiza, que entonces manejaba los
intereses financieros del clan Salas, giró instrucciones a Mossack Fonseca para
que traspasara las acciones de padre a hijo. Las acciones previamente
pertenecían a Nomihold Securities Inc, quien las tuvo en su poder desde el 7 de
octubre de 2003.

Henrique Fernando Salas (hijo) durante su ejercicio como gobernador // Foto: Fickr UK In Venezuela
En los
mismos documentos, aparece cómo Salas Römer, a través de Mirabaud Planification
Financiere S.A., traspasó las acciones a su hijo Henrique Fernando. Es el
certificado número 3 de la empresa y se emitió el 1 de septiembre de 2005. Unos
meses después, el 5 de marzo de 2007, se cedieron a la compañía Lemania
International, un año y medio antes de que empezara la campaña para las
elecciones a gobernadores que Henrique Fernando ganó.
La
dirección que colocó Salas Römer para estas acciones es la Quinta Soray, 2nda
Avda. Castillo, Alta Florida, Caracas. Si se busca en Google Maps no existe.
Habrá que ir hasta la Avenida 2 El Casquillo para conseguir la Quinta Soray, una
casa de altos portones de rejas. En el descansillo hasta la entrada de la casa,
hay una silla vacía de plástico blanco, oscurecida por el tiempo. En el suelo,
una revista abierta y un cuaderno doblado dan la sensación de que el vigilante
no debe andar lejos. El timbre, desgastado y sin ninguna indicación o nombre, no
suena fuera, pero al poco aparece aquel que abandonó su atalaya de cuatro
patas.
Se abre
la puerta principal de la casa y se entrevé en el frontón de una pared interior
en letras negras –o plateadas, la penumbra y la lejanía no permite mayor
nitidez– un nombre: Strategyum. Es la empresa de análisis de entorno
político-económico del político nacido en Puerto Cabello. Atiende Luisa Bel
quien, siempre a través del portón de rejas, niega que esa casa tenga nada que
ver ni con Salas Römer ni con su hijo desde hace dos años.
Se le
repiten los nombres una y otra vez “Kendville Consultants – Adamont Consulting”.
Y de brazos cruzados y mandíbula apretada, contesta. “No tengo ni idea, nunca
las había oído y llevo toda la vida aquí. Aquí sólo hay una asociación civil”.
Cuando se le informa que son datos que aparecen en los documentos del bufete
Mossack Fonseca, reacciona: “Con quién ha hablado, quién le dio esta dirección”.
La conversación no dura más de 5 minutos.
-No sé de
dónde ha sacado esa información, pero no es.

Resultados elecciones regionales 2012 - CNE
Segunda negación
Los Salas
perdieron poco a poco su influencia en el feudo carabobeño. El continuismo sin
reformas, sin nuevas políticas y con los mismos cogollos de poder desgastaron a
la dinastía. El último gran impacto que tuvieron fue de la mano del padre,
artífice del denominado “Capoldo”. El 24 de enero de 2012 Leopoldo López
retiraba su candidatura para las primarias de la oposición y se unía a Henrique
Capriles. El periodista Víctor Amaya, del diario Tal Cual, aseguró entonces que
fue Salas Römer quien acercó las posturas de ambos candidatos y logró el
acuerdo.
En los
comicios de 2012 Salas Feo perdió la Gobernación frente a Francisco Ameliach,
del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Al día siguiente, Henrique
Fernando se fue a Estados Unidos. No volvió a medirse hasta las primarias de la
oposición de agosto de 2015 para elegir los candidatos a diputados para las
elecciones del 6 de diciembre. Perdió. Igual que hizo antes, ese mismo día, tras
apenas una semana en Valencia, regresó a Estados Unidos.
En 2014
el entonces presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello acusó a Henrique
Salas Römer de idear un supuesto plan magnicida contra el presidente Nicolás
Maduro. Desde entonces pesa sobre él un proceso judicial con orden de captura
que lo llevó al exilio, en Estados Unidos. Este episodio le pasó factura porque,
desde entonces, no volvió a pisar Venezuela. Es en Aruba donde al parecer, en
ocasiones, celebra algunas reuniones políticas.
El 19 de
enero de 2015 se creó Tannenbaum LTD. El primer certificado de acciones está a
nombre de Henrique Salas Römer, que le da la propiedad de 50.000 acciones por
valor total de US$ 50.000. El director de esta compañía es Mariano Gómez quien,
a pesar del nombre tan castizo, posee nacionalidad suiza, según el pasaporte que
se adjunta para las operaciones con el bufete.
Cuando a
un empleado de Mossack Fonseca le pidieron investigar sobre esta empresa y su
principal accionista, saltó el resorte del magnicidio acusado por Cabello. En
febrero de 2015 advirtió que había “información adversa” sobre el cliente que
acababa de sumar otra compañía a sus bienes, según se lee en los correos
internos.

