En el chavismo, Tirios y Troyanos se llaman Gobernadores y Diputados

Antes de medirse en las decisivas elecciones parlamentarias, en las que arriesga el control de la Asamblea Nacional, el oficialismo debe primero tratar de resolver las disputas internas por las postulaciones a diputados, que habrán de dirimirse a sangre y fuego. Luego, los caciques regionales que salgan victoriosos tendrán que tratar de adecuarse a las cuotas por edad y género establecidas desde Caracas.
“¡Vamos a primarias!”, exclamó el presidente Nicolás Maduro el
domingo 4 de enero, tras informar que el oficialista Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV) había aprobado ya su plan político-electoral para 2015.
Con ese anuncio, Maduro cerraba el capítulo referido al
mecanismo que emplearía el PSUV para escoger a sus candidatos para las venideras
elecciones legislativas de 2015, todavía sin fecha precisa. Pero, de la misma
manera, abría lo que puede significar un nuevo episodio en la historia de las
luchas intestinas en el chavismo.
Entre las filas oficialistas comentan que esta contienda
interna podría desatar una batalla campal entre diputados en ejercicio y
gobernadores. La advertencia nace de la experiencia. El 2 de mayo de 2010, la
militancia roja acudió a las urnas para ungir a los abanderados que se
presentarían a los comicios generales de 2010. De los 106 legisladores que se
postularon en ese proceso, solo 16 recibieron el respaldo de las bases para
intentar la reelección como principales, mientras otros 12 sobrevivieron como
suplentes.
Hace cinco años, los pasillos del Palacio Federal Legislativo
eran un lamento. “Nosotros trabajando por la revolución aquí en Caracas,
mientras los gobernadores estaban en los estados con sus maquinarias
serruchándonos el puesto”, se quejaban los parlamentarios tras la amarga derrota
colectiva.
Ahora, la mayoría del PSUV en la Cámara corre el mismo peligro.
Aunque en apariencia todos son rojos, en el fondo existen sus matices y las
fuentes consultadas apuestan a que los mandatarios regionales volverán a “jugar
duro” para incluir a sus fichas de confianza en la futura plenaria.
En algunos casos, el origen de las diferencias se entiende al
revisar el calendario electoral. La actual AN se escogió el 26 de septiembre de
2010. Entonces, una buena parte de sus integrantes contaba con el aval de
quienes en ese momento dirigían los estados. El 16 de diciembre 2012 tocó la
renovación de los gobernadores y los cambios que arrojaron los resultados,
sacudieron el mapa de las corrientes chavistas.
Como muestra de la injerencia de los mandatarios regionales en
aquellas primarias de 2010, el botón de Monagas, un estado petrolero del oriente
del país. El gobernador José Gregorio Briceño, quien militaba en el PSUV, logró
incorporar en la lista a tres de sus incondicionales: Jesús Domínguez, Nelson
Parra y María Aranguren. Tan pronto Briceño desertó del PSUV, el trío lo
acompañó en su ruptura y la bancada monaguense pasó a ser controlada por la
oposición. Más adelante, el oficialismo desaforó a Aranguren con el fin de sumar
al “diputado 99” que necesitaba para aprobar la Ley Habilitante de diciembre de
2013.
En esta oportunidad, abundan las zonas de conflicto. Allí
destaca el caso de Trujillo/Andes venezolanos. Cinco años atrás, voces del
oficialismo fustigaban las aspiraciones de Hugbel Roa, José Javier Morales y
Christian Zerpa, señalando que no eran trujillanos y que su único mérito era ser
piezas del gobernador Hugo Cabezas. De hecho, Morales fue el sucesor de Cabezas
al frente de la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (Onidex), al
tiempo que Zerpa se desempeñó como director nacional adjunto de Identificación
Civil de la Onidex.
En 2012, el difunto presidente Hugo Chávez defenestró a Cabezas
y encumbró en Trujillo al general en jefe Henry Rangel Silva, quien no apoyaría
la continuidad de los tres representantes vinculados con su antecesor. A favor
de Roa estaría su amistad con el mandatario de Aragua, Tareck El Aissami, quien
habría intervenido en la disputa para evitar males mayores.

