Venezuela mortifica a los bancos suizos

Más de 100 millones de dólares han sido congelados en cuentas bancarias suizas, a petición de autoridades norteamericanas que investigan casos de corrupción de Pdvsa, la empresa estatal petrolera de Venezuela. Sin embargo, el monto definitivo de los decomisos podría ser de más de 1.000 millones de dólares. Casi una veintena de bancos en ese país alpino estarían en la mira por alojar fondos negros de la revolución bolivariana.
TDG
Ginebra.-
Después de Brasil con el gigante petrolero Petrobras y de Malasia con su brazo
financiero 1MDB, ahora empieza la era de Venezuela. Un tercer caso de corrupción
en un plazo de 18 meses viene de nuevo a empañar la reputación de la plaza
financiera suiza. Se trata en esta ocasión de Caracas. En concreto, de la
empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa), envuelta en negocios por
debajo de la mesa cuyos dineros sucios a menudo se esconden en Suiza con montos
por más de 1.000 millones de dólares.
Más de 100 millones bloqueados
En
el lapso de tres años, al menos tres investigaciones sobre corrupción en
Venezuela fueron abiertas en el extranjero, y produjeron solicitudes de
asistencia dirigidas a tribunales suizos. Una de esas peticiones desembocó en la
confiscación de 100 millones de dólares depositados en cuentas bancarias
suizas.
En
el primer caso, la alerta fue emitida por las autoridades de Estados Unidos en
diciembre pasado, con la detención de dos hombres en Houston, Texas: Roberto
Rincón y Abraham Shiera. Motivo: violación de la Ley de Prácticas Corruptas en
el Extranjero –la normativa federal estadounidense que hace seguimiento a la
corrupción empresarial en todo el mundo– y lavado de dinero. Los dos hombres de
negocios y cuatro cómplices se declararon culpables. Fueron puestos en libertad
bajo fianza en agosto reciente con la obligación de portar un brazalete
electrónico que permite localizarlos.
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Se
les acusa de formar alrededor de 30 empresas que participaban en las
licitaciones de Pdvsa para la compra de equipos. A través de contactos muy bien
pagados en la petrolera venezolana, se aseguraban de que las ofertas
seleccionadas siempre fueran las suyas. Para ganar esos contratos, los imputados
vertieron más de 1.000 millones de dólares en sobornos entre 2009 y 2014, de
acuerdo con la justicia de Texas, a través de 730 cuentas bancarias
diferentes.
En
la demanda, el tribunal de Estados Unidos menciona, en particular, la apertura
de tres cuentas en el banco Credit Suisse por Roberto Rincón. Dos solicitudes de
asistencia judicial fueron enviadas por ese caso a Suiza, incluyendo una emitida
el mismo día de la detención de Rincón y Shiera. Según la Oficina Federal de
Justicia (OFJ) de Suiza, un total de ocho entidades bancarias helvéticas están
incluidas en la petición de información desde Estados Unidos. Un primer intento
judicial por bloquear en Suiza la información solicitada desde Estados Unidos,
fue rechazado por los tribunales federales suizos. Un segundo intento todavía
aguarda por una decisión.
Una
primera serie de documentos ya fue enviada a Washington en junio, seguida de una
segunda en agosto, según la OFJ. Las cuentas congeladas corresponden a “uno de
los ocho bancos” y “más de 100 millones de dólares han sido bloqueados”, dijo
Folco Galli, portavoz de la institución gubernamental.
Al
ser contactada, el organismo suizo de supervisión del mercado financiero, Finma
(por sus siglas en francés), dijo apenas “estar al tanto del caso” y mantenerse
“en contacto con varios bancos” para evaluar su nivel de participación. “En
principio, Credit Suisse coopera con las autoridades cuando se le requiere, pero
nunca informa sobre los casos judiciales en curso”, declaró, por su parte, un
vocero del segundo banco en el ranking financiero
suizo.
Dieciocho bancos en la mira
El
gigante petrolero del Estado venezolano es objeto de otro procedimiento judicial
en Estados Unidos con conexiones en Suiza. La acción está a cargo del temible
fiscal de Nueva York, Preet Bharara, quien ya ha sancionado a otros bancos
suizos en el pasado. Bharara está muy interesado en el grupo industrial
venezolano Derwick Associates, también sospechoso de corrupción con Pdvsa,
después de obtener contratos lucrativos del sector eléctrico en un tiempo
récord. La compañía está especializada en la construcción de centrales
eléctricas, de gas natural y equipos relacionados con estas industrias
pesadas.
En
Berna se comprobó que el fiscal neoyorquino envió en junio de 2015 una solicitud
de información en relación con este caso, que comprende a 18 bancos suizos. El
mes pasado, la agencia Bloomberg reportó que UBS y EFG están entre esos bancos.
