Un ex primer ministro de Francia y un ex magistrado español dieron la hora al ‘Señor de los Relojes’

Dominique de Villepin ayudó, junto al ex juez español Baltasar Garzón, a que en 2014 el Principado de Andorra desbloqueara los fondos multimillonarios de Diego Salazar, congelados poco antes bajo sospechas de lavado de dinero. Un año más tarde, el ex jefe de gabinete de Jacques Chirac (2005-2007) intermedió para que Salazar, también conocido como el ‘Zar de los Seguros de Pdvsa’, además de primo del ex ministro venezolano y entonces embajador en la ONU, Rafael Ramírez, comprara un banco y dos compañías de seguro en Luxemburgo.
Mediapart (París) (*)
"Ah,
sí, no te mezcles con él, porque parece un tipo que lo que quiere es escapar",
le advirtió Alexandre Djouhri, el empresario de origen argelino que figura por
ahora como principal sospechoso en la trama de financiamiento libio de la
campaña electoral de ex presidente Nicolas Sarkozy en 2007.
Era febrero de 2015 cuando Djouhri -hoy detenido en Londres, esperando por su extradición a Francia- le recomendaba al ex primer ministro francés (2005-2007), Dominique de Villepin, que no frecuentara a un hombre clave del chavismo, mundano, apodado El señor de los relojes: Diego Salazar, de 40 años de edad. Salazar se ganó el mote a la entrada de una fiesta, en la que ofreció a sus invitados regalar a cada uno un Rolex, si permitían que destrozara a martillazos los relojes que traían. Compraba por docenas los relojes de oro, fueran Rolex y Cartier.