Las últimas elecciones internas del partido de gobierno pusieron de manifiesto las divisiones que se vislumbran en los liderazgos regionales.
La chispa que enciende el llano de Apure es la pelea que
sostienen el gobernador Ramón Carrizález y el alcalde del Alto Apure, Jorge
Rodríguez Galvis, padre del ex ministro de Relaciones Interiores, Miguel
Rodríguez Torres. Carrizález acusa a los diputados Cristóbal Jiménez y Juan
García de apoyar a Rodríguez Galvis quien, por cierto, pretende lanzar a sus
propios candidatos a la AN con la mira puesta en desbancar a su rival y asumir
el poder regional en los comicios de 2016.
En Guárico (llanos centrales), de los tres legisladores del
PSUV, el mandatario Ramón Rodríguez Chacín -él mismo, un ex oficial de la
Armada- solo se entiende con el ex comandante general de la Aviación, Róger
Cordero Lara, a quien el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos
Humanos (Provea) ha solicitado levantarle la inmunidad por su presunta
participación en la masacre de Cantaura, ocurrida en 1982.
Tanto Alfredo Ureña como Jesús Cepeda, los otros parlamentarios
de la región, han tenido roces con Rodríguez Chacín. En declaraciones publicadas
por el diario El Nacional el 29 de junio de 2013, Cepeda cuestionó al líder
guariqueño en estos términos: “Se han agudizado diferencias internas porque
estamos en contra del modelo de gestión autoritaria, que no es revolucionario ni
democrático. Estoy en contra de la mentira como mecanismo de hacer política”.
El legislador describió a Rodríguez Chacín como un “engendro
dedicado a perseguir a dirigentes políticos”, debido a las acciones que tomó
contra su predecesor Luis Gallardo, quien terminó encarcelado por supuestos
hechos de corrupción.
La enemistad entre el diputado Adel El Zabayar y el gobernador
de estado Bolívar (sureste de Venezuela), Francisco Rangel Gómez, es un hecho
absolutamente público. En marzo de 2012, El Zabayar solicitó a la fiscal
general, Luisa Ortega Díaz, que inhabilitara y realizara un “examen psiquiátrico
y psicológico” a Rangel Gómez, a quien acusó de incurrir en “abuso de poder” por
insultarlo a través de los medios de comunicación estadales.
El mandatario regional, por su parte, tachó de “cobarde” y
“flojo” a su camarada, que en 2013 alcanzó notoriedad por viajar a Siria en
medio de la guerra y anunciar su intención de alistarse en “las brigadas de
resistencia contra la posible invasión de parte del imperio y sus lacayos”. En
aquella oportunidad, el presunto agraviado también solicitó al Ministerio
Público la intervención de la policía regional para evitar ataques contra “los
distintos colectivos patrióticos de resistencia popular revolucionaria de
Guayana”.

En Trujillo, el gobernador Henry Rangel Silva ha ido cambiando las fichas que dejó su antecesor Hugo Cabezas, que en la foto lo acompaña a su derecha. Foto: Psuv.org.ve
Gracias al respaldo incondicional de Chávez, Rangel Gómez logró
superar las críticas internas y ya suma tres períodos al frente de la zona del
hierro. La última vez que se midió en unas primarias, en 2008, obtuvo menos de
la mitad de los sufragios (47,53%), y en 2012 su aspiración reeleccionista no
fue avalada por el Partido Comunista de Venezuela (PCV), tradicional aliado del
chavismo.
“En realidad, salvo Nancy Ascencio, todos los diputados
bolivarenses están en contra del Gobernador”, sostienen las fuentes consultadas,
que identifican al alcalde de Caroní (Puerto Ordaz), José Ramón López, como el
principal aliado de los parlamentarios.
El único que tendría su curul asegurada para la próxima
legislatura entre los aragüeños sería Elvis Amoroso, primer vicepresidente de la
Cámara. Sus colegas Betty Cróquer, José Gregorio Hernández, Rosa León y hasta la
histórica María León no gozarían de la simpatía del gobernador de Aragua
(centronorte), Tareck El Aissami. “Este equipo de parlamentarios, incluidos los
suplentes, ha trabajado mucho, pero El Aissami no está por la labor de reconocer
trayectorias y, además, sobre algunos pesa su supuesta relación con Rafael
Isea”, comentan.
Loidy Herrera de Bolívar llegó a la AN en 2010 de la mano de su
esposo Teodoro Bolívar, quien ocupaba la Gobernación de Cojedes (llanos del
centro). Dos años más tarde, Bolívar cedió su despacho a Erika Farías, quien
ahora pretendería renovar la representación de la entidad sacando del camino a
Herrera de Bolívar y Alejandro Villanueva, otra carta de su antecesor.
En la bancada de Carabobo (estado industrial del centronorte),
el hombre de confianza del gobernador Francisco Ameliach es Saúl Ortega. Sin el
espaldarazo de Ameliach, vicepresidente de Organización y Asuntos Electorales
del partido, las posibilidades de repetir de Asdrúbal Colina, Héctor Agüero,
José Rafael Ávila, Lesbia del Castillo y Miriam Pérez son casi nulas.
La elección de los delegados que participaron en el III
Congreso del PSUV en 2014 dejó en evidencia la existencia de dos grandes bloques
en Falcón (región noroccidental). En uno estaba la gobernadora Stella Lugo, su
esposo y diputado, Jesús Montilla, y el alcalde de Coro, Pablo Acosta. En frente
se encontraban los legisladores Henry Ventura y Andrés Eloy Méndez, actual
superintendente de Precios Justos, y el regidor de Punto Fijo, Alcides Goitía.
Ambos bandos podrían chocar otra vez en las primarias por la AN.