Ninguna de las dos instituciones quiso comentar la versión. Por su parte, la OFJ
afirma que está examinando los documentos recopilados antes de enviarlos a
Estados Unidos.
En
Venezuela, estas historias encolerizan a los ciudadanos. No solo porque el
Gobierno no haya puesto en marcha ninguna investigación de lo que sucede en
Pdvsa, a pesar de los indicios, sino también porque la población está llevando
la peor parte de la severa crisis económica por la que atraviesa el país. En un
informe publicado el mes pasado, la Universidad de Columbia en Nueva York,
Estados Unidos, observa que la producción de petróleo de Venezuela –que
representa 96% de sus exportaciones– cae no solo porque los precios del petróleo
han ido a la baja, sino también porque Pdvsa está mal gestionada y carece de
dinero en efectivo para reaccionar.
Una advertencia en 2013
El
malestar en la opinión pública venezolana es alimentado por la proliferación de
escándalos. En mayo de 2013, el fiscal Bharara –ya para entonces era él– anunció
la apertura de un procedimiento en torno a un lucrativo acuerdo entre la
vicepresidente del todopoderoso Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social
de Venezuela –Bandes, que finanza la infraestructura del país– y dos operadores
de una firma de corretaje neoyorquina, Direct Access Partners. El patrón era
casi el mismo: infringir la Ley contra la Corrupción de Funcionarios Públicos
Extranjeros y lavado de dinero. Las jugosas comisiones compartidas entre la
banquera venezolana y los traders –que la llamaban “la hormiga” en su correo
electrónico– quedaron a la sombra en Suiza después de convertirse en fondos
anónimos a través de empresas de fachada.
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Los
documentos de la justicia estadounidense mencionaban entonces a las entidades
Mirabaud y Compagnie Bancaire Helvetique (CBH), así como a Julius Baer, la
sucursal suiza de Hapoalim y UBP. En su momento ninguna de esas empresas
financieras ha comentado nada acerca del caso, del que el ministerio público
federal suizo se hizo cargo en septiembre, como respuesta a las demandas de
Estados Unidos. Ahora solo el UBP ha reportado que de momento “por supuesto,
responde a una solicitud formal de información por parte de las autoridades
suizas” a la que “no ha seguido ninguna otra”. Según se supo, el dinero
depositado en cuentas diferentes –la causa en Estados Unidos menciona 30
millones de dólares– quedó confiscado y fue reembolsado.
Con
los casos venezolanos, los fondos bloqueados en cuentas suizas por
investigaciones de lavado de dinero rebasaron oficialmente de los 1.000 millones
de francos suizos. En marzo, el ministerio público federal anunció que 800
millones de francos quedaron congelados en relación al caso de Petrobras. Otras
decenas de millones quedaron secuestrados tras el escándalo del 1MDB malayo. Con
los casos de Pdvsa se superan los 1.000
millones.
Una misteriosa sociedad ginebrina
Un
cuarto caso de presuntos sobornos conecta Pdvsa con Ginebra. Se trata de la
sociedad mercantil, también especializada en la exploración y extracción de
petróleo, Trenaco, cuyas oficinas en Suiza se
hallan en la Rue du Marché. Según la agencia Reuters, se sospecha que la
compañía cometió engaños el año pasado para conseguir un contrato por 4,5 mil
millones de dólares con Pdvsa para perforar 600 pozos en la Faja Petrolífera del
Orinoco, reservorio de los mayores volúmenes de crudo en el planeta. Su oferta
ganó el concurso, para sorpresa de gigantes como Chevron y Halliburton. También
de acuerdo con Reuters, la compañía con sede en Ginebra habría contratado
personal e invertido en equipamiento técnico antes de que la licitación fuera
decidida.
Las
multinacionales, que deberían haber estado trabajando con Trenaco,
protestaron, argumentando que Ginebra no tenía las habilidades requeridas.
Tuvieron éxito en sus reclamos, a pesar de la resistencia dentro de Pdvsa: el
contrato se dio por terminado el invierno pasado.
Así
mismo, el banco JP Morgan Commodities introdujo en febrero una demanda contra
Trenaco. La historia podría ser un síntoma más de la disfunción dentro de Pdvsa,
según observadores venezolanos. Trenaco ya ha sido liquidada. Sus representantes
no pudieron localizarse ni por teléfono ni en el local de la Rue du
Marché.
(*)
Armando.info publica este reportaje con la autorización expresa de sus autores y
de la Tribune de Genève, Ginebra, Suiza. Autores: RICHARD
ETIENNE/ PIERRE-ALEXANDRE SALLIER (Tribune de Genève) // Colaboración: LAURA
AKROYD