Dominique de Villepin, ex primer ministro francés (2005-2007)
En
2012, Dominique de Villepin sumó al venezolano al portafolio de clientes de su
empresa de consultoría, para establecer relaciones de confianza y ofrecerle la
compra de un banco en Luxemburgo. No sin esfuerzo, según varios testigos,
consiguió además la liberación de unos fondos de su cliente, congelados en
Andorra. El episodio apareció en las escuchas telefónicas realizadas durante la
investigación de la financiación libia de Sarkozy, que resultó en una orden de
arresto y un procedimiento de extradición para Djouhri. Hijo
de un guerrillero, enriquecido por los negocios con las pólizas de seguros de la
compañía petrolera estatal Pdvsa, Diego Salazar fue detenido el pasado 1 de
diciembre por la policía venezolana. El Fiscal General del chavismo, Tarek
William Saab, le acusa de ser el cerebro de una red de corrupción y lavado de
dinero. Durante la misma redada, dieciocho funcionarios fueron detenidos,
incluyendo dos directivos de alto nivel: Eulogio Del Pino, ex ministro de
Petróleo y ex presidente de Pdvsa, y su sucesor por poco tiempo, Nelson
Martínez.
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El 4
de diciembre, en una conferencia de prensa, el propio presidente, Nicolás
Maduro, denunció el enriquecimiento de Salazar “y su banda”, y el hallazgo de
obras de arte por unos 800.000 euros en uno de sus apartamentos en Caracas.
Maduro blandía unos aguafuertes trémulos mientras exigía que todas las obras
retornaran “al pueblo” y al patrimonio nacional. “¡Tenía un juego de ajedrez en
su oficina con piezas de oro!", exclamó. “¡Los nuevos ricos! ¡Ladrones!
¿Bolichicos? ¡Vándalos! ¡Presos! ¡Y con la pena máxima!". Con
Salazar cae un clan completo del chavismo al que Maduro ha señalado. Rafael
Ramírez, embajador venezolano en las Naciones Unidas, primo de Salazar, fue
destituido simultáneamente de la ONU: presidió la corporación petrolera durante
diez años, de 2004 a 2014. Según el fiscal venezolano, la malversación desvió a
través de la Banca Privada d'Andorra (BPA) y una red de empresas panameñas cerca
de 1.300 millones de euros entre 2011 y 2012. A mediados de diciembre, la
fiscalía anunció que "los documentos acusan directamente" al ex embajador por
ser socio de su primo "en operaciones de compra y venta de
petróleo".
Pero
es la investigación del BPA la que causa la caída del clan. Los jueces españoles
ponen su atención en el Principado limítrofe, cuya banca accedió a colaborar en
una variedad de esquemas de blanqueo de capitales. En Andorra la justicia
española encontró las claves de varios casos de interés en la ladera sur de los
Pirineos, como el del ruso Andrei Petrov y la transacción inmobiliaria en Lloret
del Mar, sobre la costa catalana, que lo relaciona con el capo de la mafia rusa,
Semion Mogilevich. O los del chino Gao Ping, cabecilla de la red de lavado de
dinero en efectivo de la Operación Emperador, o de la fortuna oculta de Jordi
Pujol, ex presidente de Cataluña (1980-2004).
También
había pistas latinoamericanas. Algunas relacionadas con las cuentas abiertas en
el banco a nombres de PEP (Politically
Exposed Persons) para recibir pagos de la constructora brasileña Odebrecht
que esta transfería desde un pequeño banco que compró en la isla caribeña de
Antigua.
Los
líderes de Pdvsa y sus testaferros también se beneficiaron de este esquema, a
través de 37 cuentas corrientes gestionadas entre 2007 y 2012, y una red de
empresas panameñas. Desde 2006, el BPA contaba con una sucursal en el CCCT de
Caracas, un mall en el sureste de la
capital venezolana. Desde allí facilitaba a sus clientes la creación de empresas
en Panamá. Los honorarios se cargaban a los contratos públicos de Pdvsa y se
pagaban por concepto de consultorías a empresas panameñas. Desde luego, los
seguros que Diego Salazar manejaba estaban especialmente sobrefacturados. La
plata salía por las ventanas.
De
acuerdo con facsímiles de facturas publicados por el diario El País de Madrid, una de las compañías
panameñas de Salazar, High Advisory and Consulting S.A., ordenó en Lavinia, una
de las mayores tiendas de licores de París, grandes vinos franceses, como un
Pomerol Petrus 1990 por 5.560 euros la botella, o un Chateau Mouton Rotschild a
1.780 euros la botella. Un total de 694 botellas por 493,573 euros. En octubre
de 2011 ordena 93 relojes, de marcas Rolex y Cartier, por dos millones de euros.
Los primeros sumarios judiciales indican que Diego Salazar y su primo y hombre
de confianza, Luis Mariano Rodríguez, "pasaron varias temporadas en París
realizando importantes gastos por millones de euros en hoteles y tiendas de
lujo".
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En
2012, la agencia francesa contra el lavado de dinero, Tracfin, alertó a las
autoridades judiciales de Andorra sobre un curioso pago de 99.980 euros a un
gerente del Hotel Crillon en París. Procedía de una compañía panameña, Highland
Assets Corp, propiedad de Diego Salazar. Las investigaciones comienzan y los
primeros fondos de Salazar quedan bloqueados, el 30 de noviembre de 2012, a
petición de la fiscalía de Andorra. El depósito de garantía impuesto a Salazar
era de 200 millones de euros. Pero para entonces ya el hombre de negocios
venezolano se había encontrado con su asesor, Dominique de Villepin.
En
diciembre de 2012, el nombre del ex primer ministro aparecerá en intercepciones
telefónicas de conversaciones entre Luis Mariano Rodríguez y uno de los gerentes
de BPA, Pablo Laplana, uno de cuyos intercambios se dio a conocer a través de la
cadena española Antena 3.
Rodríguez
explica cómo su primo, Diego Salazar, entregó 80.000 dólares a agentes de
policía en Venezuela cuando las autoridades cuestionaron la llegada de una
"cantidad significativa". "La policía cerró el caso", dice Luis Mariano
Rodríguez. Pero continúa: "Diego quiere hacerlo aquí de la misma manera que en
Venezuela y esto no se hace así...". El
banquero Pablo Laplana lo confirma y, según la grabación, habla entonces de la
intervención de Dominique: "No, no,
no... (…) Aquí nadie habla de corromper a nadie... Si Dominique encuentra la
forma, una forma muy discreta, y con mucho tacto, para ejercer presión ...
Porque lo hacemos aquí: del gerente general a los dueños del banco se mueven ...
Me explico: invitas a alguien a cenar, y le dices que todo eso te tiene muy
enojado... (…) que te parece que ellos cometieron una equivocación, y ellos
entienden el mensaje. Déjame explicarte: no vas ni a golpear la mesa, ni a
gritar o amenazar, aquí no funciona de esa manera. Aquí lo que estás haciendo es
hablar con el ministro y le dices: ‘Se me ha informado de esto (…) Creo y
estamos convencidos de que es un gran error’. Y un juez llama al ministro y le
dice: ‘Escucha, mira este caso muy bien ... Porque puede causarnos un gran
problema, estás cometiendo un error’, y eso es lo que el banco está tratando de
hacer". De
acuerdo a lo recogido en las escuchas, Dominique de Villepin defendería la causa
de los venezolanos junto a Baltasar Garzón, ex juez de la Audiencia Nacional
español, expulsado de la Judicatura por prevaricación en 2012, y de fama
universal desde que en 1998 ordenó detener en Londres al ex dictador chileno y
entonces Senador, Augusto Pinochet.