El diputad Adel El Zabayar fue criticado por el gobernador de Bolívar, por su participación en el conflicto sirio. Foto:@Zabayar.
De los cinco parlamentarios principales rojos de Portuguesa
(llanos de Occidente), solo Nelson Escobar es mencionado como miembro del grupo
del gobernador Wilmar Castro Soteldo. Los otros cuatro, entre quienes destaca
Blanca Eekhout, cuestionarían el desempeño del antiguo comandante de la
Aviación.
Castro Soteldo también encararía el desafío de, al menos,
cuatro alcaldes. El primero en la lista de adversarios sería Oswaldo Zerpa,
quien con la tarjeta de Tumaparos (un grupo radical de izquierda) derrotó al
PSUV en el municipio José Vicente de Unda. De hecho, Zerpa optó por la
Gobernación en 2012 y quedó segundo, por encima del abanderado de la Unidad
(oposición), Iván Colmenares. En esta misma posición crítica se inscribiría
Carlos Molina, quien se impuso en Ospino con la alianza Tupamaros-PCV, al igual
que los regidores pesuvistas Efrén Pérez (Acarigua) y Otoniel Meléndez (Santa
Rosalía).
En Vargas (litoral central de Venezuela), las diferencias se
centrarían entre el gobernador Jorge Luis García Carneiro –un ex general del
Ejército- y la diputada Gladys Requena, quien en 2004 se lanzó por el control
del poder regional contraviniendo la línea del extinto Movimiento Quinta
República (MVR), que inscribió a Antonio Rodríguez San Juan, un ex oficial de la
Guardia Nacional.
El mandatario de Yaracuy (centroccidente), Julio León Heredia,
solo se tomaría la foto en campaña con su hermano Néstor; mientras que su par
del estado Mérida (Suroccidente), Alexis Ramírez, haría lo mismo con Diógenes
Andrade. Los demás, no contarían.
Luego de la deserción de los “gateros”, el PSUV se quedó con
dos diputados por Monagas: el indiscutible Diosdado Cabello y Orángel López,
quien estaría distanciado de la gobernadora Yelitze Santaella.
En el resto de los estados, las tensiones son menores. El
gobernador barinés –llanos suroccidentales, tierra chica del comandante Chávez-,
Adán Chávez, objetaría la continuidad de Rosalba González, quien asumió la curul
en sustitución de Maigualida Santana, electa alcaldesa del distrito Ezequiel
Zamora en 2013. Delta Amacuro, Zulia, Nueva Esparta, Anzoátegui, Táchira y Sucre
no registran grandes sobresaltos, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Tampoco habría nubarrones en Distrito Capital, tras la salida de la Cámara de
Freddy Bernal, rival del alcalde Jorge Rodríguez.

El diputado Saúl Ortega es la bisagra del gobrnador de Carabobo, Francisco Ameliach, uno de los hombres fuertes del partido. Foto:Psuv.org.ve.
Las entidades que no administra el PSUV son casos particulares.
El único diputado rojo en Amazonas (región Sur) es César Sanguinetti, pero no
contaría con el apoyo de la presidenta de Corpoamazonas -la gobernación paralela
creada por el Gobierno-, Nicia Maldonado. Los roces entre Sanguinetti y
Maldonado derivarían de que puja por la candidatura regional.
Luis Reyes Reyes, jefe de Corpolara, aplaudiría la continuidad
de Isabel Lameda como representante del estado Lara (centroccidente). Al
parecer, no mostraría el mismo entusiasmo con Alexander Torrealba, Francisco
Martínez, Julio Chávez y Alexander Dudamel. Reyes Reyes viene de la AN y su
suplente era Pedro Carreño, jefe de la fracción chavista.
En el caso del estado Miranda, son palabras mayores. En la
entidad, gobernada por el líder y ex candidato presidencial de oposición,
Henrique Capriles Radonski, la situación es compleja por el entrecruzamiento de
los intereses del ex gobernador chavista y número dos de la Revolución, Diosdado
Cabello –con su esposa, Marleny Contreras, a la cabeza– y los del nombrado
Protector de Miranda y actual ministro de Comunas, Elías Jaua.
Al margen de estos conflictos locales, el presidente Maduro
sacudió el escenario nacional al anunciar dos nuevos filtros para seleccionar a
sus abanderados. El Jefe de Estado quiere que la mitad de su futura bancada esté
conformada por diputados de 30 años o menos, y que también 50% del total sean
mujeres.
Para tener una idea del cambio que esto significaría, deben
valorarse los datos actuales: la fracción consta de 176 diputados (95
principales y 81 suplentes) y su promedio de edad es de 51 años. Solo tres (dos
principales y un suplente) tienen 30 años o menos. La mayoría (59) se ubica
entre los 51 y 60 años de edad. Por otra parte, las mujeres constituyen 26% de
la representación del PSUV.
Peleas con gobernadores, el calendario y el sexo. Tres
obstáculos importantes en la carrera reeleccionista de los parlamentarios
rojos.

El gobernador de Yaracuy, Julio León Heredia, cuenta en la Asamblea Nacional con su propio hermano, el diputado Néstor León Heredia. Foto:Flickr/Hugo Chávez.