La
respuesta que dio Salas Römer al due dilligence, el proceso de protocolo que
investiga en profundidad a los clientes denominados PEP (Personas Expuestas
Políticamente, por sus relaciones directas o indirectas con cargos de la
Administración Pública) fue de antología. “For
now, it would be good if its compliance department has an education as to what
is happening in the country. I'll be
back next week Suisse”. (Por ahora, sería bueno que este departamento tuviera
educación sobre lo que está pasando en el país. Estaré de regreso en Suiza la
próxima semana”.)
Los
registros contables de Tannenabum LTD están en Valencia. En la Torre Santos,
piso 9, Avenida Bolívar Norte. Pero, como ocurrió en Caracas, esta dirección
tampoco existe.
La
avenida Bolívar Norte es una de las principales arterias de la capital
carabobeña. En un recorrido de punta a punta en ambos sentidos no se encontró la
Torre Santos. El taxista, valenciano, desconoce la locación de esa torre.
Pregunta por la radio a sus compañeros de línea. Ninguno sabe. “¿No estarás
buscando la Torre Stratos?”. Se repite de nuevo la dirección, pero no hay modo
de dar con ella. Hasta que se contacta a una fuente del empresariado
citadino:
- ¿Sabes
dónde es la Torre Santos?
- Eso no
existe. ¿No querrás decir la Torre Stratos?
- No.
Santos. Busco unas oficinas en un piso 9.
- No
existe una Torre Santos. Pero el piso 9 más famoso que hay para el mundillo de
la política en la Avenida Bolívar Norte es el de la Torre Stratos. Ahí está el
cuartel de Salas Römer.
En la
entrada a la oficina hay una foto del monumento al Espíritu Guerrero de Alberto
Lescay, escultura que recibe al visitante a Puerto Cabello. Son las oficinas de
Proyecto Venezuela y allí atienden María Eugenia Jiménez, secretaria de la
oficina, y asistente de Henrique Salas Römer, y Marianela Faría, la de Henrique
Fernando. La primera dice que el padre no está. “Él está perseguido por el
Gobierno, no está en la ciudad, ni en Venezuela”. Sobre el hijo no dan más
explicaciones, sólo que no está tampoco en el país.
Cuando se
les comunica el motivo de la visita, buscan un cuaderno para tomar notas. La
espera en la entrada, en un pequeño descansillo con sillas, es corta. Se repite
todo. Panamá Papers. Mossack Fonseca. Tannenbaud LTD. Kendville Consultants.
Padre, hijo.
-Preguntaré.
No me suena nada de lo que dice.
Tercera negación
La tarde
del miércoles 4 de mayo Salas Römer levantó su teléfono en Estados Unidos y
escuchó atentamente las preguntas sobre su relación con el bufete panameño y las
empresas. “No tengo la menor idea de lo que estás hablando”, dijo pausadamente.
Pidió que fueran deletreados algunos nombres de compañías y detalles sobre el
monto de las acciones. “No, no me suenan. Para nada, esas no son mías, no tengo
ninguna empresa en Panamá y no sé de qué correos me
hablas”.
K – e – n
- d – v – i – l – l - e: Kendville Consultants fue dictada letra por letra en el
auricular, pero no lo recordó. La fecha de apertura, según registros del bufete
panameño, es 2005. En ese momento ni él ni su heredero Henrique Fernando Salas
Feo ejercían cargos de elección popular, pero eran figuras muy activas en la
política venezolana.
Dijo que
era un hombre que, a la par de su carrera política, se dedicaba a negocios
privados. Pero no aceptó que alguna de estas, registrada en el archivo privado
de Mossack Fonseca siempre con sus dos apellidos, fuera suya. A pesar de los
correos que se enviaron a las asistentes, fue imposible conversar con Henrique
Fernando Salas Feo para conocer su versión de los
hechos.
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Mucho
menos reconoció que hubiera autorizado a cederle a su hijo las acciones de una
empresa ni que compartan la propiedad de Adamont Consulting, creada por Mossack
Fonseca en las Islas Vírgenes Británicas, otro conocido paraíso
fiscal.
Lejos de
aquella campaña de 1998, cuando Chávez decidió no llamarlo jamás por su nombre y
apodarlo “Frijolito”, casi 20 años después el otrora hombre a caballo blanco se
dedica a “mis negocios privados”, como prefiere llamarlo. En los registros
públicos de Florida hay una empresa en la que funge de director. Sin embargo,
ese nombre tampoco le resulta conocido.

Y
enseguida, como en el pasaje bíblico donde Jesús predijo las tres negaciones,
cantó el gallo.