Baltazar Garzón, ex juez de la Audiencia Nacional español
Luis
Mariano Rodríguez preguntó al ejecutivo de BPA si tenía noticias de Dominique. "Bueno,
voy a enviar otro mensaje a Diego porque Garzón dice que quiere ponerse en
contacto con él para coordinar lo que van a hacer", dijo el venezolano. “Porque,
por supuesto, todos los abogados que tenemos están trabajando en la defensa.
Pero a Garzón el banco lo contrató para el ataque, y a Villepin Diego lo
contrató también para atacar. Son dos cosas diferentes. Una es la defensa, la
otra es el ataque. Garzón debe coordinar el ataque con Villepin, esencialmente
para que digan lo mismo. Porque si uno dice una cosa y el otro dice lo
contrario, tendremos un problema”. Interrogado
para esta nota, Dominique de Villepin afirma que "nunca trabajó para liberar
estos fondos". "Nunca he sido el abogado de Diego Salazar en este caso", dice,
“sólo asesoré para el desarrollo de su grupo a nivel internacional”. El ex juez
Garzón también negó lo escuchado en la grabación española, afirmando que no
había "hecho nada" por la liberación de los fondos de Salazar, y que sus
relaciones con el banco BPA estaban cubiertas por el secreto
profesional.

BPA (Banca Privada de Andorra)
En
cualquier caso, la liberación de los fondos fue concedida a los venezolanos en
2014 por el Tribunal de Corts, el
correspondiente a la Audiencia Nacional en Andorra, tras juzgar insuficientes
los indicios de lavado de dinero, a solo un año y medio de la medida de bloqueo,
y teniendo en cuenta la falta de antecedentes penales de los
involucrados. La
asesoría de Dominique de Villepin
para Salazar parecía haber tenido efecto, según una auditoría judicial francesa.
El 21 de febrero de 2015, el ex primer ministro explica al intermediario
Alexandre Djouhri que está a punto de cenar con Diego Salazar, "quien busca algo
que hacer en París". "Ahora que tiene sus oficinas en la avenida Montaigne,
busca comprar un negocio bancario, una compañía de seguros o una de ingeniería
en el sector energético", Villepin expone al intermediario. "Hay un banco y dos
pequeñas compañías de seguros que están a la venta en un fondo en Luxemburgo",
dijo Villepin, quien adelantó a Salazar la idea de ofrecerle "comprar este fondo
diciéndole (…) que era Alexandre (Djouhri) quien está tratando de
comprarlo". "Pero evita cuidadosamente mezclarte con él", concluye Villepin.
"Ah, sí, no te mezcles con él, porque parece un tipo que lo que quiere es
escapar", asiente Djouhri. El
10 de marzo de 2015, la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN) del
Departamento del Tesoro de Estados Unidos denuncia oficialmente al BPA ante el
Principado de Andorra como "preocupante institución financiera" por su papel en
el lavado de dinero internacional, lo que provoca la intervención del
banco.

FinCEN (The Financial Crimes Enforcement Network) es una agencia del Departamento del Tesoro estadounidense creada en 1990, que almacena y analiza información sobre transacciones financieras con el fin de luchar contra los delitos financieros
El
expediente venezolano está particularmente señalado por los estadounidenses. El
informe FinCEN menciona "transferencias por valor de 4.200 millones de dólares
en relación con el lavado de dinero venezolano". Un año más tarde,
PricewaterhouseCoopers (PwC), encargada de auditar las cuentas de BPA, anunció
que 923 clientes del establecimiento pueden ser considerados "sospechosos de
lavado de dinero", es decir, 3% de los clientes (sobre un total de 29.200). Pero
también encuentra que 2,165 clientes, o 7,4% del total, no pudieron justificar
la fuente de sus fondos. Según
Dominique de Villepin, la propuesta de negocios en Luxemburgo no prosperó. De
todas maneras, Diego Salazar instaló sus oficinas en el 17-19 de la avenida
Montaigne en París, junto al teatro Champs-Élysées. Su empresa, Cliona Holding,
propiedad de una entidad de Luxemburgo, y esta, a su vez, propiedad de una
compañía panameña, Wilona Global S.A., se ha mantenido perfectamente hermética
por el momento. Luego Diego Salazar se establecería en los Emiratos Árabes
Unidos, a donde había transferido parte de sus fondos. Despreocupado ante los
riesgos, el señor de los relojes
regresó a Caracas, donde fue detenido. Acompaña en prisión a dos militares de
alto rango acusados ??de sedición. "Es
un ajuste de cuentas político", suspira un amigo del magnate de los seguros, que
habló para esta nota. “Tal como en Arabia Saudita ... ". (*)
El autor concedió a Armando.Info autorización exclusiva para traducir del
francés este reportaje y publicarlo.